El
Sida * Vegetarianos *
Alternativa Natural *
Naturismo * Agro Ecología
* Salud Natural *
Productos Naturales
No hay pruebas científicas de que el VIH cause
el SIDA.
Dr. Kary B. Mullis.
Premio Nobel de Química 1993 por inventar la técnica
PCR.
En 1988 trabajaba como consultor en Specialty
Labs, en Santa Mónica, realizando análisis del
Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Sabía bastante de
análisis de cualquier cosa con ácido nucleico, porque
había inventado la Reacción en Cadena de la Poliomerasa
(Polymerase Chain Reaction: PCR). Por eso me contrataron.
Por otra parte, el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida
(SIDA) era algo de lo que no sabía demasiado. De este modo,
cuando me encontré escribiendo un informe sobre nuestros
progresos y objetivos para el proyecto patrocinado por los National
Institutes of Health, me dí cuenta de que no conocía
la referencia científica para apoyar la declaración
que acaba de escribir: «El VIH es la probable causa del SIDA».
Así que me volví al virólogo de la mesa de
al lado, un tipo serio y competente, y le pregunté por esa
referencia. Dijo que no necesitaba ninguna. Yo no estuve de acuerdo.
Pese a que es verdad que ciertos descubrimientos o técnicas
científicas están tan bien establecidas que sus fuentes
ya no se aluden en la literatura contemporánea, ése
no parecía ser el caso de la conexión VIH/SIDA. Para
mí, era muy notable que el individuo que había descubierto
la causa de una enfermedad mortal y hasta ahora incurable, no fuese
continuamente aludido en las publicaciones científicas hasta
que la enfermedad estuviese curada y olvidada. Pero, como pronto
aprendería, el nombre del individuo -que sería seguro
materia de Premio Nobel- no estaba en boca de nadie.
Por supuesto, esta simple referencia debía estar en alguna
parte ahí fuera. De lo contrario, decenas de miles de funcionarios
y reconocidos científicos de diversas procedencias, que intentan
aclarar las trágicas muertes de un considerable número
de homosexuales y/o consumidores de drogas intravenosas de edades
comprendidas entre los 25 y los 40 años, no habrían
permitido que su investigación se limitase a una estrecha
vía de estudio. No todo el mundo pescaría en la misma
charca a menos que estuviese completamente verificado que el resto
de charcas estaban vacías. Tenía que haber un informe
publicado, o quizás varios, que juntos indicasen que el VIH
es la posible causa del SIDA. Tenía que haberlo.
Hice indagaciones con el ordenador, pero no encontré nada.
Por supuesto, puedes perderte información importante con
las búsquedas por ordenador sólo con no introducir
las palabras clave concretas. Para estar seguro de una conclusión
científica, lo mejor es preguntar a otros científicos
directamente. Esa es una de las cosas para las que sirven esos congresos
en lugares lejanos con bonitas playas.
Como parte de mi trabajo, iba a muchos encuentros y congresos, Adquirí
el hábito de acercarme a cualquiera que diese una charla
sobre SIDA y preguntarle qué referencias debía citar
para esa cada vez más polémica declaración:
«el VIH es la probable causa del SIDA».
Después de 10 ó 15 encuentros en un par de años,
empecé a preocuparme cuando ví que nadie podía
citarme la referencia. No me gustaba la fea conclusión que
se estaba formando en mi mente: la campaña entera contra
la enfermedad considerada con creces como la peste negra del siglo
XX, estaba basada en una hipótesis cuyos orígenes
nadie podía recordar. Eso desafiaba tanto al sentido científico
como al común.
Finalmente, tuve la oportunidad de interrogar a uno de los gigantes
de la investigación del VIH y del SIDA, el doctor Luc Montagnier,
del Instituto Pasteur, cuando dio una charla en San Diego. Esta
sería la última vez en que sería capaz de realizar
mi pregunta sin mostrar cólera. Me figuré que Montagnier
conocería la respuesta. Así que se la planteé.
Con una mirada de perplejidad condescendiente, Montagnier dijo:
«¿Por qué no cita el informe de los Centers
for Disease Control (CDC, Centros para el Control de Enfermedades)?».
Yo contesté: «No se refiere realmente al tema de si
el VIH es o no la probable causa del SIDA, ¿O sí?».
«No», admitió, sin duda preguntándose
cuánto tardaría en marcharme. Buscó ayuda en
el pequeño círculo de personas a su alrededor, pero
todos estaban, como yo, esperando una respuesta más concluyente.
«Por qué no cita el trabajo sobre el VIS (Virus de
la Inmunodeficiencia Simia)?», ofreció el buen doctor.
«También he leído eso, doctor Montagnier»,
contesté. «Lo que les pasó a esos monos no me
recuerda al SIDA. Además, ese informe fue publicado sólo
hace un par de meses. Estoy buscando el informe original con el
que alguien demostró que el VIH causa el SIDA».
Esta vez, como respuesta, el doctor Montagnier se dirigió
hacia el otro lado de la habitación para saludar a un conocido.
No hemos podido encontrar ninguna buena razón por la cual
la mayoría de la gente sobre la tierra cree que el SIDA es
una enfermedad causada por un virus llamado VIH. Simplemente no
hay evidencia científica alguna que demuestre que eso es
cierto.
Tampoco hemos sido capaces de descubrir por qué los médicos
recetan una droga tóxica llamada AZT (Zidovudina-Retrovir)
a personas que no tienen otro mal que la presencia de anticuerpos
al VIH en su cuerpo. De hecho, no podemos entender por qué
ningún ser humano debería tomar esa droga cualquiera
que fuese la razón que se adujese.
Ni Duesberg ni yo podemos entender cómo ha surgido esta locura,
y habiendo vivido ambos en Berkeley hemos visto algunas cosas muy
extrañas. Sabemos que errar es humano, pero la hipótesis
VIH/SIDA es un error diabólico.
Digo esto bastante alto como advertencia. Duesberg lo ha estado
diciendo durante mucho tiempo.
______
Fuente: Prefacio al libro del Dr.
Peter H. Duesberg «Inventing the AIDS virus».
Contacto: Kary
B. Mullis, 6767 Neptune Place Pt4, La Jolla, CA 92307 USA.
Publicación: Artículo
publicado en el número 46 de la revista «Medicina Holística».
Edita: Asociación de Medicinas Complementarias (A.M.C.).
Heinrich Kremer: otra explicación al SIDA.
Alfonso Serra Gallego.
Dr. Heinrich Kremer.
Ex director médico de una clínica
especializada en drogodependencias, Heinrich Kremer es uno de los
científicos disidentes de la versión oficial sobre
el SIDA. Como muchos de sus colegas, está convencido de que
el VIH, «un virus cuya sustancia genética y proteínas
nadie ha sido capaz de aislar», no existe. En su opinión,
esta enfermedad -que él califica de «etiqueta»-
es una creación de la industria farmacéutica, que
ha sabido rentabilizar un miedo social -según este experto-
absolutamente injustificado. En esta entrevista, el doctor Kremer
desvela cómo se «inventó» el SIDA y por
qué seguimos utilizando contra él tratamientos que,
en su opinión, son tan agresivos como el propio SIDA.
El pasado mes de Octubre visitó nuestro
país el doctor en Medicina Heinrich Kremer, uno de los científicos
disidentes de la versión oficial sobre el SIDA. Kremer impartió
un curso sobre Las causas, mecanismos y tratamientos no agresivos
de la inmunodeficiencia y de las enfermedades incluidas bajo la
etiqueta SIDA y ofreció una conferencia de prensa en la que
expresó su convencimiento de que el VIH -supuesto desencadenante
del SIDA- no existe y, por tanto, es inocente de todo aquello de
lo que se le acusa. Entre 1981 y 1988 Kremer
fue director médico de una clínica especializada en
drogodependencias que atendía las zonas de Berlín,
Schlewig-Holkstein y Baja Sajonia. Fue en esa época, especialmente
a partir de Junio de 1983, cuando tuvo sus primeros contactos con
el SIDA. Tal y como él mismo nos explicó, ese año
se le ordenó no utilizar la vacuna francesa contra la hepatitits
B porque «se encontraba infectada por el virus del SIDA».
Curiosamente, el VIH era, hasta ese momento, un total desconocido.
A raíz de aquellos hechos, sus planteamientos han chocado
frontalmente con la versión oficial sobre esta enfermedad
y hoy es -junto al virólogo Stefan Lanka (ver Más
allá de la ciencia número 89)- uno de los científicos
más comprometidos e interesados en encontrar la auténtica
verdad sobre el SIDA.
-¿Cuáles fueron sus inicios en
la investigación del SIDA?
Todo empezó en Junio de 1983, antes de que nadie hablase
del VIH, cuando el Ministerio de Salud alemán me informó
de que la vacuna francesa contra la hepatitis B estaba infectada
por el virus del SIDA y me exigió que, en su lugar, utilizara
la norteamericana. En Septiembre de 1984 otra orden ministerial
me emplazó a enviar a Berlín los sueros sanguíneos
de los pacientes que habían recibido esta vacuna en 1982.
Los sueros iban numerados. Mandamos en total 52 muestras y 18 fueron
diagnosticadas como contaminadas. Lo que los del Ministerio no sabían
es que 8 de esos sueros supuestamente infectados pertencían
a mis colaboradores y a mí mismo. Ante dicho resultado, me
dirigí a Berlín para comprobar personalmente el mecanismo
del test utilizado. El 15 de Septiembre de 1984 el doctor Gallo
lo había enviado a Berlín y una semana después
esos sueros fueron los primeros que se analizaron en la República
Federal.
-¿Y qué conclusiones sacó de todo ello?
-Primero, y lógicamente, que el test no era en absoluto fiable.
Y esto ha sido continuamente así, a pesar de todas las modificaciones,
reajustes, cambios de criterio, etc., que se han realizado para
evitar las enormes diferencias en los resultados y esconder las
contradicciones que aparecían entre un tipo de test y otro,
entre una marca u otra del mismo test e, incluso, con el mismo test
de la misma marca. En segundo lugar, observé que todos los
pacientes que habían dado positivo procedían de las
mismas ciudades: Berlín, Francfort, Bremen, Hannover y Hamburgo.
Ahora, con más perspectiva, puedo señalar que de estas
ciudades, precisamente las zonas donde hay más consumo de
heroína y cocaína así como mayor número
de enfermos de hepatitis, siguen proviniendo el 60 por ciento de
todos los casos de seropositividad alemanes. Además, observé
que el 70 por ciento de los afectados eran homosexuales y que había
otro 20 por ciento de drogadictos.
«El SIDA es resultado de
la quimioterapia farmacéutica».
-¿Qué papel tienen los medicamentos
al uso en los orígenes del SIDA?
-Decisivo, hasta el punto de que puede afirmarse
que el SIDA es resultado de la quimioterapia farmacéutica.
En particular, a principios de la década de los setenta,
en Estados Unidos -y luego en Europa- se introduce un medicamento
compuesto por dos sustancias, la sulfonamida y el trimetroprim,
que se vende comercialmente como Bactrim en unos países
y como Septrim en otros. Este fármaco tuvo éxito
en un principio porque no se limitaba a detener las bacterias, sino
que las destruía. En Occidente, el grupo de población
que más frecuentemente tomaba ese medicamento eran los homosexuales
debido a las frecuentes neumonías e infecciones que padecían
en las vías urinarias.
Pero el Bactrim-Septrim también
ataca a las mitocondrias celulares, que son antiguas bacterias que
se fueron integrando simbióticamente en las células.
Las mitocondrias son los pulmones de las células y, además,
al final de la cadena respiratoria se forma el ATP, que es la molécula
energética fundamental. Aproximadamente el 90 por ciento
de la energía que necesita nuestro cuerpo la obtiene en forma
de dicho ATP.
Las mitocondrias afectadas por el Septrim-Bactrim
sufren mutaciones en su ADN, que no tiene los mecanismos de autoreparación
de que sí dispone el ADN del núcleo. Estas mutaciones
se transmiten directamente de la gestante al feto, pues el ADN mitocondrial
no proviene, como el nuclear, de ambos padres por vía sexual,
sino exclusivamente de la madre. De ahí estas nuevas enfermedades
infantiles llamadas precisamente enfermedades mitocondriales. Pero
la interferencia de dichos antibióticos en el funcionamiento
de las mitocondrias tiene otra grave consecuencia: al trastocar
los mecanismos de oxigenación, determinados microbios tienen
ventajas comparativas para proliferar y entonces aparecen estas
enfermedades oportunistas que la medicina oficial llama SIDA.
Y esto es decisivo para entender por qué
se inventó el SIDA en 1981 en los Estados Unidos. En el marco
del Movimiento de Liberación Gay de los años
setenta -y por prescripción de los médicos que los
atendían-, una parte de los homosexuales estuvo tomando el
Bactrim como preventivo durante años. Entonces empezaron
a aparecer las graves conmsecuencias físicas (en cada célula
hepática hay aproximadamente 2.000 mitocondrias) y mentales
(en cada célula nerviosa hay una 1.000) de estar tomando,
por primera vez en la historia de la medicina, constantemente sulfonamidas.
Como los médicos que las prescribieron y los laboratorios
que las fabricaban se temieron una avalancha de reclamaciones millonarias,
desde altas instancias (por ejemplo, el entonces vicepresidente
norteamericano George Bush está estrechamente ligado
a las grandes empresas farmacéuticas) se puso en marcha la
operación SIDA, que no por casualidad estuvo circunscrita
inicialmente al colectivo gay. Los homosexuales que iban a morir
a causa, en particular de la destrucción de sus mitocondrias
por los antibióticos, tenían que ser presentados como
víctimas de algo nuevo que, tampoco por casualidad, desde
el inicio fue anunciado como necesariamente mortal, aunque no había
prueba alguna de que lo fuese. Se acababa de inventar precipitadamente
el SIDA y, posteriormente, se inventó una supuesta causa:
el inexistente VIH.
-Y en la actualidad este Bactrim-Septrim
se combina con el AZT y otros nucleósidos análogos...
-Desgraciadamente, así es. Y la combinación
de ambos fármacos impide la formación del ADN, tanto
genético como mitocondrial, lo que desconocen muchos médicos.
Incluso las seropositivas embarazadas y algunos de los recién
nacidos que los doctores suponen enfermos de SIDA reciben fuertes
dosis de este cóctel farmacéutico. El Bactrim
se utiliza en muchas ocasiones como profilaxis para las pulmonías,
que son siempre neumonías bacteriales, y lo que entre adultos
se presenta sólo dos veces al año, en los niños
supuestamente afectados de SIDA -que casi siempre son hijos de madres
drogadictas- resulta mucho más frecuente. Además,
este tratamiento hace que las células de estos chiquillos
se debiliten aún más, porque los pequeños generan
sus células inmunitarias en los primeros 15 meses de vida.
Al nacer, los bebés son protegidos por las células
inmunitarias de la madre y, lamentablemente, vienen al mundo enfermos
a causa de la drogadicción de aquélla. Lo inaudito
es que se les dé AZT en esta fase tan vital de su existencia.
Y luego hablan del SIDA pediátrico como de algo fulminante
y mucho más letal que en el adulto...
«Hemos estado usando
concentrados de sangre contaminados».
-¿En qué medida se puede asociar
el uso de drogas al SIDA?
-No hay duda de que el consumo de drogas produce
inmunodeficiencia. Además, en 1985 los norteamericanos introducen
la metadona como parte del tratamiento contra la drogadicción,
haciéndolo primero en el sur del país y luego en Nueva
York, para exportarla posteriormente a Europa. La metadona disminuye
el estrés del adicto durante el proceso de reducción
de las dosis, sobre todo de heroína. Pero, como se ingiere
oralmente, no produce exaltación, por lo que el mercado introduce
la cocaína como estimulante, que multiplica la hormona del
estrés del corazón -el cortisol- hasta que, cuando
llega al máximo, suben los anticuerpos en sangre. Es entonces
cuando el test del VIH da positivo, algo que resulta palpable en
los grupos de riesgo, tal y como han admitido Gallo y sus colaboradores.
Todos los drogadictos que toman cocaína corren el riesgo
de que ascienda su nivel de anticuerpos en la sangre y el test de
VIH no mide otra cosa que el nivel de los anticuerpos. Es importante
observar que los países europeos que tienen mayor cantidad
de casos de SIDA son los cuatro que introdujeron programas de metadona:
España, Francia, Italia y Suiza. El alto nivel de anticuerpos
explica los resultados positivos de los hombres homosexuales que
han tenido frecuentes infecciones, de los drogadictos que también
las han sufrido y de los hemofílicos que hasta 1985 recibieron
concentrados -procedentes de miles de donantes- para la sangre.
Estos hemoderivados provenían del sur de los Estados Unidos,
ya que la OMS prohibió en 1975 los concentrados sanguíneos
procedentes del Tercer Mundo.
-¿Nos podría aclarar este
asunto más detalladamente, pues es importante para los hemofílicos?
-Por iniciativa del doctor Hässig,
actualmente otro de los disidentes del SIDA, la OMS tomó
la decisión de cortar el suministro de sangre a Europa desde
el Tercer Mundo. Pero -como en el caso del SIDA- fue peor el remedio
que la enfermedad, ya que las multinacionales farmacéuticas
europeas se empezaron a aprovisionar en los Estados Unidos. Allí
obtenían la sangre de pools recogidos creca de la
frontera entre numerosísimos inmigrantes ilegales que la
vendían por un dólar, a pesar de tener hepatitis u
otras dolencias. Y los europeos utilizamos esos concentrados que,
hasta en un 99 por ciento, contenían proteínas contaminadas.
No es de extrañar que los hemofílicos enfermaran tan
gravemente. Se comprende así la introducción del virus
fantasma que se oculta tras esta turbia historia. Y la industria
farmacéutica, que habría tenido que hacer exhaustivos
controles clínicos, lo que hizo en realidad fue un buen negocio
gracias al citado virus fantasma, el VIH.
«El tinglado económico
que mueve el SIDA es insospechado».
-Entonces, ¿es el SIDA un problema más
político que sanitario?
-En realidad, el SIDA es la punta de un iceberg que nos compromete
a todos. Los enfermos creen que pueden superar todos los límites
biológicos posibles, ya que están convencidos de que
los médicos tienen los recursos necesarios para curarles.
Sería irresponsable por mi parte no alertar a la sociedad
del peligro que estamos corriendo si mantenemos esta actitud. Hay
censura científica porque el tinglado económico que
mueve el SIDA es insospechado. Por ejemplo, en la clínica
de la Universidad de Francfort hay 24 personas que trabajan en la
sección dedicada al SIDA. Pues bien, 23 de ellas reciben
su salario de la industria farmacéutica y sólo una
de la Universidad. Es fácil suponer entonces la terapia que
van a administrar a las personas afectadas de inmunodeficiencia.
-Sí, claro; los tratamientos propuestos oficialmente,
que no son precisamente los menos agresivos...
-En efecto. Y, en este sentido, debe quedar claro que es importante
utilizar medicamentos que no sean agresivos, sobre todo -insisto-
para las mitocondrias, que utilizan el 80 por ciento de nuestro
oxígeno. Si la cadena de oxigenación de las mitocondrias,
sin la cual nadie podría respirar, se daña, entonces
no resulta sorprendente que al paciente le falte el aire. Y es un
hecho que los afectados del llamado SIDA padecen asiduamente enfermedades
pulmonares. La investigación de las mitocondrias es muy importante
y, desgraciadamente, hasta ahora ha sido ignorada por la mayoría
de la clase médica. En vez de eso, se ha diseñado
un supuesto virus cuya sustancia genética y cuyas proteínas
nadie ha sido capaz de aislar. Sin embargo, todo el mundo habla
de un virus mortal relacionado con el sexo, ya que así constituye
un arma muy potente de dominación política.
-¿Dominación política? ¿En qué
sentido?
-Parece claro que en Occidente y en otras zonas ha servido para
imponer un terror psicológico de masas. No creo que sea exagerado
decir que la oleada contestataria de los años sesenta se
deshizo en los ochenta en gran parte gracias al SIDA. Además,
hay casos ilustrativos. En Rusia, por ejemplo, no había casos
de SIDA hasta hace dos años porque no habían adquirirdo
los medicamentos propuestos por la medicina oficial. En China el
SIDA ni existe, ya que este país no pertenece a la OMS y,
por tanto, no ha entrado en los mecanismos de supuesta detección
de supuestos infectados y de tratamientos venenosos, generadores
ambos de SIDA. Asimismo, es ilustrativo señalar que se empezó
a hablar de epidemia de SIDA en Asia justo cuando se celebró
la X Conferencia Internacional de SIDA en Japón. En
la India hay cifras dramáticas desde hace poco; allí,
una doctora afirma haber descubierto nada menos que ¡12 virus
de SIDA diferentes! Y es precisamente ese hecho lo que justifica
tales cifras, que en realidad están basadas en las suposiciones
de esta investigadora. Resulta curioso también que el 60
por ciento de los casos de SIDA en Alemania se presenten en las
seis ciudades donde se ubican los mayores departamentos sobre SIDA,
que fueron las únicas que no disolvieron los anteriores departamentos
de infecciosos y que sus jefes se hayan reciclado como «especialistas»
en SIDA, aunque estos lugares sólo representen a la octava
parte de la población.
Tratamientos
no agresivos.
-¿Podría informarnos
sobre los tratamientos no agresivos para personas que presentan
signos de inmunodeficiencia?
-Hay muchos, sobre todo aquellos productos
que ayudan a recuperar el funcionamiento correcto de las mitocondrias.
Por ejemplo, la coenzima Q-10, una ubiquinona natural, la
carnitina -una proteína de transporte- o el Padma-28
-un producto de la fitoterapia tibetana muy adecuado para eliminar
radicales libres-. También son positivos para esas personas
aquellos reguladores naturales de las proteasas, como el condritimsulfato,
que se encuentra contenido en el cartílago, y el agar,
en algas marinas; ambos carecen de los gravísimos efectos
secundarios que tienen los actualmente tan promocionados «inhibidores
de las proteasas». Y, en general, son recomendables todos
los tratamientos que contribuyen a que el cuerpo funcione más
armónicamente. En el caso de la melatonina, que al ayudar
a dormir mejor y a hacerlo de acuerdo con el ritmo de la luz solar,
hace que se restablezca el circuito pineal-hipotálamo-suprarrenales-cortisol,
con lo que se regula el nivel de anticuerpos en sangre. Es importante
recalcar que todos los productos aquí citados son eficaces
y no dañan el organismo humano, como hacen los medicamentos
adscritos al tratamiento oficial.
-¿Qué mensaje de esperanza
le gustaría dar a los afectados por este problema?
-Fui uno de los primeros médicos que
me enfrenté al SIDA, porque también fui uno de los
primeros en encontrarme que me ponían la etiqueta de SIDA
encima. Y, aunque soy consciente del estado de inmunidad de mis
pacientes realmente enfermos, debo decir que hay que superar la
histeria y el miedo reinantes. No existe una epidemia mortal, como
indican las estadísticas oficiales si se interpretan correctamente
y no con la intención de crear pánico; luego no hay
motivo para ponerse nerviosos. Las personas que se encuentran con
esta etiqueta tienen que reflexionar y entender que no llevan una
bomba de tiempo en su interior, porque ¡el VIH no existe!
En caso de tener problemas de salud, tienen que calcular la utilidad
de determinados tratamientos no agresivos; y ello al margen de la
histeria del SIDA. No hacen falta supuestos virus nuevos para entender
lo que la medicina oficial ha denominado SIDA. Ya es hora de que
la medicina se ocupe de los puntos vitales del ser humano y se aleje
de intereses farmacéutico-industriales que ven en el enfermo
un modo fácil de incrementar dividendos.
Más información en: C.O.B.R.A.,
organizador del curso impartido por el doctor Kremer.
Currículum
del
Doctor Heinrich Kremer (Alemania)
- Nace en 1937.
- 1958-1965: Estudia Medicina.
- 1965: Doctor en Medicina.
- 1966-1968: Médico auxiliar.
- 1968: Doctor en Psiquiatría
y Neurología.
- 1966-1970: Estudia Sociología,
Psicología y Politología en la Universidad
Libre de Berlín.
- 1968-1975: Responsable médico
de «Terapia social para toxicómanos y para
personas con graves trastornos de sexualidad y personalidad,
y drogadictos» en Berlín-Tejel (proyecto
piloto del gobierno federal alemán para la reforma
del régimen penitenciario).
- 1975-1980: Profesor, perito y jefe
de proyectos de Medicina Social en Berlín y Baja
Sajonia.
- 1981-1988: Director médico
de la Clínica especializada en drogodependientes
jóvenes y adultos-jóvenes de las regiones
de Berlín, Bremen, Hamburgo, Schlewig-Holstein y
Baja Sajonia, según modelo puesto a prueba por el
Gobierno Federal. Especialidades principales: rehabilitación
psicosomática, investigación básica
clínica y profilaxis de infecciones (entre otras,
en octubre de 1982: primera prueba clínica de vacunación
de hepatitis B en drogadictos; setiembre de 1984: primer
ensayo clínico en Alemania de los tests de anticuerpos
del VIH).
- 1988: Sale del servicio oficial
al dimitir por desacuerdos en el enfoque de la política
para la droga y el SIDA.
- 1988-1998: Perito, profesor y redactor
independiente de Medicina Social. Investigaciones sobre
drogas y SIDA.
- Desde 1988: Investigador activo
de la medicina del SIDA.
- 1995-1999: Miembro del «Grupo
de Estudio sobre Inmunidad y Nutrición», dirigido
por el inmunólogo suizo Doctor Alfred Hässig,
ya fallecido.
- 1996: Fundador, junto con el Doctor
Stefan Lanka, de REGIMED (REsearch Group Investigative MEDicine
and Journalism).
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Entrevista con el Doctor Peter Duesberg.
El profesor Peter Duesberg cree que el
VIH no causa SIDA. ¿Es el herético que proclama la ortodoxia
médica, o un Galileo del siglo XX?
Bob Guccione, Jr., Director de SPIN.
Traducción: Francisco Javier Manero Vargas.
Revisión y notas: Alfredo Embid.
En marzo de 1987, el Dr. Peter Duesberg, profesor
de biología molecular en la Universidad de California, Berkeley,
y uno de los principales expertos mundiales en retrovirus, un campo
en el que fue pionero, escribió en Cancer Research 1
que no creía que el VIH, un retrovirus, causara SIDA. Argumentó
que el VIH era demasiado inactivo, infectaba muy pocas células,
y era demasiado difícil incluso encontrarlo como responsable
en los pacientes de SIDA. Puesto que es extremadamente difícil
aislar el virus, la detección de anticuerpos pasa a ser el
indicador de la infección -que Duesberg contesta como algo
altamente inconsistente-. Los anticuerpos dominantes sobre un virus
virtualmente inencontrable, siempre han significado que el sistema
inmunitario ha triunfado sobre el invasor, no capitulado ante él.
Finalmente, hay casos de SIDA sin VIH, virus o anticuerpos, que
por tanto desbaratan la hipótesis. Los Centros para el Control
de la Enfermedad (CDC) los han barrido bajo la alfombra, cambiando
la definición, para que un paciente de SIDA necesariamente
incluya infección por VIH. Sin embargo, cientos de casos
certificados SIDA libres de VIH de nuevo asomaron en la Conferencia
Internacional del SIDA de 1992 y actualmente son más de 4.000.
Esta vez el CDC cambió el nombre de la enfermedad. Duesberg
resalta el sinsentido del SIDA y que cambiar el nombre tan sólo
distrae de la posibilidad de que el VIH no cause el SIDA.
Duesberg fue y continua siendo atacado
por sus opiniones. La ciencia avanza mediante el debate, pero, en
el SIDA, éste se vela con subidas de tono sobre estilos de
vida, críticas y moralizaciones, pasando a ser más
una cuestión social que médica. La verdad se torna
subjetiva, relativa y tan difícil de establecer como una
salida en la casa de los espejos.
Al principio, el establishment médico
trató de deshacerse de Duesberg; cuando esto falló,
se obsesionó con él. Cada avance y comprensión
en la detección del virus era pregonado como aniquilación
de Duesberg, pero nunca sucedió así. «Mueven
los palos de la porteria», dice repetidamente, «pero
no cambian nada». Cierto número de los principales
científicos del mundo comenzaron a adherirse a él,
incluyendo Kary Mullis, el inventor del PCR, la máquina de
detección del VIH más elaborada, que también
cree que el VIH no causa SIDA 2.
Las credenciales de Duesberg son impecables.
Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias y becario de una
Concesión Investigadora Externa del Instituto Nacional de
Salud en 1985. Fue candidato al Premio Nobel por su trabajo en el
descubrimiento de los oncogenes en virus, que se presentaban eran
una causa del cáncer. Sin embargo, desbarató sus posibilidades
de ganar cuando advirtió que sus descubrimientos no probaban
que hubieran genes cancerígenos en las células, como
se especuló en su momento (y continúa sin estar probado).
Una postura perjudicial para la carrera de un científico,
pero una actuación ética ejemplar 3.
Entrevisté a Duesberg en el transcurso
de un mes, comenzando en la abarrotada oficina de su laboratorio
de Berkeley y continuando durante horas de conversaciones telefónicas
cruzadas de larga distancia. Ya que las agencias de salud gubernamentales
continúan fracasando en producir un sólo tratamiento
efectivo, una vacuna, o incluso pruebas de cómo se supone
que el VIH conduce al SIDA, el escepticismo del Profesor Duesberg
acerca del VIH y su hipótesis sobre las que cree son las
causas reales del SIDA se tornan en algo importante que es preciso
oír.
SPIN: ¿Porqué no crees que el VIH
cause SIDA?
Dr.Peter Duesberg: Todos los virus
que he observado realizan su trabajo matando la célula de
una vez, y cuando está completamente muerta, enfermas. Se
dice que el VIH es reponsable de la pérdida de células-T,
que son el sistema inmune. Ahora, en cada paciente estudiado de
SIDA, no hay nunca más de una de cada 1.000 células
infectadas por VIH, como media 4.
¿Cuántas células de
cada mil podría infectar otro virus, por ejemplo, el de la
gripe?
Si puede causar la gripe, entonces el 30 por
ciento de tus células pulmonares están arruinadas
por el virus, el recubrimiento se ha desvanecido o está infectado.
Si tienes hepatitis casi todas las células de tu hígado
están infectadas.
Gran cantidad de brillantes científicos
están trabajando en el SIDA y no tienen dudas, y deben haberse
hecho a sí mismos las mismas preguntas. Si el VIH no mata
gran cantidad de células. ¿por qué está
ampliamente admitido que el VIH causa SIDA?
Asignándole todas las propiedades paradójicas
y sin precedentes que ningún otro virus tuvo jamás.
Dicen que puede matar células indirectamente, o puede estimular
algo llamado autoinmunidad, lo que esencialmente es que el virus
da un pistoletazo y el cuerpo es persuadido para cometer un suicidio.
O, si realmente les presionas, dicen que hay cofactores. Y que justo
ahora están por ser determinados.
¿Es factible el argumento de que
el VIH dispara la autoinmunidad?
Muy poco posible, de hecho hay un millón
de americanos con el VIH 5
que están totalmente sanos. Hay seis millones de africanos
que tienen el VIH, de acuerdo con la Organización Mundial
de la Salud; 129.000 tenían SIDA al final del pasado año,
lo que significa que cinco millones ochocientos mil y muchos cientos
no tienen SIDA. Medio millón de europeos tienen el VIH y
60.000 tienen SIDA. Por tanto, hay millones y millones de personas
en este planeta que tienen [VIH pero] sin SIDA -¿por qué
siete millones y medio no tienen la enfermedad autoinmune si el
VIH es la causa de la enfermedad?-.
Bien, el establishment dice que todas las
personas con VIH desarrollarán el SIDA, que es una cuestión
de tiempo.
En los diez pasados años esto ha sucedido
en América en alrededor del 20 por ciento de las personas
con VIH, 250.000 (incluyendo las muertes hasta la fecha) entre un
millón. Sin embargo, las personas que están muriendo
de SIDA difícilmente son alguna vez tus amigos americanos
típicos de entre 20-40 años. Virtualmente todos los
heterosexuales americanos y europeos que tienen SIDA son drogadictos
intravenosos. Y los homosexuales que cogen SIDA tienen cientos,
sino miles, de contactos sexuales. Esto no se realiza con tu testosterona
natural. Esto se realiza con agentes químicos. Estos son
los grupos de riesgo, inhalan poppers, consumen anfetaminas, toman
quaaludes, toman nitrito de amilo, toman cocaína como afrodisíacos.
¿Qué hay acerca del uso intravenoso
de drogas en oposición al uso ordinario, como esnifar cocaína?,
¿esto significaría que esas personas podrían
desarrollar SIDA?
Es una cuestión de grado. Con las drogas
y fármacos, la dosis es el veneno. SI tomas una aspirina,
te libras del dolor de cabeza, si tomas 200, caes muerto. Si fumas
un paquete de cigarrillos, puedes estar bien, pero si fumas dos
paquetes durante 10 ó 20 años, puedes desarrollar
enfisema. Es lo mismo con las drogas; si esnifas una raya de cocaína
en el fin de semana, probablemente no notarás la diferencia.
Pero si te inyectas 2/3 veces al día, es cuando la toxicidad
aparece. Estamos diseñados para asumir una «pasada».
Pero no estamos diseñados para inyectarnos cocaína
tres veces al día. La gente ha estado tomando un poco de
cocaína en el té en Sudamérica, sí,
pero no inyectándose 3 veces al día. Nadie ha estado
inhalando nitritos -los nitritos son tóxicos infernales-.
Nadie ha tomado anfetaminas en tales dosis; no estaban disponibles.
Esto es lo que es nuevo.
Pero volviendo a este argumento sobre el VIH.
Los virus sólo trabajan en un sentido. Sólo pueden
ser tóxicos si afectan a una célula. No pueden trabajar
a distancia. No hay excepción. Los virus son lo que podrías
llamar un parásito intercelular. No tienen vida autónoma.
Son simplemente una pequeña pieza de información que
se mete dentro de una célula y actúa como un parásito.
Pero fuera de la célula es como un disco fuera del ordenador.
Entonces, ¿hay algún precedente
de un virus creador de una enfermedad autoinmune?
Hay unas pocas hipótesis, pero no.
Cuando un médico no sabe explicar una enfermedad, tiene dos
muletas clásicas: es un virus lento o es una enfermedad autoinmune.
He oído esto durante los últimos 20 años. Cuando
no sabían lo que era la diabetes, era un virus lento o una
enfermedad autoinmune. Alzheimer: virus lento o enfermedad autoinmune.
Y con el SIDA, virus lento causante de una enfermedad autoinmune.
¡Las dos!.
Una enfermedad autoinmune es una respuesta
inmunitaria desviada. No puede distinguir un virus dañino
de uno inocuo, y sobreactúa. Si el virus fuera el gatillo,
la enfermedad debería desencadenarse y seguir tan pronto
como el virus entrara en tí. No, como dicen acerca del SIDA;
te infectas ahora, y diez años después tienes diarrea.
Es totalmente absurdo.
¿Es posible que el SIDA fuese una
enfermedad autoinmune creada, pero el VIH no ser el gatillo?
Algunas de las enfermedades del SIDA podrían
posiblemente ser enfermedades autoinmunes. Con seguridad no todas.
El 38 por ciento de los casos americanos de SIDA no tienen nada
que ver con deficiencias inmunitarias. 38 por ciento. El 10 por
ciento son sarcomas de Kaposi, el 19 por ciento son la tan nombrada
enfermedad de adelgazamiento.
¿Es eso lo que se ve muchísimo
en Africa, la enfermedad de adelgazamiento?
Bueno, allí es algo distinto, está
habitualmente asociado con infecciones. Sin embargo, la enfermedad
de adelgazamiento americana o europea está actualmente definida
de forma específica como una enfermedad no parasitaria.
En cualquier caso, un 6 por ciento es demencia,
un 3 por ciento es cáncer de tipo linfoma. Si los sumas,
éste es el 38 por ciento de todos los casos de SIDA americanos.
De entre 250.000, estos son cerca de 100.000 -sus enfermedades no
pueden ser explicadas mediante ninguna forma de inmunodeficiencia
de cualquier clase-.
¿Por qué se las considera
SIDA entonces?
Esta es una de las preguntas de la que me
encantaría saber la respuesta. He preguntado a varios expertos;
siempre enloquecen. El SIDA siempre se presenta como si todo fuera
deficiencia inmunitaria. No lo es del todo. El cáncer no
tiene que ver directamente con la deficiencia inmunitaria.
Entonces, ¿cual es el denominador
común entre las 25 enfermedades del SIDA?
¡Ninguno! Lo llaman SIDA, eso es todo.
Ninguna de ese 38 por ciento tienen siquiera algo que ver con la
inmunodeficiencia, pero son llamadas SIDA.
No hay ni una enfermedad del SIDA que sea
nueva. Lo que es nuevo es tan sólo que la incidencia de esas
enfermedades ha estallado en los hombres de 20 a 45 años,
principalmente, y en unas pocas mujeres.
Siempre había pensado que las 25
enfermedades del síndrome SIDA tenían el denominador
común de que eran resultados de la incapacidad del sistema
inmunitario para rechazarlas.
Así es como intentan venderlo sin mirar
a la evidencia. Sin embargo, el cáncer no es una consecuencia
de deficiencia inmunitaria. La demencia no tiene nada que ver con
el sistema inmunitario. Tu cerebro es independiente del sistema
inmunitario. Por supuesto, si no hay sistema inmunitario, y tu cerebro
se infecta, puedes desarrollar meningitis. Pero eso no afecta a
tu coeficiente intelectual. Seguro. Al final, si todo falla puedes
desarrollar toda clase de enfermedades.
Incluso si ajustas el virus a toda clase de
hipótesis paradójicas y absurdas -mecanismos indirectos,
cofactores, autoinmunidad, período de latencia de diez años-
incluso esto no te ilumina sobre el sólido dato de 4.621
casos de SIDA libres de VIH (en todo el mundo, un tercio de ellos
en EE.UU.). ¿Cómo lo explicas? ¡No deberían
estar allí!, por lo que se han suprimido. Aquí tenemos
un encubrimiento real. El año pasado las cifras de estos
casos estaban creciendo como locas y Anthony Fauci (Director del
Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas), los
Institutos Nacionales de Salud (NIH), y los Centros para el Control
y Prevención de la Enfermedad (CDC) llamaron a un encuentro.
¿Y sabes lo que hicieron? Les dieron un nombre nuevo. Lo
llamaron «linfocitopenia idiopática de CD-4»,
o ICL. Ahora, cuando estés libre de VIH, ya no se llamará
SIDA.
Hay 4.000 casos que no tienen el VIH, pero
los demás 250.000 casos continúan teniendo el VIH.
Eso es lo que tú crees. ¿Cómo
lo sabes?
Porque han sido testados.
¿Por quién?
Por sus médicos.
A ver, ¿quién nos dice que han
sido testados?
Un tipo va a su doctor, claramente enfermo,
tiene SIDA. Se le hace la prueba o se le hizo previamente y se le
encuentra VIH-positivo.
Incluso ahora, no hay constancia, en ningún
sitio, que diga en cuantos casos de SIDA americanos se ha encontrado
realmente el VIH.
Pero en cada caso de SIDA, el CDC debería
saber si los pacientes son o no VIH-positivos, porque los médicos
informan de ello.
El CDC te ha llevado a creer eso, pero la
evidencia de que el VIH está presente nunca la revelan. En
ningún lugar del HIV/AIDS Survelliance Report, como lo llaman
a las estadísticas nacionales mantenidas por el CDC, no encuentras
nunca datos del VIH. Ninguna medición del VIH en absoluto.
De lo único que tratan es del SIDA. Y entonces lees un poco
más en la letra pequeña de cómo se define el
SIDA. Aceptan lo que llaman el «presunto diagnóstico»
-casos de SIDA sin test al VIH-. ¿Sabes lo que eso significa?:
el tipo lleva un pantalón vaquero, lleva un pendiente, está
tosiendo, y es de San Francisco. Este es un caso de SIDA. «Ni
siquiera tengo que comprobarlo», piensa su médico.
Recientemente, escribí una carta a
Harold Jaffe (director en funciones de la División VIH/SIDA
del CDC). El reconocía 43.606 presuntos diagnósticos
desde 1988. Comprobé la literatura y surgieron 62.272 hasta
1992.
Permítame recoger este argumento,
¿estás diciendo que entre 43.000 y 62.000 casos de
SIDA hasta 1992 no han sido testados, lo que implica que no tenemos
ni idea de si son o no VIH-positivos?.
Absolutamente.
Ellos pueden haber sido VIH-positivos o
no.
Sí. Incluso en la última definición
del SIDA de Enero de 1993, permitían la diagnosis presunta.
En otras palabras, se dará parte de un buen número
de ellos, incluso ahora, sin la prueba del VIH.
La percepción generalizada es que
todos los casos de SIDA tienen VIH, de que un caso no se define
como SIDA sin la presencia del VIH, lo que por definición
debería significar que alguien los testa.
La mayoría de la gente asume, como
tú, que todas las personas (con SIDA) son seropositivas.
Esto aún no se ha establecido. Tenemos lo que llaman test
de anticuerpos de falso-positivo. Ellos los llaman test al VIH,
pero ¿sabes lo que están testando?. Los anticuerpos
pueden estar presentes y el virus podría haberse ido hace
tiempo.
Además, ¿hay reacciones cruzadas,
donde los anticuerpos podrían reaccionar, digamos, con la
malaria o artritis y esto está equivocando la aproximación
al VIH?
Exactamente. O personas vacunadas contra la
gripe. Donantes de sangre; recientemente, siete de diez eran positivos
al VIH.
¿Tenían el virus?
¡No!
¿Cómo sabemos que no tenían
el virus?
Fueron chequeados medio año más
tarde, y los test fueron negativos. No había virus.
Cada año, 12 millones de donantes de
sangre son chequeados. Los donantes tienen trato preferencial; no
quieren que cogan la gripe por lo que les dan una vacuna para la
gripe gratuita. Entonces, testados después de la vacuna de
la gripe, siete de cada diez de esos tipos se tornan positivos al
VIH. No tienen el VIH, la vacuna contra la gripe reaccionó
cruzadamente con los anticuerpos del VIH.
¿Con cuánta frecuencia el
test es falso?
El test puede estar equivocado alrededor del
50% de las veces. Si simplemente los repites, la mitad se desmarcan
inmediatamente. Sin embargo, si observas a un grupo de nuevos soldados
reclutados, uno entre 100 testa positivo, y cuando los chequeas
de nuevo, tan sólo uno entre 1.000 continúa como positivo.
Es bastante increíble. Esto significa
que tan sólo uno de cada diez que testan positivos es realmente
positivo.
¿Ves?, éste es el tema. La idea
de que todo el mundo que tiene SIDA se ha comprobado que es VIH-positivo
está lejos de ser la verdad. Hay un porcentaje significativo
que no está testado en absoluto. Y los test frecuentemente
no son confirmados, e incluso si son confirmados, tan sólo
son test de anticuerpos. Hay un número de personas que incluso
dan positivo en el Western Blot -el test de anticuerpo más
fidedigno- pero cuando buscas el virus continúa sin estar
presente.
En San Francisco hay personas, falsos positivos,
que se enteran ahora que no tienen el VIH, pero fueron tratados
con AZT, que está diseñada para inhibir el virus.
Y el AZT, como todos sabemos, es extremadamente tóxico. Y
tienen SIDA ahora. Tienen neumonía, tienen neumocistis -exactamente
como en el SIDA- y no tienen virus.
¿Supones que es a causa del AZT?
Eso es lo que ellos están demandando.
Explica por qué has llamado al AZT
«SIDA por prescripción».
Es SIDA de diseño. Fue diseñado
hace unos 20 años como quimioterapia. Y la quimioterapia
es un racional, aunque desesperado tratamiento para el cáncer.
El razonamineto es: dejemos que mate a todas las células
en crecimiento durante varias semanas. La esperanza es que el cáncer
resulte totalmente aniquilado y tú tan sólo estés
medio muerto y te recuperes. La quimioterapia es un tratamiento
brutal. Pierdes el pelo, pierdes peso, coges neumonía, inmunodeficiencia,
literalmente, coges SIDA; tienes náuseas, todos los síntomas
del SIDA, debido a su severa intoxicación celular. Matas
a un montón de células sanas, demasiadas. A menudo
el tratamiento funciona. De hecho, el cáncer muere y sobrevives
y te recuperas.
Ahora, da esa droga a alguien de forma indefinida.
No sólo durante dos o tres semanas. Cada seis horas, tu persona
VIH-positiva toma 250 mg. de AZT. Entonces, pierde peso, se vuelve
anémica, pierde sus células blancas, tiene náuseas,
pierde sus músculos -como Rudolf Nureyev-, ni siquiera podrá
sostenerse con sus propias piernas. Y entonces muere. Como Kimberly
Bergalis, Nureyev, Arthur Ashe, Ryan White, y muchos otros. Esto
es lo que se llama SIDA por prescripción.
Hay un tema incluso más fundamental
que los científicos nunca hemos discutido: ¿El SIDA
es realmente una enfermedad infecciosa o no?
Mira, puedes «adquirir» una enfermedad
de dos maneras. Ya sea por un microbio -y entonces es una enfermedad
infecciosa; y la puedes transmitir, sexualmente o de otra forma-
o la adquieres del entorno, esto es, por toxinas, como adquieres
el cáncer de pulmón por fumar o la cirrosis hepática
por beber. Son dos mecanismos completamente diferentes de coger
una enfermedad. Luego ¿cómo las distinguimos? Las
enfermedades infecciosas tienen una cosa en común: sin excepción,
todas las enfermedades infecciosas están siempre distribuidas
por igual entre los sexos. Cero excepciones. Del sarampión
a las paperas, sífilis, gonorrea, hepatitis, tuberculosis,
todas las enfermedades infecciosas aparecen pronto tras el contacto.
Los microbios no se entretienen en fruslerías. Tienen un
tiempo de generación de horas o, como mucho, de un día
o dos. Crecen a ese ritmo. No hay otra forma. No lo pueden hacer
ni más rápido ni más despacio.
Para ellos eres 75 kg de carne. Nada más,
nada menos. Carne que transforman en ellos mismos en días;
es lo que hacen. No hay ni una sola auténtica excepción
en donde te infectes hoy y tengas la enfermedad diez años
después.
Y, realmente, esto no sucede diez años
después de que los anticuerpos estén formados. Los
anticuerpos son un indicador de que el cuerpo ha advertido la presencia
de los microbios y los ha eliminado.
¿No es el argumento, sin embargo,
que el sistema inmunitario está perdiendo la batalla? Los
anticuerpos están presentes, pero las células-T están
siendo mermadas. Por tanto ¿está realmente el sistema
inmunitario perdiendo la batalla?
Sólo si el virus gobernara alguna vez
al sistema inmunitario, pero no lo hace. El sistema inmunitario
lo hace maravillosamente. Derrumba al virus hacia un nivel donde
nadie puede encontrarlo. A [Dr. Robert] Gallo y a [Dr. Luc] Montagnier
les llevó un infierno de tiempo encontrarlo. Porque no estaba.
Por eso buscamos los anticuerpos en el test del SIDA. No se puede
encontrar el virus. Este es el tercer punto -de nuevo, sin excepciones
a la regla-: cuando tienes una enfermedad infecciosa, el microbio
que es responsable de la enfermedad es abundante, muy activo en
muchas células.
¿Y qué hay a propósito
del reciente descubrimiento de que grandes cantidades de VIH están
en los nódulos linfáticos?
Lo que están haciendo es usar una mayor
amplificación, la reacción en cadena de la poliomerasa
(PCR), que amplifica una aguja en un plajar haciendo un pajar de
sí misma. Así que ahora puedes ver todo repentinamente.
Y dicen: ¿no es grandioso lo que podemos ver con una nueva
amplificación?. Bien, el problema es que no ayudas demasiado
al emperador si puedes ver sus ropajes sólo con un microscopio.
Todo lo que están haciendo es aplicar mayores y mayores amplificaciones.
Aumentan la aguja, pero no hacen más sobre ello, tan sólo
la ven mejor.
Lo que estás diciendo es que si
un hombre tiene seis pies de alto, y lo colocas en una pantalla
de cine, eso no implica que realmente tenga 20 pies de alto.
Correcto. Ahora, ¿cuál es la
predicción para una enfermedad no infecciosa, una enfermedad
tóxica? Una de ellas es que no está distribuida por
igual entre los sexos o fortuitamente entre la población;
está distribuida de acuerdo con la exposición. Los
fumadores son los que desarrollan cáncer, los no fumadores
dificilmente lo tendrán. Los alcohólicos desarrollan
cirrosis hepática y no los bebedores de leche. Así
es la exposición a una toxina. Las consecuencias para la
salud no son inmediatas. No te pones enfermos por un cigarrillo.
Lleva años de andamiaje. Tienes que alcanzar un cierto umbral
de toxicidad.
Crees que estas afirmaciones explican el
tan nombrado período de latencia.
Eso es la relación clásica entre
el consumo de drogas y la enfermedad que le sigue. Independientemente
de los agentes infecciosos, que trabajan inmediatamente o nunca.
El argumento sobre el SIDA es que hay muchas
personas que toman drogas y medicamentos y no tienen SIDA.
Es la dosis. Hay una constitución genética,
algunos son más resistentes que otros. Sin embargo, muy someramente,
es algo acumulativo. Es un cierto umbral que tienes que alcanzar
y éste varía personalmente. Ahora mira el SIDA. No
cumple ninguno de los criterios de una enfermedad infecciosa -distribuida
desigualmente, no temprana [en su manifestación], sin microbio
activo, nada está presente. No puedes encontrar el virus
ni siquiera si las personas se están muriendo- puedes encontrar
una pequeñísima cantidad, ocasionalmente...
¿Qué pasa con el 10 por ciento
de pacientes de SIDA que son mujeres?
Son en su mayoría adictas a las drogas
o fármacos.
De acuerdo, las estadísticas dicen
que alrededor del 75 por ciento de las mujeres tienen algún
tipo de historial de drogas recreativas, o fueron VIH-positivas
y tomaron AZT. Esto todavía deja cerca de un 25 por ciento
que no tienen un historial de drogas.
Bien, mire, si habla de un 25 por ciento entre
un 10 por ciento está hablando de un 2,5 por ciento. Y ahora
llegamos a la definición del SIDA. El SIDA son 25 enfermedades
bajo un nuevo nombre en presencia de VIH. Estas enfermedades pueden
ocurrir con o sin VIH.
¿Hay diferencia en la manifestación
de, por ejemplo, la tuberculosis, en un caso en el que una mujer
tiene tuberculosis y VIH, y en un caso de una mujer que simplemente
tiene tuberculosis?
Ninguna que yo sepa.
La mujer «A» tiene tuberculosis,
sin VIH. La mujer «B» tiene tuberculosis y VIH; se le
dice que tiene SIDA. Ahora, ¿hay algunas diferencias físicas?
No, en términos de presentación
de diagnóstico, es lo mismo.
¿Absolutamente lo mismo? ¿Y
deberían, si tienen ambas un grado medio de salud, recobrarse
o morir al mismo tiempo?
Debería ser exactamente lo mismo. Lo
único es que debido a que el VIH es raro en este país,
sólo uno entre 250 americanos, 0,4 por ciento, son VIH-positivos,
y debido a que es demasiado difícil encontrarlo, lo más
probable es que él o ella sean de esas personas que han practicado
conductas de riesgo, o han estado recibiendo trasfusiones.
De acuerdo, la mujer «B» no
es prostituta, no es promiscua, y no es adicta a las drogas intravenosas.
¿Y positiva al VIH y tiene tuberculosis?.
¿Si sería exactamente lo mismo que la mujer sin VIH
y con tuberculosis?
Totalmente lo mismo.
Lo que está diciendo es que la mujer
«A» y la mujer «B» están igualmente
enfermas. Por tanto, debemos dar la oportunidad a los lectores de
la revista de que si alguien por ahí tiene SIDA y es VIH-positivo
pero no practica ninguna conducta de riesgo, debería contactar
con nosostros y dejarnos mirar el historial de su caso. Podríamos
aprender mucho si tal persona, sin provenir de ninguno de los grupos
de riesgo, tiene el VIH y ha desarrollado SIDA. ¿Has escudriñado
el historial del caso de algún paciente que tiene SIDA, es
VIH-positivo, y no proviene de los grupos de riesgo?
Son extremadamente raros. Son los casos como
los de Kimberly Bergalis. Les dan AZT y entonces se terminó.
¿Kimberly Bergalis [la mujer de
Florida que entró en contacto con el VIH a través
de su dentista] tomó AZT antes o después de tener
SIDA?
Tuvo una infección de hongos, este
fue su diagnóstico, lo que no es raro en una mujer, y anticuerpos
del virus.
Tras el diagnóstico del VIH, le
dieron AZT. ¿Estaba por otra parte sana, salvo la infección
de hongos?
Dime de una mujer que con una infección
de hongos necesita trasfusiones de sangre por anemia. Dime una mujer
que por una infección de hongos pierda 30 libras (aproximadamente
13,6 kg.) en un año. Dime una mujer que por una infección
de hongos pierde el pelo y necesite una silla de ruedas debido a
atrofia muscular. ¿Cuántas mujeres encajan en esa
descripción? Nunca oí de ninguna.
¿Y todo lo que tenía en el
momento de la prescripción del AZT era una infección
por hongos? ¿Está seguro?
Dijeron que primero fue una infección
por hongos y més tarde también tuvo algún tipo
de neumonía y no dicen cuando comenzaron con el AZT. Pero
aún nunca he oído sobre una mujer de 21 años
que necesitara trasfusiones de sangre para la neumonía o
la infección de hongos.
El AZT destruye la médula ósea,
¿no es así?
Por supuesto que lo hace, mata los hematíes.
La anemia es el primer efecto secundario directo de la toxicidad
del AZT. SI no tienes células rojas, no puedes capturar el
oxígeno. Estás teniendo problemas, amigo.
¿Una transfusión en sí
misma es muy inmunosupresora?
Bien, una o dos transfusiones no van a representar
una gran diferencia. Es un problema para los hemofílicos
que las toman regularmente y están tomando proteínas
extrañas una y otra y otra vez. Tomas proteínas de
otro, esto deprime tu sistema inmunológico.
Miremos a Arthur Ashe desde la percepción
pública: heterosexual, no adicto a las drogas, ex-atleta,
tuvo una transfusión sanguínea tras un bypass. Descubrió
que tenía el VIH por la trasfusión. Desarrolló
SIDA y murió claramente de él. ¿Cómo
lo explicas?
Arthur Ashe tenía el virus desde 1983,
que fue cuando recibió transfusiones por la operación.
Y en el 88, se le inició en el AZT y más tarde en
el DDI. El pasado diciembre, parecía como si viniera de Auschwitz.
Estaba demacrado, estaba desencajado, no podía responder
bien a las preguntas. Esto es porque cogió neumonía;
un deportista de 49 no muere de neumonía. Sin embargo, una
víctima del AZT como Kimberly Bergalis, sí.
¿Entonces, antes de tomar el AZT
estaba sano?
Exceptuando, por supuesto, su condición
cardíaca congénita que estaba cuidadosamente atendida.
La probable causa de muerte, considerando sus antecedentes, podría
haber sido algún problema de corazón. Pero no una
neumonía. Como otros que toman AZT y mueren demasiado prematuramente,
es un típico ejemplo de víctima del AZT. Otro apunte
sobre Arthur Ashe: tenía el virus en 1983, murió en
1993, dies años después, su esposa resultó
VIH-negativa, ¿no pudo transmitir el VIH a su esposa? Recuerda
que, oficialmente, es una enfermedad de transmisión sexual.
Probablemente usaba preservativo.
En el 83, ni siquiera sabías lo que
era el VIH. Y evidentemente no usaba preservativo cando concibió
a su hija [de 5 ahora]. Puede que usara preservativo en los últimos
dos años con el AZT -probablemente no lo necesitaría
ya que una de las consecuencias del AZT es la impotencia-.
Me has dicho que cuando trasportaron el
VIH a los investigadores para su estudio, lo hicieron en cultivos
de células-T, pero las células-T no murieron. Explica
esto.
En 1984, en Science, Gallo dijo que el VIH
mataba las células-T y que ésta era la causa del SIDA.
También en 1984, en mayo, firmó bajo juramento para
la Oficina de Patentes de EE.UU. que este mismo virus podía
ser producido en crecimiento permanente en células-T humanas.
Y dichas células-T están todavía creciendo
en su laboratorio, en docenas de compañías en este
planeta, suficientes para realizar al menos 25 millones de test
por año tan sólo en este país (EE.UU.), alrededor
de 20 millones en Rusia, millones a lo largo del mundo. Esas células-T
todavía tienen que morir.
¿Pero algunas deben morir?
No debido al virus. A veces mueren porque
la gente no las trata correctamente. Pero si las dejas a su antojo,
ellas crecen, crecen, y crecen. Si el virus fuera tóxico
por sí mismo para las células-T humanas, de alguna
manera, la que fuera, esas células deberían estar
todas muertas. Y no sólo ocurre con las células-T,
puedes utilizar células-B, puedes utilizar monocitos, células
cutáneas y células nasales. No hay toxicidad detectable
de alguna forma en dicho virus para las células humanas en
cultivos.
¿Hay alguna diferencia entre el
virus producido en masa y el virus que se encuentra en el cuerpo?
Ninguna.
Déjame retomar el VIH 101, si tal
cosa existe. El punto de vista ortodoxo es que las personas cuando
están expuestas al virus, en algún momento -puede
ser tan largo como diez años- comienzan a perder células-T,
tus sistemas inmunitarios disminuyen. Las células-T se reducen
a un nivel bajo crónico. Ahora, tu dices que es alguna cosa
la que causa la disminución de las células-T y que
tener el VIH es una coincidencia.
Eso es lo que pienso. Lo sostengo de dos formas.
Hay un millón de americanos con VIH y sus células-T
son normales, no desaparecen, no están mermadas. Se dice
que seis millones de africanos tiene el VIH - células-T normales,
menos los que cogen SIDA, que aquí son una pequeña
fracción.
El VIH es uno de los virus más inofensivos
que pudes tener. Los retrovirus han sido de hecho los últimos
en ser descubiertos, al menos en humanos, y eso efectivamente dice
algo sobre ellos. Los virus y los microbios fueron históricamente
descubiertos en función de las enfermedades que causaban.
No era que la gente buscara para ver lo que podía encontrar
en el microscopio. Estaban buscando algo que pudiera causar tuberculosis
o sífilis, y ahora SIDA. Los últimos en ser encontrados
fueron los retrovirus, porque ellos nunca hacen nada.
Encontramos el virus de la polio tomando
células infectadas de un paciente de polio; tomamos células
infectadas de un paciente de SIDA y encontramos el VIH. ¿Dónde
está la diferencia?
Bien, cuando miras al paciente de polio y
lo miras en la perspectiva correcta encuentras abundantes virus.
Miras en los nervios cuando están paralizados, miras en las
tripas cuando tienen diarrea y fiebre, encuentras muchísimos
virus. Ahora, miras a un paciente de SIDA y tienes problemas. Gallo
tuvo problemas. El único que lo vió, y a duras penas,
fue Montagnier en el 83 --sacó algunos virus de allí.
Puedes exprimirlos, pero es un trabajo enorme, ya que o no hay o
hay muy pocos virus.
Si te comprendo correctamente, al aislar
el virus de la polio, y aplicarlo a células sanas, infectará
esas células.
Mataría a esas células en ocho
horas.
¿Y si aplicas el VIH a células
sanas, que las ocurrirá entonces?
Las células sanas continuarán
viviendo exactamente como si no hubieran sido infectadas.
Los retrovirus básicamente parecen
ser virus intrusos, no quieren matar a nadie en casa, sólo
pretenden moverse dentro.
Esa es la razón por la que hemos perseguido
a los retrovirus tan estrechamente durante los últimos 20
años, porque pensábamos que podían ser causa
de cáncer, ya que no matan células. Es por lo que
Gallo es un retrovirólogo, o David Baltimore [investigador
ganador del Premio Nobel que descubrió la transcriptasa inversa]
o yo; estuvimos persiguiendo este tipo de virus como posibles carcinógenos.
El cáncer está causado por células que crecen
sin control, no por células que se están dañando.
El VIH nunca alcanza a más de una entre
1.000 células cada día. Y cada dos días reemplazas
en tu organismo el 3 por ciento de tus células. Esto es al
menos 30 de 1.000.
¿Qué está debilitando
el sistema inmunológico de la gente con SIDA?
Bien, claramente no puede ser el VIH. Va a
ser algo distinto. Hay demasiado poco VIH, incluso en personas muriendo
de SIDA, para explicar la pérdida de todas esas células.
La verdad es que el establishment del SIDA me dá crédito
es esta cuestión. Sin embargo, siempre está el «resolverlo
ahora». Y para 4 billones de dólares [el presupuesto
anual del SIDA], están solucionando el problema lentamente.
Aún no lo han resuelto. Por tanto, debe ser algo más.
Tengo una hipótesis alternativa: en
todos los americanos y europeos con SIDA que no tienen problemas
clínicos congénitos, como los hemofílicos,
o problemas clínicos adquiridos, como la gente que está
enferma y necesita trasfusiones, son las drogas y fármacos
de una u otra forma, los causantes. Prácticamente todos los
heterosexuales con SIDA son consumidores a largo plazo de cocaína
o heroína. Y las drogas de consumo oral, que incluye en algún
grado a la cocaína, pero principalmente las que usan los
gays como afrodisíacos, o para facilitar las relaciones anales,
los nitritos inhalados, y las drogas de síntesis que están
utilizando.
¿Qué pasa con los antibióticos?
No es una causa específica, quiero
decir que no ayudan si tomas demasiados.
¿Y el AZT?
Lo peor de todo es el AZT. 200.000 personas
toman ahora AZT en este país cada seis horas. Simplemente,
por tener supuestamente el virus; por dar positivo a sus anticuerpos.
No necesitas explicaciones adicionales; esto mata la médula
ósea directamente.
¿La cocaína y la heroína
matan tu sistema inmunitario?
Bien, los efectos a largo plazo no han sido
bien estudiados. Lo que todo el mundo estudia son los efectos a
corto plazo. Hay, sin embargo, numerosos estudios que muestran ya
a principios de siglo, un yonki asiduo tenía neumonía,
pérdida de peso, demencia, diarrea, infecciones bucales,
fiebres, endocarditis. Estas eran las enfermedades típicas
de los yonkis. Si eres adicto a las drogas ni siquiera quieres comer,
estás volando y no duermes. El insomnio y la malnutrición
son las causas primarias de la deficiencia inmunológica en
el mundo.
Los adictos a las drogas han sido descritos
siempre con las mismas enfermedades a las que ahora se llama SIDA.
Incluso de vuelta desde las Guerras del Opio en China, la imagen
clásica de un adicto al opio es un tipo demacrado chupando
su pipa de opio. No come, no duerme, está colocado, pierde
peso, y termina con neumonía o tuberculosis.
¿Cómo explicas los casos
de sarcoma de Kaposi?, ¿de donde vienen?
Este es un argumento clave para mi hipótesis
de que el SIDA está causado por drogas. Los nitritos son
la droga clave utilizada por los homosexuales promiscuos. Nitritos
de amilo; los nitritos y derivados son sustancias altamente carcinógenas.
Por tanto, ¿aumentan el riesgo de cáncer e indican
dónde está el Kaposi? En la cara, el pulmón,
la mano. Es exactamente dónde ellos ponen la sustancia. La
ponen en la mano, la inhalan, y ahí tienes el sarcoma de
Kaposi.
¿Qué pasa con los adolescentes
con SIDA?
780 en los Estados Unidos en los últimos
diez años. Por tanto, si los separas por años, 78
por año en un país con 30 millones de adolescentes.
Un tercio son hemofílicos, otro tercio son homosexuales o
prostitutas, y el otro tercio son consumidores de drogas que empezaron
a los 10 u 11. Esos son tus 780 adolescentes americanos con SIDA.
No son muchos. La única cifra significativa por debajo de
los 20 son los niños. Bebés de uno, dos o quizás
tres años, nacidos con SIDA en Europa y América. Un
80 por ciento de ellos nacen de mujeres que estuvieron inyectándose
drogas durante el embarazo. Esos niños son yonkis intrauterinos.
Han estado en las drogas desde antes de nacer.
¿Y el otro 20 por ciento?
Otro 5 ó 10 por ciento corresponde
a condiciones congénitas como la hemofília. Algunos
son simplemente mortalidad infantil bajo un nuevo nombre, «chicos
de gueto». La mortalidad infantil es mayor en este país
que en otras naciones industrializadas comparables. Tenemos los
barrios, donde puedes obtener los cuidados médicos que quieras,
y también tenemos zonas como Harlem, Richmond, Oakland, en
condiciones de extrema pobreza, que no encuentras en Europa donde
tienes la medicina socializada. Inanición, malnutrición,
y esa clase de cosas. Tenemos las madres adolescentes que abandonan
a sus hijos, o están trabajando en la calle mientras los
niños están solos en casa. Esos son los bebés
americanos del SIDA.
¿Es realmente cierto que la tasa
de muerte entre los hemofílicos con VIH es idéntica
a la de aquellos sin VIH?
A la vista de los estudios disponibles es
la misma. De hecho, la ironía es que, probablemente, es incluso
menor; y te cuento como he llegado a esto. Hay 20.000 hemofílicos
americanos. El 75 por ciento de ellos son VIH-positivos, el 75 por
ciento -15.000- tienen el VIH desde hace cerca de 10 años
en este momento, ya que sobre 1984-85 comenzaron a testar el SIDA,
y entonces eliminaron la sangre con VIH. Ahora, en los últimos
10 ó 15 años, la edad media de los hemofílicos
se ha doblado. Ahora son dos veces más viejos de lo que eran
hace 10 ó 15 años. El hecho es que, durante estos
mismos 10 ó 15 años el tratamiento de Factor-VIII
ha sido desarrollado y perfeccionado y todo el mundo lo recibe.
Este es el factor de coagulación que falta en los hemofílicos,
extraído de donaciones de sangre y debido a que extraes la
sangre, extraes también el virus; es el Factor-VIII contaminado.
Pero son cosas irrelevantes, en su mayoría inocuas, debido
a que un donante de sangre no es la típica persona terriblemente
enferma -no puedes tomar sangre de alguien que está sufriendo
una enfermedad-. Por lo que esos son normalmente los pequeños
microbios omni-presentes que no hacen daño. Como resultado
cogieron el VIH. Por tanto, el tratamiento que también les
dio el VIH ha doblado sus perspectivas de vida.
¿No les daña el VIH?
No. De hecho, ha desacreditado la hipótesis
del virus en el mayor experimento humano que se haya hecho. 15.000
personas infectadas con el VIH. Y ahora viven el doble de lo que
los hemofílicos nunca vivieron en la historia. Mejor, y más
tiempo.
Es realmente un hecho aplastante. No es un
experimento menor. Tenemos una población enorme: 15.000 personas
con VIH. Seguro, es cierto, algunos de ellos cogieron lo que llaman
ahora SIDA. Pero lo cogen menos de lo que lo hacían antes,
y lo cogen debido a las trasfusiones. Necesitan Factor-VIII. No
está químicamente limpio, y es inmunosupresor.
¿Por qué está presente
el VIH en la mayoría de los pacientes de SIDA?
Es preferencial en los pacientes de SIDA,
lo reconozco. Sin embargo, también hay muchos otros microbios
debido a que el típico paciente de SIDA ha cogido el VIH
por «prácticas de riesgo»: ya sea uso de drogas
intravenosas o promiscuidad. O por ser receptor de trasfusiones.
Ahora, ¿qué es lo que tienen en común esas
tres cosas: los consumidores de drogas intravenosas, las personas
altamente promiscuas, y los receptores de trasfusiones? Coleccionan
todos los microbios que están disponibles, como coleccionistas
de sellos. Si recibes una trasfusión no tienes que ir de
compras por ahí, los tienen todos de un golpe. Los hemofílicos
lo tienen por recibir trasfusiones constantemente. Los consumidores
de drogas intravenosas, (a) se prostituyen para pagar las
drogas, y (b) comparten jeringuillas. Acuden a galerías
de «picotazos», toman la misma jeringuilla hasta que
se rompe en el brazo de alguien, y entonces cogen una nueva.
Por tanto, estos individuos tienen citomegalovirus,
Epistein-Barr virus, Virus de Leucemia de Células-T Humana,
virus de la hepatitis, virus papiloma, sífilis, gonorrea,
todos estos microbios. Micoplasma, neumocistis, todas esas cosas
que se encuentran abundantemente en los grupos de riesgo del SIDA
y en los pacientes de SIDA. El VIH es simplemente uno de los muchos,
muchísimos microbios que encuentras en esas personas.
Digamos que sólo el 50 por ciento
de los pacientes de SIDA tienen el VIH, y creo que son más,
pero simplifiquemos en atención al argumento. Si un millón
de personas tienen el VIH, en un país de 250 millones, es
el 0,4 por ciento de la población total, pero el 50 por ciento
de la población con SIDA. Por tanto es un 0,4 por ciento
contra un 50 por ciento.
Estoy de acuerdo. Es muy alto.
¿Por qué piensas que se da
tal desequilibrio?
Un homosexual de alto riesgo tiene una media
de unos 500-1.000 contactos sexuales. En el tiempo que tienes 1.000
contactos sexuales, podrías haber cogido el VIH de alguien.
Y ellos mantienen contactos sexuales con personas que son igualmente
activas. Por tanto, las oportunidades de cogerlo están muy
incrementadas. Por tanto, estás observando a aquellos que
trabajan más fehacientemente para que un microbio raro lo
encuentres concentrado.
El citomegalovirus es mucho más común
en la población general, pero se encuentra en un 100 por
ciento de la población con SIDA. En el primer momento consideraron
incluso que era la causa. Ahora nadie los busca ya. El virus de
la hepatitis, otro sospechoso inicialmente para el SIDA, es raro
en la población general de este país. Pero es muy,
pero que muy común en los pacientes de SIDA y yonkis.
¿Y los cofactores?
Siempre hablan de los cofactores, sin embargo
hay un montón de gente sana que los tiene todos combinados.
Las prostitutas, por ejemplo. Encuentras prostitutas sanas, muchas.
Su trabajo es la promiscuidad. Todas tienen citomegalovirus, muchas
de ellas tienen el VIH, y están bien. Mientras no se metan
drogas, están bien.
No crees que el SIDA sea infeccioso o causado
por el VIH. Ni tampoco crees que el VIH sea transmitido principalmente
mediante el sexo. Por favor, explícate.
La forma natural de trasmisión de este
virus no es sexual. Ningún virus podría sobrevivir
si le tomara [como media] 1.000 contactos sexuales. Esto no significa
que no pudiera pasar la primera vez, pero para cada individuo al
que le sucede la primera vez hay otro individuo que necesita 2.000
contactos. Esto reduce la esperanza de un virus. Para evolucionar
un virus tiene que encontrar un medio eficaz de transmisión.
Y conocemos la vía: perinatalmente, como todos los demás
retrovirus. De la madre a los hijos. Y esto dice claramente algo
que está desacreditando la hipótesis de que este virus
está causando el SIDA. Algo que es naturalmente transmitido
de la madre al hijo no puede ser fatalmente patogénico. Porque
el parásito y el huésped morirían juntos.
Cuando miras a la madre que consume drogas
y es seropositiva, entonces el hijo es seropositivo. Y un buen número
de niños no tienen SIDA. Tienen el VIH y están bien.
¿No se seroconvierten dos tercios
de los niños que nacen con VIH, y van de VIH-positivos a
VIH-negativos?
Más o menos mitad y mitad, dependiendo
de los estudios que examines. Sin embargo es lo suficientemente
bueno para el virus para sobrevivir. Cuando la armada norteamericana
testa a sus aspirantes, muchachos de 16-17-18 años de edad,
uno entre 1.000 es positivo. Bien ¿cómo lo han cogido?
¿porque habían tenido de hecho 1.000 contactos sexuales
con alguien que era VIH-positivo? [Más probablemente] este
chico lo había cogido de su madre, o padre, y era positivo
desde siempre y ni siquiera lo sabía, hasta que la armada
le testó.
Lo que acabas de decir es interesante:
el virus puede estar latente, puede no hacer nada, puede estar silente
e invisible. ¿No es eso lo que la gente dice cuando habla
de que tiene un período de latencia de diez años?
Digamos que te infectas hoy, y diez años
después enfermas. Durante ese tiempo está latente,
es verdad. Sin embargo, lo que no dicen es que, una vez que enfermas,
incluso entonces, el virus permanece en la mayoría de los
casos latente, y eso no es lo que se conoce por latencia. Digamos
que te infectas hoy de sífilis, y una semana después
tienes chancros. Durante ese tiempo, cuando no tenías síntomas,
los microbios estaban relativamente latentes porque todavía
había muy pocos. Estaban clínicamente latentes. Pero
con el VIH, incluso cuando estás muriendo, el virus continúa
latente.
Déjame recoger esta aseveración:
los bebés con SIDA nacen de madres con SIDA o han nacido
de madres con una terrible adicción a las drogas. Los bebés
con VIH de sus padres, la mitad de las veces pierden el VIH y no
desarrollan SIDA. Tienen el virus pero no las condiciones de SIDA,
doquiera que hayan nacido de padres que tienen daños tóxicos,
ellos también están dañados tóxicamente.
Correcto.
Estás diciendo que la menos eficiente
forma de transmisión es la sexual.
La menos esperanzadora, desde el punto de
vista del virus; este virus podría no seguirla nunca.
¿Por qué hay tantas mujeres
que contraen el VIH y desarrollan SIDA? Parece que la mayoría
no están en los grupos de riesgo, y se presume que fueron
infectadas sexualmente.
«Muchas» está totalmente
fuera de lugar. Son muy, muy pocas. Sólo el 10 por ciento
de todos los pacientes de SIDA son mujeres, en América y
Europa.
¿Pero no son el grupo que está
incrementando más rápidamente?
Se ha mantenido en un 10 por ciento por bastante
tiempo hasta ahora, y un 10 por ciento no es mucho en total. Son
como 25.000 en diez años, esto es 2.500 por año, si
estableces una media.
¿Pero cómo rebates el argumento
de que las mujeres son víctimas de la transmisión
sexual del VIH?
Eso es absurdo. No hay evidencias de que las
mujeres estén cogiendo el VIH de los hombres más fácilmente.
Cuando la gente dice que no hay epidemia
heterosexual, las mujeres dicen, eso no es verdad, las mujeres la
están cogiendo. Heterosexualmente.
La primera respuesta es que virtualmente
todas las mujeres que cogen SIDA-SIDA, no VIH, las puedes distinguir
muy claramente: son consumidoras de drogas intravenosas. Y todo
intento de conectarlas trazando contactos sexuales es virtualmente
imposible con una enfermedad que se dice tiene un período
de latencia de diez años. Si coges algo hoy de alguien sexualmente
y diez años después enfermas, ¿cómo
vas a establecer una conexión? Son evidencias totalmente
anecdóticas y circunstanciales. Todavía tengo que
ver un estudio que acaso diga, éste me lo pegó a mí
hace diez años y ahora tengo demencia. No hay nada de eso.
¿Porqué no hay una epidemia
heterosexual de SIDA?
No la hay. El SIDA ha continuado incrementándose
a pesar de la campaña de sexo seguro.
Pensaba que estaba decreciendo.
Lo único que proclaman es el descenso
de la infección por VIH, pero el SIDA continúa incrementándose
cada año. El fallo de la campaña de sexo seguro argumenta
contra la transmisión sexual del SIDA en este punto. Cuando
les señalas esto ellos dicen, oh, hubiera sido incluso peor
si no hubiéramos hecho esto.
Se dice que hay 7.000 personas en los EE.UU.
con SIDA de las que llaman «sin riesgo identificado».
¿Lo sabías? Es una cifra muy grande.
Divídalo entre 10 años y obtiene
la incidencia anual de 700. Entre 250 millones de americanos. Es
una cifra increíblemente baja. Es tan pequeña como
la incidencia natural de esas enfermedades en las personas VIH-positivas.
Hay un millón de americanos VIH-positivos; cada año,
simplificando, un uno y medio por ciento de cualquier población
morirá. Un uno y medio por ciento de un millón son
15.000. Por tanto fuera de esos 15.000, 700 podrían ser diagnosticados
como SIDA debido a que podrían tener también anticuerpos.
Y estamos mirando aquí a 25 enfermedades. Esa es la incidencia
normal de tales enfermedades en las personas VIH-positivas de América.
Para aclararnos, el Departamento de Salud
Pública del Condado de Cook, que registró los 7.000
pacientes llamados casos «sin riesgo identificado»,
dice que la mayoría de tales casos han sido reclasificados
en -textualmente- «una de las formas conocidas de transmisión».
En otras palabras, al final, en un grupo de riesgo.
Sí, creo que en Alemania tienen 30
«casos heterosexuales». Si no pueden encontrar un grupo
de riesgo entonces se llama caso heterosexual. Esto corresponde
a la incidencia normal de [esas enfermedades] en las personas con
o sin VIH.
Newsweek informó sobre un hombre
que hace diez años cogió el VIH de una transfusión,
y diez años después no sufría síntomas
ni pérdida de la función inmunológica. Rastrearon
al donante y encontraron que ninguna de las otras personas infectadas
tenía ningún síntoma, y el propio donante estaba
tan sano como la gente que había recibido su sangre. Lo explicaron
como una «cepa inocua». ¿Existe algo así?
Se que piensa que el VIH es inocuo, pero ¿hay casos en que
un virus es dañino e inocuo?
Puedes tener variantes inocuas de cualquier
virus. Sin embargo, esto no es muy fácil de demostrar para
el VIH. Lo intentaron, lo secuenciaron, han examinado al VIH. Pero
no hay ninguna evidencia en ningún sentido de que haya una
variante inocua y otra dañina. Nada.
Están diciendo que han encontrado
cepas inocuas y están pensando en utilizarlas como vacuna.
Bien, te encuentras con personas que no enferman.
Hay un millón de virus VIH inocuos en los americanos, todos
los que no están enfermos. Cuando enferman, entonces repentinamente,
el virus es dañino. Por tanto, esto es totalmente arbitrario
e hipotético. No hay ni un solo estudio que muestre un gen
inocuo o un gen maligno del VIH. En otros virus donde se ha hecho
ocasionalmente, han señalado que cuando lo separas, cuando
quitas esta parte, de repente se vuelve inocuo; pasan a estar, como
nosotros decimos, atenuados. En las cepas del VIH, a pesar de los
intensivos esfuerzos y cientos de miles de informes sobre el asunto
no hay ni un solo estudio que haya sido alguna vez capaz de señalar
una distinción entre el tan nombrado VIH inocuo y el VIH
fatal. Siempre es el mismo.
¿Cómo es que el gobierno
continúa, imperturbable, con la idea de que existe tal cosa,
una cepa distinta? ¿Por qué otros científicos
no dicen que es imposible?. Hemos visto la estructura genética
del tan nombrado virus inocuo y son los mismos del tan nombrado
dañino.
Sí, podrían decirlo y estimar
lo popular que podría ser, y cuanto dinero podrían
obtener la próxima vez que pidan subvenciones para el VIH.
¿Qué pasa con la gente que
no solicita subvenciones para el VIH?
No podrían secuenciarlo, no podrían
estar equipados, no podrían tener tiempo para analizarlo.
Y me gustaría decirte que cerca de 50 millones de fumadores
americanos fuman cigarrillos incuos excepto por los 20.000 o 30.000
que desarrollan cáncer de pulmón -ellos fuman cigarrillos
fatales-.
Newsweek -éste es Newsweek, uno
de los periódicos más respetados del mundo- dijo:
«pocos [virus] evolucionan tan rápido como el VIH.
Enfrentado a un medicamento o una reacción inmune el virus
mata fácilmente fuera de su rango.» ¿Lo hace?
Esta aseveración de que los virus pueden
mutar por sí mismos es absolutamente estúpida. Ignora
completamente que un virus es un parásito, es completamente
dependiente del huésped. Pende de un hilo del huésped
y el hilo está muy tirante y es muy corto. Si avanza un paso
más allá de este hilo, está muerto.
¿Qué quieres decir?
El virus es lo que puede decir un parásito
obligado, como dependiente del huésped, como el bebé
nonato de la madre. En teoría el virus puede mutar enloquecidamente.
¿Pero ayudaría esto al virus si ya no pudiera parasitar
al huésped por más tiempo? Entonces estaría
muerto. El virus es simplemente una pieza de información,
todo lo que el virus haga depende enteramente de la célula.
Necesita los ribosomas celulares, necesita los aminoácidos
celulares, los trifosfatos y las proteínas.
Por tanto estás diciendo que si
muta hasta un punto en que es profundamente diferente...
¿Profundamente? Sólo un poquito.
Está totalmente colgado de un hilo, tiene muy poco espacio
para mutar. Tiene que ser compatible con la célula en su
totalidad.
¿Qué pasa con el virus de
la gripe, el que siempre muta?
Muta, todos los virus mutan, pero de una forma
muy limitada. Realmente, eso fue lo que me dio fama. En 1968 encontré
el por qué: tienen cromosomas diferentes. Este [virus de
la gripe] es uno de los raros virus con cromosomas múltiples,
de hecho fue la primera vez que se vio en un virus. Y le proporciona
la habilidad adicional de recombinarse.
¿Por qué el VIH no puede
hacer lo mismo? ¿Por qué no puede recombinarse?
Porque no tiene cromosomas segmentados. Y
los virus con un genoma solitario [información genética]
no pueden recombinarse, sólo pueden intercambiarse de una
forma muy pequeña, muy limitada.
Y el VIH tan sólo tiene un genoma.
Entonces, han examinado y descubierto que el VIH no tiene la capacidad
de recombinarse.
Tiene la capaciadad pero no cambia, como la
gripe, porque todos los VIH están estrechamente relacionados.
Todos tienen un genoma, por tanto si recombinas un genoma con otro,
son casi idénticos y no tienes nada nuevo, ni una recombinación
diferente. Están las gripes avícolas y gripes porcinas
y gripes humanas y todas pueden recombinarse. Pero los VIH son todos
humanos, y son virtualmente idénticos. No podrías
crear lo que nosotros llamamos un nuevo «rango de huésped»,
o un nuevo tipo patológico. Las mutaciones espontáneas
que describe el artículo del Newsweek no le ayudarían,
debido a que casi todas las mutaciones espontáneas serían
fatales para el virus. Y aquellas que no fueran fatales no supondrían
ninguna diferencia. Todavía tenemos que ver un sólo
caso donde un VIH mutante que haya sido aislado pueda hacer algo
que otros VIH no puedan.
La impresión dada es que este virus
está mutando como algún tipo de monstruo y que no
hay vacunación contra él.
Esta es la fantasía de un escritor
de ciencia ficción no licenciado. En un aula, es muy posible,
pero en el laboratorio de la vida es ridículo. Aquí
va un ejemplo justamente de cómo de restrictivo es realmente
el rango de las mutaciones del VIH: los anticuerpos contra todas
las cepas del VIH detectadas en todas las personas en todo el mundo
son detectados porque reaccionan cruzadamente con la misma cepa
del VIH que aisló Montagnier en 1983.
Pero tu no eres el único hombre
que conoce esto del virus. Las personas que trabajan con el virus
lo secuencian regularmente y vienen con las teorías de que
está mutando. Si saben que esto no es posible, ¿por
qué no lo dicen?
Creo que algunos de ellos ni siquiera lo saben,
porque nunca han pensado sobre ello. Están tan habituados
a una manera de pensar que no consideran en absoluto las alternativas.
No quieren considerarlas, y si las consideran están fuera
del pensamiento del colectivo. Son inmediatamente muy impopulares,
como yo.
Lo que les cuesta dinero.
Lo que les sale carísimo. Si estás
dentro del pensamiento colectivo renuncias a pensar otras cosas
que las que el colectivo piensa. Piensas un buen rato sobre la longitud
de onda que te permiten. Si dices que no hay ninguna manera de que
pueda haber un gen dañino o un gen no dañino -si hubiera
tal gen podríamos haberlo encontrado en nueve años
y podríamos haber visto la diferencia-. Si dices eso entonces,
esencialmente, fuerzas una discusión sobre porqué
un millón de personas VIH-positivas nunca enferman de ello.
Puede, entonces, que el virus no sea la causa.
¿Qué pasa con los casos de
homosexuales que han caído en el SIDA, son VIH positivos,
no tienen historial de uso de drogas recreativas, y no han tomado
AZT?
Bien, mira, eso es lo que estoy buscando.
Es mi batalla con John Maddox [editor de Nature] y con gente que
está realmente fabricando datos [Ascher y col., en Nature,
11 de marzo, 1993]. Aducen tener tal grupo que no ha tomado ninguna
droga. Cuando analizo los datos, se resuelve que no hay ni una sola
persona en su estudio que estuviera libre de drogas, presenté
esta crítica a Maddox, pero su respuesta fue: no puedo responderle
más. Fui censurado.
John Maddox escribió un editorial
en el número del 13 de mayo, diciendo que tus cuestiones
eran «cuestiones retóricas incontestables» y
el «repertorio de un debate de sociales de estudiante».
¿Cómo te sientes ante esto?
Posiblemente sean incontestables para John
Maddox. Él no es el único lector de su publicación.
Debería haber muchos científicos, probablemente ellos
podrían responderlas. La única forma de comprobarlo
es presentando estas cuestiones que él ha rehusado durante
tres o cuatro años. He estado negociando con él, como
reconoce su artículo, para presentar esas cuestiones en su
publicación, y nunca aceptó esa propuesta.
¿Entonces estás diciendo
que tus cuestiones son legítimas y que permanecen incontestadas
porque están censuradas?
De hecho, en su artículo, dice que
algunas, de esas cuestiones son legítimas. El progreso en
la ciencia depende enteramente de la comunicación, el debate,
la interacción entre científicos, el intercambio de
ideas. Él está interrumpiendo esto mediante la censura.
¿Hay alguna área de la teoría
del VIH como causa sobre la que no estés seguro, que pienses
que sea pausible o que no sientas que puedas explicar?
Ninguna más. Absolutamente nada más.
¿Entonces estás más
convencido que nunca?
Si. Ni siquiera veo un área de duda
que quede suelta. Solía ver alguna, pero ya no las veo.
¿Cuál fue la última
que viste y que ya no ves?
Estaba algo impresionado, más o menos,
por lo que ellos presentaban como la perfecta correlación
entre el VIH y el SIDA. Sin embargo, ya me percaté de que
la correlación está más lejos de ser perfecta
de lo que pretenden; esto es, realmente, bastante poco impresionante.
¿Cuánta presión sientes
que se te agolpa con una teoría alternativa cuando la gente
dice, «De acuerdo, si no piensas que el VIH causa el SIDA,
¿qué lo hace?»?
No siento ninguna presión más
que la que pienso puedo aportar por medio de pruebas. Quiero decir,
he pensado sobre ello, sí, pensé en qué otra
cosa podría ser, y pienso que lo habría dejado si
no hubiese podido ver otra explicación. Si no creo en Santa
Claus, entonces no tengo que buscarme otro Santa Claus.
Esto no te saca de las sombras. Si el CDC
me dice que un tercio de todos los pacientes de SIDA americanos,
principalmente todos heterosexuales, son consumidores de drogas
intravenosas, diría que es un buen comienzo, ¿no es
así? Los primeros 80.000 me los entregó en mano el
CDC. También se me dijo, mediante el NIH y el CDC, que el
virus tenía un periodo de latencia de diez años, que
yo traduje como un eufemismo de diez años de consumo de drogas.
De acuerdo, la última pregunta:
Desde que la comunidad gay está unilateralmente ofendida
por tu sugerencia de que el SIDA es resultado de un estilo de vida
destructivo, ¿has sentido alguna vez que deberías
cambiar la forma en que hablas sobre el SIDA y su causación?,
y ¿hay algo que te haría parar y abandonar esta lucha,
porque estás casi solo en ella?
Bien, no mientras continúe siendo científico.
La obligación de un científico es encontrar la verdad,
encontrar la base científica de un problema. Por tanto, vas
hacia ella independientemente de las consecuencias políticas,
morales y éticas. Miras a la que es la causa pausible, y
a la que es la verdad última.
Un científico no es halagador de masas
políticamente correcto. Se le atribuye el encontrar la causa
de las enfermedades. De otra forma, obtenemos lo que tenemos ahora:
intentamos contentar a los gays aprobando el AZT, y ahora 200.000
de ellos están muriendo por ello, y continuamos diciéndoles
que «eso es lo mejor que podemos hacer por vosotros, chicos»,
porque mezclamos política con ciencia. No son compatibles.
La ciencia es amoral. La naturaleza no sabe de moral. Si nuestros
pares y nuestro gobierno actuaran científicamente, podrían
recompensarnos con la verdad científica, no con la corrección
política. Lo que estamos haciendo ahora es remunerar con
corrección política, y estamos pagando el precio por
ello. Un precio muy alto, cuatro billones de dólares y 50.000
muertes al año.
Contacto: Dr. Peter Duesberg. Departamento de Biología
Molecular y celular. 229 Staley Hall. Universidad de California.
Berkeley, CA 94720. USA. Teléfono: 510.643.64.55.
______
Notas:
1. Una prestigiosa revista científica
americana.
2. Hemos publicado sus opiniones
en los números 35, 36 de la revista de Medicinas Complementarias.
3. Su documentado y amplio
trabajo sobre el tema está traducido en nuestro número
37.
4. Actualmente con la técnica de amplificación PCR se
detectan más, pero el propio descubridor de esta técnica,
Kary Mullis, Premio Nobel de Química 1993 no cree que el virus
sea la causa del SIDA. Ver entrevista en el n° 36 de la revista
de Medicinas Complementarias y en este mismo libro.
5. Se refiere a individuos
diagnosticados como seropositivos con test más que cuestionables.
Ver su artículo en el n° 35, y otros en el n° 36 de
la revista de Medicinas Complementarias.
Publicación: Artículo publicado
en el libro «Repensar el SIDA». Edita: Asociación
de Medicinas Complementarias (A.M.C.).
Currículum
del
PhD. Peter H. Duesberg.
Profesor de Biología Molecular y Celular, Universidad
de California, Berkeley, California.
Nacimiento: 2 de diciembre de 1936.
Madre: Hilde Saettele, médico.
Padre: Richard Duesberg, profesor de Medicina Interna.
Estudios:
- Universidad de Würzburg, Würzburg,
Alemania; Vordiplom (Química); 1956-1958.
- Universidad de Basel, Basel, Suiza; 1958-1959.
- Universidad de Munich, Munich, Alemania;
Diploma-1961 (Química); 1959-1961.
- Universidad de Frankfurt, Frankfurt, Alemania,
Doctorado-1963 (Química); 1961-1963.
Experiencia profesional y en investigación:
- Instituto Max Planck de Investigación
Vírica, Tübigen, Alemania; Estudios de Postdoctorado;
1963.
- Departamento de Biología Molecular
y Laboratorio de Virus; desde 1989, Departamento de Biología
Molecular y Celular, Universidad de California, Berkeley,
California; Ayudante de Investigación Vírica
y Estudios de Postdoctorado, 1964; Profesor Ayudante en
Residencia e Investigador de Bioquímica, 1968; Profesor
Ayudante, 1970; Profesor Asociado, 1971; Profesor, desde
1973 hasta la actualidad.
Méritos:
- Premio Merck 1969.
- Premio Anual de los Científicos
de California 1971.
- Primer Premio Anual del centro médico
Americano en oncología.
- Premio al Investigador Externo, institutos
nacionales de salud, 1986.
- Academia Nacional de Ciencias, elegido
en 1986.
- Fogarty Scholar Resident en el Instituto
Nacional de la Salud, Bethesda, MD, 1986-1987.
- Wissenschatspreis, Hanover, Alemania,
1988.
- Lichtfield Lecturer, Oxford, Inglaterra,
1988.
- C. J. Watson Lecturer, hospital Abbott
Northwestern, Mineapolis, 1990.
- Profesor distinguido, Universidad Norte
de Texas, Denton, Texas, 1992.
- Schaffer Alumni Lecturer, Universidad
de Tulane, Nueva Orleans, 1992.
- Constance Ledward Rollins Lecturer, Universidad
de New Hampshire, Durham NH, 15 de diciembre de 1992.
Bosquejo biográfico del Profesor Peter
H. Duesberg:
Peter H. Duesberg, PhD, es profesor de Biología
Molecular y Celular en la Universidad de California, Berkeley.
En 1968-1970 demostró que el virus de la gripe posee
un genoma segmentado. Esto explicaría su capacidad
única para formar recombinantes mediante intercambio
de segmentos subgenómicos. Aisló el primer gen
del cáncer durante su trabajo sobre retrovirus en 1970,
y realizó el mapa de la estructura genética
de estos virus. Esto, y su trabajo posterior en el mismo campo,
tuvo como consecuencia su elección para la Academia
Nacional de Ciencias en 1986. También recibió
una Beca para Investigadores Destacados de siete años
de duración del Instituto Nacional de Salud. En base
a su experiencia con los retrovirus, Duesberg ha puesto en
duda la hipótesis del virus y el SIDA en las páginas
de Cancer Research, The Lancet, Proceedings of the National
Academy of Sciencies, Journal of AIDS, AIDS Forschung, Biomed.
& Pharmacother., New Engl. J. Med., Naturwissenschaften,
Research in Immunology y Pharmacology & Therapeutics.
Ha propuesto como alternativa la hipótesis de que las
diversas enfermedades del SIDA están causadas por el
consumo de drogas y de AZT, que se receta para prevenir o
tratar el SIDA.
Contacto: Dr. Peter Duesberg. Departamento
de Biología Molecular y celular. 229 Stanley Hall.
Universidad de California. Berkeley, CA 94720. USA. Tel.:
510.643.64.55.
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