LA DEFENSA DEL PATRIMONIO EN LOS PAÍSES EN CONFLICTO

E-mail: tpviruega@hotmail.com Teresa Puente Viruega

E-mail: csprieto58@hotmail.com Cándido Santana Prieto

Josefa Bellido Haro

 

 

SUMARIO

 

1. Introducción

2. Actuaciones a nivel internacional

2.1. La Convención de La Haya de 1954 y su revisión en 1999

2.2. El Comité Internacional del Escudo Azul

2.3. La Declaración de Radenci

3. La destrucción del patrimonio documental en la Antigua Yugoslavia

3.1. La situación de los archivos ante conflictos bélicos

3.1.1. "Archiveros sin fronteras"

4. El saqueo del patrimonio afgano

5. Bibliografía

1. INTRODUCCIÓN

El trabajo que a continuación se expone trata de reflejar la situación del patrimonio cultural en dos países que han sufrido o sufren un conflicto bélico. Los países a los que nos vamos a referir son: la antigua Yugoslavia y Afganistán. Son dos casos muy complejos y con connotaciones completamente diferentes. Mientras que los daños ocasionados a Yugoslavia afectan al patrimonio cultural en general, los producidos a Afganistán se centran en el patrimonio arquitectónico, escultórico y pictórico.

La antigua Yugoslavia se vio inmersa en un conflicto bélico civil, provocado especialmente por el racismo existente entre las distintas etnias que allí confluyen (este racismo, aún persiste). Pues bien, como cualquier guerra además de destrozar vidas humanas las bombas, los obuses, etc. también destruyeron una gran parte del patrimonio cultural. Muchas veces estos explosivos no iban dirigidos a los bienes culturales, sin embargo las ondas expansivas o las posibles imprecisiones dañaban las estructuras arquitectónicas, escultóricas... Esto provocaba que los saqueos estuvieran a la orden del día.

Nos hemos centrado en el daño ocasionado a los archivos yugoslavos, ya que son muchos los que fueron destruidos y saqueados.

A menudo las instituciones del patrimonio son el objetivo, como una prueba de adscripción étnica, para destruir la vivencia de los orígenes de otros.

Para la defensa de los archivos tras conflictos bélicos existen muchas asociaciones, nosotros nos hemos centrado en la labor realizada por "archiveros sin fronteras". Al menos esta guerra ha culminado, aunque quedan muchas secuelas de todo tipo.

Muy distinto es el caso de Afganistán, ya que desde muy antiguo el patrimonio cultural afgano ha sufrido enormes daños. Éstos la mayoría de las veces, como la que hoy nos ocupa, están relacionados con la religión. Debido a que este país es fundamentalmente islamista, pero posee un gran tesoro budista.

 

La religión del Islam prohibe las obras de arte figurativas por lo que los altos dirigentes permiten destruir todas las que halla. Principalmente se trata de obras budistas, ya que en esta religión no están prohibidas. Bien es verdad que en el pasado siempre hubo grandes diferencias en cuanto a conservar estas figuras o no. Este tipo de destrucción ocurre de forma intencionada. Un claro ejemplo es la destrucción de los dos Budas de Bamiyan por los que mundialmente nos hemos visto sensibilizados, aunque no es el único caso y hoy día persisten.

Existe muy poca documentación sobre este caso sobre el que hemos ejemplificado y sobre la acción continua de los talibán, ya que es un acontecimiento reciente (aunque las noticias en prensa señalándolo abundan).

Ante ambos casos la UNESCO se ha pronunciado.

La defensa del patrimonio tiene una doble cara:

 

2. ACTUACIONES A NIVEL INTERNACIONAL

La comunidad internacional ha elaborado una serie de convenios, recomendaciones y directrices para tratar de ayudar a los estados no solo a reforzar su cooperación internacional, sino a dotarse de un conjunto de medidas, prácticas administrativas y de políticas nacionales.

Dichos textos inspirados por esos convenios pretenden llegar a ser un medio para prevenir y limitar el deterioro, tanto de las grandes realizaciones culturales, conocidas y apreciadas en todo el mundo, como las de las pequeñas comunidades locales, como pueden ser las lenguas amenazadas de desaparición y las prácticas culturales que son piezas clave del patrimonio de la humanidad.

Cada vez con mas frecuencia la preservación del patrimonio cultural es motivo de mayores preocupaciones.

Esa preservación llega a ser calificada de permanente y muchos autores coinciden en hacerla parecida a una obsesión.

Debemos ser conscientes que en cualquier parte del mundo, el patrimonio cultural se ve amenazado por diferentes motivos, y es en este punto cuando aparece la figura de la UNESCO que elabora gran cantidad de instrumentos de normalización.

Estos instrumentos son los convenios y las recomendaciones, elaborados por expertos en el tema.

Su principal objetivo es el mantenimiento y la preservación del patrimonio cultural, luchando frente a cualquier tipo de amenaza que pueda acechar al patrimonio.

Pero también ejercen una labor importante de sensibilización de los gobiernos, guiándolos en la elaboración de la legislación nacional, que debe acoger la variedad de patrimonios presentes en cada país.

La UNESCO ha establecido cuatro tratados multilaterales para reforzar la protección del patrimonio.

Teniendo en cuenta la orientación de este trabajo el convenio que mas nos interesa es el Convenio para la Protección de los Bienes Culturales en caso de conflicto armado, mas conocido como Convenio de La Haya del año 1954, y su protocolo que junto con el convenio referente a las medidas a tomar para prohibir e impedir la importación, exportación o venta ilícita de bienes culturales y el Convenio sobre la protección del patrimonio mundial cultural y natural garantizan un código de protección válido tanto en caso de conflicto como en tiempos de paz.

La UNESCO en su Constitución establece un punto en el que los estados miembros tienen la obligación de comunicar esas recomendaciones a las autoridades nacionales competentes.

Es posible conocer el grado de compromiso de los estados de las diferentes regiones con los convenios firmados.

El grupo de países que se en mayor medida se adscribieron al Convenio son los países de la Europa oriental y occidental, y en especial son defensores principales de su texto los países europeos que acaban de salir de conflictos armados que resultaron devastadores y que sentían la necesidad de renacer.

 

 

Por otro lado cabe señalar que 10 países americanos ya poseían un convenio relativo al tema (el Pacto de Roerich), en la cara inversa tenemos el caso de las naciones de Africa y Asia que aún en 1954 no habían conseguido aún el calificativo de miembros independientes en la comunidad internacional.

La adhesión a estos instrumentos internacionales constituye un medio para medir la acción de un Gobierno para la protección del patrimonio, además debemos tener en cuenta que adhesión no implica la puesta en práctica.

Otros países como Estados Unidos y Reino Unido, conforman una parte muy activa en las negociaciones aún sin estar adheridos al Convenio.

Hay que apuntar que aunque las normas internacionales siempre son creadas para su cumplimiento y aplicación en todo el mundo esto no son respetadas.

 

2.1. LA CONVENCIÓN DE LA HAYA 1954 Y SU REVISIÓN EN 1999

Esta Convención se alza como el primer instrumento internacional que trata sobre la protección del patrimonio cultural.

Tras la 2ªGuerra Mundial se hace una evaluación de los daños sufridos por los bienes culturales y se llega a la conclusión de que es necesario elaborar un instrumento de protección en tiempos de paz, tanto a nivel nacional como internacional.

Se desarrolla a lo largo de 7 capítulos y 40 artículos, a través de sus líneas define lo que e bien cultural, y su distintivo (el escudo azul), establece la concesión de la Protección Especial Reforzada para los bienes que lo requieran.

Pero se hace evidente su ineficacia, entre otros motivos porque muchos de los estados que la ratificaron no la han apoyado.

Es tras la escalada bélica en Los Balcanes en 1993 se produce su revisión, que culmina con la aprobación del segundo protocolo de La Haya cuyo texto fue aprobado en Marzo de 1999.

Debido a lo especial del tema ya que se refiere a países en conflicto, es necesario que el texto sea fácil de entender por los militares que son los que intervienen directamente en los conflictos armados.

Esta nueva revisión gira entorno a tres puntos fundamentales:

1.Procurar un nivel mas adecuado de protección de los bienes culturales en caso de conflicto armado, estableciendo un sistema mas eficaz de protección para los bienes culturales.

2.Organizar una mejor estructura administrativa que permita una intervención más directa.

3.Contemplar la evolución contemporáneo.

 

2.2. EL COMITÉ INTERNACIONAL DEL ESCUDO AZUL (ICBS)

Es una organización de reciente creación ya que no es hasta 1996 cuando se forma el comité que lleva el nombre del distintivo dado por la Convención de La Haya en 1954 para designar a los bienes protegidos.

Fue creado por las cuatro organizaciones interesadas en la preservación y conservación del patrimonio cultural:

-el CIA (Consejo Internacional de Archivos).

-la IFLA (Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas).

-el ICOM (Consejo Internacional de Museos).

-el ICOMOS (Consejo Internacional de Monumentos y Yacimientos).

Su principal tarea es la de asesoramiento para ofrecer protección a los bienes culturales en caso de conflictos, favoreciendo la colaboración internacional y fundamentalmente procurar la guarda y preservación de los bienes culturales.

 

2.3. LA DECLARACIÓN DE RADENCI

Debe su nombre a la celebración de un encuentro en Radenci (Eslovenia) en 1998.

Su función es fundamentalmente la de formar al personal que interviene en los conflictos armados, en el seminario también se hablo de las leyes internacionales relativas a la protección del Patrimonio Cultural.

Se obtuvo una declaración conjunta tendente a desarrollar estrategias que calculen y reduzcan el riesgo, mejorando la capacidad de reacción en caso de amenaza a un determinado bien cultural, promoviendo instituciones dedicadas al cuidado del patrimonio cultural y favoreciendo la cooperación de todas las partes relevantes en consejos de emergencia.

 

3. LA DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO DOCUMENTAL EN LA ANTIGUA YUGOSLAVIA

De todos es conocida la guerra que tuvo lugar en Bosnia-Herzegovina entre 1991 y 1995. fue una guerra devastadora en todos los sentidos. Se cobró multitud de vidas humanas debido a la "limpieza étnica". Junto a ésta se llevó a cabo una "limpieza cultural" que dañó seriamente el Patrimonio Cultural en general y a los archivos en particular del pueblo agredido.

En todo este patrimonio vive la historia pasada,, presente y futura del pueblo Bosnio. En ella se establecen las bases de su cultura y forma de vida del mismo, conformada por católicos, ortodoxos y musulmanes. Supone un triple enriquecimiento del Patrimonio Cultural de un estado que se quería hacer desaparecer sin más por causas ideológicas, políticas y religiosas.

¿Suponía esto que debería de sobrevivir sólo el legado patrimonial de la parte del más fuerte? Parece que esto era uno de los objetivos de esta guerra. Sin embargo, esto no se podía permitir. Había que protegerlo. A ello contribuyeron los servicios nacionales arropados con firmeza por la Comunidad Internacional que actuó para proteger los bienes culturales de la república Bosnia-Herzegovina. Esta ayuda de protección se contempla en la Convención de la Haya de 1954 para la protección de bienes culturales en caso de conflicto armado. Un tratado internacional sobre la Protección del Patrimonio Cultural durante las guerras y que es administrado por la UNESCO.

De la misma forma, la ONU también proporcionó ayudas para la reconstrucción del patrimonio cultural de la parte croata de Bosnia a través de la "misión Croacia". Ésta se denominó UNCRO.

Resulta enriquecedor el modo de actuación y las medidas que se tomaron en su día para la protección de los materiales archivísticos en Croacia. Servirán de precedente para futuras actuaciones. Tuvieron un papel importante los servicios de Archivos en Croacia. Crearon un comité de coordinación en el seno del Ministerio de Educación y Cultura que preparó la protección de los bienes culturales a través de:

"PROTECCIÓN DE LOS DOCUMENTOS DE LOS ARCHIVOS EN CATACLISMOS NATURALES Y EN CASO DE GUERRA" a los distintos archivos. El informe contenía instrucciones detalladas para el salvamento de los documentos.

Todas estas medidas han dado como resultado que el patrimonio archivístico de Croacia no haya sufrido destrucciones y devastaciones importantes.

Los daños más importantes los sufrieron los documentos que no fueron conservados por sus servicios de archivos:

Se han contabilizado 188 bibliotecas dañadas y 43 completamente destruidas.

Croacia no entró de lleno en la guerra, por eso estas medidas fueron solo de prevención y protección ya que el territorio fue liberado en su mayor parte desde el principio.

Por tanto, tres son las conclusiones a las que se llega para proteger y conservar los archivos en tiempo de guerra.

Gracias a estas medidas tomadas antes y durante la guerra se ha salvado la mayor parte de la documentación en Bosnia Herzegovina.

En Sarajevo t otras localidades se destruyeron gran parte de documentos administrativos, particularmente los producidos por el Gobierno y por la Asamblea, pese a las medidas adoptadas.

Los archivos que más daños han sufrido durante la guerra en Bosnia-Herzegovina fueron los de fueron los de los siguientes organismos:

Estos dos últimos, pertenecientes a los archivos del Estado, fueron gravemente dañados.

Los archivos del Instituto Oriental de Sarajevo comprendían 4 colecciones separadas y todas ellas han sido destruidas.

 

 

Lo mismo ha ocurrido en la Biblioteca Nacional Universitaria, donde han destruido materiales librarios muy ricos y otros archivísticos muy valiosos y manuscritos en latín, cirílico y diferentes manuscritos orientales y documentos desde el S. XVI al S. XIX, colecciones históricas, etc.

También es visible la destrucción de valiosos grupos de documentos en los monasterios franciscanos relacionados con la Bosnia Medieval, la administración turca y la dominación austrohúngara.

También fueron afectadas:

En cuanto a los archivos Regionales de (Tuzla, Travnik, Sarajevo, Mostar y Bihac) todos sufrieron pérdidas y daños, aunque se salvó la mayor parte del material archivístico.

El problema actual de estas instituciones es el almacenaje inadecuado y la alta humedad relativa, lo más importante a resolver tan pronto como sea posible.

Tras el fin de la guerra en 1995 se ha recabado la colaboración internacional para ayudar a reconstruir el sistema de archivos de Bosnia-Herzegovina.

Con este fin se celebró en Londres en mayo de 1996 la primera reunión oficial de archiveros procedentes de la Federación de Bosnia – Herzegovina y la república Srpska, en un seminario organizado por el instituto Bosnio con la participación del CIA (Consejo Internacional de Archivos).

Trabajaron junto con representantes de una cadena internacional, organizaciones no gubernamentales y principales archivos de Europa.

 

Se convino crear un programa común y un plan de acción prioritario para reconstruir el servicio de archivos en Bosnia-Herzegovina, que fueron seriamente dañados durante la guerra, y habían caído en el olvido desde el establecimiento de la nueva unidad administrativa de los recuerdos de Paz de Dayton.

Se establecieron tres amplias áreas para la acción cooperativa futura:

    1. La necesidad de modernizar y armonizar el marco legal del servicio de archivos a lo largo del país y en particular reforzar la posición de los Archivos de Bosnia-Herzegovina.
    2. Trabajar para proteger la condición física de los archivos.
    3. Formación para el personal de archivos y organizaciones que producen documentos.

Con vistas a su difusión por los distintos órganos gubernamentales, la reunión, en su declaración final, insistió en la idea de que los archivos y documentos son cruciales para el buen gobierno y esenciales para asegurar la responsabilidad y transparencia ya que Bosnia-Herzegovina, después de experimentar una devastadora guerra, está todavía en proceso de transición política y económica, por ello la rehabilitación y transformación de Servicio de Archivos en un moderno y efectivo elemento de administración pública habrá de ser un factor clave para la consolidación plena del estado democrático.

En cuanto a la guerra actual de Kosovo, todavía no se ha hecho un balance oficial de las destrucciones llevadas a cabo en esta última guerra, pero todos los indicios apuntan a que puede superar, con mucho, los porcentajes anteriores.

Recientemente, la UNESCO, enunciaba los principios a aplicar para la reconstrucción de Archivos y Bibliotecas Kosovares.

"A corto plazo, se debe realizar una valoración detallada de la destrucción y los daños sufridos por bibliotecas y archivos. Se necesitan tomar medidas urgentes para salvaguardar los fondos y colecciones que se han salvado pero que ahora están en peligro debido a las malas condiciones de conservación.

A medio plazo, los esfuerzos de rehabilitación, particularmente en el área de la administración pública, deben tener en cuenta la importancia de las bibliotecas como medio de conocimiento, que proporcionan las condiciones básicas para el aprendizaje a lo largo de la vida, la toma de decisiones de forma independiente y el desarrollo de grupos e individuos en la región.

En la fase de reconstrucción, la gestión de los documentos debe tenerse en cuenta desde el principio como un componente más en los proyectos civiles de rehabilitación.

Las medidas adecuadas para la gestión de documentos son también importantes para garantizar la transparencia, a largo plazo, de las acciones administrativas y gubernamentales, esenciales para que tenga éxito el proceso de democratización en los Balcanes. Los programas de reformas de la administración pública que han de aplicarse en la región tras las secuelas de la guerra deben tomar en cuenta estos aspectos.

La UNESCO tiene la experiencia necesaria, la competencia y los contactos profesionales para jugar un papel activo en el apoyo de la paz y el proceso de democratización por medio de la asistencia a la rehabilitación de los archivos y biblioteca de la Región."

 

3.1. LA SITUACIÓN DE LOS ARCHIVOS ANTE CONFLICTOS BÉLICOS

No cabe duda que durante cualquier conflicto del tipo que sea, pero de manera mas patente en caso de conflicto armado, los archivos no son una excepción y sufre las consecuencias directas de estos procesos. Los Archivos guardan documentos valiosísimos referentes a una nación, de las actuaciones de los gobiernos y de la vida de las personas que los conforman. Cuando se destruye un archivo se destruye una huella de su pasado y de su historia. Se produce una destrucción de la memoria colectiva además de perderse documentos esenciales para la vida de muchas personas (certificados de nacimiento y títulos de propiedad).

Por este motivo se han producido una serie de reacciones a nivel internacional tendentes a la defensa de estas instituciones en la medida de lo posible.

*El Comité Internacional del Escudo Azul

Desde este tratado y sobre todo durante la guerra en la antigua Yugoslavia, se instó a acatar los tratados internacionales relativos a los conflictos armados.

A su vez hace un llamamiento a todas las partes implicadas para que pongan un especial énfasis en la defensa de los archivos, las bibliotecas, museos.....

Su principal misión es la de recoger y transmitir la información, coordinar la acción de las situaciones de emergencia que afecten al Patrimonio Cultural, tanto en los conflictos armados como en los desastres naturales.

*El Consejo Internacional de Archivos

Esta institución pone de manifiesto su preocupación por los daños sufridos por el patrimonio cultural durante la guerra de Yugoslavia. Por ese motivo, creó un comité para la prevención de desastres.

Sus objetivos fundamentales:

-Producir una bibliografía de planes de desastre.

-Elaboración de pautas para la prevención de desastres y control de archivos.

-Formar archiveros.

Cuando la amenaza contra los documentos proviene de un conflicto armado, en la mayoría de los casos las medidas que se aplican son ineficaces.

La Convención de La Haya, pretende proteger el patrimonio cultural material por medio de acuerdos tendentes a evitar los lugares identificados en un conflicto, lo que en muchos casos resulta negativo ya que aumenta los riesgos de pérdida.

Otra de las propuestas es la de trasladar todo el material amenazado a un lugar mas seguro, operación que también resulta arriesgada.

La información puede ser transferida a otros soportes como el microfilm y la digitalización, con lo que se garantizaría su existencia, pero eso sí, fuera de estos territorios de conflicto.

*La Asociación Americana de Archiveros (SAA)

Este organismo pone de manifiesto su preocupación en cuanto a la destrucción de archivos acontecida en Kosovo.

Para esta asociación es necesario que los archivos se consideren puntos inviolables y por tanto se les debe conceder la máxima protección posible.

*Asociación de Archiveros de Quebec

Pone de manifiesto su repulsa ante la destrucción de archivos tanto los producidos intencionadamente, como los producidos fortuitamente.

Insta al cumplimiento de los Convenios Internacionales para la defensa del Patrimonio, que incluye a los archivos.

 

3.1.1. "ARCHIVEROS SIN FRONTERAS"

Esta Asociación, nace gracias a la iniciativa de un grupo de archiveros, que tratan de extender su acción de una manera desinteresada y generosa por todo el mundo, partiendo de la base de que la protección del patrimonio documental es necesaria si se quiere preservar la memoria. Se trata de una puesta en común de los conocimientos a otros profesionales y colectivos y además se pone de manifiesto que no se debe tratar de acciones aisladas. Así en el año 1998 se constituye como asociación.

Los objetivos fundamentales de esta asociación no gubernamental son:

-Salvaguardar los archivos y documentos que se encuentren en peligro de destrucción.

-Protección de la memoria histórica y fomento de la diversidad cultural.

-Elaboración y ejecución de proyectos de cooperación internacional.

-Elaboración de proyectos de organización de archivos.

-Formación de profesionales de archivos, así como facilitar su asesoramiento.

-Conservación de archivos.

-Cooperación son otras entidades y asociaciones afines...

La actuación que se llevara a cabo en cada caso dependerá de las características del conflicto que se va a tratar.

Se crean ciertas figuras que son las encargadas de colaborar en las tareas desempeñadas por la Asociación.

La primera figura es la del socio, que se define como la persona interesada en la defensa del patrimonio documental y que ejerza la profesión de archivero.

El socio cooperante, que son aquellos miembros interesados en participar de manera directa en la planificación y ejecución de proyectos de cooperación.

Y por último se contempla la figura del socio voluntario, que es la persona interesada por los archivos, aunque no ejerzan profesionalmente.

La Asociación posee lazos de unión con otras asociaciones y entidades relacionadas con su ámbito de actuación.

Hasta este momento ha llevado a cabo diferentes proyectos en Bosnia, Guinea Ecuatorial y Niger.

 

4. EL SAQUEO DEL PATRIMONIO AFGANO

El 26 de febrero de 2001, el líder talibán, mulá Mohammed Omar, decretó la destrucción de todos los monumentos y obras de arte figurativas existentes en Afganistán. Esta crimen contra la cultura, y más concretamente contra el patrimonio, se une a todas las vejaciones impuestas a los afganos, y de ahí, la protesta y la indignación a nivel universal.

En 1996 se instaló en Kabul este régimen y, desde entonces siempre ha mostrado mucho odio y desprecio hacia la población afgana. Primeramente la minoría shií, luego las mujeres (forzadas a usar el chador con rejilla), las niñas, a las que se prohibió acudir a la escuela a partir de los ocho años, y a los campesinos, afectados por la sequía y obligados a partir por millares al exilio, mientas que los campos del sur y del este del país se dedicaban al cultivo del opio. Los atentados contra el patrimonio esta vez van más allá, ya que han causado daño a toda la comunidad internacional.

HACIENDO UN POCO DE HISTORIA

La primera vez que aparece la representación de Buda fue en el actual territorio de Afganistán. Y, desde que los artistas de la civilización de Gandhara, allá entre los siglos I y V de nuestra era, dieron a Buda un rostro muy asemejado al de Apolo inspirándose en la estatutaria helenística, Japón, Sri Lanka, Birmania, Tailandia, Corea o China consideran a Afganistán como la Atenas del budismo. Después, en el siglo XV, la parte occidental de Afganistán (Herat) fue considerada la Florencia de la pintura musulmana. Durante siglos los partidarios y adversarios de la representación de lo divino se habían enfrentado constantemente, pero es el califato de Damasco el que impone la prohibición de representar a Dios, pero no la del príncipe y su poder.

Herederas de esta tradición, las miniaturas y estampas iluminadas de la corte de Herat fijaron los cánones de este género, reproducidos hasta el siglo XVIII desde Estambul a Agra. La mayor parte de estas obras fueron trasladadas a Persia o a la India. Las últimas estampas iluminadas conservadas en una biblioteca al norte de Kabul fueron quemadas después de 1996... A veces trasladar el patrimonio fuera de su marco original tiene efectos positivos.

Ya en el siglo XX, todos los Estados musulmanes y algunos de sus colindantes, adoptaron el principio de que la conservación y la valoración del patrimonio arqueológico son esenciales para la edificación de una nación moderna y, representan uno de los cimientos de la identidad cultural. Rompían con el terror sagrado que inspiraban hasta entonces las obras de tradición religiosa extranjera. En lo sucesivo, el pasado arqueológico debía preservarse como base del conocimiento, al margen de la carga religiosa que pudiera inicialmente tener.

Desde 1919, el Afganistán independiente invitó a los arqueólogos franceses, italianos, rusos, japoneses, estadounidenses, británicos e indios a realizar excavaciones en su territorio y a formar a arqueólogos afganos, a cambio de acuerdos sobre el reparto de los hallazgos y sus beneficios. Pero en 1979 la guerra puso término a estos intercambios.

En 1989, tras la retirada de las tropas soviéticas, un grupo de guerrilleros del Hezb-i-Islami saqueó el monasterio budista de Hadda, sin promover la menor reacción. En 1994, ocurrió algo parecido en un museo situado en un barrio de la capital, ya que , éste último, se encontraba dominado por una facción independiente del poder central. Estos guerrilleros, poco después, se sumaron a los talibán y sentaron las bases de la destrucción, ocasionada por la ideología (diciendo que el Islam prohibe las obras de arte figurativas).

El decreto, del 2001, del mulá Omar expresa un claro desprecio hacia las culturas de las demás comunidades, especialmente la budista (ya que piensa que sus estatuas tienen un poder maldito, horrible y temido).

 

 

 

 

 

LA UNESCO ANTE LA SITUACIÓN AFGANA

Desde que el mulá Omar formuló sus amenazas contra el patrimonio afgano, la UNESCO ha servido de antena para todas las iniciativas internacionales destinadas a "detener este movimiento hacia el absurdo en el que están inmersas las autoridades de Kabul".

El Director General de la Organización envió un emisario para tratar de convencer a los talibán de revocar su decisión de destruir el patrimonio preislámico afgano. También convocó una reunión urgente de los representantes de la Organización de la Conferencia Islámica para discutir con ellos líneas de acción comunes. Al mismo tiempo se impulsaba la movilización de los dirigentes políticos y religiosos, la UNESCO lanzó una petición internacional pidiendo el cese de las destrucciones e instando a los talibán a conversar. La confirmación de la destrucción de las estatuas de Bamiyan (representaciones de Buda excepcionales por sus dimensiones y su antigüedad y declaradas Patrimonio de la Humanidad) no debe interrumpir la presión internacional sobre el régimen afgano.

 

6. BIBLIOGRAFÍA

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Consejo de Europa. El patrimonio cultural en el Consejo de Europa: textos, conceptos y concordancias. 1999.

García Arias, Luis. La guerra moderna y la organización internacional. 1962.

Lafuente Izquierdo, A. Los archivos y la guerra: reacciones de la comunidad archivística internacional. Boletín ACAL, Vol 9, Nº .32, 1999.

Lafuente Izquierdo, A. Una década de destrucción de archivos en la antigua Yugoslavia. Boletín ACAL, Vol 9, Nº .32, 1999.

Rojo, Alfonso. Yugoslavia, holocausto en los Balcanes. 2ª ed. 1992.