ENTENDAMOS EL TRAVESTISMO
Hombres que se visten de mujer ???
El Travestismo en su definición más simple es el "vestir según el código de imagen del sexo opuesto al propio", sobreentendiendo por sexo: sexo genital.
Sin
embargo, las cosas son mucho más complicadas.
Básicamente hay cuatro clases de travestismo. Unos que se originan en la propia sexualidad y el que se fundamenta en la propia identidad sexual.
Travestismo
Fetichista
El travestismo como expresión de la propia sexualidad es sencillamente un tipo de fetichismo, y no compromete necesariamente a la identidad sexual de quien lo practica. Hay hombres que se sienten hombres en su interior y que sin embargo, disfrutan de imitar a la mujer con fines eróticos; es una forma de fantasía de auto-transposición al objeto sexual y de acercamiento virtual al mismo. En pocas palabras, es una manera un tanto sorprendente de hacer el amor sin que la pareja ideal esté presente y puede ser considerado como un desviación de la psicología endógena y social del sujeto.
Travestismo Histrionico
El travestismo como expresión teatral o transformismo es una de tantas formas de expresión artística y si bien es dificil que a un actor de renombre le guste aparecer vestido de mujer, quien es verdaderamente actor lo puede hacer con mucha calidad y apoyado por los caracterizadores, que buscarán obtener el personaje ideal de acuerdo al guión o al libreto de la obra. Hay "actores" que repetitivamente actúan como mujeres, son los llamados "Performers" en el mundo del teatro ligero, esto se ha extendido a la televisión. A la actuación en si misma se debe agregar la sospecha que la caracterización constante es una de las cualquiera otras formas de travestismo.
Travestismo Homosexual
Travestismo Existencial
ENTONCES
...
¿ CUANDO UN HOMBRE VESTIDO DE MUJER NO ES UN TRAVESTIDO ?
La
persona que se traviste por identificación de identidad, sólo se siente
travestida cuando se ve obligada a producir una apariencia conforme a su
sexo físico, es decir, cuando las demás personas la perciben como sexualmente
congruente ( Paradójico ¿No? ).
Normalmente,
el travestismo por identificación con el sexo físicamente opuesto, progresa
hacia estados de mayor ansia y presión interior por restablecer la unidad
sexual (léase disforia de género), hasta asumir la condición de transexualidad
que se vive consciente o inconscientemente desde el comienzo de l vida, e iniciar un
proceso de completa transición sexual (anatómica, genital, social y legal).
Una
persona que ha transformado totalmente su sexo físico y genital, ya no puede
considerarse travestida bajo ningún punto de vista, porque está asumiendo la apariencia
correspondiente al sexo físico de su innata identidad
psicosexual.
Puesto
que la identidad sexual de una persona nacida transexual está en muchas
ocasiones escondida por el yo sexual socializado desde la infancia (léase
personalidad sexual inducida), ocurre en esos casos que el travestismo es la
generación de una personalidad sexual alternativa (casi siempre en privado), y suele
ser durante mucho tiempo la única manera de adquirir coherencia
sexual subjetiva, hasta que en algún momento, la propia identidad sexual es asumida con plena
conciencia (lo que requiere auto-reconocimiento de los propios instintos,
recuperación de la autoestima e independencia personal), para actuar desde uno
mismo, desinhibidamente y no desde los condicionamientos sociales.
El
encuentro momentáneo con la propia y coherente verdad sexual, que la persona travestida experimenta cuando asume la
personalidad sexual que es congruente con su identidad sexual profunda, le
produce estados de euforia y gozo que liberan sus energías sexuales con toda
naturalidad y la pueden llevar al orgasmo. A
su vez, cualquier estado de excitación sexual de esa persona cuya identidad
sexual aún no se ha vuelto pública y permanente, hace que automáticamente
emerja su identidad sexual fundamental, ya que los instintos sexuales inherentes
al individuo se despiertan y se activan, y sobreviene el deseo irreprimible de
expresarse, cosa que en el estadio de cotidiano enmascaramiento de identidad,
consiste todavía en el acto episódico de travestirse.
En
este sentido, esta respuesta sexual y psicológicamente eufórica que algunos
psiquiatras denominan "autoginefilia", es de hecho un indicador de la
verdadera identidad sexual de la persona, y de la coherencia sexual que se
produce con el alineamiento de su forma, de su apariencia y de su personalidad
con su identidad sexual. En ningún caso la autoginefilia (léase gustarse a sí
misma) puede ser tomada como un síntoma de un desorden mental de género
padecido por un varón, sino la señal de que se está en presencia de una mujer
psicológica en etapa de reconocimiento absoluto de su identidad sexual
verdadera.
El
travestismo en este caso no es ni un acto sexual, ni una desviación psicosocial
del sujeto, sino la manifestación de su genuina personalidad sexual, condicionada y limitada por sus inapropiados
genitales y anatomía, y es el vehículo para la
recuperación paulatina de su integridad sexual. Conforme la práctica del
travestismo le
permita llegar a reconocerse plenamente en sus sentimientos de género y
emprender finalmente el ajuste de su sexo físico y social, obtendrá la
unidad sexual definitiva, la paz de su alma y la erradicación de su hasta
entonces latente conflicto transexual.
Este pequeño ensayo esta basado en los trabajos llevados a cabo por Clarita.
Gina Alva I.
Lima Perú