Jueves 21 de diciembre de 2000

SUB 20: ARGENTINA 1 - ALEMANIA 0
Le enseñaron cómo es la salsa criolla

El Sub 20 de Pekerman derrotó con justicia a Alemania. Los pibes no brillaron, pero mostraron un juego sobrio y equilibrado. Rivero, de Chaca, fue la figura.

Hernán Claus


Domínguez se le escapa al alemán Stark. El delantero de Quilmes metió un golazo.

Sí, antes de los más grandecitos jugaron los pibes de Pekerman. Enfrente estuvo Alemania, un pesado de Europa que ya está clasificado para el Mundial que se jugará en Argentina el próximo año. Y el Sub 20 cumplió. Tuvo dos caras: una gris, la del arranque; otra bastante colorida, la del segundo tiempo. Pero lo más importante es que el equipo estuvo ordenado y sobrio. Y no es poco cuando faltan 24 días para el debut en el Sudamericano de Ecuador.

Ahí estaba el equipo de José. Todavía no despierta el interés de otros tiempos, pero es normal. Seguramente, el fueguito estará a pleno cuando arranque el Sudamericano. Lo cierto es que ayer quedó demostrado claramente que el técnico está en una etapa de prueba. Cambió su clásico 3-4-1-2 y salió con tres en el fondo, cuatro volantes y tres delanteros. ¿Qué pasó? El equipo sintió la falta de un enganche bien definido. Tanto Domínguez como Christian Giménez intentaron bajar en algunos momentos para crear juego, pero no están para ese menú. Fue extraño, el equipo pareció muy atado, tímido. Faltó explosión. Además, los dos contenciones, Coloccini y Pérez Castro, no coordinaron del todo bien.

Ojo, el partido fue parejo. Sobre todo en el primer tiempo, donde se midieron, se conocieron y se respetaron de más. Pese a esto, Argentina tuvo las dos chances más claritas. Un zapatazo de Obolo que se fue por arriba del travesaño y una tiro de Rivero que sacó el arquero Starke. Ambas jugadas llegaron por los costados. Y curiosamente, a pesar de este muestra de dónde estaba la clave del juego, el equipo de Pekerman casi no explotó los laterales. Salvo Rivero, quien subió unas cuantas veces (el gol del Chori Domínguez nació de un desborde del volante de Chaca), el resto no entendió la sintonía. Sobre todo Damián Giménez, que no supo sacarle jugo a la franja izquierda. Igual, está dicho que José usó el partido para probar. Y estos ensayos tienen sus contras. Pero...

Los equipos de Pekerman tienen un rasgo distintivo: nunca se desesperan. Son especiales porque dan una sensación de control. Y esto no lo tienen muchos equipos. Así fue que en el segundo tiempo hubo una imagen interesante: Argentina se adelantó unos metros y controló la pelota como quiso. Fue determinante la posesión del balón, porque el equipo tuvo más variantes para crear peligro. Rivero siguió complicando, el Chori Domínguez hizo algunas cosas lindas, como el gol, donde metió un enganche que dejó pagando a Stark para después sacar un derechazo preciso. Finalmente, fue un ensayo más. Aunque algo quedó en evidencia: más allá de los errores, Pekerman sabe a dónde quiere llegar...

 

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