El
Sida * Vegetarianos *
Alternativa Natural *
Naturismo * Agro Ecología
* Salud Natural *
Productos Naturales
La unión hace la fuerza.
La formación del «Grupo Científico-Médico
Pro Replanteamiento del Sida» abre una puerta para aclarar
cuáles son las causas del síndrome y poder ofrecer
soluciones.
Barcelona/Lluís Botinas.-He aquí una buena
noticia para cualquier persona interesada en que se conozca
la verdad sobre el sida, se pueda acabar con esta pesadilla
y se ofrezcan tratamientos efectivos a quienes tengan alguna
de las 29 enfermedades cubiertas bajo dicha denominación.
Se ha constituido recientemente un reagrupamiento, a título
individual aunque algunos de sus componentes estén también
relacionados con asociaciones, de las personas que llevan más
años desarrollando en el Estado español una actividad
para aclarar cuáles son las verdaderas causas del sida
y poder ofrecer las soluciones consecuentes.
Nace así un punto de referencia para todos los profesionales
que, por su propia cuenta o a partir de conocer las informaciones
alternativas penosamente difundidas, se interrogan acerca de
la validez de las posiciones oficiales sobre el sida.
El texto de la constitución del Grupo es el siguiente:
Este Grupo, que pretende aglutinar a profesionales
de todas las áreas, se constituye en el Estado español
a iniciativa sobre todo de médicos, preocupados por:
- Los indicios de falta de objetividad en
las concepciones científicas vigentes sobre el sida.
Se viene ignorando desde hace años un importante cuerpo
de conocimiento que cuestiona la versión oficial.
- La ausencia de salidas terapéuticas
con una mínima base racional. El único recurso
terapéutico, los antivirales, no dejan de ser, en su
mayoría, quimioterápicos del cáncer,
cosa que a menudo no se tiene en cuenta. Son productos que
junto a su supuesta acción antiviral producen, entre
otros efectos tóxicos, inmunodepresión debido
a su toxicidad sobre la médula ósea.
Se considera que una buena hipótesis científica,
para que sea útil como instrumento de trabajo, debe poder
ser sometida siempre a examen. Además, debe poder explicar
los hechos, así como permitir formular predicciones mínimamente
correctas. En el caso de la hipótesis VIH=SIDA, debería
poder aclarar las distintas contradicciones existentes, así
como poder predecir de forma mínima la aparición
de las distintas y no relacionadas enfermedades de este peculiar
síndrome. Debería así mismo ser capaz de
prevenir y de curar. Nada de esto se cumple.
El Grupo Científico-Médico
que ahora se constituye apoya la declaración del «Grupo
para la Reevaluación Científica de la Hipótesis
VIH=SIDA» (Con sede en California, EEUU), realizada en julio
de 1992 en Amsterdam por una cuarentena de científicos.
Dicha declaración dice: «El público en general
cree que un retrovirus llamado VIH causa el grupo de enfermedades
llamado SIDA. Muchos científicos bioquímicos ponen
ahora en duda esta hipótesis. Proponemos que un grupo independiente
adecuado dirija una reevaluación rigurosa de la evidencia
que existe a favor y en contra de esta hipótesis. Además,
proponemos que se diseñen y lleven a cabo estudios epidemiológicos
críticos». A ella se han adherido posteriormente
varios cientos de investigadores de todo el mundo. Destacan los
Nóbeles Drs. Gilbert y Mullis y tres miembros de la Academia
Americana de Ciencias, los Drs. Duesberg y Rubin, retrovirólogos;
y Lang, matemático.
El Grupo Científico-Médico
cuenta con el asesoramiento directo de los científicos
agrupados en REGIMED (Research Group of Investigative Medicine),
con sede en Dortmund, Alemania.
El Grupo Científico-Médico:
- Colaborará en la difusión
de todos aquellos trabajos científicos y opiniones
que reflejen distintas visiones científicas sobre el
sida, siempre que estén debidamente documentados.
- Fomentará el debate científico
y el intercambio de opiniones sobre el sida, especialmente
en los ámbitos académicos y sanitario, sin excluir
otros.
- Impulsará todas aquellas medidas
e iniciativas prácticas, en todos los terrenos, que
contribuyan a la recuperación y mantenimiento de la
salud de las personas tenidas por infectadas o portadoras,
dentro de los principios de rigor científico, ética
médica y respeto a las personas.
El Grupo Científico-Médico es heterogéneo
en su composición, por lo que las opiniones de cualquiera
de sus miembros sobre los distintos aspectos concretos del problema
sida, en modo alguno tienen que reflejar las del resto.
______________________
Relación
de contactos.
Dado que el problema sida implica más vertientes que
la estrictamente sanitaria, llamamos a colaborar a profesionales
de todas las áreas: Biólogos, químicos,
farmacéuticos, psicólogos, abogados, sociólogos,
economistas, periodistas, etc. Esta es la relación inicial
de contactos:
- Andalucía: 956-281460. Dr. Trifón
Moreno.
- Catalunya: 93-3015858. Dr. Vicenç
Herrera y 93-3814195 Lluís Botinas (licenciado Económicas).
- Euskadi: 948-542150. Dr. Eneko Landáburu
y 94-4961821.
- Galicia: Dr. Manuel Garrido.
- Madrid: 91-3512111. Alfredo Embid,
coordinador de la revista «Medicina Holística».
- Valencia: 939-726396. Dr. Enric Costa.
Asociaciones críticas:
- A.M.C. (Asociación de Medicinas
Complementarias).
- C.O.B.R.A.
- Grupo Científico-Médico Pro Replanteamiento
del SIDA.
- Higea. Madrid, teléfono: 91-8461176,
fax: 91-8464216.
- Sumendi. Bilbao, teléfono y fax: 94-4100644.
Bibliografía:
- «AIDS: The Failure of Contemporary
Science», Neville Hodkingson, Fourth State, Londres, 1996.
- «Inventing the AIDS virus», Dr. Peter
Duesberg, Regnery, Washington, 1996.
- Hojas Informativas 1-10, C.O.B.R.A., 1996.
- Cuadernos DESMONTAR EL SIDA números 1,
2 y 3, C.O.B.R.A., 1995 y 1996.
- «SIDA: la duda», vídeo dirigido
por Djamel Tahi, emitido por el canal franco-alemán ARTE,
1996.
- Genética, volumen 95, n° 1-3, Dordrecht/Boston/London,
1995.
- Repensar el SIDA, A.M.C.
El Grupo por el Replanteamiento Científico
de la Hipótesis VIH=SIDA
Conocido en inglés como Rethinking AIDS (en el
pasado fue también denominado como Reappraising AIDS).
The Group for the Scientific Reappraisal of the HIV-AIDS Hypothesis
came into existence as a group of signatories of an open letter
to the scientific community. The letter (dated June 6, 1991) has
been submitted to the editors of Nature, Science,
The Lancet and The New England Journal of Medicine.
All have refused to publish it. In 1995 The Group was able
to get a letter published in Science(*).
To the editor:
It is widely believed by the general public that a retrovirus
called HIV causes the group diseases called AIDS. Many biochemical
scientists now question this hypothesis. We propose that a
thorough reappraisal of the existing evidence for and against
this hypothesis be conducted by a suitable independent group.
We further propose that critical epidemiological studies be
devised and undertaken.
Firmantes:
- Charles A. Thomas, Jr. Ph.D. (Mol. Biologist,
Pres. Helicon Fnd., San Diego, CA)
- Harvey Bialy, Ph.D. (Editor Bio/Technology,
New York, NY)
- Harry Rubin, D.V.M. (Prof. Cell Biology,
Univ. Cal. Berkeley, CA)
- Richard C. Strohman, Ph.D. (Prof. Cell Biology,
Univ. Cal. Berkeley, CA)
- Phillip E. Johnson (Prof. Law, Univ. Cal.
Berkeley, CA)
- Gordon J. Edlin, Ph.D. (Prof. Biochem. &
Physics, Univ. Hawaii, HI)
- Beverly E. Griffin, Ph.D. (Dir. Dept. Virology,
Royal Postgrad. Med. School, London, UK)
- Robert S. Root-Bernstein (Prof. Physiology,
Michigan State Univ., East Lansing, MI)
- Gordon Stewart, M.D. (Emeritus Prof. Public
Health, Epidemiologist, Isle of Wight, UK)
- Carlos Sonnenschein, M.D. (Tufts Univ., Medicine,
Boston, MA)
- Richard L. Pitter, Ph.D. (Dessert Research
Inst., Univ. Nevada System, Reno NV)
- Nathaniel S. Lehrman, M.D. (Psychiatrist,
Roslyn, NY)
- John Lauritsen (Author 'Poison by Prescription',
New York, NY)
- William Holub, Ph.D. (Biochemist, Live Sciences
Inst. New York, NY)
- Claudia Holub, Ph.D. (Biochemist, Live Sciences
Inst. New York, NY)
- Frank R. Buianouckas Ph.D. (Prof. Mathematics,
Cuny, Bronx, NY)
- Philip Rosen, Ph.D. (Prof. Physics, Univ.
Mass. Amherst, MA)
- Steven Jonas, M.D. (Prof. Preventive Medicine,
Suny Stony Brook, NY)
- Bernard K. Forscher, Ph.D (Ret. Editor Proc.
Nat. Acad. Sci., Santa Fe, NM)
- Kary B. Mullis, Ph.D. (Biochemist, PCR inventor,
Consultant, La Jolla, CA.)
- Jeffrey A. Fisher, M.D. (Pathologist, Mendham,
NJ)
- Hansueli Albonico, M.D. (General Practitioner,
Langnau, Switzerland)
- Robert Hoffman, Ph.D. (Prof. Dept. Pediatrics
Univ. Cal. Med. School, San Diego, CA)
- Timothy H. Hand, Ph.D. (Dept. Psychology,
Oglethorpe Univ. Atlanta, GA)
- Eleni Eleopulos, M.D. (Royal Perth Hospital,
Perth, West Australia)
- Robert W. Maver, F.S.A., M.A.A. (Dir. Research,
Mutual Benefit Life, Kansas City, MO)
- Ken N. Matsumura, M.D. (Chairman Alin Foundation
& Research Inst., Berkeley, CA.)
- David T. Berner, M.D. (Condon, MT)
- Theodor Wieland, Ph.D. (Max Planck Institut,
Heidelberg, Germany)
- Joan Shenton, M.A. (Meditel, London, UK)
- John Anthony Morris, Ph.D. (Biochemist, Bell
of Atari College Park, MD)
- Sungchul Ji, Ph.D. (Prof. Pharmacology &
Toxicology, Rutgers Univ., Piscataway, NJ)
En adición, otros 14 quienes agregaron
sus firmas en Julio 1991.
En Marzo de 1993, las siguientes
personas han agregado sus firmas:
- Vahagn Agbabian, D.O. (Pontiac, MI)
- Barry R. Alexavich (Cell Biologist, Bristol,
CT)
- David T. Berner, M.D. (Condon, MT)
- Shelly B. Blam, Ph.D. (Alameda, CA)
- Lawrence Bradford, Ph.D. (Benedictine College,
Atchison, KS)
- Carl Bradford, J.D. (San Diego, CA)
- Michael Callen (Author 'Surviving AIDS',
Hollywood, CA)
- Melinda Calleira (Pres. Amer. Ass. Science
& Public Policy, Los Angeles, CA)
- Hiram Caton, Ph.D. (Prof. App. Ethics,
Griffith Univ., Brisbane, Australia)
- Dennis Chaney, Ph.D. (Chaney Scientific
Inc. Burlingame, CA)
- Michelle Cochrane (Emeryville, CA)
- Hywel Davies, M.D. (Cardiologist, Pueblo
West, CO)
- Marlowe Dittlebrandt, M.D. (Portland, OR)
- Peter H. Duesberg, Ph.D. (Prof. Mol. Biology,
Univ. Cal. Berkeley, CA)
- Bryan J. Ellison (Author, Berkeley, CA)
- Michael Ellner (HEAL, New York, NY)
- Fabio Franchi, M.D. (Trieste, Italy)
- Trish Fahey (New York, NY)
- Celia Farber (Writer, New York, NY)
- Lawrence A. Falk, Jr., Ph.D. (Virologist
Abott Labs, Consultant NCI, Chicago, IL)
- James A. Fimea, Ph.D. (Laguna Beach, CA)
- Harry Flynn, (Author, Hollywood, CA)
- William L. Gardner, Ph.D. (Wellesley, MA)
- Arnold W. Giddens (Shingle Springs, CA)
- Robert Grabowski (Birminghan, MI)
- Martin Haas, Ph.D. (Dept. Biology Cancer
Center, Univ. Cal., San Diego, CA)
- Alfred Haessig, M.D. (Emeritus Prof. Immunolgy
Univ. Bern, Switzerland)
- Urs Haldimann (Editor, Swiss Ass. Science
Writers, Arisdorf, Switzerland)
- Neville Hodgkinson (Science Correspondent
The Sunday Times, London, UK)
- John Holmdahl, Ph.D. (Los Angeles, CA)
- Ross Horne (Montville, Queensland, Austalia)
- Heinrich Kremer, M.D. (Mueckenburg, Germany)
- Hans J. Kugler, Ph.D. (Editor Prev. Med.
Update, Redondo Beach, CA)
- Robert Laarhoven (S.A.A.O., Hilversum,
The Netherlands)
- Paul Lineback, M.S. (Eastern Oregon State
College)
- Henk Loman, Ph.D. (Prof. Biophysics, Free
Univ. Amsterdam, The Netherlands)
- Judith Lopez (San Francisco, CA)
- Maurizio Luca-Moretti, Ph.D. (InterAmerican
Medical Health Ass., Boca Raton, FL)
- William H. McIlhany, I.R.F. (Beverly Hills,
CA)
- Peter McKeever, L.L.B. (London, UK)
- Michael D. Mellgard (Los Angeles, CA)
- David Mertz (Dept. Philosophy, Univ. Massachusetts,
Amherst)
- Richard Mitchell, Ph.D. (Assoc. Prof. Sociology,
Oregon State Univ, Corvalus, OR)
- Joseph E. Morrow, Ph.D. (Cal. State Univ.
Sacramento, CA)
- Cindy Orser (Ast. Prof. Bacteriology, Univ.
Idaho, Moscow, ID)
- Hannes G. Pauli, M.D. (Former Director
Bern Univ. Med. Faculty, Bern, Switzerland)
- Paul Rabinow, Ph.D. (Prof. Dept. Anthropology
Univ. Cal., Berkeley, CA)
- Jon Rappoport (Author 'AIDS Inc.')
- Dennis D. Rathman (Staff Member Lincoln
Labs, Lexington, MA)
- Rodney M. Richards, Ph.D. (Amgen Inc.,
Thousand Oaks, CA)
- Judith Riesman, Ph.D. (Author, Arlington,
VA)
- Michael Ristow, Ph.D. (Bochum, Germany)
- Mel T. Roach (Avatar Research, Tuscon,
AZ)
- Gary Robertson (Broadbeach Waters, Queensland,
Australia)
- Frank Rothschild (Project Dir., Berkeley
Project on Bioscience & Society, CA)
- David F. Salehi, Ph.D. (Lake Dallas, TX)
- Caspar Schmidt, M.D. (Psychiatrist, New
York)
- Russell Schoch (Editor California Monthly,
Berkeley, CA)
- Frederic I. Scott, Jr. (Editor American
Clinical Laboratory, Baltimore, MD)
- Udo Schuklenk (Dept. Ethics, Monash Univ.,
Melbourne, Australia)
- Jeremy F. Selvey (Los Angeles, CA)
- David Shugar, Ph.D. (Prof. Biophysics,
Univ. Warsaw, Editor Pharmacol. Therap., Poland)
- Sonja Silva (Los Lunas, NM)
- Ernest G. Silver, Ph.D. (Radiation Biologist,
Oak Ridge, TN)
- Lockie M. Swengel (Del Mar, CA)
- Frederick Tobin, Ph.D. (Gorke, Australia)
- Jack True (Clayton, GA)
- La Trombetta (Burzynski Research Inst.,
Houston, TX)
- Friedrich Ulmer, Ph.D. (Prof. Math. &
Stat., Bergische Univ., Wuppertal, Germany)
- Michael Verney-Elliot (Meditel, London,
UK)
- Darrell G. Wells, Ph.D. (Emeritus Prof.
Plant Sciences, Brookings, SD)
- Wai Yeung, M.D. (Orinda, CA)
En Septiembre de 993, las siguientes personas
adhirieron:
- Jeanette S. Abel M.D. (Portland, OR)
- Jad Adams, M.A. (Author 'AIDS; The HIV
Myth,' London, UK)
- Patricia Akeman, R.N. (Goleta, CA)
- John B. Andelin, M.D. (Mercy Hospital,
Williston, ND)
- Mark Anderson, D.C. (Orlando, FL)
- James C. Baker, Ph.D. (Santa Rosa, CA)
- Andrew A. Benson, Ph.D. (La Jolla, CA)
- Richard M.A. Berger, DDS (Berkeley, CA)
- Robert W. Birge, Ph.D. (Berkeley, CA)
- John S. Blankfort, DDS (San Francisco,
CA)
- Dorothy L. Bosworth, Ph.D. (Carlsbad, CA)
- Tucker Brawner, DPM (Savannah, GA)
- Brian E. Briggs, M.D. (Minot, ND)
- Douglas W. Brown, M.D. (Portland, ME)
- John B. Burgin, DDS (Crowley, LA)
- Susan E. Caliri, DDS (Berkeley, CA)
- Ivor Catt, M.A. (St. Albans, UK)
- Asit K. Chakraborty, Ph.D. (Omaha, NE)
- Jack G. Chamberlain, Ph.D. (Berkeley, CA)
- Colleen Cook, R.N. (Wilmington, DE)
- Daniel J. Corson, MFA (Seattle, WA)
- J. Mark Cox, DDS (Midland, TX)
- Etienne De Harven, M.D. (St. Cezaire sur
Siagne, France)
- Richard W. DeLisle D.C. (Leominster, MA)
- James DeMeo Ph.D. (El Cerrito, CA)
- Thomas A. Dorman, M.D. (San Luis Obispo,
CA)
- Mohammad Entezampour, Ph.D. (Dept. Biology
Univ. North Texas, Denton, TX)
- Rafael Escribano, Ph.D. (Dept. Span.&
Port. Univ. Cal. Riverside, TX)
- Sami E. Fathalla, M.D., Ph.D. (Damman,
Saudi Arabia)
- Richard A. Fisher (Inter. Acad. Oral Med.
& Toxicol., Annandale, VA)
- Scott D. Flamm, M.D. (San Francisco, CA)
- Michael R. Fox Ph.D. (Richland, WA)
- Donato Fumarola, M.D. (Inst. Microbiolia
Medica, Bari, Italy)
- Charles L. Geshekter, Ph.D. (Dept. History,
Cal. State Univ, Chico, CA)
- Todd Gestaldo, D.C. (Sunnyvale, CA)
- Edward S. Golub, Ph.D. (Pacific Center
for Ethics & App. Biol., Solana Beach, CA)
- John Hardie, BDS (Dept. Dentistry Vancouver
General Hospital, British Columbia, Canada)
- Robert J. Henderson, D.C. (Locust Valley,
NY)
- Charles A. Hill, M.D. (Houston, TX)
- Charles Hoff, Ph.D. (Univ. South. Alabama,
AL)
- Mark E. Jarmel, D.C. (Santa Monica, CA)
- Anne Marie Jeay, Ph.D. (Univ. Nancy II,
France)
- Jens Jerndal M.D. (Lanzarote, Spain)
- Donald J. Johnson, DDS (Coeur d'Alene,
ID)
- William H. Jordan Jr, Ph.D. (Culver City,
CA)
- Dennis G. Kinnane, DOM (Torrence, CA)
- Claus Kohnlein, M.D. (Kiel, Germany)
- Stefan T.J. Lanka, Ph.D. (Radolfzell, Germany)
- Barry A. Liebling, Ph.D. (New York, NY)
- Michel Lobrot, Ph.D. (Univ. Paris VIII,
Les Lilas, France)
- Howard C. Mel, Ph.D. (Berkeley, CA)
- Th. H.L. Michiels, M.D. (Vinkeveen, The
Netherlands)
- James W. Miller, M.D. (San Leandro, CA)
- R. Munck, M.D. (Ceret, France)
- Cindy Nelson, M.A. (San Francisco, CA)
- Raymond W. Novaco, M.D. (Prof. Psychology
& Soc. Behavior, Univ. Cal., Irvine, CA)
- Sam Okware, M.D. (Ministry of Health, Entebbe,
Uganda)
- David J. Orman, M.Sc. (San Diego, CA)
- George N. Pasto, M.D. (Portland, OR)
- M. Dennis Paul, MscM (Amherst, NH)
- Jack Perrine, Ph.D. (Pasadena, CA)
- John L. Philp, M.D., MPH (Stockton, CA)
- Peter W. Plumley, FSA (Chicago, IL)
- Ronald F. Price, Ph.D. (La Trobe Univ.,
Bundoora, Victoria, Australia)
- David W. Rasnick, Ph.D. (Alameda, CA)
- Richard A. Ratner, M.D. (Bethesda, MD)
- Rogers Reddings, Ph.D. (Univ. North Texas,
Denton, TX)
- Stephen J. Repitor, DPM (Oak Park, MI)
- Douglas Roise, M.D. (St. Joseph's Hospital,
Dickenson, ND)
- Steven Roman, Ph.D. (San Diego, CA)
- Cristobal A.P. Sandoval, M.D. (Cuba)
- Alex Santoro, M.A. (Kansas City, MO)
- George Sarant, M.D. (Bronx, NY)
- David R. Schryer, Ph.D. (Hampton, VA)
- C. Grier Sellers, C.A. (Seattle, WA)
- James T. Shepherd, M.D. (Port Arthur, TX)
- John G. Shiber, Ph.D. (Univ. Kentucky,
Prestonberg, KY)
- Irving P. Silberman, O.D. (Hyde Park, NY)
- Tony Smith, CAGS (New York, NY)
- James P. Snyder, Ph.D. (Glenview, IL)
- James K. Stack, LLD (San Francisco, CA)
- Mark S. Stanley, Ph.D. (Dept. Biol. Sciences,
Univ. North Texas, Denton, TX)
- Ralph R. Stephens, LMT (Cedar Rapids, IA)
- Joe Thomas, Ph.D. (ICMR-WHO Proj. on AIDS,
Calcutta, India)
- Richard A. Tuscher, D.O. (Portland, OR)
- Jean van Camp, M.A. (New Martinsville,
WV)
- Raul Vergini, M.D. (Predappio, Italy)
- James H. Warner, LLD (Rohersville, MD)
- Edward J. Wawszkiewicz, Ph.D. (Chicago,
IL)
- Johathan C. Wells, Ph.D. (Fairfield, CA)
- Adrian M. Wenner, Ph.D. (Dept. Biol. Sciences,
Univ. Cal., Santa Barbara, CA)
- Manfred Wetter, Ph.D. (Copperbelt Univ.,
Kitwe, Zambia)
- Derek A. Wolfe, DBM (North Devon, UK)
- L.B. Work, M.D. (Monterey, CA)
- Hung-His Wu, Ph.D. (Dept. Math. Univ. Cal.,
Berkeley, CA)
- James Wu, M.D. (Foster City, CA)
- Stanley J. Zyskowski, Ph.D. (Farmington
Hills, MI)
- Chr. Anti-Com. Crusade (Long Beach, CA)
- Mark Alampi (Project AIDS Inter., Los Angeles,
CA)
- W.H. Beauman (Chicago, IL)
- Tom Bethell (Washington, DC)
- Darren S. Billings (Portland, ME)
- Lloyd Billingsley (San Diego, CA)
- David Black (New York, NY)
- Paul N. Borland (Coal Point, New South
Wales, Australia)
- Douglas Bowes (Sarasota, FL)
- James Boyle (Alvin, TX)
- Harvey Braun (Bloomsfield, MI)
- Ernie Brown (Albuquerque, NM)
- Elizabeth Burbank (Seattle, WA)
- Peter J. Buxtun (San Francisco, CA)
- Colleen Y. Campbell (King City, CA)
- Eric R. Carle (New York, NY)
- David Carponter (Continuum, London, UK)
- Dagmar Carstensen (Washington, DC)
- Wm. J. Carter (Tucker, GA)
- John M. Chaplick (Haverhill, MA)
- Fred A. Cline, Jr. (San Francisco, CA)
- Annemarie Colbin (New York, NY)
- Patrick A. Cooke (Dept. Biology, Univ.
North Texas, Denton, TX)
- Paul Coombs (Everette, WA)
- Bryan J. Coyle (Woodacre, CA)
- Timothy Cwiek (Philadelphia, PA)
- Pascal DeBock (London, UK)
- Douglas J. Didrick (Los Angeles, CA)
- Tom DiFerdinando (New York, NY)
- John P. Doyle (Philadelphia, PA)
- Gil Egger (Geneva, Switzerland)
- Alfredo Embid (Madrid, Spain)
- Todd Erickson (Vancouver, British Columbia,
Canada)
- Carl Etterman (Hamtramck, MI)
- Carlos E. Fonseca (Sao Paulo, Brazil)
- Robert Friedman (Queens, NY)
- Arnold W. Giddens (Shingle Springs, CA)
- Cliff Kali Goodman (New York, NY)
- Kathy Goss (San Francisco, CA)
- James A. Grisanzio (Waltham, MA)
- William I. Grosky (Southfield, MI)
- Bob Guccione, Jr. (Editor Spin Magazine,
New York, NY)
- Judy Hagbery (Prineville, OR)
- Tino Harikipoulo (Paris, France)
- Philip Harris (New York, NY)
- Byron R. Hartenstine (Muncy, PA)
- Ann Marie Heffner (Los Angeles, CA)
- Jane Heimlich (Cincinnatti, OH)
- Richard Henriques (London, UK)
- Ron & Linda Hiebert (Apo, AE)
- Hippocrates Health Centre (Gold Coast,
Queensland, Australia)
- James P. Hogan (Pensacola, FL)
- William T. Holmes (San Diego, CA)
- Chase Hooks (Irving, TX)
- Joe Horton (Foresthill, CA)
- Carroll L. Hoyt (Escondido, CA)
- Vic Humeniuk (Monterey, TN)
- I.U.A.A. (Dortmund, Germany)
- Thomas Izzo (Union City, NY)
- Brian Jacobs (Ft. Lauderdale, FL)
- Allen L. Jogerst (Kalamazoo, MI)
- Christine Johnson (Venice, CA)
- Douglas B. Johnson (East Lansing, MI)
- Edna Ileana Johnson (Albuquerque, NM)
- Creton Kalfoglou (Vienna, Austria)
- Preston J. Kauffman (Pasadena, CA)
- Tim Keller (New York, NY)
- Vladimir L. Koliadin (Kharkov, Ukraine)
- Al Korostynski (Northhampton, MA)
- Daniela Kotev (Lakewood, CA)
- Edward Kowalczyk (Arlington Heights, IL)
- Philippe Krynen (Kagera, Tanzania)
- Sylvestre Kupczak (Paris, France)
- Thomas Kursar (New York, NY)
- Ilse Lass (Berlin, Germany)
- Richard A. Laune (Olathe, KS)
- Lisbeth Lauritzen (Brighton, MA)
- Fernando Levy (Oakland, CA)
- Judith Lopez (San Francisco, CA)
- Dariusz Lakaszynski (Univ. Lund, Sweden)
- Clemmer Mayhew III (Delray Beach, FL)
- Raoul Mazzoni (Reseda, CA)
- Mark McClenaghan (New Westminster, British
Columbia, Canada)
- Mark McNeil (Cincinnati, OH)
- Nina Menkes (West Hollywood, CA)
- Ronald E. Milligan (Westminster, CA)
- Fritz H. Mishler (Willamina, OR)
- Clark Molstad (Cal. State Univ., San Bernardino,
CA)
- Byron Morgan (Lake Arrowhead, CA)
- Christopher Morrill (San Anselmo, CA)
- Ted Morrison (Park Forest, IL)
- Linda L. Muri (Sudsbury, MA)
- Leah Neal (Austin, TX)
- James W. Nugent (Laguna Beach, CA)
- Jean-Paul Ouelette (Daly City, CA)
- Gerard Pollender (Sherbrook, Quebec, Canada)
- Gordon Punt (Cotati, CA)
- Pamela M. Quinn (Hamel, MN)
- E.A. Racette (New Brunswick, NJ)
- Molly Ratcliffe (London, UK)
- Karen Reedstrom (Roayl Oak, MI)
- Hildegard B. Richter (Sao Paulo, Brazil)
- Dick Rider (San Diego, CA)
- Gary Robertson (Arundel Crest, Queensland,
Australia)
- G. Seven Rose (Boston, MA)
- Pece Salvatore (Bari, Italy)
- Cornell Scanlan (Sunnyvale, CA)
- Edward Scanlon (Kansas City, MO)
- Kawi Schneider (Berlin, Germany)
- Michelle B. Shwartz (Oakland, CA)
- Doug Scott (Sacramento, CA)
- James M. Scutero (New York, NY)
- Jean Seely (Roseville, MI)
- John Shaloub (Lyndhurst, NJ)
- Thomas S. Serrill (St. Gabriel, LA)
- Michael D. Sliva (Dallas, TX)
- E. David Smith (Berkeley, CA)
- Toren Smith (San Francisco, CA)
- Herb Snyder (Lake Shore, MN)
- Jeremy Stagg (Warragul, Victoria, Australia)
- Erich Steeg (Daly City, CA)
- Danny Stout (Los Angeles, CA)
- Nathan Stout (Yountville, CA)
- Terrance Leon Sullivan (Los Angeles, CA)
- Hubert O. Teer, Jr. (Durham, NC)
- Hames Thompson (Dowling, MI)
- Charles Thorstenberg (Norman, OK)
- Ralph Torello (Richardson, TX)
- John R. Totter (Oak Ridge, TN)
- James Trabulse (San Francisco, CA)
- Marianne Ueberschar (Downsview, Onatrio,
Canada)
- Yahshua Walls (Cincinnati, OH)
- Anita Weissberg (San Francisco, CA)
- Lois Wells (Brookings, SD)
- Jody Wells (Continuum, London, UK)
- John S. Wiggins (Los Angeles, CA)
- Paul R. Zappala (New York, NY)
- Mark Zimmerman (Boston, MA)
- Marvin R. Kitzerow Jr. (Chicago, IL)
- George Milowe, M.D. (Malden, MA)
- John Voll (Los Angeles, CA)
Muchos otros han seguido ....
El Grupo tiene un Panel de Directores:
Board of Directors of the Group for the Scientific Reappraisal
of the HIV-AIDS Hypothesis:
Roberto
A. Giraldo (President) MD, Infectious Disease Specialist;
New York City
http://www.rethinkingaids.com/BoardMembers
email:
mailto:giraldo@rethinkingaids.com
Paul Philpott (Editor) MS, Mech. Engineering; Detroit
email: mailto:paul@rethinkingaids.com
David
Rasnick PhD, Chemistry; BS Biology; Visiting Scientist;
UC-Berkeley
email: rasnick@rethinkingaids.com
Charles
A. Thomas, Jr. PhD, Biochemistry; Prof. (ret.) Med.,
Harvard, San Diego
email: charliethomas@rethinkingaids.com
Harvey
Bialy PhD, Biology; Editor-at-Large, Nature Bio/Technology,
1996-2000; Mexico
email: bialy@rethinkingaids.com
Celia
Farber, Writer, Gear Magazine; New York City
email: mailto:celia@rethinkingaids.com
Russell
Schoch, Editor, California Monthly; Berkeley
email: mailto:russ@rethinkingaids.com
Tom
Bethell, Washington (DC) Correspondent of The American
Spectator
email: bethell@rethinkingaids.com
Charles
Geshekter PhD, African History; Prof., Cal. State
Univ.; Chico, CA
email: mailto:charles@rethinkingaids.com
Gordon
Stewart MD, PhD; Public Health, Epidemiology; Prof.
(emeritus, ret.), Glasgow Univ
email:.gordon@rethinkingaids.com
Peter
H. Duesberg PhD, Biology; Nat'l Acad. Sciences; Prof.,
UC-Berkeley
email: duesberg@rethinkingaids.com
Mark
Craddock PhD, Mathematics; Lecturer, Univ. of Sydney
email:mailto:craddock@rethinkingaids.com
John
Lauritsen, Market Researcher/Analyst (ret.); Author;
Journalist, Cape Cod, MA
email: lauritsen@rethinkingaids.com
Christine
Maggiore, Founder and Director, Alive & Well AIDS
Alternatives
email: christine@rethinkingaids.com
(*) La siguiente carta fue publicada en Science
(17 Feb. 1995, vol.267 pp.945-946):
In 1991, we, the Group for the Scientific Reappraisal
of the HIV/AIDS Hypothesis, became dissatisfied with the
state of the evidence that the human immunodeficiency
virus (HIV) did, in fact, cause AIDS.
Specifically, we have proposed that researchers independent
of the HIV establishment should audit the Centers for
Disease Control's records of AIDS cases, bearing in mind
that the correlation of HIV with AIDS, upon which the
case for HIV causation rests, is itself an artefact of
the definition of AIDS. Since 1985, exactly the same diseases
or conditions have been defined as "AIDS" when antibodies
are present, and as "non-AIDS" when HIV and antibodies
are absent. Independent professional groups such as the
Society of Actuaries should be invited to nominate members
for an independent commission to investigate the following
question: How frequently do AIDS-defining diseases (or
low T cell counts) occur in the absence of HIV? Until
we have a definition of AIDS that is independent of HIV,
the supposed correlation of HIV and AIDS is mere tautology.
Other independent researchers should examine the validity
of the so-called "AIDS tests," especially when these tests
are used in Africa and Southern Asia, to see if they reliably
record the presence of antibodies, let alone live and
replicating virus.
The bottom line is this: the skeptics are eager to see
the results of independent scientific testing. Those who
uphold the HIV "party line" have so far refused. We object.
Eleen Baumann
Tom Bethell
Harvey Bialy
Peter H. Duesberg
Celia Farber
Charles L. Geshekter
Phillip E. Johnson
Robert W. Maver
Russell Schoch
Gordon T. Stewart
Richard C. Strohman
Charles A. Thomas Jr.
For the Group for the Scientific Reappraisal of
the HIV/AIDS Hypothesis.
NOTA
DE PRENSA. MEDICINA OFICIAL
5 DE FEBRERO DE 2001
VIH
Los
Institutos Nacionales de la
Salud
presentan unas nuevas
directrices
contra el sida
AGENCIAS
| ELMUNDOSALUD.COM
Chicago
.- Los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de EEUU han presentado
hoy unas nuevas directivas para tratar la infección provocada
por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En las directivas
prevén, fundamentalmente, retrasar el inicio de la terapia
hasta la última etapa de la evolución de la infección.
Según
las recomendaciones publicadas al margen de la VIII
Conferencia anual sobre retrovirus e infecciones oportunistas
, que se celebra estos días en Chicago, el tratamiento
no debería comenzar si la tasa de los linfocitos CD4\020
o T del sistema de defensa inmune no ha descendido en la sangre
hasta 350 por milímetro cúbico. Previamente, se
aconseja comenzar la terapia con una tasa de 500 por milímetro
cúbico.
Por otra
parte, para los pacientes infectados cuya tasa de linfocitos CD4+020
es superior a 350 por milímetro cúbico, debe iniciarse
un tratamiento si la tasa de VIH en el plasma es de 30.000 copias
por mililitro con los test de ARN. Antes, el límite era
de 10.000 copias por mml.
Resistencias
a los fármacos
Las
nuevas medidas propuestas se basan en las opiniones de cientos
de expertos para prevenir el desarrollo de eesistencias a los
fármacos y los efectos secundarios de la medicación.
Estas
directivas tienen en cuenta que no todavía no se tienen
los datos que se necesitan para hacer recomendaciones definitivas
sobre el mejor momento para comenzar el tratamiento, según
ha afirmado uno de los autores del informe, el doctor John Bartlett,
de la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore (Maryland).
Asimismo,
«alientan un enfoque individualizado» para iniciar
la terapia, al mismo tiempo que «intentan suministrar
una orientación», ha dicho. Las nuevas directivas
incorporan dos nuevos tratamientos muy recomendados: el inhibidor
de proteasis Kaletra, una fórmula que reúne el
ritonavir y el lopinavir, y la combinación ritonavir
- indinavir.
Por
último, el informe destina un capítulo importante
al seguimiento del tratamiento. En este sentido, el doctor Bartlett
recuerda que es necesaria una «asiduidad extraordinaria
a los medicamentos antivirales para mantener el control de la
replicación del VIH».
Las
directivas pueden obtenerse en la dirección de Internet
www.hivatis.org
.
El SIDA y el perro que no mordió.
Phillip E. Johnson.
Catedrático de leyes en la Universidad de Berkeley. Califonia.
Traducción: Francisco Javier Manero Vargas.
Philip E. Johnson es uno de los firmantes de «Rethinking Aids».
Hemos traducido en el número 33-34 un trabajo suyo anteriormente.
Contacto: Philip E. Johnson. School of Law (Boalt Hall) Berkeley,
California. 94720-2499. Fax: 510. 643-6171. Teléfono: 510.
642-5370. USA.
Artículo publicado en el número 36 de la revista «Medicina
Holística». Edita: Asociación
de Medicinas Complementarias (A.M.C.).
Otra conferencia internacional del SIDA fue mantenida
en Marruecos en Diciembre, atendida como es habitual por cientos
de expertos científicos así por líderes gubernamentales.
El mensaje que se proclamó allí fue transmitido
ampliamente por los medios de comunicación americanos:
las infecciones por VIH, en África, alcanzaban a más
de 1.500.000 personas, en 1993, y ahora totalizan 10.000.000;
podría haber tantos como 1.750.000 de africanos padeciendo
el SIDA, aunque tan sólo se han reportado realmente 264.000
casos; las mujeres y los jóvenes tienen particularmente
riesgo de infección. Por todo ello, África necesita
transfusiones masivas de ayuda externa para afrontar esta terrible
pandemia.
Los americanos que siguen las noticias han
oído demasiado acerca de la pandemia del Síndrome
de Inmunodeficincia Adquirida, que se dice está barriendo
África y Asia. Expertos de la Organización Mundial
de la Salud dicen que, para final de siglo, el Virus de Inmunodeficiencia
Humana condenará a una muerte lenta al menos a 40 millones
de personas en todo el mundo. Tales estadísticas han sido
ampliamente divulgadas y no contestadas, hasta el extremo que
algunas personas creen que ciertas regiones de África están
frente a la despoblación.
En la otra mano, pocos americanos conocen
que hay una controversia centrada en Londres en la que algunos
observadores han puesto en cuestión no sólo la extensión,
sino incluso la existencia de una epidemia de SIDA en África.
El 3 de octubre de 1993, el Sunday Times
de Londres incluía una larga historia acerca de África,
de su reportero científico, Neville Hodgkinson, titulada
«La plaga que nunca fue». La historia fue una de varias
en las que Hodgkinson y el Sunday Times han cambiado la creencia
convencional sobre el SIDA.
Las principales fuentes de Hodgkinson fueron
Phillipe y Eveline Krynen, que encabezan una organización
médica de socorro de 230 empleados en la región
de Kagera, en Tanzania, quienes informaron, por primera vez, en
1989, del SIDA en África. Han estado enseñando en
Europa que se podría ver una vasta espidemia de SIDA en
Kagera y, desde su llegada, la evidencia en principio parecía
confirmar sus espectativas. Los Krynens realizaron un informe
ilustrado que ayudó a establecer el cuadro internacional
del SIDA en África. El informe describía niños
huérfanos del SIDA dejados al cuidado de los abuelos; un
equipo de fútbol destrozado por la enfermedad; ancianos
sentados solos con sus muertes; cruces negras pintadas en las
entradas de los hogares atacados por el SIDA. Parecía como
si la peste negra de la Edad Media hubiera vuelto.
El informe de los Krynens fue influyente,
tanto en Europa como en America, al dibujar el cuadro de una epidemia
mortal fuera de control. Por ejemplo, cuando el Washington Post
publicó una importante historia, en marzo de 1992, acerca
de la envergadura del SIDA africano, escribía que el continente
estaba soportando desastre de salud pública de enormes
magnitudes» y describía Kagera, en particular, como
«una de la áreas más duramente afectadas del
mundo». El Post citaba a Phillipe Krynen diciendo que «sería
mejor si hubiéramos sufrido un terremoto», porque
el SIDA tenía un efecto más devastador, afectando
al grupo más productivo (adultos y jóvenes), que
tienden a ser activos sexualmente.
Tras cuatro años de experiencia en
el tratamiento de pacientes africanos, sin embargo, los Krynens
han repudiado sus primeras impresiones y ahora dicen que no
hay plaga de SIDA en Kagera. Cerca del 13,5% de la población
local registró positivo en los tests estandarizados para
los anticuerpos del VIH, aunque los Krynens creen que muchas
cosas, además del VIH, pueden causar un resultado positivo
del test. Se dan las mismas enfermedades en personas que testan
negativos y en aquellas que testan positivos y los miembros de
ambos grupos responden igualmente al tratamiento. El testimonio
de los Krynens implica, por tanto, no simplemente que la extensión
del SIDA africano ha sido exagerada, sino que el virus culpado
de la causación de la no-epidemia es inocente.
Philipe Krynen declaró en el Sunday
Times: «No hay SIDA. Es algo que ha sido inventado. No
hay bases epidemiológicas para ello. No existe para
nosotros». Informa que los supuestos huérfanos del
SIDA» no son nada de eso, sino niños abandonados
o dejados con sus abuelos por padres que se mudan. Los responsables
oficiales atribuyen al SIDA muertes por todo tipo de causas porque
ello maximiza la entrada de ayuda exterior.
Hasta ahora, el Washington Post no ha hecho
eco del cambio de opinión de los Krynens. El New York Times
rompió, sin embargo, el silencio, informando brevemente
de la agitación que las historias del Sunday Times habían
creado en Inglaterra. Nature, la más prestigiosa revista
científica británica, estaba indignada de que un
periódico pudiera cambiar tan directamente el contundente
peso de la opinión científica y oficial. Su editor,
John Maddox, hizo votos de que en lo sucesivo su revista vigilaría
la «desequilibrada» cobertura del Sunday Times sobre
el tema del SIDA y, presumiblemente, refutar las falsedades de
Hodkingson. Esto puede no resultar sencillo. El principal objeto
del establishment científico británico contra el
Sunday Times es con mucho un estudio no publicado, desvelado por
el prestigioso Medical Research Council en una conferencia de
prensa, en junio de 1993. El estudio del MRC dice que los campesinos
de Uganda que testan VIH-positivo tienen una tasa de muerte mucho
mayor que el resto de la población. Esto puede sonar impresionante,
pero Hodgkinson estaba en la conferencia de prensa y preguntó
si los campesinos estaban muriendo de SIDA. La respuesta fue algo
semejante a «no exactamente». De hecho, de 64 muertes
utilizadas por el MCR para probar la existencia de una epidemia,
sólo 5 fueron diagnosticadas como causadas por SIDA.
Si éste fuera como otros temas, la
prensa habría dirigido algunas duras preguntas al establishment
investigador que pretende haber probado la existencia de una vasta
pandemia de SIDA por el anuncio de la existencia de un estudio
no publicado, documentando muertes por causas distintas al SIDA.
Cuando se trata del SIDA, sin embargo, la mayoría de los
reporteros relegan las declaraciones oficiales del escepticismo
a la excentricidad. El New York Times contaba la historia como
si fuera una comedia sobre «la tradición británica
del periodismo partidista». Otro periódico de Londres,
el Independent, pregonó el estudio del MRC como una «evidencia
concluyente» de que la versión oficial de la pandemia
africana de SIDA era cierta.
Sin embargo, esta reacción no fue
universal. Un ensayo cuidadosamente equilibrado de Simon Jenkins
en el Times, un diario londinense que es editorialmente independiente
del Sunday Times, otorgaba muchos más puntos a los disidentes
que al establishment.
Jenckins criticaba al Sunday Times por «ir
más allá del exceso», respondiendo al editorial
de Nature con un titular sensacionalista proclamando «Por
qué no seremos silenciados». Jenkins tambiñen
notó, sin embargo, que no se había probado una conexión
causal entre el VIH y el SIDA, que los casos británicos
de SIDA han sido, con diferencia, mucho menores de los predichos
y mayormente confinados a los homosexuales y adictos a las drogas
y que, actualmente, «el eslabón entre el VIH y
el SIDA esá, como mínimo, siendo más ampliamente
cuestionado». Piensa que el menosprecio hacia el
principal de los escépticos americanos, el Dr. Peter
H. Duesberg, implica una negación del método
científico y que el Sunday Times hacía lo correcto
al otorgar espacio para estos argumentos. Jenkins concluía
que es posible que las inmensas sumas asignadas a la investigación
del SIDA hayan creado un «profesionalismo de la corrupción
monetaria».
El Guardián, un diario liberal, fue
directo al corazón político de la cuestión.
Mientras reconocía que el Sunday Times ha provocado «un
debate necesario». El reportero de El Guardián
expresó recelos sobre publicitar el hecho indiscutible
de que el SIDA no se ha extendido entre la población heterosexual
y en los no consumidores de drogas, como fue predicho hace unos
pocos años. Hodgkinson realmente había escrito que
«el síndrome ha permanecido en gran parte confinado
a los «desaventajados socialmente», tales como homosexuales,
consumidores de drogas, los pobres y personas de bajo nivel de
instrucción». Como resultado, dice El Guardián,
«los críticos acusan al artículo de revivir
la visión de que el SIDA no afecta a heterosexuales normales
con tipos de vida higiénicos, lo que reabre el camino para
estigmatizar a aquellos que padecen la enfermedad».
Esta visión revivida puede ser políticamente
incorrecta, pero es también precisamente la que concluyó
el autorizado U.S. National Research Council, en un informe de
1992, titulado «El impacto social del SIDA» en los
Estados Unidos. El NRC observó que «la convergencia
de evidencias muestra que la epidemia del VIH/SIDA está
colonizando grupos espaciados y socialmente aislados y, posiblemente,
convirtiéndose en endémica dentro de ellos. Los
eruditos autores se lamentaban de cómo el público
en general podía ser inducido a proporcionar vastos recursos
para combatir un síndrome que afecta sólo a grupos
socialmente marginados en ciertas localidades.
No hay motivo de ansiedad, por tanto, a
este respecto. Las organizaciones americanas del SIDA se enfrentaron
al cambio continuado, proclamando que «todos estamos en
riesgo», remitiéndose a las cuestionables estadísticas
de África para fomentar la impresión de que el SIDA
constituye un riesgo importante y creciente para las vidas de
los heterosexuales que no consumen drogas.
En el famoso cuento de Sherlock Holmes,
Silver Blaze, el perro que debía estar guardando el establo
no hizo ningún ruido la noche en que el caballo fue robado.
El perro que no ladró, en el cuento del SIDA, son los medios
de comunicación americanos.
El programa de la BBC, Day One, ha cambiado
la teoría del VIH y del SIDA y del uso del controvertido
medicamento AZT y ha habido ocasionales páginas de apertura
o cierre con disidentes que cambiaban uno u otro aspecto de la
posición oficial, pero las noticias de los principales
diarios y televisión casi siempre han tomado como un hecho
las consideraciones ofrecidas por los representantes de los Centros
de Control de la Enfermedad federales y los Institutos Nacionales
de la Salud. Hay un agudo contraste entre el modo crédulo
en que los medios cubren a esas agencias biomédicas y el
escepticismo que han aprendido a mostrar hacia las declaraciones
del Pentágono o de la Casa Blanca.
Hasta cierto punto, no es sorprendente.
Una cohorte de eminentes científicos ha dicho a los reporteros
que cubren la historia del SIDA que no hay absolutamente ninguna
duda de que el mundo está amenazado por una plaga catastrófica
de SIDA, causada por el VIH, y que cuestionar este hecho es tan
racional como pensar que la Tierra es plana.
Mas aún, las autoridades dicen a
los medios que gran parte del público quiere creer que
el SIDA es una «plaga gay» o, de alguna forma, que
no pone en peligro a la clase media heterosexual que no sea adicta
a las drogas. Parecen pensar los oficiales que para prevenir a
estos probables escapistas de culpabilizar y discriminar a las
víctimas del SIDA e impedir una situación catastrófica
que pusiera peor las cosas, el público debe ser advertido
constantemente de que el SIDA le puede afectar a cualquiera. Si
la plaga heterosexual predicha no se ha materializado realmente
en su plazo, no tendría sentido mantenerla con nosotros
mucho tiempo, especialmente si bajamos la guardia. Después
de todo, ¡miren lo que está pasando en África!,
lo que me lleva de nuevo al punto original. ¿Qué
pasa realmente en África? y ¿por qué los
medios de comunicación americanos no están intentando
realmente averiguarlo?.
Los medios de comunicación tienen
la obligación de ser responsables, sin duda, pero su primera
responsabilidad es contar al público lo que está
sucediendo realmente y relegar las declaraciones oficiales a un
saludable escepticismo. Los investigadores del SIDA son completamente
honestos y dedicados, pero también lo eran los oficiales
militares que hicieron aseveraciones incorrectas sobre la situación
política y militar del Vietnam. Los reporteros atacaron
fuertemente a los generales, informando sobre sus dudas acerca
de las pretensiones oficiales sobre recuentos de cuerpos y medidas
de seguridad, y quizás dichos informes contribuyeron a
disminuir el apoyo a la guerra, pero las dudas se forman al estar
bien fundadas. Pocos dirían ahora que los medios de comunicación
deberían haber ocultado la verdad.
Que los disidentes del SIDA estén
comenzando a tener audiencia en los medios de comunicación,
al menos en Gran Bretaña, resulta directamente de los contratiempos
científicos que está encontrando la investigación
del SIDA. Cuando el descubrimiento del «VIH, el virus que
causa el SIDA», fue anunciado por los oficiales de la administración
Reagan y por Robert Gallo, hace casi una década, los científicos
asumieron que pronto podrían aprender cómo el virus
dañaba el sistema inmune humano y cómo prevenir
o curar el daño. Si esta promesa se hubiera cumplido, no
habría escépticos del SIDA hoy. Despues de diez
años y billones de dólares, sin embargo, los científicos
todavía no saben cómo el VIH causa el SIDA y no
hay una respuesta a la vista.
En una ocasión, Gallo aseguró
que el VIH destruye el sistema inmunológico atacando directamente
y destruyendo sus cruciales células T. La evidencia de
ésto es difícil de encontrar, especialmente desde
que se sabe que el VIH infecta sólo una fracción
de las células, que se supone va a matar. Como resultado,
Gallo y otros investigadores están especulando sobre varios
mecanismos indirectos de causación, incluyendo la posibilidad
de que el VIH pueda de alguna forma estimular el sistema inmunológico
para destruirse a sí mismo.
En una conferencia, en verano de 1993, Gallo
sugirió que el VIH puede ser capaz de causar SIDA incluso
después de que el virus desapareciera del cuerpo. En sus
palabras, «el mimetismo molecular por el que el VIH imita
a los componentes del sistema inmunitario establece una cadena
que es capaz de proceder incluso en la ausencia del virus completo».
Si se puede testar y establecer tal mecanismo,
podría ser uno de los mayores triunfos de la medicina.
En la otra mano, cuando las teorías se mantienen complicándose
sin aproximarse a la solución, puede ser un signo de que
algo no funciona en la aproximación global.
Maddox, de Nature, expone muy bien el tema
básico. En su editorial, atacando el Sunday Times, Maddox
predijo que el periódico podría no estar afectado
por su criticismo al principio, «pero podría ser
otra cuestión cuando se conzca más de la patogénesis
del SIDA en personas infectadas con VIH. Lo que puede no estar
muy lejos. ¿Qué hará entonces el Sunday Times?».
Si los científicos del SIDA prueban
la teoría del VIH y preparan el terreno para una vacuna
o cura encontrando el mecanismo, tendrán de hecho buenas
razones para congratularse mutuamente y los disidentes serán
desacreditados. Pero no es ésta la única posibilidad.
Quizás, el fracaso en encontrar el mecanismo persistirá
año tras año y los millones de muertes de SIDA predichos
no se materializarán. ¿Qué harán entonces
los reporteros y editores que ignoraron los signos de advertencia?.
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