LA TRINCHERA |
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INKAS
Cuando en 1533 Pizarro conquistó Cuzco, la ciudad fue destruída. Los españoles la reconstruyeron aprovechando los muros de la antigua capital incaica para edificar sobre ellos sus casas y edificios. Pizarro ocupó el Palacio de Pachacútec, soberano Inca, la Catedral fue levantada sobre las ruinas del Templo de Viracocha, la iglesia de la Compañía de Jesús se alzó sobre el Palacio de Huayna Cápac y el templo de Santo Domingo se construyó sobre el gran Templo del Sol o Coricancha, lugar más sagrado para los Incas. Los conquistadores buscaron con estos actos deliberados el quiebre psicológico de los sometidos, el hecho de levantar sus iglesias y fortificaciones sobre los venerados templos incaicos que guardaban alguna significación política o religiosa, era producto de ejercer una dominación ya no a un nivel físico, sino también simbólico: su Dios era el único Dios, puesto que era el más fuerte.
(Foto: Cortesía de Gonzalo Rulungus)