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- LA ARQUITECTURA EGIPCIA.
SU
EVOLUCIÓN DESDE EL IMPERIO
ANTIGUO
HASTA EL IMPERIO NUEVO.
por SOFÍA
SÁEZ
INTRODUCCIÓN
A LA ARQUITECTURA.
La
arquitectura egipcia es, en el contexto de la historia general de la humanidad,
uno de los ciclos arquitectónicos más largos y con menos influencias exteriores;
tanto es así que durante los casi treinta siglos de su trayectoria histórica,
apenas se registran en ella cambios de importancia. Esto se debió a dos hechos
fundamentales: uno, de índole geográfica (Egipto, - por su situación estratégica
- se mantuvo excluido de las influenciass exteriores, comerciales, culturales y
religiosas, que se desarrollaron en los pueblos alrededor del Mar Mediterráneo).
El otro, de carácter religioso y social: la religión en Egipto tampoco tuvo
cambios significativos a los largo de esos tres milenios y su rigidez condicionó
la vida de su pueblo. El objetivo básico fue garantizar la vida en el más allá,
circunstancia de la que se derivó
una doble consecuencia arquitectónica: la primera sería la obsesiva
preocupación mostrada por las clases privilegiadas en garantizar la preservación
del cuerpo humano y de los objetos que deberían acompañarlo en su viaje hacia el
más allá, y la segunda, la práctica ausencia de edificios rituales o destinados
a la liturgia colectiva.
TIPOLOGÍAS
SIMBÓLICAS.
En
el Antiguo Egipto se desarrollaron dos de las tipologías relativas a la
arquitectura pública para honrar al dirigente (edilicias). Éstas son las
pirámides y las salas hipóstilas que, a pesar de ser muy diferentes, comparten
una serie de características sustanciales que contribuyen a la identificación de
este singular repertorio arquitectónico : una ,la capacidad expresiva de ambos
tipos, unida a un elevado nivel de abstracción (especialmente en la pirámide),
forma pura en su elemental geometría , otra su escasa entidad arquitectónica .La
manifestación de tales características se traduce :
*
EN LA PIRÁMIDE, por la ausencia casi absoluta de espacio interior, limitado a
una caverna de muy pequeñas dimensiones, excavada en el interior de la
gigantesca masa edificada; y destinada sólo a contener el cuerpo del difunto
junto con los objetos y enseres que debían acompañarlo en su viaje al más allá.
*
EN LAS SALAS HIPÓSTILAS, su fin era tener un espacio para albergar el misterio,
prácticamente prohibido al acceso de los fieles, y los innumerables soportes
estructurales que irrumpen en el interior, restan entidad arquitectónica a estas
salas.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
LA
PIRÁMIDE COMO ARQUITECTURA FUNERARIA MONUMENTAL.
LA
PIRÁMIDE EGIPCIA.
El
primer aspecto que hay que destacar en las pirámides egipcias, son sus colosales
dimensiones.
La
monumentalidad de las pirámides de Giza resulta asombrosa no sólo por su
gigantesco tamaño, sino también por la forma en que están construidas, por los
materiales utilizados, etc. Resulta espectacular cómo están distribuidas las
cámaras en los interiores, sobre todo en la de Keops, que es la que posee
mayores dimensiones, y además los revestimientos exteriores en piedra pulida,
muy diferentes a la apariencia rústica que presentan en la
actualidad.
Para
los medios humanos, tecnológicos y arquitectónicos de la época, las pirámides
son, sin duda, manifestaciones artísticas monumentales. Ellas son construcciones
de carácter funerario, y las de Giza, sin duda su ejemplo más representativo,
constituyen el estadio más perfecto de una evolución histórica madurada
lentamente con el transcurso de los siglos.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
LA
CONSTRUCCIÓN DE LAS PIRÁMIDES.
La
construcción de las pirámides fue todo un reto para los egipcios; sin embargo,
los arquitectos lograron resolverlo mediante tecnologías y recursos muy
primarios, propios de una cultura que disponía de un repertorio muy reducido de
herramientas, siendo la dificultad mayor elevar los grandes bloques de piedra
hasta alturas superiores a los 100 metros.
EL
LUGAR.
Las
pirámides debían levantarse siempre en la orilla occidental del Nilo, dado que
este era el territorio de los difuntos, en una zona ligeramente elevada próxima
a la orilla, para facilitar el transporte de los materiales por el río.
Construida
la plataforma de asentamiento, se procedía a la medición de los lados de la base
y a su orientación exacta, labor en la que con toda probabilidad participaban
representantes de las castas sacerdotales y, tal vez, el propio
soberano.
LOS
MATERIALES.
Se
utilizaban dos tipos diferentes de materiales: para el núcleo de la
construcción, piedras extraídas de canteras próximas al lugar elegido; y para la
realización de elementos singulares, como los revestimientos exteriores, las
cámaras interiores, etc., piedras de mayor calidad, procedentes en algunos
casos, de canteras muy lejanas.
EL
PROCESO CONSTRUCTIVO.
El
transporte de los materiales, desde la orilla del río, hasta la base de la
construcción, se realizaba mediante técnicas muy primitivas; haciéndolo tal vez
por medio de rodillos que se desplazaban sobre pistas
empedradas.
Los
bloques de piedra eran cuidadosamente tallados y desbastados dado que se exigía
una gran calidad de acabado.
La
elevación de los bloques y las cubiertas se resolvía por medio de una rampa
perpendicular a una de las caras de
la pirámide que se estaba construyendo.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
EL
COMPLEJO DE ZOSER, LA PRIMER PIRÁMIDE.
El
complejo funerario del rey Zoser (quien gobernó en la III dinastía, 2690 - 2670
a.C.), se encuentra en Saqqara y representa el primer intento de expresar en
conjunto las tradiciones arquitectónicas y rituales que provienen del Alto y del
Bajo Egipto. Lo construyó el arquitecto - médico - sacerdote Imhotep, luego
divinizado.
Al
complejo lo rodea una larga muralla de 10 m de altura, que presenta entrantes y
salientes continuamente en todo su recorrido; definiendo un recinto de planta en
forma de rectángulo, que mide 540 x 278 m, orientado con gran precisión en
dirección norte - sur. Sin duda, es la construcción arquitectónica en piedra
labrada más antigua del mundo.
En
el centro del conjunto se sitúa la monumental tumba del rey en forma de una gran
pirámide escalonada que está rodeada por capillas, edificios de culto y patios
procesionales de piedra. Es éste un escenario creado para perpetuar eternamente
el culto al rey como mediador entre el mundo humano y el divino: es, por lo
tanto, una representación de lo que era el Egipto Antiguo y su
sociedad.
El
complejo consta de: a) un muro perimetral o muralla, b) una entrada, c) una
tumba o sepultura sur, d) la pirámide escalonada, e) un patio de ceremonias, f)
una "Casa sur", g) una "Casa norte", h) un templo, i) un Altar, j) un gran
patio, k) el recinto del complejo, y por último l) la cámara funeraria que se
encuentra dentro de la pirámide.
LA
GRAN PIRÁMIDE DEL REY ZOSER.
La
pirámide escalonada situada en el centro del recinto es panteón y palacio real
para el más allá; y a su vez, su forma escalonada constituye una representación
de la sociedad egipcia con el rey en la cúspide, la corte, los funcionarios, la
administración del Estado, los artesanos y los habitantes del
país.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
EL
GRAN CONJUNTO DE GIZA: KHEOPS, KHEFRÉN Y MICERINO.
Este
conjunto arquitectónico representa en su construcción la estética, la
monumentalidad, la técnica constructiva y el rito funerario, así como también
los avances científicos logrados, sobre todo en matemáticas y
astronomía.
Estas
tres pirámides resistieron el paso del tiempo, y son sin duda, la imagen misma
del Egipto faraónico.
LA
GRAN PIRÁMIDE DE KHEOPS.
El
faraón Kheops (IV dinastía, 2604 - 2581) fue hijo y sucesor del faraón Snofru
(IV dinastía, 2639 - 2604). Kheops mandó construir esta colosal pirámide, para
lo cual, probablemente fue necesaria la mano de obra de todo Egipto, tardándose
casi 20 años para terminarla. Fue saqueada hace ya mucho
tiempo.
El
significado de esta pirámide tiene una estrecha relación con las creencias
religiosas y la vida después de la muerte: el faraón ascendía por la pirámide
hacia el cielo para juntarse con el sol, el principio de la vida para los más
antiguos.
La
pirámide por dentro consta de: a) un pasaje interno, b) la gran galería, c) el
sitio donde se encuentra la segunda cámara sepulcral, d) el lugar donde se
encontraba el sarcófago, e) un pasaje de acceso a la tumba, f) un pasadizo
secreto, g) diferentes pasajes internos y h) un ingreso a la fachada norte de la
pirámide.
Las
pequeñas pirámides que se encuentran cerca de la misma eran para las esposas del
faraón, y las otras tumbas, para el resto de la
familia.
EL
CONJUNTO DE KHEFRÉN: LA GRAN PIRÁMIDE Y LA ESFINGE.
El
faraón Khefrén (IV dinastía, 2572 - 2546) fue uno de los hijos menores de
Kheops. Tras la muerte repentina de su hermano, asumió el reinado de Egipto, y
por su condición de faraón tuvo derecho a ordenar inmediatamente que se
comenzase a construir su pirámide. Ésta se construyó con todos los elementos
característicos:
EL
TEMPLO DEL VALLE: tiene una entrada de dos puertas con una esfinge a cada lado;
un vestíbulo de forma rectangular desde donde nace un corredor que lleva al
templo; y el templo en forma de T invertida, con soportes de base cuadrada sin
decoración y estatuas del rey adosadas a los muros.
CAMINO
ASCENDENTE: sus dimensiones son de medio kilómetro de largo y cuatro metros y
medio de ancho.
TEMPLO
DE LA PIRÁMIDE: posee una entrada, un vestíbulo, dos salas hipóstilas (con
columnas), un patio porticado, y dependencias
privadas.
PIRÁMIDE:
con esta construcción, Kefrén quiso competir con su padre, erigiendo una
pirámide más grande. Para conseguirlo, la ubicó en un lugar más elevado, y le
dio una mayor pendiente a sus lados, aún así no consiguió su propósito. En su
interior, sólo se construyó una cámara funeraria muy amplia con techo a dos
aguas.
ESFINGE:
se sitúa al lado del Templo Bajo, y su nombre árabe Abu el - Haul (padre del
terror) anticipa su aspecto feroz y monumental. Esta maravillosa construcción
lleva la cara del faraón y el cuerpo de un león.
LA
PIRÁMIDE DE MICERINO.
El
faraón Micerino (IV dinastía, 2539 - 2511) ordenó construir una pequeña pirámide
situada al sudoeste de la gran pirámide de Keops; es la menor de las tres
pirámides.
Posee
dos cámaras funerarias subterráneas, y su exterior se realizó con piedras de
puna y granito.
Parece
ser que en algún momento se realizó una ampliación de la misma; y por lo tanto
su aspecto actual es diferente al que tenía cuando la construyeron. En sus
orígenes estaba acompañada por dos templos y un camino ascendente, y por tres
pequeñas pirámides que no llegaron a terminarse. Su importancia también es por
el hallazgo de numerosas estatuas del monarca y de las
divinidades.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
LOS
TEMPLOS: MONUMENTOS ETERNOS QUE
DIERON
LUGAR A LA RENOVACIÓN ARQUITECTÓNICA.
Sabemos
poco de la arquitectura en el Imperio Medio, de la que tan contados ejemplos has
sobrevivido. En el Imperio Nuevo, se abandonó la utilización de las pirámides
para luego comenzar a ocultar las sepulturas en el interior de grandes montañas.
Fue así, que los templos dedicados a las divinidades llegaron a su máximo
esplendor.
LA
ÉPOCA DE LA EXPANSIÓN.
Cuando
el faraón Ahmosis (XVIII dinastía), expulsa a los Hicsos de Egipto, se empieza a
hablar de un nuevo imperio, el Imperio Nuevo. A partir de éste momento, Egipto
comenzó a tener contacto con otras civilizaciones del exterior, incrementándose
las relaciones con los países asiáticos y sobre todo, con la región de Nubia,
rica en tierras y minerales. Esta expansión afectó de manera importante a la
producción artística de la zona. En éste momento, la mano de obra no sólo
procedía de Egipto, sino también del exterior. La sociedad mejoró su calidad de
vida, y con ella, diversos ámbitos como la arquitectura, entre
otros.
Los
faraones daban gracias a los dioses por sus victorias, dedicándoles numerosos
templos, ya que al hacerlo su autoridad sobre el pueblo aumentaba.
DIOSES
Y TEMPLOS.
Las
construcciones arquitectónicas más importantes de este período se dieron dentro
del ámbito religioso, en los templos dedicados a la divinidad. Éstos se situaban
en la orilla oriental del Nilo y, al lado, se edificaba un pequeño templo para
albergar las "barcas divinas". El camino que estaba flanqueado por esfinges, y
que unía este pequeño templo con el templo en sí, se llama dromos. Se accedía a
través del pilón después del cual se encontraba un patio (generalmente porticado
con columnas). Las salas más importantes eran: la sala hipóstila, la sala de la
barca, y el sanctasanctórum
(capilla con la imagen divina). A medida que se iba penetrando en las salas del
templo la luz iba disminuyendo debido a que cuanto más privada y sagrada fuese
la sala, el espacio debía ser cada vez más reducido y casi oscuro. Al fundarse un templo se realizaban
diferentes celebraciones rituales. Primero, se organizaba una procesión en
compañía del dios, faraón y sacerdotes hacia el lugar donde se erigía el templo.
Por la noche, se marcaba con una cuerda tensada el perímetro del terreno
excavando la tierra y llenándola con tierra blanca (símbolo de pureza).
Finalmente, se sacrificaban animales, de los cuales sus restos se enterraban con
arena blanca junto a algún amuleto o recordatorio.
En
esta época, dos fueron los templos más importantes: Luxor (que fue construido
por Amenofis III, y después continuado por Tutmosis III y Ramsés II, XVIII
dinastía. Estaba dedicado a la "Tríada de Tebas" formada por Amón, Mut y Khonsu)
y Karnak (construida por diversos monarcas).
EL
VALLE DE LOS REYES.
Tebas
fue la capital del Imperio Nuevo. En consecuencia, fue necesario buscar algún
lugar cercano, en la orilla occidental del Nilo, para situar las sepulturas de
los monarcas y que éstas estuvieran protegidas de los numerosos profanadores.
Así surgió el Valle de los Reyes.
Tutmosis
I fue el primero en separar la tumba del templo funerario y erigir su morada en
el nuevo valle. Las tumbas se encuentran en el interior de la montaña y sus
entradas estaban disimuladas con bloques de piedra que arrancaban desde el
suelo, simulando un desprendimiento. Las entradas conducían, a través de largos
pasillos, a lujosas cámaras que poseían pinturas y relieves. Pese a ello, las
tumbas son poco importantes desde el punto de vista
arquitectónico.
Esta
necrópolis alberga a reyes de las XVIII, XIX y XX dinastías. En total se
encuentran cincuenta y ocho hipogeos repartidos entre dos zonas, siendo la tumba
de Seti I la más compleja ordenación arquitectónica.
EL
VALLE DE LAS REINAS.
Situado
en la cordillera de la meseta libia, es un lugar más accesible que el Valle de
los Reyes. Fue el lugar preferido para la sepultura de las reinas, princesas y
príncipes de las XIX y XX dinastías. Hasta la actualidad se han localizado
noventa y ocho tumbas, aunque su estado de conservación es muy inferior a las
del Valle de los Reyes.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
LOS
TEMPLOS DE KARNAK.
Se
trata de uno de los conjuntos arqueológicos más extensos y complejos del Antiguo
Egipto, en el que se combinan diferentes edificaciones desarrolladas durante un
largo período.
RECINTOS.
En
el complejo de Karnak existen tres recintos amurallados, construidos con
ladrillo crudo. El recinto de Amón es el de mayor dimensión (trescientos mil
metros cuadrados).
En
el centro de cada uno de los tres recintos básicos se eleva el templo principal.
Junto a él se encuentra el lago sagrado destinado a las celebraciones
religiosas.
Los
tres templos principales están dedicados a Montu, Amón y Mut, y los secundarios
a Khonsu, Ptah e Ipet.
Existe
una característica común a los tres recintos: todos ellos no fueron obra de un
único soberano; hasta la época romana todos los faraones quisieron dejar su
huella construyendo de nuevo, reformando o inscribiendo el nombre sobre los
muros preexistentes.
EL
RECINTO DE AMÓN.
En
el conjunto del dominio de Amón - Ra está presente un recinto amurallado en
forma trapezoidal, que proviene quizás de la XXX dinastía, en el que se abren
unas nueve puertas de las cuales hay dos que responden a los dos ejes básicos de
la estructura de los edificios principales.
La
puerta más importante era la que se abría en la pared occidental, flanqueada por
dos grandes pilones, a la que se accedía desde el Nilo, a través de una avenida
de esfinges.
La
segunda de las puertas más destacadas del recinto era la situada en la muralla
meridional, que se comunicaba con la avenida que enlazaba con el dominio de
Mut.
En
el ángulo sudeste se situaba el lago sagrado, que era un estanque rectangular de
grandes dimensiones, flanqueado por los almacenes destinados a las ofrendas y
los talleres de preparación de cerveza y cocción del
pan.
ARQUITECTURA
FUNERARIA MONUMENTAL.
LOS
TEMPLOS DE MENTUHOTEP Y
HATSHEPSUT
EN DEIR EL BAHARI.
Los
grandes complejos de los soberanos Mentuhotep y Hatshepsut, levantados en Deir
el - Bahari (Tebas), constituyen un caso excepcional en la arquitectura.
Aunque
con casi 600 años de distancia en el tiempo, el complejo construido por
indicaciones de la soberana intenta reproducir el modelo de su lejano
antecesor.
EL
TEMPLO DE MENTUHOTEP.
Mentuhotep
(XI dinastía, alrededor del año 2040 a.C.). Hacia el 2040 a.C. fundó el Imperio
Medio al conquistar el norte y reunificar Egipto. Durante su reinado de 51 años,
construyó su propio complejo funerario presentando éste una nueva manera de
arquitectura que caracteriza al Imperio Medio, que se explica en los nuevos
ritos litúrgicos y la utilización de los recursos formales
anteriores.
Este
templo se podría definir como una mezcla de elementos extraídos de los hipogeos
y de las tumbas piramidales.
LA
ARQUITECTURA DEL COMPLEJO FUNERARIO.
Se
construyó en tres niveles diferentes. El nivel inferior era de planta cuadrada y
contenía la sala hipóstila y un patio de pilares. Ambas estancias poseían en el
centro una rampa que conducía al segundo nivel o cuerpo superior que era el
verdadero templo de culto. Éste estaba flanqueado por patios de columnas en tres
de sus lados (sudeste, noroeste y sudoeste).
INTERIOR
DEL MONUMENTO.
Un
largo corredor subterráneo de 150 metros de longitud conducía a una cámara en la
que se encontraban depositados un sarcófago de madera y, junto a él, la estatua
de un soberano con la vestimenta blanca (propia del Jubileo) el rostro y las
manos de color negro y la corona roja, signos de la realeza del Bajo Egipto. En
esta misma cámara estaban dispuestos en riguroso orden una serie de recipientes
con diversas ofrendas.
Bajo
esta cámara se encontraba un pozo de 30 metros de profundidad, comunicado a una
segunda estancia, que poseía recipientes con ofrendas; luego, un segundo pozo
(de menores dimensiones), que contenía un pequeño cofre de madera dedicado a
Mentuhotep.
EL
TEMPLO DE HATSHEPSUT.
Hatshepsut
fue la primer mujer faraona que existió en el Antiguo Egipto. Soberana de la
XVIII dinastía, 1479 - 1458 a.C., fue hija de Tutmosis I, y esposa de su medio
hermano Tutmosis II. Gobernó primero junto a él, y luego en sustitución de su
hijastro (en realidad sobrino), Tutmosis III debido a que aún era un niño.
Hatshepsut gobernó Egipto hasta su muerte.
Ordenó
construir su templo en Deir el Bahari, e hizo levantar dos obeliscos en
Karnak.
El
templo fue construido por su arquitecto de confianza: Senmut, que realizó un
conjunto que destaca por la simetría de las proporciones y por su gran
integración en el medio físico
El
templo estaba consagrado al dios supremo Amón, pero algunas partes estaban
dedicadas a Hathor (diosa del cielo y del amor), Anubis (dios de los muertos y
de la momificación), y Ra (dios sol). Además, en él no sólo se le rendía culto a
Hatshepsut, sino también a sus padres.
LA
ARQUITECTURA DEL COMPLEJO FUNERARIO.
El
primer nivel del templo estaba constituido por el patio, al cual se llegaba por
una avenida flanqueada por esfinges que nacía en el Valle del Nilo. Éste
consistía en un gran espacio abierto con dos posibles esfinges, dos estanques
en forma de T y una serie de
árboles. Del centro nacía una rampa que conducía al segundo nivel, y que dividía
en dos partes un pórtico de pilares. Este nuevo nivel era de planta cuadrada y
repetía la característica del vestíbulo porticado. Éste conducía a dos grandes
salas; la más importante consagrada era la del nacimiento divino de Hatshepsut.
Ambas son importantes por los relieves que presentan y por tener la finalidad de
alabar la figura de la reina por ser hija de Amón y la creadora de grandes redes
comerciales. A los lados de estas dos grandes habitaciones construyeron el
santuario de Hathor y la capilla de Anubis. En el tercer nivel, se encontraba el
edificio de culto de la reina: la sala hipóstila, la sala de las estatuas, el
santuario y la capilla funeraria.
ARQUITECTURA
CIVIL.
LA
CIUDAD EGIPCIA: ARQUITECTURA CIVIL.
De
este ámbito han quedado pocas muestras arqueológicas, y quizá, por este motivo
su desconocimiento por la población actual es mayor.
URBANISMO.
Los
restos arqueológicos hallados de esta arquitectura residencial son muy escasos
debido a que en las construcciones se utilizaron materiales muy baratos y de
baja calidad como el lodo secado al sol (extraído de las orillas del Nilo). A
diferencia de las construcciones funerarias, estas viviendas no eran concebidas
como moradas eternas, y por lo tanto, no eran necesarios materiales resistentes;
además, dichas construcciones no eran de uso permanente ya que sólo se
utilizaban para albergar a la comunidad de obreros que trabajaban en las
construcciones funerarias cercanas; cuando éstas finalizaban, la ciudad se
abandonaba.
Ya
en los inicios dinásticos se empezaron a crear importantes núcleos urbanos; la
mayoría estaban delimitadas por altas murallas de ladrillo, que, tuvieron un
papel muy importante en la configuración de la ciudad. Los primeros edificios se
adosaban a la muralla, siguiendo los mismos una dirección, y al mismo tiempo se
marcaba el trazado de las calles; es decir que, si la muralla se constituía a
través de tramos rectos, la organización de la urbe era mucho más
regular.
Durante
el Imperio Antiguo, se formaron las llamadas "Ciudades de las Pirámides",
núcleos urbanos habitados por comunidades que mantenían tanto el culto como el
estado físico de un templo o tumba real.
GRANDES
COMPLEJOS URBANÍSTICOS.
KAHUN,
LA CIUDAD PARTIDA.
Fue
descubierta por Petrie (egiptólogo moderno) y la denominó Kahum (deformación del
verdadero topónimo Lahun). Su antiguo nombre fue Hetep - Senwosre. Probablemente
la vida activa de esta ciudad finalizó antes de la XVIII
dinastía.
El
conjunto presenta una planta general en forma de rectángulo de grandes
dimensiones con un muro continuo que discurre en dirección norte - sur,
delimitando dos sectores diferenciados muy notoriamente: el barrio occidental y
el oriental
EL
BARRIO OCCIDENTAL.
A
este barrio se accedía por su frente meridional (sur), por una puerta que
desembocaba directamente en una calle de alineación irregular, paralela al muro
de separación de los dos barrios, y que lo recorría en toda su longitud hasta
llegar al muro septentrional (norte). En esta vía principal la desembocaban
numerosas calles transversales.
LA
VIVIENDA.
Las
casas de este sector estaban todas en un mismo plano, ocupando cada una entre
tres y diez estancias, y una superficie raramente superior a los 100 metros
cuadrados. Las casas eran de una planta sola, y disponían de una cubierta plana
constituida por vigas de madera que sostenían un entramado de cañas y
paja.
EL
BARRIO ORIENTAL.
Este
otro sector se organizaba de forma muy diferente al contrapuesto. Se accedía por
una puerta del muro lateral de levante (este) que daba acceso a la vía principal
que, en este caso, discurría en dirección este - oeste, culminando en el muro de
separación entre los dos barrios. Entre esta calle y el muro norte se situaban
seis grandes viviendas; y en el lateral contrapuesto también se disponían otras
grandes unidades residenciales y, tras ellas, se encontraban viviendas similares
al barrio occidental que se situaban sobre unas calles secundarias, aunque sin
el rigor geométrico del anterior.
En
la confluencia de esta vía principal y el muro de división se situaba lo que
Petrie llamó acrópolis de la ciudad.
LA
VIVIENDA.
Todas
las residencias reproducían un esquema similar, con una planta rectangular que
ocupaba casi trescientos metros cuadrados, y un total de setenta estancias entre
corredores y habitaciones. Junto a la entrada, desde la vía principal, se
encontraba la portería y los espacios de recepción, luego, se disponían los
ámbitos de servicio y los establos, y, en el sector más profundo, se encontraban
las dependencias privadas, organizadas en torno a un gran patio abierto
porticado en el lateral meridional (sur).
TELL
EL AMARNA, LA CIUDAD DE ATÓN.
Fue
capital durante el reinado de Akhenatón (conocido también como Amenhotep IV o
Amenofis IV), gobernó en el Imperio Nuevo (XVIII dinastía, 1351 - 1334). La
ciudad constituye un verdaadero universo en miniatura. En sus orígenes el faraón
la llamó Akhetatón (Horizonte de Atón). Fue habitada durante un tiempo limitado
y después abandonada al morir Akhenatón, su fundador. Esta ciudad fue creada por
y para el rey.
LA
GRAN REVOLUCIÓN ATONIANA.
Amenhotep
IV (Akhenatón) fue el segundo hijo de Amenhotep III y la reina Teye. A la muerte
de su hermano Tutmosis, asumió como faraón. Transcurridos tres años de su
reinado, el joven faraón introdujo cambios sustanciales en la ritualidad
amoniana, acentuando el culto al sol, pero no como figura mitológica (el
tradicional Ra), sino como verdadera estrella, denominado Atón y asumiendo en
persona su condición de sumo profeta.
Para
la nueva representación de la deidad solar, Akhenatón levantó una ciudad llamada
Akhetatón (por el dios Atón). Tras la muerte del soberano herético y sus
sucesores, su recuerdo y el de su ciudad fueron olvidados y eliminados para
regresar a su antigua religión (la tradición del dios
Ra).
LA
CIUDAD.
La
antigua ciudad de Akhetatón, más conocida actualmente como Tell el Amarna, fue
construida en un terreno llano y desértico que se extendía en la margen oriental
del Nilo, adaptada a la forma que traza en este punto el río. En las primeras
exploraciones arqueológicas se encontraron restos del palacio real, del templo
mayor, y de importantes residencias particulares, entre ellas las del general
Ramose o la del visir Nakht. A pesar del alto nivel de destrucción de esta
antigua ciudad se pudo reconocer el
carácter homogéneo del urbanismo de la ciudad, y que fue abandonada tras un
período activo de apenas una generación.
EL
TEMPLO DE
ATÓN.
Este
templo es una de las edificaciones más interesantes que se encuentra en la
ciudad.
En
un recinto rectangular de casi ochocientos metros de longitud y trescientos
metros de ancho, delimitado por un elevado muro perimetral se disponían dos
templos diferenciados. Tras el pilón se levantaba una sala hipóstila con
dieciséis columnas que daba paso a seis patios descubiertos, separados por
sucesivos pilones intermedios, en una secuencia que concluía en un segundo
templo, dispuesto en la pared este del recinto
general.
CASAS
Y PALACIOS.
Pueden
diferenciarse tres tipos de viviendas: las pequeñas casas, las grandes villas, y
los palacios.
La
población normal de Deir el Medina poseía casas de cuarenta a setenta metros
cuadrados divididas, cada una, en tres partes: una zona de entrada, la
habitación principal y, en la parte trasera, estaba la cocina y despensa donde
también se encontraba la escalera para subir al segundo
nivel.
Las
grandes villas, propiedad de altos funcionarios, ocupaban un extenso terreno
(trescientos cuarenta metros cuadrados) incluyendo la vivienda e instalaciones
secundarias. El vestíbulo daba entrada a la sala de recepción, seguida de la
habitación principal y, por último, la sala dormitorio de los
familiares.
En
el caso de los palacios, se destaca el de Ramsés III, en Tebas. El palacio se localiza en el lado sur
del primer patio del templo. En la parte delantera se ubica una antesala seguida
por una "sala de audiencias". Mediante una entrada lateral se accedía a la
segunda sala del trono, flanqueada por un dormitorio y una instalación
sanitaria. Junto a la parte trasera del palacio, se encuentran tres viviendas
tripartitas para los sirvientes. La función principal de este tipo de palacios
era generar un espacio donde el monarca pudiese premiar a determinados
funcionarios. Esto explica la importancia de la "ventana de las apariciones",
situada en el centro de la fachada principal. En ella hacía aparición el faraón
ante su pueblo (acontecimiento que muy rara vez sucede). Además, era el lugar de
entrega del llamado "oro del honor", destinado a los funcionarios meritorios de
él (sacerdotes y altos cargos próximos al monarca).
HIPOGEOS.
La
situación política de ese momento era bastante difícil; los monarcas mantenían
una cierta independencia respecto al poder del rey lo que hizo que muchos de
ellos se convirtieran en "pequeños faraones" en diversos ámbitos, hasta en el de
la arquitectura. Por eso, se hicieron construir hipogeos o bóvedas subterráneas
para los cadáveres. Éstos se concebían como las mastabas del Imperio Antiguo,
pero eran excavados en la roca y contaban de tres partes:
-
Dos habitaciones abiertas al público en donde se depositaban las
ofrendas.
-
Pozo excavado o corredor.
-
Cámara funeraria en la que se colocaba al difunto y que se cerraba
herméticamente para siempre.
Los
primeros hipogeos datan de la época de Micerino (Imperio Antiguo); pero su gran
momento se produjo en el Imperio Medio, en el que destacan dos centros de
hipogeos civiles: Beni Hassan y Asuán, continuándose su construcción durante el
Imperio Nuevo. Uno de los más importantes es el hipogeo de Sarenput II, en
Qubbet el Hawa. En él destaca el recurso arquitectónico de ir disminuyendo la
altura del techo, en contra del aumento del suelo, a medida que se acerca el
núcleo; de esta manera se subraya su importancia.
ARQUITECTURA
RELIGIOSA.
LA
CAPILLA BLANCA DE SESOSTRIS I.
De
este ámbito, únicamente se conserva una pequeña construcción: el pabellón,
templo del faraón Sesostris I (XII dinastía, 1956 - 1911 a.C.), más comúnmente
llamada "Capilla Blanca". Ésta es una pequeña edificación muy simple, abierta a
los cuatro vientos; fue destruida y sustituida tiempo después por las nuevas
construcciones realizadas por Tutmosis. El proceso de recomposición de los
fragmentos hallados tardó treinta años, culminando la reconstrucción en el año
1938.
En
esta reducida construcción están presentes dos de los elementos característicos
en el paso del tiempo de la arquitectura egipcia: los sistemas adintelados
estructurales y la cubierta plana. Tenía dos funciones: conmemorar el Heb Sed de
Sesostris I (fiesta real en la que, mediante una serie de actos rituales (cuya
duración se prolongaba por varios días), el monarca renovaba sus fuerzas físicas
y mágicas con el fin de perpetuar su tiempo de reinado. La celebración de las
"fiestas sed" (nombre egipcio), se transfería también al más allá, con lo cual
se aseguraba el reinado del monarca para toda la eternidad), y proteger en su
interior la imagen de la divinidad en el camino procesional que iba de Karnak a
Luxor. Durante este recorrido se iba parando en diferentes templos para realizar
pequeñas celebraciones litúrgicas.
ARQUITECTURA
MILITAR.
LA
ARQUITECTURA MILITAR.
Fue
un ámbito arquitectónico de escaso desarrollo dado la estabilidad en las
relaciones políticas y militares entre Egipto y los pueblos vecinos. Tal
circunstancia volvió innecesarias la construcción de estructuras defensivas
complejas. Sólo la frontera con Nubia requirió la construcción de
fortificaciones de importancia, que albergaran a las tropas. Un ejemplo de lo
expuesto es la fortaleza de Buhen, la que presenta las características típicas
de esta arquitectura: dos niveles de murallas a distinta altura, baluartes y un
foso seco.
CONCLUSIONES
La
arquitectura del Antiguo Egipto es una de las manifestaciones artísticas que más
ha perdurado con el paso del tiempo en la historia de la humanidad;
constituyendo uno de los elementos más representativos de esta importante
civilización.
Su
evolución fue extremadamente lenta a lo largo de los tres milenios que perduró
ésta maravillosa civilización, ya que no contó casi con aportes exteriores. Tuvo
su más alta expresión con las construcciones funerarias, debido a que fue una
civilización extremadamente religiosa, dedicándole estos monumentos a los dioses
y faraones. Tales características dominaron completamente todos los aspectos de
este arte y constituyen el gran legado de egipto a la
posteridad.
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