En este trabajo
comento la novela Cien años de soledad
del escritor colombiano Gabriel García Márquez. En el primer parte hay una síntesis de la intriga de la novela
basada en el árbol genealógico de la familia Buendía[1],
con un breve comentario de algunos rasgos de esta novela misteriosa y
compleja. En la segunda parte se
encuentra una lectura del artículo “Magical realism and the theme of incest in One Hundred years of Solitude” de Edwin
Williamson que analiza el motivo del incesto en la novela. Al final del trabajo comento este artículo.
La novela nos
cuenta la historia del pueblo Macondo a través de la familia de su fundador
José Arcadio Buendía y su familia. Este
se casó con su prima Úrsula y abandona su pueblo natal a causa del espectro de
Prudencio Aguilar. Lo ha matado porque
ha echado a su cara que sea impotente.
Se observan ya tres motivos importantes del libro que son el incesto, el
realismo mágico y el sexo.
Después de una peregrinación
larga, funda junto con otras familias escapadas Macondo al lado de un río,
dónde está el alcalde oficioso. Tiene
con Úrsula tres hijos, a saber el futuro coronel Aureliano, José Arcadio y
Amaranta. Úrsula siempre teme que los
hijos nacidos tengan una cola de cerdo, pero sólo el último descendiente,
Aureliano, tiene una cola. Aureliano se
convierte en liberal, después de haber visto que los conservadores falsifican
las elecciones. Lo ve porque el padre
de su mujer muy joven (aún fue púber cuando se casaron) fallecido, amaña las
elecciones. Como coronel hace 32
guerras, junto con su confidente Gerineldo Márquez, contra los conservadores
antes de retirarse en Macondo donde se dedica a fabricar peces de oro.
José Arcadio, que
después va a salvar a su hermano cuando el coronel sería ejecutado[2],
se fuga de su casa con un grupo de gitanos y cuando vuelve, completamente
tatuado, se casa con Rebeca, una chica de que Úrsula ha hecho cargo, a pesar de
su prometido Pietro Crespi. Antes del
regreso de José Arcadio, la hija de Úrsula y José Arcadio Buendía, estaba
envidiosa de Rebeca de tal manera de sabotear sus planes de boda. A través de la novela algunos hombres la han
pedido en matrimonio pero Amarante no lo acepta curiosamente cada vez.
José Arcadio y el
coronel ambos tienen un hijo con Pilar Ternera, una cartomántica que están
asimilados en la familia Buendía. Uno
de esos dos, Arcadio, está el “alcalde” de Macondo bajo la autoridad del
coronel y será fusilado por los conservadores.
Intenta de seducir Pilar Ternera, pero ella le une con Santa Sofía de la
Piedad. Tendrán una hija, Remedios la
bella, y gemelos, Aureliano II y José Arcadio II. Esos dos se diviertan con cambiar de nombre porque se asemejan, y
cuando serán enterrados, serán puestos al revés en sus sepulcros. Mientras
tanto, el coronel sufre de su conciencia y firma la rendición. Aureliano II se casa con Fernanda del
Carpio, que cree ser descendiente de entre otros Lope de Vega, pero tiene Petra
Cotes con amante porque cuando hace amor con ella, su ganado multiplica
increíblemente. Aureliano II y Fernanda
tienen tres hijos, José Arcadio, Renata Remedios llamada Meme y Amaranta
Úrsula.
Mientras tanto,
el coronel fallece y se construye un ferrocarril en Macondo. Con ese ferrocarril se amena una compañía
bananera. Tras algunos años los
trabajadores de la compañía se oponen al clima laboral terrible con una huelga
inmensa bajo la dirección de José Arcadio II.
Durante esa huelga el ejército mata 3.000 personas y José Arcadio está
el único superviviente; el gobierno hace creer la populación de Macondo que los
asesinados han vuelto a su tierra natal.
Después de esa huelga, llueve durante cuatro años. La ganadería de Aureliano II deteriora y
todo Macondo. Tras la lluvia, Úrsula enmienda
de su senilidad y continuando a hacer creer que no está ciega, limpia la casa
desolada por el grado de humedad muy superior.
Pero muere poco después a la edad de 120 años y Santa Sofía de la piedad
dejé la casa, harta de limpiar.
Durante que
Aureliano, el hijo bastardo de Meme y un mecánico de la compañía Mauricio
Babilonia, sigue estudiando los pergaminos de Melquíades, su tía Amarante
Úrsula acaba sus estudios en Bruselas y vuelve a su pueblo natal, casada con un
flamenco, Gaston, que quiere instaurar un correo aéreo en Macondo y que es entomólogo;
estudia los diferentes insectos que han conquistado la casa. Aureliano se enamora de su tía, y no se dan
cuenta que cometen incesto porque Fernanda del Carpio pretendió que lo ha
hallado en un cesto navegando por el río.
Esto refiere claramente al relato bíblico de Moisés. Entretanto Aureliano hace amistad con cuatro
jóvenes, entre otros Gabriel Márquez, y un profesor catalán de lenguas clásicas. Este le suministra libros que le ayudan a
descifrar los pergaminos.
El profesor deja
Macondo e incita a los amigos de hacer de mismo y olvidar todo lo que les ha
aprendido. Al final del libro,
Aureliano ha descifrado el código de los pergaminos de Melquíades donde está
descrita la historia de Macondo. Cuando
lee que Macondo va a ser arrasado por el viento, el viento y está allí.
Cien años de soledad ciertamente es una novela misteriosa y muy
compleja, y se pasan tan cosas que dar una síntesis de la intriga no es
fácil. Por eso he optado de organizarla
en cuanto a la dinastía de los Buendía; esa opción se defiende también porque
el libro mismo es organizado así, sólo hay descripciones de otras personas si
guardan relación con miembros de la dinastía.
En mi parecer el
aspecto misterioso de la novela se explica por mayor parte por tres de sus
rasgos, a saber el aspecto mítico, el realismo mágico y el deseo transgresivo
del narrador.
Desde el comienzo
del libro el lector recibe la impresión que el narrador no quiere dar muchos
datos concretos sobre el ‘hic et nunc’ de la historia: nunca hay datos
concretos o ciudades reales. Gusta a
Úrsula a repetir que el tiempo es circular
<...>
una vez más se estremeció con la comprobación de que el tiempo no pasaba, como
ella lo acababa de admitir, sino que daba vueltas en redondo. (cas, 371)[3]
Eso es un rasgo
típico del mito. Otra característica es que la mayor parte de los mitos son
historias de creación. Al principio de
la novela leemos que “el mundo era tan reciente que muchos cosas carecían de
nombre” (cas, 59). Con eso, Márquez
pone la atención en el hecho de que el mundo de la ficción es construido con
palabras. Este motivo recurre durante
la enfermedad de insomnio que contaminaba todo el pueblo y que tiene como
efecto secundario la amnesia. Para
contraatacar la amnesia, escriben el nombre y el modo de empleo en cada cosa y
animal.
Aureliano
escribió el nombre en un papel que pegó con goma en la base del yunquecito: tas.
Así estuvo seguro de no olvidarlo en el futuro. <...>
José Arcadio Buendía lo puso en práctica en toda la casa y más tarde lo
impuso a todo el pueblo. Con un hisopo
entintado marcó cada cosa con su nombre: mesa,
silla, reloj, puerta, pared, cama, cacerola. Fue al corral y marcó los animales y las plantas: vaca, chivo, puerco, gallina, yuca, malanga,
guineo.
Tal vez no está
casual que Melquíades aporta el remedio, él que ha escrito un libro (¡en el
libro de Márquez!) sobre la historia de Macondo. Eso hace que da cuestiones sobre el estatuto de la ficción, aunque
esta técnica narrativa no es original de Márquez y me parece volverse
gastada. El fallecimiento de Melquíades
antes del final del libro también cuestiona la ficción en general: ¿Es porque
Márquez quiere indicar que el autor no es el dictador de la significación de
sus elucubraciones?, ¿El código de los pergaminos indica que la ficción tiene
un código y mensaje propios que sólo conocemos cuando hemos acabado la lectura
de la novela? Tal vez el mito en Cien años de soledad trata de creación ficcional...
El realismo
mágico del libro ya ha sido muy comentado en la crítica, y de verdad, está muy
frecuente en Cien años de soledad. Niños que vuelan en una alfombra, la sangre
derramada de un hombre (José Arcadio) que va a su madre que está a varios
kilómetros del lugar del homicidio,...
Estos no son hechos científicamente posibles. No obstante ocurren en la novela sobre Macondo. El sueño
de José Arcadio sobre Macondo (“José Arcadio Buendía soñó esa noche que en
aquel lugar se levantaba una ciudad ruidosa con casas de paredes de espejo.
(cas, 80-81); recurre entre otros al última página: “la ciudad de los espejos
(o los espejismos)” (cas, 448) ) aclara ese aspecto de la novela. Cada persona ve así si mismo en la ciudad
–¡espejos!- y por extenso ve la ciudad de
su manera. No sólo el libro es modernista, ¡todos los personajes lo son en
cuanto de su “paradigma” propio! Otra
vez, Márquez interroga el estatuto de la ficción, de tal manera que nos
preguntamos, entre otros: ¿La huelga organizada que resultaba a 3.000 muertos,
era un espejismo (cas, 448) o no?
La trasgresión,
término de Georges Bataille, es la última característica de la novela que
quiero comentar. Sabiendo que “la transgression n’est pas la négation de l’interdit, mais elle le
dépasse et le complète”[4],
Márquez nos obliga de interrogar las normas que nos infligimos. La novela está llena de transgresiones y de
tabús. El narrador cuenta sin vergüenza
de sexo, incesto, dimensiones de penes, la incredulidad en Macondo,... Entre otros nos da el problema eterno de la
identidad cuando nos cuenta que Úrsula está enfadado con José Arcadio porque él
se casa con su “hermana” Rebeca. Rebeca
no es la hija de Úrsula, sino una huérfana que Úrsula ha incorporado en su
casa. Surge pues la cuestión eterna:
¿La identidad se define con razón de “Blut und Bodem” (la
concepción dicha alemana) o de razón de comunidad o uso (la concepción dicha
francesa)?
¡No podemos olvidar que esas transgresiones también son motivos de humor!
En su artículo[5]
sobre Cien años de soledad, Edwin
Williamson analiza dos aspectos de la novela de Gabriel García Márquez que
califica de ser “elusive and enigmatic” (w, 45)[6],
a saber su género y el motivo de incesto.
Prueba en su artículo que esos dos, el género del realismo mágico y el
incesto, son íntimamente unidos, e indican el curso negativo de la historia.
La definición del
término de “realismo mágico” no plantea un problema:
“At the
level of simple definition there can be little disagreement: magical realism is
a narrative style which consistently blurs the traditional realist distinction
between fantasy and reality.”.
Pero esa
definición permite dos consecuencias divergentes que están problemáticas en
cuanto Cien años de soledad. La primera consecuencia posible de esta
definición modesta puede ser que el universo intraficcional de Cien años de soledad es “autarchic,
creating trough the act of narration special conditions of development and
meaning which enable the fictive imagination to achieve a free-floating state
of pure self-reference akin to the exhilarated innocence of children at
play”. Esta visión posible sobre el
realismo mágico contiene el reproche implícito a Gabriel García Márquez de
haber estetizado la historia de Latinoamérica.
La segunda consecuencia posible de esta definición modesta es que García
Márquez ha inventado un nuevo tipo de realismo, que sería el variante
latinoamericano del realismo europeo.
The other
account would have magical realism expand the categories of the real so as to
encompass myth, magic and other extraordinary phenomena in Nature or experience
which European realism has tended to exclude. (w, 45)
Al pesar del
hecho de que García Márquez mismo ha muchas veces afirmado que eso es su visión
del realismo mágico, Willamson rechaza esta visión porque produce una lectura
muy negativa.
As such,
it would appear to condem Latin America to a hopeless condition of historical
failure, allowing gno scope for change or free human action. (w, 46)
A causa de un
rasgo que ambos tienen Williamson instaura la similitud en la novela entre el
“grado” de realismo mágico y la presencia de incesto. Todo como el realismo mágico, el incesto no hace diferencia entre
el “mismo” y el “otro”.
The dialectic
between identity and difference does nevertheless operate symbolically within
the fictional world of Macondo. It is
conveyed through the motivating theme of incest. <...> In this
sense, incest can be taken as a symbolic equivalent of the solipsism that
underlies magical realism. (w, 47)
Por ejemplo, el
declive de Aureliano se combina con una relación incestuosa con su tía Amaranta
Úrsula, de tal manera que se sienten un
cuerpo. El empleo recurrente de los
mismos nombres para los miembros de la familia (w, 52) corrobora esa hipótesis
(sabiendo que la familia curre al declive).
Es posible de ver la acción de la novela como una lucha incesante para guardar
la diferencia entre el “mismo” y el “otro”.
Esa lucha se hace de dos maneras.
Una, la de Úrsula Iguarán, es la del tabú. Una vez que Úrsula está muerte, el incesto entra de manera más
convincente, y es el símbolo del enclive de la familia. El tabú hace también que cada anhelo está
sospechoso, esto frustra y lo hace difícil de estar feliz.
Otra es la de la
acción de cultivar una propia personalidad o dedicarse a la ciencia, lo que es
instaurar un nuevo orden. Algunas
personas intentan de cultivarse, pero con el tiempo tienen de nuevo
dificultades de distinguir entre el “mismo” y el “otro”. Cómo por ejemplo el coronel Aureliano
Buendía cuyo voluntad de rechazar a los conservativos, lo cambia en lo que
rechaza, a saber la violencia conservativa.
El interés por la ciencia, que extingue poco a poco, de José Arcadio
Buendía es otro ejemplo. Esos ejemplos
muestran que, a diferencia de lo que los personajes manifiestan, la decadencia
de la familia no se debe al destino sino al comportamiento de los personajes mismos.
It shows
that the process of degeneration is set in train by a free human choice, a loss
of nerve in fact, and not by some irresistible force of destiny
<...>. The unbreakable circle of
fate that will appear to enclose the history of the Buendías is, as we shall
see, an illusion crreated by the characters.
(w, 49)
En Cien años de soledad hay también dos
visiones sobre la historia. Una, la de
Aureliano Babilonia, es más solipsista, y incestuosa.
Aureliano’s
reading might be termed ‘incestuous’; it is devoid of objectivity , of
reference to an external reality and to linear time. (w, 59)
Es circular,
porque refiere gradualmente más a si mismo, sabiendo que el texto misterioso de
Melquíades (un espejo) se lee lo que ocurre al final de la novela.
Otra, es más lineal, y es simbolizado a través de la voz de Márquez. Esa nos da, de una manera original, la
posibilidad de ver atrás la visión de Aureliano. Lo hace instaurando un espejo del discurso de Aureliano. Eso provoca distancia.
By
confronting these two mirrors Gabriel imbues his novel with an ironical
duality. (w, 61)
A pesar del final
pesimista de Macondo y de la novela, hay algo positivo al final de la
novela. El narrador nos sugiere que el
espejo de Aureliano es tal vez un espejismo.
Sugiriendo eso, puede decir que el final trágico de Macondo o la ausencia
de una segunda oportunidad, sólo vale para los que tienen una visión solipsista,
y no por los otros.
This
parenthetical alternative cracks the surface of the ‘speaking mirror’ to reveal
the underlying choice between illusion and reality; it invites the reader to
question the validity of Melquíades’s prophecy and to repudiate the apocalyptic
mirage created by those characters like Aureliano Babilonia who have condemned
thmeselves to magical realism and for whom there is, in consequence, no second
chance for salvation.
Con esa reflexión,
Williamson termina su artículo.
Con su artículo,
Williamson ha intentado clarificar la novela misteriosa de Márquez. Por eso elige dos de sus características que
son de verdad importante y prueba que están unidas con el curso negativo de la
historia.
Aunque creo que
el realismo mágico del libro y el tema del incesto están mas claramente
explicados del punto de vista de la modernidad y de la trasgresión. Como lo he indicado en la segunda parte de
mi trabajo, Cien años de soledad es
una novela que pone la atención y cuestiona su estatuto ficcional. La novela es modernista en el segundo
grado. El lector no solo ve los
personajes y el mundo ficcional a través el paradigma del narrador; también lo
ve a través de los diferentes paradigmas de esos diferentes personajes descritos. El autor confronta de tal manera las diferentes visiones en el
mundo de Macondo que siembra dudas sobre la posibilidad de contar la historia
de Macondo. Sugiero tal vez que Cien años de soledad se aproxima de ser
posmodernista, pero no quiero intentar la discusión.
Williamson tiene
razón cuando ve el incesto como la interrogación entre “mismo” y “otro”, pero
creo que Márquez ha particularmente querido aumentar con eso la trasgresión en
su libro. Con esa cuestiona las normas
(éticos, políticos,...) que utilizamos y también –como escribe Williamson-
explora las fronteras entre “mismo” y “otro”.
Bataille, G. 1970. Oeuvres complètes. Paris: Gallimard.
García Márquez, G. 19836. Cien años de soledad. Madrid: Selecciones Austral.
Williamson, E. 1987. « Magical realism and the theme of incest in One Hundred Years of Solitude ». IN: Mac Guirk, B. Cardwell, R. Gabriel García Márquez: new readings. Cambridge Iberian and Latin American Studies. Cambridge: Cambridge University Press. 45-63.
José Arcadio Buendía
X
Úrsula Iguarán
Coronel José Arcadio Amaranta
Aureliano Buendía X
X Rebeca
Remedios Moscote
Aureliano José
(con
Pilar Ternera)
17 Aurelianos
Arcadio
(con
Pilar Ternera)
X
Santa Sofía de la Piedad
Remedios la bella Aureliano
Segundo José Arcadio
Segundo
X
Fernanda del Carpio
Renata Remedios José
Arcadio Amarante
Úrsula
(Meme)
X
Gaston
Aureliano Aureliano
(de Mauricio Babilonia) (de
Aureliano)
[1] Hay el árbol genealógico en anexo.
[2] La primera frase de la novela: “Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía <...>” nos da la falsa interpretación que el libro sea una inmensa escena retrospectiva. No es la única vez que el narrador engaña a los lectores.
[3] Las cifras entre paréntesis precedidas de ‘cas’, refieren a las páginas en el libro.
[4] Bataille, G. 1970. Oeuvres complètes. Volumen X: 66.
[5] Williamson, E. 1987. « Magical realism and the theme of incest in One Hundred Years of Solitude ». IN : Mac Guirk, B. Cardwell, R. Gabriel García Márquez: new readings. Cambridge Iberian and Latin American Studies. Cambridge: Cambridge University Press. 45-63.
[6] Los números entre paréntesis precedidos de ‘w’, refieren a los páginas del artículo de Edwin Williamson.