Fue entonces que Dmendo Boteli  empezó a ser reconocido como pianista. Sus amigos, alúmnos formales del Conservatorio Nacional de Música, no sólo aplaudían sus capacidades sino también la impresionante facilidad del entonces joven pianista, para memorizar e interpretar piezas que requerían de técnica avanzada para ser ejecutadas. A razón de los comentarios y alientos que recibía por parte de los músicos que gentilmente fueron para él compañía y amistad en esos años, fue que continuó sus estudios de técnica pianística por sí mismo durante varios años más. No fue hasta 1994 que estando en la ciudad de Monterrey (donde vivío durante casi un año) en un Stainway & Sons propiedad del ex-gobernador de Monterrey Gilberto Cantú (q.e.p.d.) quien fuera su suegro en ese entonces, descubrió que podía memorizar perfectamente melodías de su propia inventiva e inició ahí mismo sus primeros trabajos de composición.

En virtud de esta nueva capacidad, solicitó el apoyo de algunos profesores de la Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey en Obispado, sin embargo, lo único que obtuvo por parte de estos profesores, fueron negativas y rechazo a sus trabajos, situación que jamás mermó en la autoestima del compositor quien continuó, a pesar del fracaso, componiendo y escribiendo sus obras en hojas pautadas que él mismo diseñaba o adquiría en tiendas musicales. Cabe aquí mencionar que fue su maestro
Jaime García Grandados Lasquetty, quien le enseñará las primeras nociones de notación musical y matemáticas indispensables en la métrica y empleo de las mismas.

Poco después y a raíz del enorme éxito que inusitadamente empezaba a tener Dmendo Boteli como pianista ejecutante, inició su relación personal con grandes maestros de talla internacional como: Jorge Federico Osorio, Jorge Demecke, J. Demus, Mario Sandoval, Hector García de León, Margarita de la Mora, Julio Cesar Oliva y otros. Estas relaciones incrementaron sus capacidades técnicas y consiguió ejecutar obras de concierto de niveles importantes, y obviamente, sus alcances como compositor se incrementaban en la medida que Dmendo Boteli  se hacía un músico más notable.

Fue en 1995 que solicitó ingresar a la Escuela Superior de Música de Bellas Ártes en la colonia Coyoacán junto con otros 80 postulantes a la Licenciatura en Composición. El profesor y maestro Hector García de León,  después de examinarlo para ingresar a la Licenciatura , recomendó ampliamente al director del plantel que se aceptara a este alúmno a pesar de que ya Dmendo Boteli  contaba con más edad de la permitida para ingresar a esta Licenciatura. Y unos días después, con resultados notables en sus otros exámenes, Dmendo Boteli  formaba parte de los alúmnos de la Licenciatura en Composición de la Escuela Superior de Música de Bellas Ártes.

A pesar del gran esfuerzo por permanecer en la Institución, Dmendo Boteli tuvo que abandonar sus estudios oficiales (no sin antes ser colocado en un grado muy avanzado de la carrera por sus dotes, capacidades, conocimientos y talentos) para dedicarse con más ahínco a trabajar en actividades comerciales que lo sostenían económicamente.

En 1998 viajó a la ciudad de Cancún donde permaneció por más de dos años consecutivos y dentro de las actividades más importantes ejercidas ahí, estuvo la docencia. Por medio de relaciones personales con la más alta sociedad de Cancún, Dmendo Boteli logró conquistar los favores económicos de la Sra. María del Carmén Sanchez Fernandes, esposa del Sr. Francisco Córdoba Lira, socio de los parques Xel-Ha y Garrafón. A través de estas personas, se construyó un Centro Cultural denominado: Plaza Árte Cancún donde Dmendo Boteli  fue empresario y maestro de un centenar de alúmnos de edades tan diversas como sus culturas.

A mediados del año 2000 Dmendo Boteli es invitado a la ciudad de Santiago de Chile para desarrollar un proyecto de Centros Culturales como Plaza Árte y regresa a la Ciudad de México para despedirse de su familia. Sin embargo, debido al tiempo pasado en Cancún y tomando en consideración que no había venido de visita a la Ciudad de México, decide quedarse en el Distrito Federal e inicía una empresa importante que proveyó de ropa y accesorios para Dama y Caballero a las más importantes tiendas de la República Mexicana.

Es así que Dmendo Boteli continua en el interior de la  República Mexicana y sus trabajos de composición no sólo se han desarrollado con él, sino también sus capacidades como maestro, padre y amigo. Hoy día continúa dando clases de piano a alúmnos particulares y a dar clases sobre íconos musicales en diversas instituciones. Dentro de sus planes futuros a mediano plazo, está el iniciar el proceso de titulación y titularse como Licenciado en Musicología aplicada a la Composición. También es muy probable que continue dando conciertos y recitales en la Salas privadas y resto de la República.

Se presentò en la Sala Heitor Villalobos en Sao Paolo Brasil tocando obras inèditas y planea aparecer en Venezuela, Panamà, Buenos Aires y Santiago de Chile, no solo como compositor, sino como parte del comitè de un Evento Internacional. Estuvo en Ensenada Baja California a finales del 2004.

No es necesario decir que Dmendo Boteli  honra a nuestro país con su importante aportación cultural, sino también con sus experiencias, pues muchas cosas qué decir acerca de este notable compositor, no cabrían en cientos de páginas como esta.