En una de sus correrías nocturnas, Jean Valjean es asaltado por un malhechor, el Sapo, pero Jean Valejan lo domina, dejándolo ir después, no sin antes tratar de hacerlo ver que lleva un camino equivocado y le da un saquito con monedas, que Gavroche, que ha visto todo, encaramado en un árbol, le roba.
Téodulo ronda la casa de Cosette, tratando inútilmente de entablar conversación con ella, pues Cosette no tiene pensamientos más que para Mario. Encuentra una carta de Mario pidiéndole que lo espere por la noche. Dudosa, Cosette acude al jardín al caer la noche y ahí encuentra a Mario quien le confiesa que la ama. Eponina que presencia esto, se aleja triste. A partir de aquella noche, Mario y Cosette inician su idilio a través de la verja del jardín.
Gavroche encuentra en la calle a dos niños abandonados y los lleva al escondite que le sirve de casa. El Sapo encuentra a Gavroche y le pide ayuda para liberar a su padre de la cárcel. Mientras sus compinches, Babet, El Sapo y El Pulpo, y de Gavroche lo esperan fuera de la prisión, Thérnardier da un somnífero al carcelero y escapa por los tejados. En esos momentos Javert dice al prefecto que irá a hablar con Thérnardier.