CAPÍTULO 8
REGIÓN ESTE
Análisis de
Relatorías
REGION ESTE
PERFIL CULTURAL REGIÓN
ESTE
Las provincias que constituyen la
región Este son San Pedro de Macorís, La Romana, La
Altagracia, El Seybo y Hato Mayor. Estas provincias hacen una cadena
que bordea la costa sureste del país, siendo ésta la
parte más sobresaliente de la isla, similar a la punta de
sílex de un hacha petaloide, de los grupos culturales que la
habitaron hasta la colonización de La Española. Su
situación geográfica y la disposición de sus
terrenos y de sus ríos la convierten en extensas llanuras, de
tierras poco pobladas.
La hidrografía de la
región Este es de gran importancia para la zona. Los
ríos que bañan sus tierras nacen en la Cordillera
Oriental. La nomenclatura de los mismos tiene su origen en la lengua
taína: Yabón, Macorís, Chavón, Yuma,
Soco, Iguamo, y sus aguas se esparcen a través de una gran
extensión de terrenos llanos y fértiles.
Esta combinación de ríos
y llanuras ha hecho posible el cultivo de la caña en grandes
extensiones de terrenos, logrando la mayor producción
azucarera del país, durante muchos años, convirtiendo
el azúcar en el primer rubro de exportación.
Los terrenos de la región por
largo tiempo permanecieron sin una división catastral, lo que
permitió que estas grandes extensiones de tierra,
además de albergar extensos cañaverales, pudieran ser
utilizadas como pasto para el ganado, dando lugar al surgimiento de
una cultura ganadera, que aún persiste en la zona.
El Este tiene una conformación
costera caracterizada por las múltiples caletas existentes, lo
que hacen de ésta una costa idónea para puertos. Dentro
de línea costera cuenta con un gran puerto en San Pedro de
Macorís, el cual se constituyó, durante gran parte del
siglo XIX e inicios del XX, en uno de los principales puntos de
intercambio comercial del país, impactando de forma muy
favorable en el desarrollo económico, social y cultural de la
provincia, lo que la hizo adquirir, a partir de entonces, el
calificativo de la "Sultana del Este".
Su costa tiene una conformación
natural para recibir y brindar acogida a los visitantes, así
como para sentir la siempre melancólica partida, a la que nos
transporta aquel ya mítico "... negro viejo del
puerto...", sino que además este borde de la isla
constituye una privilegiada fuente de riqueza ecológica con
los manglares que habitan su costa.
La región Este es la zona de
mayor riqueza arqueológica investigada en todo el país.
La mayoría de las piezas que engrosan las colecciones, tanto
del Estado como las privadas, proceden de esta
región.
La riqueza de los hallazgos
arqueológicos de la zona, fundamentalmente de arte objetual,
se explica por la riqueza de sus costas, lo cual permitió el
asentamiento de una gran masa poblacional. La casi totalidad de las
piezas que conforman las colecciones de los tres museos
arqueológicos del país, como son: Museo
Arqueológico de Altos de Chavón, Museo de la
Fundación García Arévalo y Museo del Hombre
Dominicano proceden de esta región. Pese a lo anterior,
existen pocos estudios que revelen las formas culturales
pre-hispánicas de la zona y los sistemas de causalidad que
sustentan estas muestras objetuales, llegadas hasta nuestros
días. Esto ocurre así porque las disposiciones sobre
los hallazgos arqueológicos, si bien están debidamente
enmarcadas en la legislación cultural nacional, que se ha
forjado desde 1870, parten de una concepción que valoriza el
objeto como elemento de colección y no en la perspectiva de
reconstrucción del sujeto partícipe de una historia que
nos es común a todos.
Un sistema que define e identifica a
la región Este históricamente es el de los hatos o el
sistema hatero de la tenencia de tierra, incidiendo en su desarrollo,
al conformar una forma de producción y sustentación de
su población. Dicho sistema marcó ostensiblemente el
perfil de la región durante varios siglos. Una de las
particularidades del mismo es la de propiciar una baja densidad
poblacional, lo que significó no desarrollar grandes centros
urbanos, lo que a su vez explica un cierto aislamiento entre las
diferentes comunidades.
La vida de la Región
giró en torno a la ganadería, que era la base
económica; exceptuando la Villa de Higüey, que se ha
caracterizado por una importante producción agrícola y
el fervor religioso que concita la advocación mariana a la
Virgen de la Altagracia.
Con el paso del tiempo, el devenir
histórico de la región Este ha estado marcado por
diferentes hitos. Durante el siglo XVIII son movilizadas algunas
poblaciones, originalmente fronterizas con Haití, lo que
conllevó la relocalización de los habitantes de algunos
pueblos. En este período se produce también un flujo
migratorio importante desde las islas Canarias, que se ubica
directamente en zonas del Este. De esta migración cabe
destacar Los Llanos, en la provincia de San Pedro de Macorís,
por su marcada herencia cultural de influencia canaria.
Durante el siglo XIX, el Este no
estuvo exento de las guerras de Independencia. Una de las personas
que jugó un rol protagónico en este proceso fue el
General Pedro Santana, nacido en la región. Ya para entonces
los hateros de quién era líder indiscutible
poseían fuerza económica, derivada de la
ganadería, contando con hombres armados y buenas reservas
caballares, importante para las campañas bélicas en
proceso. El Este llegó a convertirse en un importante polo
político para la consecución de los objetivos de la
separación con Haití.
El siglo XX se caracteriza por la
influencia de los centrales azucareros en la vida de la
región. Con la llegada de los capitales extranjeros y la
expropiación de las tierras hateras, para los fines de la
producción capitalista, se experimenta un cambio
dramático en las estructuras productivas, generando un proceso
de proletarización del campesinado de la zona, pudiendo
localizarse aquí la génesis del movimiento social
encabezado por los llamados "gavilleros", durante la primera de las
dos intervenciones militares norteamericanas del siglo XX.
El auge del capital extranjero,
combinado con las facilidades que otorgaba el puerto de San Pedro de
Macorís, atrajo un gran número de braceros extranjeros,
entre las que se encuentran las Antillas Menores. Este proceso de
movilidad que sustenta la industria del azúcar marca el perfil
cultural del Este, así como su desarrollo económico.
Los inmigrantes de las Antillas provenían principalmente de
las islas inglesas y holandesas, y han sido llamados "Cocolos". Esta
población se dedicó básicamente al trabajo en
los ingenios, aunque realizó también quehaceres
artesanales y técnicos. El tesón, esfuerzo y gran
disciplina de esta población de inmigrantes, les ha dado un
sitio destacado en la sociedad dominicana, teniendo exponentes en las
diferentes disciplinas en las que han elegido desarrollarse. Cabe
señalar que la industria del azúcar fue el motor
impulsor de su llegada al país, y se convirtieron en
apreciados técnicos, llegando a tener el proceso industrial a
su cargo. Estos mismos técnicos hoy laboran tanto en el
país como en la industria azucarera de los Estados
Unidos.
El movimiento industrial de San Pedro
de Macorís, una vez iniciado el siglo XX, generó, como
ya señalamos, un proceso de expropiación de las tierras
campesinas; pues los grandes ingenios iniciaron la adquisición
de las tierras bajo concesiones, compras o engaños, lo que
provocó un gran descontento, creando un movimiento
contestatario; primero con la guerrilla, para la primera
ocupación americana y luego con el inicio del movimiento
sindical.
Este movimiento económico
creó una dinámica muy particular en el comercio, lo que
atrajo una notable afluencia de migración árabe. Al
igual que en el Cibao, se desarrolla con este grupo poblacional un
comercio itinerante de buhoneros que visitaban los bateyes de la
zona, convirtiéndose en una fuerte competencia para los
almacenes de mercaderías, existentes en los mismos.
El período de oro de la
región, sobre todo de la llamada Sultana del
Este, San Pedro de Macorís, fue breve, aunque de
innegable importancia no sólo para la región, sino para
el país por todos sus aportes a la economía nacional y
a los rasgos y manifestaciones culturales desarrolladas.
Al final del siglo XX, el cultivo de
la caña en el Este, cuyo producto era el primer renglón
de exportación del país, tomó de manera gradual
un perfil bajo, al no necesitar nuestro principal comprador, Estados
Unidos, del azúcar que producíamos. Esto aunado a la
pobre administración de los ingenios estatales, por no haber
logrado la diversificación y la tecnificación que
demandaba la nueva realidad económica.
La industria turística, la
Costa Norte y la Costa Este recibieron especial atención,
gracias a las condiciones naturales que las favorecían;
logrando la del Este un desarrollo inicial más ágil por
el capital extranjero, ya existente en la zona, que invirtió
en proyectos de infraestructura, desarrollo que se inicia en 1966 y
ha sido sostenido hasta la fecha, con las consecuencias
transformadoras que el mismo comporta.
A partir de la década de los
ochenta se implementa como política económica nacional
las zonas francas, teniendo el Este algunos de los primeros y
principales parques que alojan estas industrias. Este
fenómeno, aunque más voluble, ha afectado, tanto al
turismo, la economía de la región, como los
hábitos de sus pobladores.
La región de la que venimos
tratando tiene particularidades que crean un perfil que le es propio.
Una de las características más reconocida nacional e
internacionalmente, a patir de la segunda mitad de este siglo, ha
sido el auge del Base-Ball, con una gran cantidad de deportistas
que han hecho historia en las Grandes Ligas.
Las migraciones antes señaladas
aportaron sus costumbres culinarias, su idioma, su música y
tradiciones religiosas, destacándose las churchas
y los cantos que nos transportan al sur de los Estados Unidos,
como probable origen común de destinos diversos. Las
migraciones afroamericanas de las Antillas aportaron las sociedades
secretas y las hermandades de ayuda mutua.
Las danzas y juegos conmemorativos de
la Navidad y Año Nuevo remueven la población con el
repiqueteo del triángulo y el "good morning";
siendo las más reconocidas, en la actualidad, la de
los Guloyas y los Momises.
El santuario principal del país
se encuentra allí, en Higüey, a pesar de que la patrona
del país e incluso de la isla es La Virgen de Las Mercedes,
cuyo santuario se encuentra en el Santo Cerro, en La Vega. La Virgen
de La Altagracia es la patrona espiritual de los dominicanos,
concitando una enorme atención y continua
peregrinación.
Esta región es la única
en el país que alberga la tradición de lidiar los
toros, precisamente por ser una productora de ganado y pastoreo. Por
otra parte, ha visto su tierra nacer figuras señeras de la
patria, como son: los hermanos Fernando y Gastón Deligne,
destacadas figuras de la literatura nacional; mujeres ejemplares, de
temple y universal como fuera Evangelina Rodríguez, primera
dominicana graduada en medicina y pionera del movimiento
feminista.
REFLEXIONES PREVIAS PARA LA
DEFINICIÓN DE LAS POLÍTICAS CULTURALES DE LA REGION
ESTE
El presente análisis
corresponde a los diversos tópicos y propuestas emanadas de
los informes presentados por los Delegados Provinciales de la
región Este, durante los Encuentros y Muestras Culturales,
celebrados durante los días 24, 25 y 26 de octubre de 1997, en
la provincia de San Pedro de Macorís, sede del Encuentro
Regional. Las provincias participantes fueron: San Pedro de
Macorís, El Seybo, La Romana, La Altagracia y Hato
Mayor.
Durante las secciones de trabajo, en
los Encuentros y Muestras Culturales de la región Este,
participaron 31 delegados provinciales, quienes durante los
días del evento abordaron la problemática cultural de
la región. Estas actividades fueron realizadas en
función de la metodología diseñada. La
presentación de los informes regionales y la discusión,
a través de los grupos conformados, dieron la clave del
éxito del Encuentro.
BLOQUE
TEMÁTICO:
-
- Cultura e Identidad
- Desarrollo Cultural y Calidad de
Vida
- Democracia Cultural y
Democratización de la Cultura
- Otros Aspectos de Política
Cultural
Las presentaciones hechas en este
bloque correspondieron a las conclusiones arribadas por los
Comités Provinciales, en las llamadas Jornadas de
Reflexión, previas al Encuentro Regional.
RESUMEN
TEMÁTICO
Aspectos considerados:
-
- Se considera a la identidad
cultural como un instrumento que permite reconocernos, a
través de valores propios, contribuyendo al elevamiento de
la autoestima y el sentido de lo nacional.
- Como garantía de preservar
nuestra identidad es fundamental que el pueblo dominicano ponga en
práctica una ética que garantice la
consolidación de los valores y defienda los intereses
más representativos de la vida material y espiritual de la
colectividad nacional.
- Es importante reconocernos,
además, como miembros de una comunidad caribeña,
latinoamericana y universal, cuya identidad debe ser entendida
como producto de un sincretismo que históricamente nos ha
configurado.
- Se hace imprescindible el rescate
y la puesta en valor del patrimonio cultural, con la finalidad de
fortalecer nuestra conciencia nacional.
- La valoración de lo nuestro
debe dejar espacio a las influencias positivas de otras culturas;
por cuanto se hace necesario el reconocimiento e
identificación de los valores que contribuyan con el
progreso y la superación.
- Se requiere de programas que
fortalezcan la identidad nacional para la región Este, dado
el impacto del turismo y sus efectos en los procesos de
trasculturación experimentados en la región.
- Se reconoce el impacto de la
modernidad y la globalización de la cultura en los procesos
de identidad; pero se entiende que dicho fenómeno no es
negativo, en la medida en que fortalezcamos nuestra conciencia
como pueblo.
- Iniciar una campaña, a
través de los medios de comunicación, que permita
exaltar nuestros valores.
-
- Cultura y Calidad de
Vida
-
- Se considera que la actividad
turística ha contribuido al desarrollo económico de
la región Este, no manifestándose directamente en su
desarrollo cultural, por cuanto es necesario crear instrumentos de
política cultural y social que conviertan los resultados
económicos, en desarrollo cultural y, en consecuencia, en
calidad de vida.
- Los resultados del crecimiento
económico desequilibrado y la ausencia de políticas
culturales por parte del Estado, en la región, contribuyen
a un acelerado proceso de pérdida de los valores locales y
un incierto desarrollo cultural.
- Establecer programas de desarrollo
social y económico para la población, que evite los
viajes ilegales efectuados desde la región y contribuya al
mejoramiento de la condición humana.
-
- Democracia cultural y
Democratización de la cultura.
-
- La democracia cultural se
considera un derecho sin el cual no se puede hablar de sistema
democrático.
- Es responsabilidad del Estado
garantizar para fortaleza del sistema democrático, que las
grandes mayorías del pueblo dominicano participen de la
producción y del consumo de bienes culturales.
- Se plantea la necesidad de una
educación democrática que desde la escuela pueda
concientizar acerca del valor en la participación en la
cultura.
-
- Otros Aspectos de
Política Cultural
-
- Provocar un proceso de
descentralización, que permita que la acción
cultural llegue a todas las regiones del país.
- Que el Estado defina una
política cultural, que evite la dispersión, el
descuido y la politiquería en la cultura.
- Que el Estado defina planes
culturales a corto, mediano y largo plazo, como fórmula de
evaluación y planificación y racionalización
de los recursos humanos y financieros de la acción
cultural.
- Se hace imperativo la
creación de Casas de la Cultura, como modo de propiciar el
fortalecimiento de las actividades artísticas y
culturales.
- Creación de la
Secretaría de Cultura para que se pueda centralizar, de
manera coherente, la acción cultural del Estado.
- La política cultural del
Estado debe contribuir al desarrollo cultural de los dominicanos y
al fortalecimiento de los derechos culturales.
- Se hace imprescindible el apoyo a
los agentes culturales y los artistas a nivel regional y
nacional.
- La política cultural del
Estado deberá propiciar en los dominicanos valores como la
solidaridad, el sentido de comunidad nacional, la
preservación de los valores familiares, la libertad
cultural y la protección del medio ambiente.
- Se considera necesario un plan de
inventario de los bienes culturales, para su protección y
conservación.
- Que el Gobierno, a través
del Consejo Presidencial de Cultura, lleve a cabo un programa de
sensibilización de los Ayuntamientos y gobiernos locales,
para que estimulen el desarrollo cultural de las provincias y
protejan el patrimonio, de manera muy especial el
arqueológico.
- Que se constituyan mecanismos de
coordinación provinciales, como lo serían los
Comités provinciales o la Dirección Regional de
Cultura, para hacer efectiva la acción cultural en la
región.
- Establecer mecanismos de apoyo a
las actividades culturales de la región a través del
estímulo al sector privado, para que contribuya al
financiamiento de las mismas, especialmente al sector
hotelero.
- Realizar programas de
capacitación y entrenamiento a los agentes culturales, en
áreas de animación cultural y administración
cultural.
ANALISIS SOBRE LAS REFLEXIONES
PREVIAS
El conjunto de ideas y conceptos
anteriormente expuestos sitúan aspectos cruciales de la
problemática cultural que vive la República dominicana
de hoy. La identidad cultural es el resorte que impulsa y sostiene la
autoestima nacional y estimula el desarrollo de la sociedad en su
conjunto.
Una región como la que
analizamos, cuyo auge económico y social le viene inicialmente
por el desarrollo agrícola y ganadero, y, posteriormente, a
través de la industria manufacturera y el turismo, prueba que
experimenta cambios continuos, propios de una sociedad en
transición. Dentro de esta perspectiva, la realidad cultural
queda impactada fundamentalmente en los elementos que configuran los
valores de la tradición local y/o nacional.
Esta realidad generada y orientada por
un único objetivo: la producción de bienes y servicios
de exportación puede conducir indiscutiblemente a niveles de
crecimiento económico y al fortalecimiento de determinados
sectores de la economía y clases sociales; pero no siempre
conduce a una justa distribución de la riqueza. Lo cultural en
este contexto no participa como sabia o sustancia del desarrollo
social, sino como elemento residual que opera desde lo social o como
valor de capital, sirviendo como marco que garantiza las inversiones
como simple valor agregado: docilidad, hospitalidad y otros tantos
aspectos positivos de nuestra idiosincrasia.
De modo, que el valor de las
propuestas surgidas de los Encuentros y Muestras Culturales va
más allá de una simple formulación
teorética. Busca advertir sobre los riesgos que se presentan
ante las amenazas del nuevo reordernamiento con los vínculos
de las tradiciones locales y los procesos de integración
intercultural y de mundialización económica que vive el
mundo actual. Por cuanto, las contradicciones que supone esta
realidad pueden ser superadas con un manejo oportuno y correcto de la
situación.
De ahí, que ante la
pérdida de los valores de la identidad que viven los pueblos
del Este, dado el influjo de patrones culturales extraños, el
debilitamiento de la conciencia nacional y cultural, al igual que
problemas relativos a los recursos y a los medios para lograr un
verdadero desarrollo cultural, son los principales problemas que
comporta la región. Derivándose de ellos la
pérdida de la autoestima, el creciente saqueo del patrimonio
cultural, especialmente arqueológico, y otros problemas
referidos a la acción cultural e institucional, aspectos que
requieren urgentes medidas y no la indiferencia de la
ciudadanía, y las autoridades regionales y/o
nacionales.
Dentro de los contenidos, antes
señalados, se plantea la urgencia de políticas
regionales que contribuyan a construir una ética que garantice
la consolidación de los valores y que defienda los intereses
patrimoniales. De tal suerte, el proceso de desarrollo de la
región supone potencializar, a la vez, los recursos
materiales, espirituales y humanos en la dirección de una
visión más integral del desarrollo.
En este contexto, la política
cultural del Estado vendría a ser el instrumento para provocar
la dimensión cultural del desarrollo. Es como atestigua
Amadou-Mahtar M’Bow, Director General de la UNESCO, al
señalar que dentro de tal perspectiva "... el crecimiento
económico, clave indudable de todo desarrollo, deja de ser una
finalidad en sí; se trasforma en un medio que permite
satisfacer las necesidades de todos, incluida la posibilidad de
realizarse cabalmente. Política cultural y política de
desarrollo se confunden así en la reciprocidad de sus
efectos."120
Sin embargo, las acciones culturales
deben crear mecanismos de participación que provoquen la
democratización de la cultura, como serían las Casas de
Cultura, y a la vez racionalice, a través de la
planificación, el sentido y la orientación del
desarrollo cultural.
Tanto las acciones a favor de los
agentes culturales, relativas a su protección y
especialización, como los programas a emprender,
deberán contar con el apoyo de los gobiernos locales; por
cuanto es fundamental que los Ayuntamientos estimulen y respalden las
iniciativas culturales, involucrando al sector privado en una
estrategia común que facilite la financiación cultural
y permita una cobertura mayor de la acción cultural,
haciéndose corresponsables, junto con el gobierno central, de
la democratización cultural.
ANÁLISIS DE LAS
NECESIDADES IDENTIFICADAS Y LAS PROPUESTAS PARA LA ACCIÓN
CULTURAL
EN LA REGIÓN
ESTE
El análisis de las propuestas
presentadas durante las sesiones de trabajo nos permiten situar la
problemática de la acción cultural, de la
región, dentro de los límites que a continuación
señalamos:
-
- Los cambios que se han producido
en los últimos veinte años en la estructura
económica de la región amenazan la permanencia de
rasgos valiosos de la identidad cultural, lo cual lleva a plantear
la necesidad de articular políticas que aseguren su
preservación y afianzamiento.
-
- La escasa profusión de
organizaciones culturales, lo limitado de la acción que
realizan llama al fortalecimiento orgánico de las mismas y
al establecimiento de espacios que faciliten los procesos de
coordinación y cooperación, posibilitando la
formulación de planes y proyectos que den coherencia y
hagan efectivas las acciones emprendidas.
-
- La capacitación y
adiestramiento de los gestores culturales, superando la
condición de empíricos, que en la actualidad
caracteriza a los administradores de las organizaciones del
sector, es otra de las demandas planteadas por los responsables de
la gestión cultural.
-
- La carencia de recursos
financieros suficientes, para atender sus compromisos corrientes,
es una situación común para las organizaciones
culturales, no importa que sean del sector público o
privado, que estén establecidas en la ciudad o en el
campo.
-
- La necesidad de encaminar acciones
que aseguren la preservación del patrimonio cultural de la
región.
EL DESARROLLO DE UNA
ECONOMÍA DE SERVICIOS VS. LA PRESERVACIÓN DE LA
IDENTIDAD REGIONAL Y NACIONAL
Los incentivos fiscales establecidos a
favor del desarrollo de la industria turística y las zonas
francas introdujeron cambios notables en el relieve económico
de la región, durante las pasadas dos décadas Casa de
Campo, Punta Cana, Altos de Chavón, Bávaro son hoy
nombres conspicuos de las bolsas turísticas internacionales.
Los parques industriales establecidos en San de Pedro de
Macorís y La Romana ocupan a decenas de miles de trabajadores,
un significativo número de los cuales son mujeres. Esto
último ha impactado en la conformación de la estructura
familiar tradicional, donde el cuidado y la educación de los
hijos era responsabilidad principalmente de la mujer.
Con la migración legal e ilegal
que se ha producido hacia los Estados Unidos, a partir de la guerra
de abril de 1965, se ha visto crecer el número de familias que
viven de las remesas que les envían sus familiares. Estas
personas dependen hoy de otros espacios para materializar sus
esperanzas. El éxito logrado por los peloteros de Grandes
Ligas, nacidos en la región, el contacto permanente con los
turistas que abarrotan las playas del litoral oriental, la apertura
hacia el exterior, producida a través de los medios de
comunicación, han generado una mayor identificación de
los nacionales con el modo de vida y con los valores de las
sociedades norteamericana y europea.
Los medios de comunicación
masivos y la escuela están llamados a jugar un importante
papel para contrarrestar las influencias que nos inducen a la
asimilación, no filtrada, de otros modelos de comportamiento;
sin que esto signifique cerrarnos a las influencias extrañas,
se deben establecer mecanismos que favorezcan la difusión de
lo nacional.
Durante las pasadas tres
décadas, unos 750,000 dominicanos a nivel nacional han
emigrado legalmente hacia los Estados Unidos; esto representa un 10%
de la actual población. La alta concentración de
dominicanos en el exterior obliga al Estado nacional ha
diseñar políticas que propicien el mantenimiento de los
vínculos que unen a éstos con la colectividad
nacional.
FORTALECIMIENTO
ORGÁNICO DE LAS INSTITUCIONES CULTURALES
Existe una escasa profusión de
organizaciones culturales en la región. El peso de la
acción cultural descansa primordialmente en las actividades
desarrolladas por los Ayuntamientos municipales, Universidades,
Secretaría de Educación, Centros y Casas de Cultura,
hasta tanto, se logre incrementar el número de organizaciones
culturales, en la zona, es posible potenciar la labor de las que ya
existen, a través de la creación de mecanismos que
aseguren la formulación de políticas, planes, programas
y proyectos comunes, cuya ejecución permita alcanzar objetivos
de amplitud local y regional. La creación de Comités
Municipales, Provinciales y Regionales de Cultura
proporcionaría espacios apropiados para lograr esos niveles de
articulación.
Las propuestas se encaminan de modo
particular, hacia la elaboración de planes municipales,
provinciales y regionales, los mismos constituyen herramientas claves
para la consolidación de un proceso que procure racionalizar e
imprimir coherencia a la acción cultural.
La administración cultural es
una actividad particular y especializada. Las instituciones demandan
de personal directivo con la formación y vocación para
el manejo efectivo de los recursos humanos, materiales y financieros.
La conducción de los procesos de planificación,
organización y control; la selección de personal, la
toma de decisiones; el diseño de una plataforma
estratégica, que asegure el logro de los objetivos, en un
ambiente caracterizado por un alto nivel de incertidumbre, como lo es
cultura, no puede de ninguna manera dejarse a expensas de los
limitados horizontes que supone una formación gerencial,
eminentemente empírica.
EL FINANCIAMIENTO DE LA
CULTURA, RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y CON PARTICIPACIÓN DEL
SECTOR PRIVADO
El Estado se nutre fundamentalmente de
los recursos generados por los impuestos y los tributos, los cuales
devuelve en servicios a la población. Las mediaciones que
crean grupos de interés, que presionan para que estos fondos
sean dirigidos en una determinada dirección, así como
la demora natural que imponen los procedimientos de control
gubernamental, hacen que sectores, con una limitada capacidad de
presión, como es el caso de cultura, no reciben o reciban muy
tardíamente los recursos necesarios para motorizar su
acción.
La excepción prevista por la
ley de Impuesto sobre la Renta a las compañías que
hacían donativos a entidades no lucrativas fue usada
frecuentemente para encubrir la evasión al fisco, a
través de falsas fundaciones y otras instituciones, que se
apropiaban de las prerrogativas asignadas a instituciones creadas con
propósitos de servicio colectivo. La limitación, a un
5% de los beneficios de las empresas, de los donativos exentos que
pueden ser entregados a instituciones sin fines de lucro es una
medida con la cual se buscó contener esa mala
práctica.
Esto ha causado considerable perjuicio
a instituciones que tenían en el mecenazgo cultural su
principal fuente de recursos económicos. El proceso de
modernización, que se produce actualmente en la
administración tributaria, permite establecer los controles
necesarios para asegurar que los donativos reportados no vayan a
parar a manos de organizaciones de carácter virtual, creadas
por la magia de los asesores impositivos. Por cuanto, no existen
razones valederas para no responder a la demanda de ampliación
del rango de las donaciones exentas, vigente a la fecha.
Las cifras económicas, conforme
las presenta, actualmente, el Banco Central de la República,
no permiten apreciar el impacto que sobre la economía tienen
las actividades culturales, qué porcentaje del producto
interno bruto corresponde a productos culturales, generados desde la
radio, televisión, cine, periódicos, revistas, libros,
discos, presentaciones artísticas, ventas de
artesanías, pinturas, esculturas, entre otros. La
cuantificación de los productos y los servicios generados por
la cultura permitirá una valoración más objetiva
de los mismos, así como la identificación de
líneas de acción, que permitan su desarrollo,
fortalecimiento y un mayor impacto sobre el conjunto
económico.
La estructuración de
políticas sectoriales que promuevan el desarrollo de las
industrias culturales, abre vías de solución para el
problema del financiamiento de la cultura. El fortalecimiento y el
desarrollo de las artesanías, el establecimiento de
facilidades para la filmación de películas en
escenarios y locaciones habilitados en el país, la
producción y promoción del libro dominicano, la
incorporación de la plástica, dentro de los programas
de promoción y publicidad ejecutados por la Secretaría
de Estado de Turismo, el respeto a los derechos autorales de los
creadores, son algunas medidas que, articuladas como políticas
multisectoriales, permitirían generar una buena porción
de los recursos demandados para la realización de las
actividades culturales.
RESGUARDO DEL PATRIMONIO
CULTURAL TANGIBLE E INTANGIBLE
Durante más de trescientos
años, la ganadería constituyó el eje fundamental
de la economía de las poblaciones de la Región Este.
Aunque era ésta una economía básicamente de
subsistencia, donde el ganado se encontraba disperso por las grandes
extensiones de tierra, donde la captura de las reses cimarronas era
práctica habitual para el sustento de los habitantes de los
pueblos y las pequeñas comunidades.
La pobreza económica del
área se refleja en la escasez de ruinas y reliquias, propias
del período colonial. La carencia de piezas y monumentos de la
época colonial se compensa significadamente con la
profusión de cuevas, guácaras, petroglifos,
enterramientos y asentamiento de la población aborigen. Como
son el Manantial de la Aleta, el cementerio aborigen de Boca de
Chavón, La Cueva de las Maravillas y La Plaza de Anumuya. La
instalación de una Oficina Regional de Patrimonio Cultural, en
San Pedro de Macorís, puede aprovecharse como base a toda una
labor de protección de este valioso patrimonio, siempre que se
aseguren los recursos necesarios para ésta.
La realización de un inventario
que permita la identificación, clasificación,
ubicación y verificación del estado de
preservación del patrimonio tangible de la zona es tarea que
debe ser acometida cuanto antes. La experiencia del trabajo de
recolección de información realizado como parte de este
proyecto diagnóstico, puede orientar una segunda fase de
inventario de mayor amplitud y profundidad. Con posterioridad a la
identificación de las ruinas, monumentos históricos,
sitios de interés arqueológico, corresponde
diseñar un programa de conservación de los mismos. Su
declaración en estado de emergencia podría generar la
agitación necesaria para lograr la colaboración de las
autoridades municipales, las organizaciones culturales y los
líderes comunitarios, en el logro de este
propósito.
La acogida que tiene la
práctica del juego de pelota, en la región,
especialmente en la provincia de San Pedro de Macorís, hizo
levantar la solicitud para la realización de un estudio sobre
el patrimonio deportivo de la zona. Determinar qué factores
predisponen, de manera especial, a los descendientes de los cocolos,
venidos allende las islas, a la práctica del juego de pelota;
el efecto que tuvo en la proliferación de este deporte la
presencia de los soldados norteamericanos, encargados de suprimir la
oposición armada que se produjo en la región Este, como
producto de la primera de dos intervenciones hecha por los Estados
Unidos al país, en el presente siglo, son algunos de los
aspectos que dicho estudio permitiría abordar.