DACTILOLOGIA

 

Dactilología ó Alfabeto Manual es la representación manual del alfabeto.

Aunque su mayor empleo se circunscribe al ámbito de las personas sordas; en su origen, los 'Alfabetos Manuales' fueron empleados por personas oyentes. En esta línea, Farrar (1923) señala que el alfabeto manual era el uso más común en la Edad Media, encontrándose dibujos de dactilología en Biblias del siglo XII, también fue muy empleado en Órdenes Religiosas que mantenían la regla del silencio.

Las primeras referencias del empleo del alfabeto dactilológico se encuentra en la obra de Pablo Bonet (1620) sobre la educación de sordos.

El alfabeto de Bonet se convirtió en la base del actual alfabeto internacional: Adoptado en Francia por L'Epée. Con ciertas modificaciones, más tarde, Gallaudet y Clerc lo introducen en EE.UU en 1817. Westenelt en 1876 dentro del modelo educativo 'Método Rochester' (incluía la educación oral junto al empleo de la dactilología) introduce el alfabeto de Bonet . En la Unión Soviética se introduce un enfonque similar bajo el nombre de 'Neooralismo ruso'.

En el siglo XIX se desarrollaron otros alfabetos manuales, pero no tuvieron tanta aceptación como el de Bonet. En este sentido, Alexander Graham Bell utilizó el Tipping Alphabet, alfabeto manual donde las letras eran identificadas utilizando algunas áreas internas de la mano, pudiendo utilizarse un guante donde estuvieran escritas las letras.

Prácticamente todos los alfabetos existentes emplean una sola mano a excepción del utilizado en Gran Bretaña y en algunas de sus antiguas colonias, donde se emplea un alfabeto de dos manos.

Los alfabetos dactilológicos son sistemas de escritura manual. Como metodología educativa, el empleo simultáneo con el habla es conocido como Método Rochester.

Sistemas bimodales de comunicación

El término bimodal fue introducido por Schlesinger (1978) para designar la asociación de dos modalidades: signada y hablada. Este sistema de comunicación encuentra precursores en la metodología de enseñanza desarrollada por el abate L'Epée en la Francia del siglo XVIII.

La comunicación es bimodal cuando simultáneamente se emplea el habla junto a signos; es decir, la modalidad oral-auditiva junto a la modalidad visual-gestual. El mensaje se expresa en dos modalidades, pero la lengua base, la que marca el orden de la frase y la que determina la sintaxis de las producciones, es la lengua oral.

Signos y habla se emplean simultáneamente para facilitar intercambios comunicativos entre alumnos sordos, padres, y educadores oyentes. Posibilitar, en definitiva, un mejor aprendizaje del lenguaje oral.

El lenguaje manual, se divide en dos grandes ramas: la dactilología y los ideogramas.

La dactilología es la representación manual de cada una de las letras que componen el alfabeto.

A través de la dactilología se puede transmitir, a la persona sorda, cualquier palabra que se desee comunicar, por complicada que ésta sea.

El alfabeto manual está compuesto por 27 letras, mediante las cuales, es posible conformar cualquier palabra; sin embargo, en muchas ocasiones es necesaria la ayuda de la mímica, para explicar, con mayor detalle, el significado de la palabra deletreada. Una vez que las personas con pérdida auditiva han asimilado el significado de esta palabra, podrán inventar un ideograma que les facilitará la comunicación.

 

 

TECNICAS DE EJECUCION DE LA DACTILOLOGIA

 

La dactilología debe ser ejecutada con la mano más hábil de la persona, es decir, si se es diestro debe utilizarse la mano derecha, si es zurdo, la izquierda; cuando se es ambidiestro, debe seleccionarse sólo una de las manos, pues, de lo contrario, se confundiría a los receptores.

 El brazo debe colocarse cómodamente, sin realizar ningún esfuerzo adicional, poniendo la mano a la altura de la boca, con el objeto de que el movimiento de los labios ayude a la interpretación de lo que se desea transmitir

No debe colocarse el codo sobre la mesa, banca o codera de sillas o sillones, cuando se está sentado, pues esto propicia que la posición de la mano no sea la adecuada, quedando ésta, muchas veces, arriba de nuestros labios, por el hundimiento del cuerpo en el asiento.

 Es necesario recordar que los gestos de la cara forman parte primordial de la información, pues refuerzan la lectura del mensaje.

La ejecución de cada una de las letras del abecedario manual es particular; no hay una regla que especifique que la palma de la mano siempre va hacia el frente, hacia un lado ó hacia atrás.

Las letras que forman una palabra, deben ser ejecutadas en forma progresiva y continua, evitando pausas prolongadas y movimientos no relacionados con el mensaje como rascarse la cabeza o sacudir la mano, pues esto distorsiona la información.

Entre cada palabra debe intercalarse un corto espacio de tiempo, que permita identificar el término de la palabra procedente y el inicio de la siguiente.

En el caso de que la última letra de una palabra coincida con la primera letra de la siguiente, es conveniente hacer un movimiento corto hacia un lado o al frente.

Las letras dobles más frecuentes en nuestro idioma se ejecutan haciendo un movimiento corto en línea recta hacia la derecha, como es el caso de:

 

Las demás letras que se repiten, se ejecutan con un doble movimiento hacia un lado, como es el caso de:

Todos los movimientos que tengan que realizarse hacia un lado, deberán ejecutarse de izquierda a derecha, aun cuando sean realizados por personas zurdas.