DUENDECILLA
Llegaste a mí, cuando menos lo esperaba. Fué una sorpresa el saber que vendrías. Y aunque pensé que no estaba preparada. Creíste en mí... Hija Mía.
Cambiaste mi vida de un giro completo mi mente, mi alma; espíritu y cuerpo. Se fueron los miedos, y al mundo me enfrento. Naciste de mí... Hija mía.
Rodeas el ambiente de magia y color. Llenas mi vida de amor y alegría. Que suerte tenerte conmigo mi vida. Me haces feliz... Hija mía.
Me gusta tu risa, sutil melodía que danzo a diario, de noche y de día. Se alegran las flores, se alegra el campo y grita la brisa "te quiero tanto". Celebran todos por tu compañía Te celan de mí... Hija mía.
Y es que tu imagen transmite dulzura, brotan tus ojos luz de armonía, inquieta en el campo, tranquila en la aurora. Tu eres así... Hija mía.
Son pocas las palabras que existen para describir el amor que siente una madre... Y muchas las que cada madre se inventaría para describir a su hijo.
Dedicada con mucho amor para mi duendecilla de 4 años.
Gitanita
©Tom Cross, 2000.
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