FAMILIA DE ANABANTIDOS

Posiblemente sea una de las familias más apreciadas por los aficionados, dado la belleza que tienen algunos de los peces, y la forma de reproducción. Son ejemplos muy conocidos: los Betta, los Macropodus, los Tricogaster.
La diferencia principal de estos peces también llamados "laberintidos" es que aparte de la respiración branquial, poseen un aparato especial situado en el cráneo que les permiten respirar oxígeno del aire. Por eso estos peces pueden vivir en aguas escasas y pobres en oxígeno, como por ej. (arrozales).



En cuanto a su reproducción, el BETTA quizás sea el que más fácil puede resultar.
Generalidades para la reproducción de ésta familia:

- Podremos utilizar un acuario no demasiado grande (50x25), con un suelo formado con unos 4cm. de arena y media docena de plantas y piedras formando escondrijos para que sirvan de refugio a los alevines.

Una de las plantas deberá ser una RICCIA proveedora de infusorios.
El agua deberá tener un Ph alrededor de 7.
Deberemos poner un difusor no demasiado fuerte, para conseguir que la superficie esté limpia.
Instalaremos un cristal de separación.
Pondremos el macho en el lado libre del acuario, y la hembra donde está las plantas, difusor, etc.
La excitación del macho, hará que empiece a construir el nido con un mucus salival pegajoso en forma de una plataforma flotante. Una vez construído el nido será el momento de quitar el cristal de separación.
El macho hostigará a la hembra sin finuras, y si ésta accede todo marcha bien. Debemos tener en cuenta que la hembra deberá ser más pequeña que el macho (este debe tener por lo menos 10 meses), la temperatura rondará sobre los 28 grados, y tendrá una papilla blanca en el ano que se aprecia claramente. El macho se curva sobre la hembra, comprimiendo los flancos sucesivamente, que provocan la puesta de los huevos acompañados de la eyaculación de esperma en plena agua. El macho llevará los huevos hacia el nido. Esta escena se repite durante horas. La hembra intentará comerse los huevos pero el macho la apartará.
Una vez terminado el apareamiento, deberemos retirar a la hembra teniendo cuidado de no remover el nido. El macho cuidará solo del nido, sacrificándose en su cuidado sin ni siquiera comer.
Después de aproximadamente una 30 horas de incubación, aparecerán los alevines colgando en el nido. Estos tendrán al padre totalmente ocupado durante al menos dos días, después de los cuales hay peligro de que éste, cansado y sin alimentarse se siente proclive a comerse alguna de sus crías, por lo que deberemos retirarlo del acuario.
Una vez que el saco vitelino ha sido reabsorbido los alevines buscan su primer alimento, que en un principio se basará en infusorios como los que produce la Riccia. Si no fuera suficiente deberíamos preparar artemias. Estas larvas ya podrán ser consumidas en cuanto los alevines tengan unos 6 días. Después progresivamente ya podremos aportar alimentos pulverizados o comercializados.
Durante la tercera semana deberemos tener especial cuidado con la temperatura, ya que está en formación ese aparato especial respiratorio, que les obligará subir a la superficie en busca del aire. Deberemos tener cuidado de no destapar demasiado el acuario ya que un golpe de aire y una bajada térmica podría ser nefasta.
Una vez pasada ésta fase, con una alimentación adecuada, los supervivientes crecen rápidamente.