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Medios/Televisión
¿Qué
pasó con la Permanencia Voluntaria?
Las
tardes domingueras con cine de buena calidad en la TV abierta son ya
cosa del pasado, en su lugar tenemos hoy no sólo academias y
acartonados programas deportivos sino una muestra de porqué la
migración hacia la señal por cable es imparable
OCTUBRE, 2008. Fue sorpresivo, la verdad. Era domingo, sin DVDs para rentar, recién terminado el último libro que quedaba pendiente de leer, y con un insufrible partido de futbol por la radio. Todo ello, combinado con la confesada flojera de aquel día, nos hizo recordar la costumbre de hace décadas, esta es, pasarse horas frente al televisor sintonizando lo que, recordamos, llevaba el nombre de Cine Permanencia Voluntaria, o Permanencia Estelar que el canal 5 de México nos presentaba más o menos a partir de las 12 p.m. hasta casi 11 horas después. También recordé que, como en el cine, pasaban una doble cartelera que repetía las cintas.
Ello evidenciará a muchos lectores hace cuánto tiempo no sintonizaba la televisión abierta un domingo por la tarde. Sabía, por ejemplo, que
DeporTV sin José Ramón era ya un cascarón tedioso, con cero controversia (dos adjetivos que describen a su flamante conductor André Marín, quien por un par de meses escribió textos iguales de aburridos en la revista Contenido hasta que los mismos lectores lo echaron de sus páginas) y que había sido enviado a las 11 de la noche debido a ese escaparate llamado La Academia del cual prefiero
guardarme comentarios esta vez. Total, el caso es que la Permanencia había desaparecido de los dos canales --bueno, en el 7 de Azteca continúa, peor ya entrada la tarde), aunque en lugar de
eso el 5 presentó una serie policíaca más aburrida que el comentarista Marín.
Ante ello uno termina por preguntarse qué pasó con la Permanencia Voluntaria y porqué el canal 5 de Televisa decidió borrarla de su programación. Quizá se debe a la presencia de los videoclubs, que convirtieron el hábito de ver películas por televisión en algo exótico que ya no genera ratings. No faltan razones aquí, por cierto: En una de las últimas sesiones de Permanencia Voluntaria que vi, la barra de anuncios entraba luego de apenas cuatro minutos de película (sobra decir que los comerciales duraban casi el doble), a lo que se añadía la
irritación de que al filme le quitaban escenas para que cupieran todos los anuncios. Era una señal prístina de que, ya desde entonces, la modalidad de Cine Permanencia Voluntaria iba más en picada que la popularidad de López Obrador.
Ya no quedaba entonces sino recordar aquellas sesiones de Cine Permanencia Voluntaria donde, por ejemplo, en Semana Santa se ofrecían cintas como
Rey de Reyes, o esas películas épicas de romanos, griegos y, naturalmente, de la Segunda Guerra Mundial, que por un tiempo eran las que abundaban. Por otro lado, todavía tengo en mente un maratón sobre un largometraje sobre la vida de Pelé el cual que se transmitió ininterrumpidamente desde las 10 de la mañana hasta la media noche, es decir, la misma modalidad del Pago por Evento aunque en esta ocasión era gratis. (Esa película, a propósito, fue exhibida sin cortes comerciales intermedios... ¿Quién dice que Emilio Azcárraga Milmo, el fallecido dueño de Televisa, no tenía visión de cómo serían las cosas en la TV?).
Otra teoría que pudo haber marcado el fin de la Permanencia Voluntaria fue el terremoto de 1985 donde Televisa perdió hasta el 30 por ciento de su material donde, sin duda, iban incluidas muchas de esas cintas que nos habían encantado años antes. También es posible pues no recuerdo haber visto más cine épico y de catálogo en ese canal.
La lista de cintas bélicas exhibidas en el Cine Permanencia Voluntaria era, como ya lo habíamos referido, monumental. Ahí tuvimos oportunidad de ver
El Expresso Von Ryan, Tora Tora Tora, Ataque a Pearl Harbour --no confundir con el bodrio estelarizado hace pocos años por Ben Affleck--
La Batalla de Midway, El Día D, Mussolini y, naturalmente,
Patton, para muchos el clásico más importante del género y con un George C. Scott monumental. Lo más interesante es que se trataba de una cartelera similar a la de una sala: uno tenía oportunidad de ver la misma película en la mañana, o bien cuatro horas después.
Por supuesto también en ese segmento tuvimos oportunidad de ver, ahora en televisión, cintas como
Star Wars, Ghostbusters, Gremlins, Encuentros Cercanos del Tercer Tipo, Tiburón
y Contacto en Francia. Y ahora que me acuerdo, todas esas películas las vi subtituladas, modalidad que desaparecería a inicios de los 90 cuando el Cine Permanencia Estelar desarrolló una ridiculez llamada Cine en tu Idioma. Quizá aquí estoy especulando, pero ¿no será que así como el Pay Per View de Don King mató al ídolo de box, el doblaje terminó por aniquilar al Cine Permanencia Voluntaria?
Así pues, la sorpresa de descubrir que el Cine Permanencia Voluntaria había desaparecido del canal 5 fue una noticia entristecedora. Cierto que todavía el 7 de Azteca transmite películas aunque no sean muy prolíficos pues le han dado la vuelta a
Tarzan, Toy Story y Titanic como si fuera propaganda de algún candidato o la canción de moda.
El éxodo hacia la TV por cable tiene muchas explicaciones. Esta es
una de las más convincentes.
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Reservados, 2008 |
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