Seco con los pliegues de mi alma el llanto del que llora a la vera del camino: Soy la ESPERANZA. Recojo en la falda de mi cuerpo las llagas del que paga una desdicha; Soy la CARIDAD.
Y contigo, Señor de todos, Báculo constante de mi alma peregrina, camino y camino con la FE, la ESPERANZA y la CARIDAD por guía.
FE te pido con todas las fuerzas de mi alma
para aquél que abatido por las pruebas
de esta vida, duda de tu caridad infinita;
FE razonada para los que en el fango de sus miserias
creen que les faltará el rayo sublime de tu luz.
Esa ESPERANZA es hoy una realidad
del progreso continuo de las almas.
Riega de continuo la semilla de la ESPERANZA
en todos los corazones para que la humanidad
se transforme en un eje uniforme de progreso a su destino.
Haz, Señor que la ley de CARIDAD transforme
todos los parlamentos del mundo,
todas las instituciones y todos los corazones humanos
para que tu presencia sea manifestada an la tierra;
y nos cobije entonces la hermosa bandera blanca de
FE, ESPERANZA y CARIDAD
que el buen Jesús bordó con su ejemplo en el corazón
de todos los hombres de buena voluntad para ser llevada a
todos los rincones del universo.
Por ser la semilla que de esas nuevas luces
nos has sembrado en el corazón,
GRACIAS TE DOY SEÑOR.
Por ser la seguridad del progreso continuo de mi espíritu,
GRACIAS TE DOY SEÑOR.
Por la tranquilidad de que mis penas de hoy
son pruebas pasajeras para una más clara diafanidad,
GRACIAS TE DOY SEÑOR.
Por la certeza absoluta
de que mis seres amados me observan y velan por mí,
GRACIAS TE DOY SEÑOR.
Y por la oportunidad que me das
de redimir con mi esfuerzo las deudas contraídas,
GRACIAS TE DOY SEÑOR.
Así estoy yo en tí como tú en mí.
Autor Desconocido
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