Hoy quise hacer por ti una oración
que sé que Dios omnipotente oiría;
la respuesta llegó a mi corazón
porque hablar con palabras no podía.
No le pedí por ti fama o riqueza:
que sé que al cabo no te agradará;
le pedí algo de sin par belleza
que para siempre en ti perdurará.
Le pedí escuchara tus oraciones
al comenzar la luz de cada día;
que te diera salud y bendiciones
y amigos de agradable compañía.
Que siempre tengas alegría y calor
desde lo grande hasta en lo pequeño
pero más le pedí por su Amor
para velar y bendecir tu sueño.