LOS EGGUNS:
Los
muertos
(ikús)
o espíritus que nos
rodean
(egguns)
deben de estar
atendidos y conformes, por lo cual se les respeta tanto como a los SANTOS (orishas).
La reverencia a los antepasados es uno de los pilares de las religiones
africanas.
En
la religión Yorubá el muerto pare
al santo (ikú lobi ocha) y antes de
invocar y pedir permiso (moyugbar) y
saludar a los orishas hay que invocar a los muertos. Esto se debe a que todos
los orishas fueron seres vivos originalmente como los santos católicos y después
de muertos se les da el titulo de santo por la vida que supieron llevar aquí en
la tierra, tal es el caso del orisha Changó que fue cuarto rey de Oyó (ile
Ife) la actual Nigeria.
Los
Egguns comen antes que Elegguá y separados de los orishas. En determinadas
ceremonias se les ofrenda una vela (ataná), coco
(obi) en nueve pedacitos que
es la marca de el muerto, agua fresca (omi
tutu), aguardiente
(otí), café
(omi
bona), tabaco
(achá), pimienta de guinea
(ataré), y se utiliza la cascarilla
(efún). Esta ofrenda se sitúa en el piso fuera de la casa o en un vertedero o
caño interior de no existir patio y se dispone dentro de un círculo o rectángulo
(atena) dibujado con cascarilla en cuyo interior se
dibujan signos y firmas.
La
ceremonia se inicia con la moyugba correspondiente y la declaración del sentido
de la ofrenda. Esto se puede realizar mientras se les brinda coco fresco a los
muertos lo cual se hace en pequeños pedazos que se tiran hacia el interior de
la figura trazada en el piso diciendo
alfaba iku, alafaba ano.............
Esta ofrenda es obligatoria cuando se va a sacrificar un animal de dos o cuatro
patas.
Al
terminar se preguntará a los egguns o egun si recibieron la ofrenda, si dan su
conformidad y hacia donde se llevan los residuos. Esto se hará con cuatro
pedazos de coco fresco según las reglas para la lectura del coco y uno de
testigo por si se rompe alguno de los pedazos que se tiran y se hace de espalda
al eggun.
Otros
religiosos plantean que los muertos no deben comer en el interior de las casas
por lo que su comida se les servirá en el patio y lejos de la vivienda. A los
muertos se les puede ofrecer agua, pan, bebida, tabaco y alimentos cocinados sin
sal lo cual puede ser la comida que prefería el difunto si la ofrenda es para
un muerto determinado. Todo esto se sitúa en un plato roto y se encenderá una
vela; al día siguiente se hace la moyugba y se pregunta mediante los cocos el
que camino coje la comida,
esto
puede ser en la manigua o monte (nigue),
en la basura (ikún), en una loma (ilé
oké), en el río (ilé oshún),
y asi sucesivamente.
Los
presentes en estas ceremonias con los muertos deben ser marcados con una cruz de
cascarilla en la frente como protección. Las flores constituyen una ofrenda que
algunos oficiantes (olochas) emplean
debido a la escencia que es un fluido espiritual explicito en el oddun irete
juanjuan.
Cuando
el alma de un difunto, a pesar de estar bien atendido, ofrece su presencia
continuamente, Oyá-Yansa (dueña y portera del
cementerio) ordena que se haga
una hoguera en el patio porque el fuego asusta a los muertos y los aleja aunque
no los quema.
En
el espiritismo o parte espiritual el tratamiento que se le brinda a los espíritus
es distinto, varía de acuerdo a que sea espiritismo puro o influido por
Ocha, el Palo, u otra religión.
En
algunos casos los espíritus se atienden con una bóveda espiritual que se montan
más o menos compleja según lo requiera el cuadro espiritual de la persona. En
una de las copas de agua que conforman la bóveda se colocará un crucifijo. Un
espiritista será quien determine la conformación definitiva de la bóveda y la
podrá abrir en una sesión espiritual que se realizará en el lugar.
La
bóveda espiritual contribuye a fortalecer a los guías y protectores de la
persona, que pueden ser conocidos o no y entre los cuales se incluyen sus
familiares muertos. Cuando un creyente desconoce su cuadro espiritual puede
invocar a sus protecciones con nombres temporalmente asignados hasta investigar.
Una atención a los espíritus está constituida por el vaso o copa de
agua o "asistencia" que se les dedica. En estos vasos no se deben
colocar flores aunque algunos olochas lo hacen.
En
el espiritismo más puro, la ceremonia de invocación se hace mediante oraciones
y cantos. Son muy utilizadas las oraciones al Angel de la Guardia, a los guías
y protectores según los preceptos Cardecianos.
En
el espiritismo practicado en Ocha se utiliza el vaso de agua, el agua bendita,
perfume, velas, flores y determinadas hierbas para despojos. También se puede
emplear la cascarilla como filtro protector así como el tabaco y el aguardiente
según los gustos del muerto.
En
algunas sesiones espirituales a las personas que se les incorporan entidades
espirituales se les llama instrumentos o caballos, o sea, pasan o montan
muertos, piden tabaco y aguardiente al ser poseídas los cuales habrá de
tenerse a mano. En el campo espiritual también se emplean la misa espiritual y
la misa católica en la iglesia. Ambas formas se emplean para darle luz a los
muertos y elevarlos.
Si
hay daño por un muerto oscuro o uno enviado desde un "caldero de palos o
mayombe”, este debe ser eliminado primero en su aspecto espiritual mediante
recogimientos, despojos, pasar el muerto, misas, etc. y después hacer el
rompimiento en el campo material con ebbos, purificaciones, baños y paraldos.
La relación entre el espiritismo y la religión Yorubá y lucumi es muy estrecha porque sin
la atención a los muertos nada sale bien pues el muerto
es primero.
“Maferefún
egguns"