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Por Otto Martín Wolf (La Prensa, 1 de Marzo de 1999, pág. 9a Tegucigalpa, M.D.C.)
QUE PASO EN EL PASADO En el pasado las mujeres no tenían otra opción que olvidarse que estaban dotadas de cerebro para dedicar toda su capacidad y vida a la cocina. Allí entre tizones y mondongo, se convertían en algo parecido a una refrigeradora o un armario. Eran muy útiles, pero nada más. Daba pesar verlas trajinar el día entero y, después de mucho sudor y olor, aguardar que el marido apareciera y, con los ojos brillantes de expectación, esperar por un "es que como mi negra nadie cocina" Eso fué todo? Para eso se quemó las manos y agarró olor a comida que no se quita ni con dos baños seguidos? Para un "como mi negra nadie"? Qué es eso? Para eso fue creado un ser humano y dotado (la mayoría de las veces) de un cerebro? Para eso se produjo el milagro de la creación?.
QUE DEBE CONOCER LA MUJER SOBRE COCINA? Creo que lo más que una mujer debe aprender sobre las artes de la cocina (siempre y cuando no se dedique a ella comercialmente) es a hacer un regular sandwich y sopas de bolsita, punto. Paradójicamente a quienes menos le va a parecer este artículo es precisamente a las mujeres y les diré porqué: porque hasta este momento han creído que de verdad alguien aprecia su cuchara. La verdad es distinta. Piensen por ejemplo, que hay muchos hombres que dicen "como mi negra nadie cocina" precisamente para tenerlas todo el día encerradas cociendo frijoles y partiendo papas, como una forma de evitar que salgan a la calle a llenar el cerebro de conocimientos, sin descartar desde luego el que les toque a ellas preparar la comida. CONTINUACION