A veces, pensamos en por qué algunos amigos nos reenvían mensajes sin escribir una sola palabra, tal vez esto explique el por qué.

Cuando no tienes nada que decir,
pero quieres seguir en contacto,
¿adivina qué haces?....
Reenvías un mensaje.

Cuando tienes algo que decir,
pero no sabes qué,
pero no sabes cómo,
¿adivina qué haces?...
Reenvías un mensaje.

Cuando tienes algo que decir,
pero no sabes por qué,
¿adivina qué haces?...
Reenvías un mensaje.

Cuando todavía te buscan,
cuando todavía se acuerdan de ti,
cuando todavía eres importante,
cuando todavía te aman,
cuando todavía se preocupan por ti,
¿adivina qué recibes?...
Un mensaje reenviado.

Así que amigos(as), la próxima vez que reciban un correo mío no piensen que se los envíe sólo porque están en mi lista, sino porque hoy pensé en ustedes.
A pesar de que tengo trabajo y/o cosas por hacer, los tengo en la mente y en el ¡¡corazón!!



Enviado por Jesús.
¡Gracias, Amigo!



Indice