Benditas sean las noches
que me traen tu recuerdo,
cuando sola en mi cuarto,
sin mirarte yo te veo.
Y aquel viajero incansable,
que se llama pensamiento,
me lleva a todas partes
para cubrirte de besos,
porque tú me has enseñado,
ha quererte desde lejos,
con los ojos, con el alma,
sin palabras, en silencio.
Autor desconocido