1 LA CAPILLA DE SAN BLAS DE SALCEDO (PONTEVEDRA).

La capilla de Sn. Blas se localiza a unos 50 m. hacia el SE. del hipermercado situado al sur de la ciudad de Pontevedra, prácticamente inmediato al casco urbano. Se emplaza el santuario en el borde de un altozano, gozando de una excelente perspectiva de la desembocadura del Lérez, comprendiendo visualmente tanto gran parte de Pontevedra, como del municipio de Poio, en la ribera derecha del citado río.

Fachada de la Capilla de San Brais (Salcedo, Pontevedra).

Aspecto general de las imágenes de la fachada

Consiste esta capilla en una edificación de modestas proporciones, con nave, y presbiterio muy desarrollado, ambas unidades con contrafuertes exteriores y algunos vanos para iluminación. El eje longitudinal de la construcción está debidamente orientado, con la cabecera hacia el E. Interiormente, al presbiterio se accede por un gran arco triunfal de medio punto, y aquel se cubre con una interesante bóveda estrellada. En la rosca del arco podemos leer una interesante inscripción fundacional: AÑO DE 1762. El presbiterio se divide en dos ambientes merced al retablo del altar mayor, tras el cual se encuentra la sacristía, a la que se pasa a través de una puerta alojada lateralmente en el mismo retablo. Pero probablemente el aspecto artístico más impoprtante de esta capilla resida en la fachada. Es ésta de trazado sencillo, con una puerta principal, una hornacina con la imagen de Sn. Blas, una ventana alargada encima, y como coronación una espadaña simple. A ambos lados de esta espadaña, en los remates superiores de las esquinas de la fachada, lugares que generalmente se reservan para la colocación de pináculos como coronación de las pilastras laterales, fueron instaladas dos esculturas de piedra, de bulto redondo, apeadas sobre sendas peanas. A la izquierda está Sn. Antonio Abad, plasmado con su iconografía habitual (incluso acompañado del típico cerdo), mientras a la derecha observamos la imagen de un santo obispo, que por encontrase muy deteriorado no hemos podido identificar todavía. La iconografía de la fachada se completa con la ya citada imagen de Sn. Blas puesto encima de la hornacina abierta sobre la puerta principal, representado asimismo convencionalmente, con la mitra y el báculo. Precisamente, es esta planificación iconográfica de la fachada, con la aplicación de múltiples imágenes, lo que le confiere cierta originalidad artística a esta capilla. En efecto, es muy raro encontrarnos con un modesto santuario rural como este con un tratamiento estético de este tipo. Esta circunstancia nos hace pensar en las particularidades de la advoción de la capilla. Es evidente que el santo principal es Sn. Blas, para cuyo culto preferente parece haberse edificado el santuario, y es por ello que ocupa el lugar honorífico reservado para los patronos de los edificios religiosos: una urna sobre la puerta principal. Pero la presencia de las otras imágenes nos recuerda que en un mismo santuario, además del santo principal, se puede rendir culto a otros santos. Es más, sabemos de casos, en que estas advocaciones complementarias, si bien inicialmente recibían un culto secundario, llegando su interés a crecer de un modo ostensible, acabaron por eclipsar al titular del santuario, a compartir su importancia, o incluso, a relegar en importancia completamente a aquéllos. Evidentemente, esta profusión de imágenes en una misma fachada tiene un claro cometido cultual en el ámbito popular. Así, dejando a un lado la imagen no identificada, Sn. Blas (abogado contra las dolencias de la garganta), y Sn. Antonio Abad (protector de los animales domésticos), son dos de las advocaciones más importantes del santoral tradicional gallego, relacionados con problemas específicos de la dura vida de los campesinos.

Vigo; a 14 de Octubre del 2000

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