Cuando tienes algo que decir,
pero no sabes qué,
pero no sabes cómo,
¿adivina qué haces?...
Reenvías un mensaje.
Cuando tienes algo que decir,
pero no sabes por qué,
¿adivina qué haces?...
Reenvías un mensaje.
Cuando todavía te buscan,
cuando todavía se acuerdan de ti,
cuando todavía eres importante,
cuando todavía te aman,
cuando todavía se preocupan por ti,
¿adivina qué recibes?...
Un mensaje reenviado.
Enviado por Jesús.
¡Gracias, Amigo!