Hay una curva llamada falla,
un periférico llamado confusión,
topes llamados amigos,
luces de precaución llamada familia,
y tendrás ponchaduras llamados trabajos.
Pero... si tienes una refacción llamada determinación,
un motor llamado perseverancia,
un seguro llamado fe,
un conductor llamado Jesús,
llegarás a un sitio llamado ¡éxito!