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MEADOWCROFT ROCK SHELTER
El primer asentamiento humano en el continente americano ha sido siempre uno de los enigmas más complejos. Meadowcroft Rock Shelter es un abrigo rocoso ubicado al sudoeste de Pennsylvania, en Estados Unidos. El Dr. James Adovasio lo excavó meticulosamente entre 1973 y 1977, junto a un equipo multidisciplinar constituído por geólogos y botánicos.
Los
niveles de Meadowcroft han sido fechados con más de 70 dataciones radiocarbónicas, lo que constituye al sitio
en una de las sedes arqueológicas más fechadas de Norteamérica.
A su vez estas dataciones se sucedieron en tres laboratorios
distintos.
Muchos de los datos recopilados son paradójicos: se han
encontrado especies de flora y fauna relativamente modernas (holocénicas:
roble y nogal en vez de tundra), donde se esperaría encontrar
especies más antiguas. Las evidencias incluyen especies extintas
yuxtapuestas con holocénicas modernas.
La gran cantidad de flora y fauna encontrada (restos de alrededor 150 especies), permitieron reconstruír el paleoambiente vecino y las estrategias de subsistencia empleadas por los grupos. La ocupación pudo haber sido permanente: cuando un recurso escaseaba, otro abundaba, como consecuencia de que el sitio estaba situado en los márgenes de dos distritos faunísticos. Esta evidencia permite inferir otros patrones de subsistencia a los conocidos para los paleoindios tardíos.
La riqueza de flora y fauna en Meadowcroft proporciona una secuencia de cambio del entorno pleistocénico. Adovasio determinó que dentro del abrigo rocoso imperaba un clima templado muy semejante al actual.
La estratificación de Meadowcroft fue poco o nada disturbada por los procesos postdepositacionales. El material se encontró ubicado prácticamente en su contexto originario, preservado en parte por algunos desprendimientos del material sedimentario del abrigo.
El material lítico encontrado son unos bifaces, cuchillos y lascas, junto con una punta bifacial lanceolada, probable antecesora de las puntas Clovis.
Los datos apoyarían una antiguedad para el sitio de por lo menos 15.000 años a.p., esto es 3.000 años antes de la cultura Clovis. Para Adovasio esta antiguedad podría extenderse hasta los 17 o 20.000 años antes del presente.
Los teóricos tardíos solo aceptan una ocupación a partir del 12.000 a.p. descartando las dataciones tempranas. Consideran que los fechados son anómalos por estar contaminados (aunque no hay ninguna evidencia de esto). Le critican la incongruencia: no está la paleoecología que se supone tendría que estar. En Meadowcroft no hay evidencia del frío y las condiciones glaciares que imperaron en la región (la Capa Laurántica de hielo estuvo a escasos 50 km de la boca del abrigo).
Adovasio en contraposición acepta que la evidencia recuperada supone condiciones climáticas templadas, pero alega que el abrigo estaba al resguardo del medio hostil, en una suerte de depresión que lo protegía. Tambien señala que la puerta del abrigo rocoso estaba orientada hacia el sur, no hacia los casquetes polares, por lo cual, a pesar de la cercanía de los hielos, fue posible una suerte de "microclima" que favoreció la existencia de un "mosaico biótico", que sería el que años mas tarde imperaría en toda la region.
Ya son muchos los sitios que arrojan una ocupación temprana del continente . Adovasio propone una entrada media de 20 a 25.000 años a.p. Meadowcroft ha sido sometido a los más rigurosos exámenes. Posee una estratigrafía clara, donde descansaban artefactos de irrefutable fabricación humana, en clara asociación estratigráfica, con indudables múltiples fechados. Constituye en sí uno de las mejores evidencias preclovis de todo el hemisferio e indican la presencia de hacedores de proyectiles mucho más tempranos que las poblaciones Clovis, lo cual supone que la hipótesis de entrada tardía es errónea.
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