Como es natural, el título de esta sección está inspirado por el cuentario de Julio Cortázar, Queremos tanto a Glenda. Aquí están algunos de las actividades que el mexicano Javier Munguía Rendón y yo hemos realizado por esta página para que mejore cada vez más.
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El lenguaje de la
pasión (2001) es
sin la menor duda el mejor libro de compilación
periodística que ha publicado Mario. En mi lista de
preferencias está segundo después de La guerra del fin del mundo. Sin embargo, hay una observación
que desmerece el trabajo de composición del libro: la
repetición de dos artículos ya aparecidos en libros
anteriores. "La señorita de Somerset", que
abre el libro, es de 1983 (en el prólogo Mario escribe
que los artículos son del período 1992-2000), está
publicado también en Contra viento y marea, Vol. III (1990), y su importancia
es muy menor si no nula; desentona con el resto
de trabajo compilado. El segundo, "La moral de los
cínicos", de 1992, es digno de El lenguaje de la pasión, mas ya formó parte de una
compilación del período 1992-1994, Desafíos a la libertad (1994). A Javier le emocionó "La señorita de Somerset". Yo le repliqué que ese artículo es básicamente una repetición de ideas que Mario ha desarrollado con más pasión -y palabrería lujosa a lo Malraux- en otros lados (sin ir lejos en varios artículos dedicados a artistas en El lenguaje de la pasión). Y esta es la última curiosidad con respecto a las Piedras de Toque, que acabo de descubrir: la repetición de títulos. En 1998, un artículo sobre la inseminación de ultratumba titulado El Sexo Frío y en mayo del 2001 otro El Sexo Frío, pero esta vez referido a La vie sexuelle de Catherine M., de Catherine Millet. En noviembre del 2001 escribimos esto: «Ahora que Mario está escribiendo El Paraíso en la otra esquina, Javier y yo queremos hacer notar lo siguiente: está comprobado que las novelas más notables que ha escrito -esas "novelas totales"- siempre le han tomado varios años: La ciudad y los perros, tres años; La Casa Verde, tres años y medio; Conversación en La Catedral, tres y medio años; La guerra del fin del mundo, cuatro años; y La Fiesta del Chivo, más de tres años. Los años que pongo son discutibles, relativos, pero lo esencial es esto: ninguna novela total le ha tomado menos de tres años. Haciendo cálculos, El Paraíso en la otra esquina debería terminar de escribirla por lo menos a finales del 2003, y publicarse a mediados del 2004. Mientras más tiempo, mejor, aunque termine con una demencia senil.» Hoy, junio del 2002, leo en El País que Mario ha terminado El Paraíso en la otra esquina. ¿Irá esta novela contra la historia de Mario? De manera oficial, el libro daría la impresión de haber sido escrito en dos años (La Fiesta del Chivo es del 2000). Sin embargo, Mario viene tomando notas y escribiendo algo de este proyecto novelesco desde los ochenta (como lo dijo en entrevistas de la época), y de forma continua desde mediados de 1999, más o menos. Si ha terminado la novela en junio del 2002, tenemos como resultado un trabajo aproximado de tres años. Nota de marzo del 2003: Como siguiendo una cábala, El Paraíso en la otra esquina se ha publicado por Alfaguara este mes, a tres años de La Fiesta del Chivo. |
Los títulos de las novelas de Mario tienen particularidades:
Hay que haber leído Conversación en La Catedral, o estar bien enterado, para escribir La Catedral y no la Catedral o la catedral. Javier me dice que José María Valverde considera que es la catedral, que es así porque es un juego de Mario con sus lectores. Una interpretación que puede considerarse falsa si en sus memorias El pez en el agua Mario habla de La Catedral. Sin embargo, en las carátulas de las primeras ediciones de esta novela dice la Catedral; aunque ya sabemos que las editoriales son con frecuencia descuidadas con estos detalles.
¿Es La Casa Verde o La casa verde? Dentro de las páginas de esa novela, es La Casa Verde. En ¿Quién mató a Palomino Molero?, un personaje, Lituma, dice La Casa Verde, pero Mario en sus memorias El pez en el agua escribe La casa verde. Es uno de esos extraños casos en que cabe preguntarse si el autor tiene la última palabra.
Más problemático resulta saber si es La fiesta del chivo, La fiesta del Chivo o La Fiesta del Chivo. Tuve muchas dudas, antes de encontrar la respuesta en la misma novela: en el epígrafe de esta novela dice «El pueblo celebra / con gran entusiasmo / la Fiesta del Chivo / el treinta de mayo». Ni hablar, es La Fiesta del Chivo, pues al parecer se trata de una especie de fiesta nacional en la República Dominicana. En los artículos y entrevistas que figuran sobre esta novela, he corregido cuanto he podido a la forma correcta, pero es tanto lo que conseguí que no dudo hay erratas por varios sitios. No es toda mi culpa, los periodistas que los escribieron lo escribieron mal.
Y así con todos los títulos, he buscado que estén escritos con decoro.
Una de las cosas que he intentado por todos los medios es de no poner el argumento de las novelas de Mario. Es cierto que en algunos casos los he puesto, pero ninguno ha sido escrito por mí. Los argumentos o resúmenes de las novelas me parecen sinceros actos de ociosidad y maledicencia; ociosidad para el que no quiere leer la novela -pienso en un colegial que le han dejado de tarea leer, por ejemplo, La ciudad y los perros- y necesita saber de qué trata para dar algún examen y aprobar algún curso. Para esas personas que leen a Mario por obligación no está hecha esta página. Es un acto de maledicencia, también, porque leer "de qué trata" una historia antes de leer la obra misma siempre me ha parecido uno de los peores actos contra la lectura -el propio descubrimiento- de una ficción. Cuando se leen novelas y cuentos es recomendable la ignorancia, no saber qué va a pasar con esos personajes y esos conflictos. Verlos en movimiento, sin saber nada, enterarse por la historia misma, es un caso muy particular de los placeres que depara la ignorancia.
En 1997, Alfaguara consiguió los derechos de publicación de toda la obra de Mario. Cada novela suya publicada por esta editorial, menos Los cuadernos de don Rigoberto y La Fiesta del Chivo, ha traído un prólogo del autor. Gracias a la revista mexicana "Letras Libres" obtuve los de La ciudad y los perros, La Casa Verde y Conversación en La Catedral. Javier me contó que Historia de Mayta, La tía Julia y el escribidor, La guerra del fin del mundo y Pantaleón y las visitadoras también tenían uno. Al Perú ninguna de estas ediciones ha llegado a librerías porque la editorial PEISA tiene los derechos de publicación de estas novelas (con portadas que dejan mucho que desear). Rigoberto fue publicada aquí al alimón con Alfaguara y el Chivo aunque salió por Alfaguara, fue editada en una edición de bolsillo, nada en comparación. con la que salió en toda Latinoamérica y España. (Sólo hace unos meses llegó la edición "normal".) Le pido a Javier los prólogos de estas novelas y me dice que sólo tiene en Alfaguara la de Mayta. ¿Cómo consiguió los otros? Con audacia: fue a una tienda que las vendía, Sanborns, y, ante la perplejidad de los que atendían, se puso a copiar a papel y lápiz los prólogos. Javier me pide que agradezcamos a Tiendas Sanborns por su comprensión, y desde aquí lo hago: muchas gracias.
EL APELLIDO DEL NOVELISTA. Aunque su apellido no es compuesto, siempre se le ha conocido como Vargas Llosa y no simplemente "Vargas" o "Llosa" (aunque esta última forma la usan los de habla inglesa). Cuando el crítico uruguayo Ángel Rama tuvo una polémica con Mario con motivo de la publicación de García Márquez: historia de un deicidio, Rama, que lo trataba de Vargas en sus artículos, recibió esta llamada de atención de Mario: "¿qué es esa malacrianza de acortarme el apellido?" (en Contra viento y marea (1962-1982); p. 199) |
Un mes, una semana y seis días fue el tiempo que tomó le llegaran dos paquetes de libros que le había enviado a Javier. Se los envié por Serpost, por correo certificado, y ni así. Me dijeron que tomaría una semana, doce días máximo, y no, la ineficiencia estatal nos jodió. (Serpost es aún del Estado peruano, lamentablemente.) Esta anécdota no tendría importancia aquí si no fuera por los libros que le enviaba: García Márquez: historia de un deicidio, La orgía perpetua: Flaubert y "Madame Bovary", Lituma en los Andes y La novela en América Latina: Diálogo. A partir de esta experiencia, prometo solemnemente sólo enviar correspondencia o libros por FedEx o DHL.
Unas palabras sobre cada uno de estos libros. Historia de un deicidio (1971) es la celebérrima tesis doctoral de Mario, una joya casi imposible de encontrar, por haberse editado sólo una vez, por Barral Editores -de Carlos Barral, una editorial que ya no existe- con 20 mil ejemplares. En Chiclayo, el año pasado, tuve dos amigos cuyos padres la compraron, en la época que se publicó. Uno de ellos me la prestó para fotocopiarla, un ejemplar que no tenía portada ni contratapa. Meses después, ese mismo año, visitando una de estas cuevas de libros piratas que abundaban en la ciudad, allí estaba: una edición pirata de Historia de un deicidio nada menos. No pensaba comprarla pero ¡esta edición pirata tenía la portada! La quería con el fin de escanearla para esta página, claro (aunque no descarto oscuras motivaciones vanidosas). Le conté de esto a un amigo que generosamente, sin pedirle nada, me lo obsequió por mi onomástico. Luego cuando vine a Lima lo he visto en varios sitios, pero hoy 2004 mientras reescribo estas líneas puedo decir que el libro ha vuelto a desaparecer del mercado blanco o del negro. Como entonces Javier la buscaba como loco y no había por ninguna parte mi solidaridad vargasllosiana me hizo comprar un ejemplar y enviárselo.
La orgía perpetua (1975) es un ensayo que creía más accesible. Ha sido editado por el Fondo de Cultura Económica, por Seix Barral, por Taurus, pero en México estaba como "no habido". Yo conseguí una primera edición Seix Barral, a bajo precio y en las mejores condiciones, en Amazonas, famosa feria de libros usados por el Centro de Lima. En la última Feria del Libro, en el stand del FCE, vi la edición que hizo éste, una con portada color rosado y letras azules. ¿El precio? Caro. La utopía arcaica, también editado por el FCE, estaba mucho más barato (lo compré, no lo tenía). Pese a que Javier no aprecia la novela de Flaubert como yo, mi solidaridad pudo más, por lo que fotocopié mi ejemplar y anillando las copias se las envié.
Lituma en los Andes (1993) es una novela que ganó el Premio Planeta. Supongo que por eso debía estar en todos lados, sobre todo en México, gran pilar cultural latinoamericano. Pero no, en Hermosillo, donde vive Javier, no estaba. Porque es de editorial Planeta.
Sucede lo siguiente: Javier me dice que, desde el momento en que Alfaguara adquirió los derechos de publicación de la obra de Mario en 1997, están prohibidas otras ediciones. Bueno, no exactamente, sino que las ediciones Seix Barral de las novelas y ensayos de Mario desaparecieron de la faz de México. Un convenio entre Alfaguara y no sé quién. Y Alfaguara no ha publicado aún los publicitados -véase las solapas a los libros de Mario por esta editorial- volúmenes de Crítica. ¿En el de Crítica estará Historia de un deicidio? ¿Será posible que Mario acepte que figure La orgía perpetua y no Historia de un deicidio? Lo sabremos cuando se publiquen.
La novela en América Latina: Diálogo (1968) es la transcripción de una conversación, en 1967, entre Mario y Gabo. Fue editado tres veces, la original por Carlos Milla Batres, las dos siguientes por la UNI, en 1991 y el 2003. Hablé una vez con Milla Batres. Me dijo que sacó unos 2 mil ejemplares y que éstos fueron pirateados por toda Latinoamérica. La portada original era verde y sacaron ediciones de color plateado, rojo, amarillo, etc. Carmen Balcells y el Gabo querían denunciar a Milla Batres por pirata y querer embolsarse plata ilegal (Gabo lo creía culpable de la piratería, que según me dice el señor Milla Batres fue masiva) y sólo se salvó por la mano providencial de Mario, que conocía a este editor. Según me dice, él estuvo al lado de Sebastián Salazar Bondy cuando intentó que La ciudad y los perros se publicara por Losada, en Buenos Aires, antes que Carlos Barral contactara a Mario. También, me dijo entonces que no podría reeditar ese libro sin la autorización de Mario y Gabo, juntos; pero por lo que se ve, la UNI tiene los derechos, y qué bien que así sea, porque de lo contrario tendríamos un caso como el de Historia de un deicidio. Mejor dicho, nunca. En esta página he puesto algunos párrafos significativos de ese libro, como consuelo. La portada que pongo de este libro es a blanco y negro, una fea fotocopia, porque no se pueden sacar los libros de la Biblioteca.
También le envié un ensayo breve de Zein Zorrilla sobre Mario, Vargas Llosa y su demonio mayor: la sombra del padre (2000). Zein, amigo mío, me había regalado varios ejemplares pequeños de este libro "para tus amigos" y bueno, el único amigo vargasllosiano de ley es Javier. Meses después he conocido a nuestro primer especialista de la vida y milagros de Mario, el Dr. Max Silva Tuesta, a quien también di un ejemplar.
Javier fue el primero que me demostró su generosidad y su amor por los libros: me envió La frontera de cristal (1995) y La nueva novela hispanoamericana (1969) de Carlos.
Historial de "Un mundo sin novelas" (o "La literatura y la vida")
1) Un mundo sin novelas [clic para leerlo], es el discurso que pronunció Mario Vargas Llosa en febrero del 2000 en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, como parte del simposio La educacion y los valores, que organizaron Fundacion Argentaria y el Ministerio de Educacion, Cultura y Deporte, de España. El escrito ha sido leído y publicado por Mario en diversas ocasiones. Las siguientes son una enumeración de estas apariciones. 2) En octubre del 2000, este texto fue publicado en el número 22 de la revista Letras Libres de México. 3) La revista "Selecciones del Reader's Digest" publica una versión condensada del mismo. 4) El 3 de abril del 2001, fue leído cuando la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (Lima) le otorgó el doctorado honoris causa. Además, el Fondo Editorial de esta universidad lo publicó como un folleto, a un precio de 29 soles (unos 8 dólares). Con una diferencia: el título fue cambiado por el propio autor a "La literatura y la vida". 5) A la semana de este doctorado, el escritor viaja a la Universidad de Georgetown (EE.UU.) a leer la conferencia "Literature and life" ('La literatura y la vida'). 6) El 22 de octubre del 2001, la Universidad Tor Vergata (Roma) también le otorga el doctorado honoris causa, y el escritor también lee "La literatura y la vida". 7) La Universidad de Pau (Francia) le otorga el doctorado honoris causa. Lee, una vez más, "La literatura y la vida". En ésta y en la Universidad de Tarbes (Francia) se organizó un seminario sobre la obra de Mario. Las actas fueron publicadas en el libro "Mario Vargas Llosa, escritor, ensayista, ciudadano, político" (Lima, 2001). Se incluyó "La literatura y la vida". 8) Finalmente, Alfaguara publica una versión ampliada de La verdad 1de las mentiras (1990); entre sus ampliaciones se encuentra un epílogo: "La literatura y la vida".
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Sobre Javier
Munguía Rendón: Nació
el 3 de junio de 1983 en Hermosillo,
capital de Sonora (México). Aunque vive a tres horas de
la frontera con Estados Unidos y tiene visa por diez
años, el 2001 ingresó a estudiar en la
Universidad de Sonora (UNISON), Literatura. Javier es un excelente estudiante, amigo de los profesores y
amigo de sus amigos. En su infancia leyó mucho, novelas con dibujitos -entre las que se encontraban El Gran Gatsby, alguna fantástica de Balzac e incluso ese Prometeo del Teatro llamado Henrik Ibsen. A diferencia de mí, Javier está negado para el cine, pero dispuesto a recibir la ayuda profesional del que se preste hacerlo. Su relación literaria más persona es probablemente con el "boom" latinoamericano: fue desflorado hace unos años con Cien años de soledad. Esto no significa que sea un lector más del Gabo, de esos que le admiran todo: ha leído todos sus cuentos y novelas, del deleznable Ojos de perro azul a las igual de lamentables memorias Vivir para contarla, pasando por la mejor época del Gabo como los cuentos de Eréndira. Es pertinente anotar que los adjetivos son míos, Javier por ejemplo adoró las memorias. (No sé si Ojos de perro azul, ¡espero que no!) |
Con Carlos Fuentes la relación no es menor, cuando estuvo de viaje por el D.F. fue a su casa y estuvo 10 horas a la puerta de su casa, con Terra nostra bajo el brazo, esperando que le escribiera una dedicatoria. Lamentablemente, Carlos nunca apareció pero Javier se tomó varias fotos con la fachada de la casa (fetichista literario). Pudo ver a una muchacha salir al balcón, mas no le pasó la voz porque no sabía si era Cecilia o Natasha, hijas ahora no tan muchachas de Carlos. "A lo mejor era la empleada", dice. Para felicidad suya, el 2003 pudo conocer por fin a Fuentes, Saramago, García Márquez y Eloy Martínez en Guadalajara, todos ellos autores que Javier lee y admira un montón. De Donoso ha leído varias novelas, El obsceno, El lugar sin límites, Casa de campo, Nueve novelas breves, algunos más que olvido, y desde luego que su Historia personal, aunque no sus Conjeturas sobre la memoria de mi tribu. Ambos lo estimamos. De Guillermo Cabrera Infante ha leído todas sus novelas, es decir Tres tristes tigres y La Habana para un Infante Difunto -así se escribe, Javier, todo con mayúsculas-, y le han gustado sobremanera. Como Cortázar con Mario, él y yo nos hemos distanciado un poco los últimos meses, pero no por la malhadada política como en el caso de los primeros, sino porque él ha seguido ampliando sus horizontes de autores latinoamericanos contemporáneos y yo he seguido ampliando mis horizontes de novela y teatro decimonónico, europeo y estadounidense. Llegado a este punto de la lectura de esta sección, espero que no haber dado la impresión de "admirativos jóvenes" como los que menciona Mario en el párrafo siguiente, uno de los más memorables que el hombre haya escrito, en una confrontación con Ángel Rama, a propósito de la publicación de García Márquez: historia de un deicidio:
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MARIO VARGAS LLOSA / BARRA DE NAVEGACIÓN |
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ARCHIVO FOTOGRÁFICO: |
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