En situación similar se encuentran los testimonios dejados por los pobladores de épocas sucesivas. Son innumerables los monasterios, las iglesias románicas, las fortalezas medievales, los puentes, etc. Y ya de tiempos más cercanos cruces, cruceiros, petos de ánimas, santuarios, y diversas construcciones populares, poseen asimismo una cantidad enorme de representantes de cada una de estas categorías del arte popular.
En resumidas cuentas, el Patrimonio Histórico Gallego es inmenso, incalculable, y casi inimaginable. Y sin embargo, prácticamente es desconocido por el público general, e incluso también, en gran medida por los diversos especialistas ocupados en su estudio.
Estamos convencidos de que este absurdo desconocimiento de los elementos que conforman nuestra trayectoria cultural, es el principal responsable de que año tras año, monumento por monumento, en un dramático e imparable proceso, este importante testamento vaya progresivamnete disminuyendo a causa de destrucciones o alteraciones irreversibles, muchas veces acaecidas involuntariamente -por ignorancia de la existencia de un monumento-, pero también en ciertos casos, por infravaloración y desprecio manifiesto hacia este Patrimonio. Todo este sombrío panorama no es más que fruto de una deficiente formación cultural, y en la base de esta nefasta situación, precisamente se encuentra la ausencia de una sistemática y general divulgación y adecuada valoración de los monumentos históricos.
En esta página web se irán presentando sucesivamente diversas obras de nuestro pasado. Cuando ello sea posible y necesario se tratarán los temas con profundidad y rigor científico, buscando la aportación de ideas y orientaciones nuevas. En otras ocasiones se llevarán a cabo actualizaciones de conocimientos ya establecidos, y tampoco se despreciará la divulgación de hallazagos inéditos, así como la aproximación a elementos ya conocidos.
Sin embargo, no está en la filosofía de esta página la de constituir un inventario o catalogación sistemática, bien por categorías o por zonas geográficas, aún cuando a veces abordaremos estudios más o menos homogéneos. Tampoco tenemos previsto que sirva como guía turística de ningún lugar. Simplemente, como ya hemos mencionado más arriba, queremos dar a conocer y estudiar nuestro legado cultural y patrimonial, aguardando a que de este modo se tome conciencia de la obligación que tenemos ahora de conservarlo y transmitirlo a las generaciones futuras para que con su disfrute se sientan orgullosos de la tierra donde viven, y sobre todo, de sus antepasados, que tuvieron la precaución de preservarlo. Esperamos que así sea.
TRISQUEL es una web concebida en permanente construcción. A medida que vayamos examinando cada monumento se irá añadiendo un artículo al Índice de Archivos y a cada uno de los Índices Temáticos. Este modo de proceder, semejante al seguido por las revistas especializadas, se ha tomado a causa de la magnitud de la empresa que ahora iniciamos, pero también, porque esta iniciativa no está avalada ni subvencionada por ninguna institución oficial o privada.
En otro sentido, con TRISQUEL pretendemos experimentar las posibilidades que nos ofrecen las nuevas tecnologías, concretamente Internet, para la difusión de material de contenido científico. Contamos con probada y extensa experiencia y conocimiento de las desagradables dificultades con las que se encuentra cualquier investigador serio a la hora de colocar el resultado de sus trabajos en las páginas de una revista especializada, y ya no digamos en un libro, dejando aparte el problema de la financiación de los proyectos. Hemos calculado detenidamente que las posibilidades de Internet son prácticamente ilimitadas para este cometido, muy superiores por lo tanto a los sistemas de publicación de los métodos tradicionales. Especialmente no tiene competidor posible en el campo de la divulgación, pero también los recursos gráficos a disposición de los usuarios de este medio son asimismo muy amplios. Confiamos en ello, y hacemos votos para que el futuro corrobore esta esperanza. Al menos que sea por la preservación de nuestro Patrimonio.
Vigo, 8 de Octubre del 2000.
Julio Fernández Pintos
