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Recursos de heráldica
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El
Abc de la Heráldica
Esta web está diseñada para adentrarle en el fantástico
mundo de la HERALDICA. Se han recogido enlaces a sitios web de heráldica, así como
diferentes recursos heráldicos útiles. Puede echar un vistazo a la magnífica lista de apellidos recopilados de los que se
sabe que tienen uno o varios escudos heráldicos asociados, dependiendo de las diferentes
ramas. También tenemos dos manuales de heráldica: un manual de heráldica simbólica y
un completo manual de diseño
heráldico que incluye un importante diccionario de términos pertenecientes al mundo
de la heráldica. También hay unas animaciones
heráldicas donde se aprecia como se elabora un escudo heráldico, en si es un mini
manual de heráldica.
De aquí se podrá llevar un gran libro de heráldica con
muchos escudos dibujados e historias de apellidos, es gratis y de libre distribución se
llama SELECCIÓN
HERÁLDICA
Como NOVEDAD ofrecemos la historia y el escudo
de un apellido, una heraldica diferente cada semana. Con estos apellidos se
confeccionará otro libro de heráldica que se les regalará en esta web cuando se
termine.
No podía faltar un diccionario de heráldica con el origen y escudos de algunos apellidos, así como
un excelente libro acerca de las Ordenes
Militares que tienen que ver con la heraldica pues antaño se probaba la nobleza y que
aparecen mencionadas en la historia y en la heráldica de muchos apellidos. Muchos
Caballeros probaron su nobleza en la Real Chancillería de Valladolid, así que aquí
hemos recogido la lista de apellidos que figuran
en los Expedientes de hidalguía de dicha Chancillería.
También tenemos enlaces
con otras webs de heráldica donde se pueden obtener escudos heráldicos de los apellidos
que figuran en la lista y que nos merecen la mayor de las garantías y de fiabilidad.
Hay una sección de clip art de heráldica que le puede ser
muy útil para realizar diseños, adornos, etc. basados en la heráldica.
Muchos de estos recursos son auténticos libros
electrónicos (e-books) de heráldica que se pueden descargar para leer cómodamente sin
estar conectados a Internet, además no necesita software adicional alguno, y los
señalizamos con el icono .
Tenemos también un libro de heráldica, de
historias de
apellidos y armas, donde se han recogido bastantes apellidos y su heráldica más
habitual.
Hemos añadido una página muy interesante de heraldica japonesa, una de los apellidos
más comunes en España, con su origen y más datos, interesante para el apellido y
para el escudo del apellido. Como nos pareció muy interesante, por lo bonito que es,
tenemos una sección de cerámica
heráldica
En la sección Heráldica e historia bastante
completa de apellidos; escudos bonitos vamos haciendo páginas web de apellidos
individuales, donde aparece la heraldica e historia del apellido, y está dibujado el
escudo del apellido más antiguo o principal.
La sección de Curiosidades
Onomásticas es desde luego para pasar un rato muy entretenido.
Es muy interesante la sección de Heráldica Municipal o heraldica cívica, donde se
estudia el origen y la actualidad de esta rama de la heráldica que siempre está de
actualidad.
El Abc de la heráldica anglosajona o heráldica inglesa es
una página ideal para aprender todo acerca de dicha heraldica; eso sí, está en inglés.
Debemos tener en cuenta que hay países generadores de
heráldica, que básicamente son los europeos, además del Japón (ver la sección de
heráldica japonesa), de donde se extendieron a América, Oceanía y Asia. Así hay
heraldica española, heraldica portuguesa, heraldica italiana, heraldica francesa,
heraldica alemana, heraldica rusa, etc.
Una pregunta relacionada con la heráldica
que suele hacerse es ¿hay más de un escudo por apellido? o ¿cada
apellido tiene su escudo?. La verdad es que los escudos heráldicos
corresponden a linajes representados por apellidos, por lo que hay
apellidos que tienen más de un escudo, debido a sus diferentes ramas o
linajes, así hay escudos diferentes por zonas geográficas de radicación
de un apellido o linaje. Y hay apellidos y linajes que no tienen
heráldica asociada, o sea, que no tienen escudo. Hay que añadir que en
España se puede utilizar la heráldica del escudo cívico para los
apellidos de origen toponímico.
La heráldica, como ciencia y arte auxiliar
de la Historia, estudia la composición y significado de los escudos de
armas, y aparece sobre el siglo 12 en Europa, siendo una de las ramas del
conocimiento que han perdurado con menos cambios hasta la actualidad.
Pero, ante todo, es necesario comenzar por el principio,
con una pregunta: |
¿ Qué es la Heráldica y
la Genealogía?
Empecemos por la Genealogía. Genea, según la mitología,
es la hija mayor de los fundadores de raza humana. Vivía en Fenicia con Lenus, su
hermano, con el cual tuvo tres hijos, Fos, Pir y Flox, es decir, luz, fuego y llama. Del
nombre de Genea se deriva la raíz del nombre de la Ciencia que nos ocupa. La Genealogía,
-del griego geneá, generación y logos, tratado-, es la ciencia que estudia la serie de
ascendientes de una persona, investigando las ramas ascendentes del llamado Árbol
Genealógico. Bien, esta actividad, de investigación histórica se complementa, en
determinados casos con la Heráldica. Pero... ,de dónde parte la Heráldica? Veamos,
según la Real Academia, heraldo, es Rey de Armas, pero vulgarmente también se le aplica
la calidad de mensajero o anunciante de alguna nueva. Y esto es precisamente lo que eran
los antiguos heraldos, los portadores de las armas o blasón del señor a quien servían.
La HERALDICA, pues, es la ciencia que estudia y fija las normas para la correcta
interpretación de los blasones o escudos de armas, -en un sentido asequible para todos-.
Pero todo ello, a su vez, parte de una pregunta vital:
¿Qué es un apellido?
¿Qué significación tiene, qué lo motiva y cuál es su origen? ¿Que relación tiene con la heraldica?
Generalmente, la respuesta es simple: Nombre de familia con que se distinguen las
personas. Ahora bien, dado que todo, absolutamente todo, tiene un comienzo, no estaría de
más saber cuándo, dónde y en qué momento se originó lo que primero fue costumbre y
luego dato o designación obligatoria.
La respuesta tiene un nombre propio: Roma. Fue en donde, con justicia, se conoce como cuna
de la civilización, surgió el uso del apellido. Con anterioridad, el conocimiento de las
distintas personas se llevaba a cabo únicamente con el nombre y, si acaso, por el mote o
apodo. Así, aquel que poseía un pelo rojo, era designado como "el Rojo", los
detectados por un defecto físico, por este, 'El Cojo", "El Tuerto", etc.
Así se llegó hasta Roma donde comenzó, como una costumbre, añadir al nombre propio, el
de la tribu o familia a la que pertenecía la persona. (Pronomen y Cognomen). Como
ejemplo, el del propio Tito (nombre propio), al que se añade el pertenciente a la familia
(Livio), componiendo nombre y apellido: Tito Livio.
Pero esta costumbre romana, en un largo período de tiempo, quedó limitada a la nación
donde se originó, dándose el caso que, en el resto de Europa, por espacio de largo
tiempo se continuó con el nombre y el apodo, hasta que a principios de la Edad Media
comenzó a extenderse.
Tuvo distintos orígenes. Comenzaron a utilizar apellido los nobles feudales que añadían
a su nombre el correspondiente a la población que habían conquistado o que correspondía
a su señorío. Y así, citando un caso, el noble Hernán, al conquistar la población de
Almedia, añade este nombre al suyo propio y se convierte en Hernán de Almedia.
Naturalmente, esto no ocurría con las clases populares por lo que el origen de su
apellidos se deriva de la población donde nacían o, en ocasiones, al oficio que
ejercían. Y no pocos apellidos tuvieron su origen en los motes, así como otros se
derivaron de los nombres de sus padres y abuelos, con algunas modificaciones.
Citando dos ejemplos, hay el apellido Hernández (hijo de Hernando), o González (hijo de
Gonzalo). Es muy curioso que esta costumbre, desaparecida en los países de Occidente, se
conserve en la Unión Soviética, bajo la denominación de "patronímico", es
decir que tras el nombre propio, se añade el del padre, anteponiéndolo al apellido
propiamente dicho. Ejemplo: Hihai Mihaivich Olov.
Mihaivich corresponde al denominado "patronímico", o sea, el nombre del padre.
Entre los árabes se conserva también esta costumbre (Omar Ben Yusuf) o sea, Omar hijo de
Yusuf.
El actual procedimiento de nombres y apellidos es sobradamente conocido: Se basa en un
primero (paterno) y un segundo (materno). Pero tampoco esta norma es general dado que
existen países, concretamente los Estados Unidos de América, donde, en algunos estados,
se invierten los términos, siendo el apellido materno el que se coloca en primer lugar.
Existe algo común en todos. El origen de un apellido siempre ha tenido el mismo
nacimiento aunque, con posterioridad, se haya dividido en distintas ramas.
Teniendo en cuenta esas razones y con el propósito de llenar un evidente hueco,
emprendemos la tarea de dar a conocer el origen de los apellidos, así como "las
armas" (escudo familiar o heraldica), en las que se basa el correspondiente apellido.
Y también la Heráldica, se ocupa de las banderas, en cuanto a insignias de los
ejércitos; del gonfalón, de señores y príncipes en las batallas; del cabdal, marca de
Órdenes y ciudades, así como de estandartes y oriflas.
INTERPRETACIÓN HERÁLDICA DE LAS ARMAS CORRESPONDIENTES A LOS APELLIDOS.
La pregunta para el profano en la ciencia heráldica es cuándo y en qué circunstancias,
se origina la unión entre apellidos y armas, mediante el escudo. Y la respuesta ha venido
teniendo diversas argumentaciones, dividiéndose, los autores especialistas en el tema en
dos bandos:
Aquellos que remontan la heraldica a siglos antes de Jesucristo, sosteniendo que ya
griegos y romanos hicieron uso de escudos y linajes y otros fijan el comienzo del uso de
la heráldica a la época de las Cruzadas y los torneos.
A este respecto, unos autores de reconocida garantía como los hermanos García Garraffa,
señalan en su obra "Ciencia Heráldica o de Blasón": "Las armas o
armerías fueron desde sus orígenes y hasta el siglo X solamente jeroglíficos, emblemas
y caracteres personales y arbitrarios, pero no señales de honor o de nobleza que
trascendiesen a la posterioridad y pasaran de padres a hijos. Este nuevo significado
comenzaron a tomarlo las armerías en el siglo X y como consecuencia de los torneos,
habiéndose regularizado su uso y perfeccionándose su método y sus reglas en los tres
siglos siguientes. No obstante, como muy acertadamente observa la Gran Enciclopedia en su
página 1.136, hasta el siglo XV, con el advenimiento de los reyes de armas, jueces y
heraldos, no pudo desembarazarse la heráldica de los usos y tradiciones que tendían,
desde mucho tiempo atrás, a constituirla. Fue entonces cuando adquirió las reglas
precisas así como un lenguaje especial que permitiera describir, con la mayor exactitud,
sin el auxilio de las figuras, las armerías más complicadas. En un principio, y durante
mucho tiempo, fue la heráldica un arte esencialmente práctico a los heráldicos
profesionales, pero a contar del siglo XVII, y mucho más en nuestros días, la heráldica
ha ido tomando cuerpo entre las ciencias auxiliares de la historia y su conocimiento viene
a ser indispensable al historiador, al arqueólogo y al biógrafo.
Costa y Turell, en su "Tratado completo de la Ciencia del Blasón" (Barcelona
1.858), una de las mejores obras de heraldica, dice:
"No debe creerse que el estudio de la ciencia del blasón es sólo útil y exclusivo
para los nobles. Suponerlo sería cometer un grave error. Los historiadores, los poetas,
los novelistas y, sobre todo, los escultores, los pintores y arquitectos, deben saber
blasonar los escudos que les pidan y los que encuentren a su paso. Sin ésto, unos y otros
caerán en los errores más cómicos y deplorables: cómicos cuando estos errores sólo
sirven para demostrar las equivocaciones en esta materia y la ignorancia sobre la misma;
deplorables cuanto pueden contribuir a deformar la verdad histórica".
En la heráldica, blasón y armería son términos heráldicos de igual alcance puesto que
ambos responden a una misma idea y representan las insignias hereditarias compuestas de
figuras y atributos determinados, concedidos por la autoridad o el príncipe en recompensa
de determinado servicio y como marca o distintivo del linaje premiado.
No obstante, constituiría un error suponer que todos los escudos han sido en su origen
significativos y otra equivocación atribuirles a todos el carácter de una merced regia o
de un premio otorgado por una autoridad soberana. La inmensa mayoría de los escudos,
fueron adoptados, libérrimamente, por los caballeros y sus linajes, aunque en la mayoría de los casos siguiendo las normas de la heraldica.
Es claro que en los primeros tiempos y sin existir norma alguna que especificase el uso y
significado de cada elemento en la heraldica, los que aplicaban a sus escudos de guerra o al blasón de
sus casas, figuras u objetos lo hacían a su libre albedrío y sin razón alguna que
justificase, más que de una forma personal, la situación o emblema que se adoptaba. Por
ello, es, en muchos casos, imposible para el heraldista, conocer el por qué de tal o cual
símbolo que figura en determinado escudo, y aún mucho menos la razón de su situación
dentro del mismo, a no ser que con posterioridad, y ya con la intervención de algún Rey
de armas o heraldo, se corrigiese aviniéndose a las normas por las que se rige la HERALDICA.
¿ Quién es la máxima autoridad en la heraldica
?
La heráldica posee sus propias normas,
denominadas leyes, entre las cuales la más conocida es que no se puede juntar
color con color y metal con metal; sino color con metal, o metal con color.
Pero a lo largo de la historia, estas normas se hicieron tan
complicadas que ni los propios señores podían interpretarlas correctamente,
por lo que surgió la figura del Rey de Armas de la heráldica, un "funcionario"
que se ocupaba de diseñar e interpretar los escudos heráldicos, así como
certificarlos. Esta función subsiste hoy en día. Así pues, la máxima autoridad en la heraldica es el Rey de Armas, que actualmente está
vacante, ya que el último Rey de Armas, Don Vicente de Cadenas y Vicent
falleció en el año 2005 con 100 años de edad.
El Rey de España es el encargado de nombrar Rey de Armas.
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