Monclova
y
La intervención norteamericana
1846-1848.
 
 

A raíz de la intervención norteamericana de 1846 a 1848, en que México perdió mas de la mitad de su territorio, nuestro estado, la región y Monclova, no estuvieron ajenos a la presencia de tropas yanquis, a experimentar una extraña y nueva experiencia, marcada por un intervensionismo expansionista y una presencia conocida de la gente del norte de Coahuila, acostumbrada como estaba, al trato comercial y cotidiano con los hablantes del idioma ingles, ahora llegadas calidad de milicias,  las que transitaron a lo largo y ancho de nuestro territorio estatal durante aquellos aciagos, como  inéditos dias, cuya confrontación por las intenciones políticas conocidas del gobierno de Polk, era inevitable.

Monclova, recibió desde temprana hora, las primeras noticias de aquélla inminente guerra, la de manifiestos intereses promovidos por el vecino del norte, a quien se había anexado una nueva estrella, la de Texas, motivado todo ello en su afán de conquistar nuevos territorios, tocando nuestra tierra la invasión de la américa del norte  por el sur texano, que como establecimos era parte ya de la bandera de las barras y las estrellas, esto debido a un largo y tormentoso proceso, en el que en las particulares circunstancias de Texas, se vieron involucrados tanto elementos anglosajones, como el antiguo vecindario de la otrora provincia novo hispana,  ligado de siempre al norte de Coahuila desde la fundación colonial de aquella  entidad, que  formando todo un estilo de vida el coahuilense-texano, texano-coahuilense, convivió desde temprana hora con el inevitable elemento anglosajón.

De aquellos aconteceres, previos a la definitiva separación de Texas, Don Ramón Muzquiz Castañeda, originario de Santa Rosa, hoy Muzquiz y prominente  vecino de Bejar, así como los inmigrantes Canarios, los soldados de presidio y otras tantas familias del norte mexicano, jugaron papeles de primera importancia en la primera mitad del siglo XIX de la primitiva Nuevas Filipinas, lo que a la postre desembocaría, por la innegable falta de control mexicano, en la creación de la republica de Texas, al fortalecerse los colonos anglosajones y finalmente como preludio para los dias de la intervención, se sucede la anexión de la novel republica, como antes dijimos, a la unión americana.

Don Ramón Muzquiz Castañeda

Para el mes de abril de 1846, el gobierno federal, inmerso en una constante inestabilidad política, ordena se forme una comisión de vecinos que sirvan a modo de una junta especial, dados los movimientos que  se observaban, en el territorio del norte y percibidos en las relaciones diplomáticas con el vecino del norte, por ello en Monclova se procede a formala con los siguientes ciudadanos: Miguel Lobo, Ramón Muzquiz González, Lic. Rafael de la Fuente y José Maria Villarreal y Villarreal.

Una de sus primeras tareas fue la de proporcionar víveres y material de apoyo a la División del Norte, que comandaba el general Mariano Arista, enviado al norte para proteger la frontera y quien junto al general Ampudia, protagonizarían los primeros combates con la fuerza americana que al no contenerla, entró al tiempo en la nación, Arista con fecha 11 de abril desde el cuartel general en Mamulique, solicita a los ayuntamientos de Coahuila:

"Carne seca enterciada
Chile colorado o de sarta
Manteca en botas dobles
Arroz con abrigo doble de manta
Fríjol encostalado
Garbanzo encostalado
Maíz encostalado
Cebada encostalada
Sal encostalada por tercio
Zapatos empacados
Jabón empacado
Piloncillo empacado
Caballos de rienda y dos riendas en completo servicio".

Debe calcularse el costo del flete del pueblo donde salga hasta él más inmediato de las villas del norte, así como las jornadas que deben hacer regularmente”.

Para el dia 16 de mayo se recibe en Monclova el reporte del combate de Palo Alto, en el Rio Bravo, frente al Ramireno, por lo que se solicitan de urgencia las fuerzas auxiliares, la guerra entraba de a México, y el país iniciaba el intento de defenderse, Monclova seria de los primeros puntos en tocar por las fuerzas invasoras, que incursionaban al país.

El 18 de mayo de 1846, el recién nombrado jefe político interino del departamento de Monclova, Don Miguel Lobo, quien recibió tal nominación el 3 de febrero, para cubrir el lugar del Lic. Rafael de la Fuente,  prevenía al ayuntamiento de la ciudad, comunicando el oficio que con fecha 14 de mayo le había enviado la secretaría de gobierno del estado de Coahuila, que trajo un correo extraordinario, uno de los muchos que con extrema urgencia habrían de llegar a la ciudad a partir de aquellas fechas, estableciendo en este: “...disponga la reorganización de las compañías de auxiliares de esta ciudad y demás pueblos del distrito, con el objeto de que estén a prevención por si el departamento llegare a ser invadido por los enemigos extranjeros, puedan contener sus agresiones”, veinte dias despues otra nota del gobierno estatal, anunciaba que “...en los dias 8 y 9 del corriente tuvo lugar una sangrienta acción empeñada en Palo Alto, entre la división mexicana al mando del E. S. Gral. D. Mariano Arista y la nación americana que ha invadido nuestro territorio”.

Para el dia ultimo de julio, el jefe político del departamento de Monclova, Miguel Lobo, recibía una inquietante comunicación de la secretaria del gobierno del estado, la cual transcribimos integra por ser la primer noticia documental que la autoridad local recibe de una muy próxima amenaza real, para la región: “Di cuenta al E. Sr. Gobernador con la nota de V. S. No. 157, fecha 25 del actual, que se sirvió dirigir por extraordinario, transcribiendo otra del subprefecto de Rio Grande de 22 del mismo, por la cual participa la llegada de un espía  de los que fueron a Bejar quien asegura que el dia 20 del presente mes, salieron de este ultimo punto con dirección a la villa de Guerrero, quinientos hombres de tropa de línea y trescientos voluntarios todos de caballería con seis guayines cargados de boca y guerra. Ante tan graves noticias ha dispuesto el E. S. Gobernador comunicarlas sin perdida de momento al supremo gobierno para su conocimiento, manifestándole que con semejante invasión, este departamento va a sufrir  incalculables males, si no se le auxilia prontamente con armas y municiones para repeler tan injusta agresión, y que por correo de hoy se dirige al E. S. General en jefe de la División del Norte que se halla en Monterrey, pidiéndole se sirva compartir a estos habitantes toda la protección que le sea posible”, termina esta misiva oficial de carácter urgente, con esta exhortación: “Haciendo entender así mismo a todos los conciudadanos que es llegado el momento de desarrollar el amor patrio que tanto los distingue para defender en todo trance la independencia nacional”.

En él animo de desarrollar el amor patrio a que hacia referencia la nota del gobierno del estado, se hicieron saber de la autoridad local, las voluntades, que evidentemente requeridas previa orden, aportaran su participación ante la amenaza, así lo refiere un documento que se formo el dia 7 de agosto: “Lista de las personas que voluntariamente se prestan, con ellas y los recursos que tiene de guerra, para atender a la defensa y seguridad de esta ciudad contra la invasión que han hecho las fuerzas de los Estados Unidos en la frontera de este departamento:

Don Cayetano Villarreal, veinte pesos durante la guerra y armas
Don Manuel Pérez, con su persona armas y municiones
Don Juan Pérez, con su persona
Don Jesús Cárdenas, su persona, armas y municiones
Don Valentín Ruiz, su persona
Don Martín Villastrigo, su persona
Manuel González, nada
Patricio Flores, su persona
Cesáreo Adame, su persona
Francisco García, un caballo
Santiago Rivera, una mula o un caballo
Esteban González, su persona
Felipe Ramón, su persona, armas y municiones
Antonio Valdés, su persona
Antonio Maldonado, su persona
Antonio Castilla, su persona
Patricio González, con cuatro @ en plata que dará
Ignacio Munive, su persona, armas y municiones
Antonio del Toro, su persona para el servicio de plaza
Antonio Pruneda, su persona montado y armado
Juan Tijerina, da una bestia con montura y armas
Pedro Suárez, su persona montada y armada
Miguel Hernández, su persona y montura
Juan Francisco Aldrete, su persona con armas y municiones”.

El 16 de agosto de 1846, previas  reuniones en las distintas municipalidades del centro de Coahuila, ello en sintonía con la comisión formada en Monclova y con la orden de formar fuerza de gente armada,  el jefe político transcribía a los pueblos del distrito una comunicación del ayuntamiento monclovense, que ofrecía nuevas noticias sobre los movimientos de los declarados enemigos  del norte y un evidente requerimiento de apoyo: “Por las ultimas noticias que comunica el Sr. Comandante militar de la línea de operaciones de la frontera desde el río de los Álamos, se sabe de un modo positivo que los enemigos norteamericanos, que se había anunciado invadían nuestro territorio pasaron el Rio Bravo y se posesionaron del presidio de Rio Grande y como podrá suceder que intenten internarse por estos pueblos, este ayuntamiento con la comisión nombrada para organizar las fuerzas de los vecinos armados que se han alistado en esta municipalidad, reunidos en sesión extraordinaria del dia de ayer, entre otras cosas ha tenido a bien acordar lo siguiente: se avisara por el Y. Ayuntamiento y por extraordinario violento a las autoridades de los pueblos inmediatos que legado el caso de que se cumpla con la proposición 3ª.  indicada por el ayuntamiento de San Buenaventura, en cuanto a reunión de comisionados en esta cabecera, por exigirlo así las circunstancias del peligro que nos amenaza, se les exita en nombre de la patria para que manden a sus comisionados a esta ciudad, procurando se reúnan en ella para el 20 del corriente y que vengan completamente instruidos y autorizados, si es posible no solo para tratar sobre la movilidad de las fuerzas unidas, hasta el punto que se crea conveniente y nombramiento del jefe que las ha de mandar y para acordar lo que mas fuere concerniente al grave objeto que lo motiva”.

De ello se envió informe a la capital de la republica, donde se consigno la siguiente nota: “Sábado 26 de septiembre, ciudad de México. De Monclova ha llegado información sobre las actividades que sus habitantes han emprendido para la defensa del territorio nacional. Los pueblos de Monclova, San Buenaventura, Ciénegas y Abasolo, se han reunido en junta popular para participar en el fin señalado. Avisan que un alistamiento de 600 personas a sus expensas y bajo las ordenes de Víctor Blanco y Francisco Ramos, se ofrecen montados y armados para hacer el servicio que la patria exige”.

El ayuntamiento de la ciudad de Monclova, a cuya cabeza estaba desde el dia 11 de octubre don Francisco Cárdenas,  en sesión extraordinaria del dia 28, presidida por el Sr. Prefecto, asentó lo siguiente: “Leída y aprobada el acta anterior, se dio cuenta con dos copias presentadas por S. Sa. de las cuales una contiene la comunicación oficial que dirigió el Gral. de las fuerzas americanas antes de llegar a esta ciudad y la otra la contestación dada por este jefe manifestando no comprenderle la capitulación celebrada en Monterrey por los Grales. Ampudia y Taylor y que por tal motivo, se dirige a esta ciudad con las fuerzas de su mando; Pasada esta lectura el Sr. Jefe, recogió las copias mencionadas y propuso a la corporación, se tratase de arreglar el recibimiento de dichas fuerzas, acordando con su jefe las garantías que necesita la población  para la seguridad de las personas  e intereses. Tomada en consideración esta exposición y convenida esta corporación de que las presentes circunstancias obligan a procurar todo el bien posible para los habitantes, queda acordado por unanimidad de votos una comisión compuesta del Sr. Jefe Político, el Sr. Presidente de este Cuerpo, el Sr. Juez de 1ª. Instancia, unidos a los  señores Lic. Dn. Rafael de la Fuente, Lic. Dn. Francisco Ramos y Dn. Ramón Muzquiz, pasasen al punto donde se acampen dichas fuerzas con el objeto indicado”.

Monclova, estaba a unos dias de ver entrar en sus vetustas y orgullosas tierras y calles, la caballería americana, lo que requería de una hábil pericia por parte de  sus autoridades, en el próximo trato con la nada grata como expectante  visita.

Habiendo transitado las fuerzas del general John Ellis Wool, desde su paso por el presidio de Rio Grande, las poblaciones de Nava, San Fernando, Santa Rosa, hasta su arribo a  la hacienda de Hermanas, donde dice el diario escrito por el militar Francis Baylies, miembro de la columna de Wool, y de quien tomamos los datos: “En el paso de las Hermanas, donde se encontró una extensa hacienda  y al propietario el señor Miguel Blanco (administrador por esos dias de sus primos los Sánchez Navarro), principal ciudadano del estado de Coahuila y fue profuso en sus hospitalidades para con los oficiales americanos, de este paso entra él ejercito en el gran valle de Monclova”, y habiendo pernoctado en la hacienda de Adjuntas, adelantándose la mayor parte de la fuerza invasora, hasta situarse en las goteras de Monclova el 29 de octubre de 1846, de lo que establece Baylies: “Hasta ahora, dijo el General Wool, en una comunicación, los pueblos de nuestra ruta nos han recibido bondadosamente y fácilmente nos han proveído de maíz y otros suministros; Pero en Monclova es diferente, no solo un  espíritu hostil y obstinado, había sido manifestado, las autoridades habían protestado por el avance y habían provisto de abasto para el ejercito mexicano. Estas condiciones indujeron al general a tomar posesión formal de la ciudad y el dia 3 de noviembre el se introdujo con todas sus fuerzas armadas, y elevo la bandera americana en el palacio del gobernador, el cual hizo su cuartel principal”.

General John Ellis Wool
Hacienda de Adjuntas

A su llegada decomisó 10,000 libras de harina, que los de Monclova y la región habían reunido para él ejercito mexicano, estableciendo el mismo Baylies en sus notas: “A pesar de este ejercicio de autoridad militar, él tuvo éxito en conciliar a los habitantes, y los mexicanos y los americanos, libremente se entremezclaron en los festivales y bailes, que siguieron a la ocupación de la ciudad”.

La población ya vivía la invasión de una nación extranjera y en la sesión extraordinaria que ese dia celebra el cabildo, bajo la presidencia del jefe político, con la ciudad invadida,  iniciaron los tratos con los militares estadounidenses: “Leída y aprobada el acta de la sesión anterior, tomo la palabra S. Sa.  y dijo, que él cuartel maestre  de las fuerzas N. Americanas que ocupan esta ciudad le acaba de manifestar, que la tropa necesita para su consumo 150 fanegas de maíz diarias, que espera se le faciliten por la autoridad local, y que serán pagadas al precio de dos pesos por fanega, pues de lo contrario se vera precisado a tomarlas por la fuerza de donde se encuentren, que esto lo pone en conocimiento de la Y. Corporación para que acuerde la medida que juzgue conveniente. Enseguida pidió la palabra el Sr. Cárdenas (el alcalde) y dijo: que este procedimiento del cuartel maestre es en todo contrario a lo que  el Sr. Gral. tiene ofrecido respecto de la armonía que se propone llevar con las autoridades  (se había entrevistado ya la comisión de Monclova con Wool) y que por lo mismo propone a la corporación, que se nombre una comisión compuesta de dos ciudadanos para que pase a hacer presente esta demasía al mismo Sr. Gral. y en vista de su presunción se obrara de la manera que mas convenga a la tranquilidad del vecindario, tomando en consideración esta proposición y corridos los tramites de estilo, quedo aprobada por la mayoría absoluta y en consecuencia se nombraron por la comisión los señores D. Ramón Muzquiz y D. Simón Blanco”.

Don Ramón, debió de servir de traductor interprete en el trato con los oficiales americanos, pues vivió y trato muchos años a los anglosajones, durante su permanencia en San Antonio de Bejar.

Quince dias despues del mencionado arribo, que sucedió como llevamos asentado el 3 de noviembre, el jefe político Miguel Lobo, hizo conocer entre los Monclovenses el siguiente manifiesto: “Que estrechado por el fatal imperio de las circunstancias, a continuar funcionando despues de ocupada esta ciudad por las fuerzas de los E. E. Unidos del Norte en virtud de haber ofrecido el Sr. Gral. que las manda, no alterar en nada, la puntual observación de las leyes del país, acatando y respetando a las autoridades existentes en el libre espacio de sus funciones.

Que deseando conservar inalterable la unidad entre los mexicanos y la inviolabilidad de las mismas leyes en cuanto lo permitan las circunstancias para que no se trastorne de manera alguna el sistema administrativo en su régimen interior, entre tanto termina la presente guerra que existe entre ambas naciones.

Que no debiendo por ningún motivo ni pretexto alguno permitir se perturbe la tranquilidad publica, que si es recomendable en tiempos comunes de paz, lo es mucho más en el extraordinario en que nos hallamos, he tenido ha bien en uso de las facultades con que me hallo investido por las mismas leyes disponer se observen exacta y religiosamente las prevenciones siguientes:

1ª. Continua la absoluta prohibición en el expendio de toda clase de licores como lo tiene acordado el Y. Ayuntamiento de esta ciudad, mientras permanezcan en ella las tropas de los E. E. Unidos.

2ª. Durante el mismo tiempo no se permitirá que halla  bailes ni ninguna otra diversión publica que teniendo por objeto la reunión de muchas personas, pueda su concurrencia dar motivo a que se invierta el orden y reposo publico.

3ª. Asimismo se recuerda la prohibición  que por las leyes vigentes hay para toda clase de juegos como son: montes, albures, embite, rebite, suerte y azar y cualquiera otra tertulia que pueda alterar la tranquilidad.

4ª. Dado el toque acostumbrado de la queda, ningún comercio ni fonda continuara abierto, ni nadie podrá andar por la calle, sino es que una causa justa y calificada, lo obligue a verificarlo porque de lo contrario incurrirá en lo que se hablara despues.

5ª. Los que contravinieren en todo o en parte el tenor de las precedentes prevenciones, sufrirán la pena desde cinco hasta cincuenta pesos de multa aplicables al fondo de propios, o desde tres hasta siete dias de obras publicas, o doble tiempo de prision a los que no tuvieren con que sufrir aquella, atendida la calidad de la falta y de las personas a juicio del presidente del Y. Ayuntamiento y para que llegue a noticia de todos y que nadie pueda alegar ignorancia, mando se publique en la forma y manera acostumbrada.

Dado en Monclova a los quince dias del mes de noviembre de mil ochocientos cuarenta y seis años. Miguel Lobo.”

Para el dia 23 de noviembre los americanos en lo más grueso de la división Wooll, se retiraron de Monclova acampando en Castaños, La Joya y en el Estanque de San Felipe, desviar su rumbo con dirección a Parras, pues era su misión alcanzar Chihuahua, quedando empero una parte de su fuerza para resguardo y facilidad de sus comunicaciones vía Monclova.

El dos de diciembre de 1846, el Lic. Rafael de la Fuente, toma de nuevo su cargo de jefe político y a finales de mes es electo para fungir como alcalde para 1847, don Bartolo Gutiérrez, sobrino del cura Juan Francisco Soberon, originarios ambos de Revilla, Tamaulipas y llegados a Monclova en 1818.

A mediados de enero de nuevo año de 47, el alcalde Gutiérrez, informa al jefe político del departamento que “a las tres de la tarde,  el dia de ayer, me  pidió el mayor de las fuerzas americanas que se hallaban en esta ciudad, le previniese para el martes 19, ocho carretas para conducir algunos víveres o trenes de su tropa que en ese dia debía moverse para el Saltillo en unión de 110 infantes y cincuenta caballos que el dia 14 entraron a esta, custodiando cincuenta y tantos carros cargados de víveres que venían de los presidios de Rio Grande y Bejar; Mas hoy como a las 7 de la mañana me ha mandado decir, que habiéndole caído un poco antes un correo por el que le vino orden para que inmediatamente haga su movimiento para el expresado punto del Saltillo, pedía le fuesen aprontadas del momento las expresadas carretas, a lo que le conteste no ser posible verificarse tan de pronto, en razón de haberse prevenido a los dueños de estas las previniesen para el martes, pero entendido de esto me mando suplicar le diese del momento tres o cuatro y tres yuntas de bueyes aperadas, pues no podía perder momento, a lo que ofrecí verificarlo pero para las doce del dia y se vino el expresado comandante a darme las gracias y a despedirse diciéndome ya no había de necesitar dichas carretas; Emprendiendo todos a la media hora despues su marcha, quedando únicamente tres o cuatro de aquellos que se hallan convalecientes y dos o tres enfermos. Esto es por ahora lo que se ve sobre este particular, y de lo que infiero que él ejercito mexicano, haya hecho movimiento de San Luis Potosí sobre el enemigo que en su mayor parte se halla, como V. S. Sabe en el Saltillo y me ha parecido conveniente ponerlo en su conocimiento por medio de un propio para que impuesto pueda determinar lo que crea conveniente en negocio de tanto interés para la nación”.

Las cosas estaban al punto máximo al que llegaron en Coahuila durante los dias de la intervención norteamericana, de ello da cuenta don Víctor Blanco, desde Los Tanques de Bajan, el 23 de febrero de 1847: “Por la secretaría del supremo gobierno del estado con fecha de ayer y por medio de extraordinario violento se me comunica la orden siguiente: El Sr. Gral. D. Vicente Minon, que manda en jefe una brigada del ejercito mexicano, sobre las fuerzas invasoras de los Estados Unidos del Norte debe estar en la hacienda de los Cerritos dentro de dos horas, y pidiendo este jefe las fuerzas organizadas del estado para que unidas  a las de su mando, tengan el mejor éxito las operaciones militares, el E. Sr. Gobernador se ha servido acordar lo ponga en conocimiento de U. Como me honro en verificarlo, a fin de que se ponga luego en marcha para la capital del estado sin perder jornada, para que contribuya por su parte con oportunidad al buen éxito de las armas nacionales. Lo que tengo el honor de participar a V. Sr.  Para su conocimiento, manifestándole que esforzaré las marchas, en cuanto me sea posible, para que tanto yo, como todos los leales mejicanos que me acompañan, tendríamos el mayor sentimiento, si no llegamos a tiempo de derramar nuestra sangre en el campo donde lo están haciendo otros hermanos”.

El encuentro bélico en la Angostura y Buenavista, en el camino real para Zacatecas, se desarrollaba en toda su magnitud,  así lo manifiesta el ex senador y ex gobernador Coahuiltejano Víctor Blanco: “Por disposición de el E. Sr. tengo el honor de participar a U.  Que desde la mañana de hoy se han roto los fuegos en el campo de Buenavista entre el ejercito mejicano y las fuerzas invasoras de los Estados Unidos del Norte...”, su fecha 23 de febrero desde los Tanques de Bajan.

Un ciudadano prominente de Monclova don Bartolomé de Cárdenas, solicita y se le  concede una certificación por  su actitud y servicios ante  los hechos que se  sucedían en la región ya ocupada, documento que el alcalde ordinario extendió con prontitud: “El C. Bartolo Gutiérrez, presidente del Y. Ayuntamiento de esta ciudad de Monclova y su comprensión, certifico en cuanto puedo, debo y el derecho me permite, que D. Bartolomé de Cárdenas se ha manifestado, en las actuales circunstancias de cosas políticas y guerra de Estados Unidos con nuestra nación, de un modo honroso a todo ciudadano, siendo efectivo, que le pedí el auxilio de bestias para montar los extraordinarios que esta jefatura despacho a los pueblos del departamento en 15 del pasado mes, diciendo hallarse en buena disposición a prestar aquel servicio y los mas que pudieran ofrecerse. Así mismo le pedí por ausencia de su hermano D. Jesús Cárdenas los fusiles que dicho señor tenia en su casa, como presidente en turno de esta corporación y me entrego dos que eran cuantos había. Es cierto tambien él haberme hablado el citado Cárdenas sobre lo peligroso que era el hallarse en entera libertad en las actuales circunstancias D. Juan Blackaller, manifestando su opinión de una manera favorable a nuestra causa, y a mas se ha prestado como uno de tantos a cuantos servicios  han estado a su alcance para el mejor orden de cosas..”, la fecha al calce, 25 de febrero de 1847.

Las normas impuestas por los invasores desde la capital del estado trataban de mantener bajo control a los habitantes del estado y conciliar los intereses de sus terratenientes, no sin insistir en sus medidas arbitrarias y propias del estado de cosas que se vivían, a lo que las autoridades del estado respondían con toda la entereza y fuerza, que les era posible, el 20 de agosto de ese año de 1847, el gobernador del estado remitió a Monclova una comunicación en que se asienta: “El General Wool, que manda las fuerzas de los Estados Unidos que ocupan la capital a expedido diversas ordenes y circulares a las autoridades políticas previniéndoles no presten obediencia alguna al gobierno del estado ni acaten sus disposiciones cualesquiera que sea el objeto a que se dirijan y haciéndolas además entender que las guerrillas que en el estado hostilicen a las fuerzas de los Estados Unidos, no se les dará cuartel lo mismo que a los que las promuevan. La audacia del enemigo al dictar estas disposiciones y pretender la obediencia a ellas de las autoridades o pueblos que no ocupan sus armas solo seria comparable a la debilidad de las autoridades mexicanas si asienten a semejantes pretensiones, el gobierno no puede su poner que halla mexicano alguno que olvidándose de sus deberes y de la exigencia de la patria admita sin contradicción esas ordenes y declaraciones del enemigo. Esto supondría principalmente en los pueblos a donde no ha llegado el influjo efectivo de sus armas ni sienten la ocupación material que solo sufre el Saltillo, que las autoridades y ciudadanos mexicanos del estado prestaban  un homenaje de respeto y sumisión  a los invasores del la republica, y ninguna de aquellas por este paso dejaría de ser considerada como dependiente de los Estados Unidos. Sin embargo S. E. el señor gobernador cree indispensable expresar del modo mas terminante para gobierno de V. S. Y conocimiento de los habitantes de ese departamento que cualquier acto de acatamiento, respeto u obediencia que se preste a las ordenes que expida el enemigo aun aquellas que por su objeto sean de muy pequeña cantidad en los lugares que no sean ocupados por la fuerza material, calificara una convivencia directa con el enemigo y un amparo decidido de sus armas y los hará incurrir en el delito de traición a la patria, sujetándolos a las consecuencias que trae una infidencia de tal naturaleza.”

La autoridad legitima del estado de Coahuila, continuaba respondiendo a las instrucciones del jefe americano, el 27 de agosto desde el punto de San José de la Paila, especificaba en su nueva instruccion “la manera en que deben prestar sus servicios las guerrillas contra el enemigo extranjero”, documento que fue recibido en Monclova el 4 de septiembre, disponiéndose por el jefe político “se publique en los parajes de costumbre”.

Para el dia 10 de septiembre de 1847, el alcalde comunica al comisario de policía de Castaños: “Teniéndose noticia que aun existen para ayer en el Cerro Mercado los 20 americanos que se internaron del Saltillo para esta, dispondrá U. Que una partida de 5 hombres de esa hacienda salga inmediatamente por ese rumbo a explorar si se han bajado de la sierra, dándome cuanta del rumbo que hallan tomado, en el concepto de que ahora mismo salen otros cinco hombres de esta con igual objeto de explorar por este lado de la sierra con orden de comunicar lo que adviertan”.

Ante tal amenaza, el vecindario de Monclova reacciona, una lista de fuerza armada, así lo confirma: “Señores que se suscriben para salir a evitar los daños que puedan causar 20 americanos que vienen del Saltillo:

El Sr. Jefe político, con su persona y un mozo
Dn. Juan Villarreal, un mozo montado y armado
Dn. José Maria García, un mozo montado y armado
Dn. Juan Pedro Bueno, un hombre con todo el equipo
Dn. Antonio Maldonado, con su persona
Cenobio García, montado y armado
Dn. Santiago Farias, un mozo montado
Dn. Antonio Benancio Martínez, montado y armado
Dn. Santos Aviles, un mozo montado y sin armas
Dn. Juan Cantu, montado y armado
Dn. Andrés Neira, un mozo sin montar
Dn Jesús Ballesteros, su persona sola
Dn Carlos Valenzuela, su persona y una montura
Dn. Miguel Evaristo Lobo, su persona y dos mozos montados y armados
Dn. Andrés Villarreal, un mozo montado y armado
Dn. José Maria Villarreal, su persona con todo y equipo
Dn. Felipe Cárdenas, su persona sola
Dn. Rafael Gallegos, su persona montada y armada
Dn. Juan Salas, un hombre montado y armado
Dn. Julián Cárdenas, un hombre montado y armado
Dn Manuel de la Fuente, su persona montada
Dn. Antonio Tijerina, su persona con todo y equipo
El Sr. Lic. D. Francisco de P. Ramos, su persona con todo y equipo
El Sr. Lic. Rafael de la Fuente, su persona con todo y equipo
Dn. Bernardino Cárdenas, montado y armado
Rafael Neaves, menos caballo y municiones
Dn. Pedro Suárez, una mula con montura y armas
Llevan cartuchos, Dn. Juan José de Cárdenas, 15”.

Hacia el final del año, en el frío mes de diciembre de 1847, el jefe político Miguel Lobo, renuncia a su cargo, por lo que el gobierno del estado, nombra de nuevo al Lic. Rafael de la Fuente, como primera autoridad política del departamento quien toma posesión el dia 2, a la par que el vecindario elegía nuevo alcalde en la persona del patriota Víctor Blanco.

La permanencia de elementos militares americanos en el estado, y los efectos de la indisciplina en algunos de ellos,  causaba en los pueblos no pocos problemas, así se menciona en el acta del cabildo de Monclova del 12 de febrero de nuevo año de 1848: “...Uso de la palabra el señor presidente y manifestó que es notorio los robos, muerte y ultrajes, causados por una partida de treinta y tantos americanos, desertores o cumplidos, que se dirigió por San Buenaventura y demás puntos hasta salir por las inmediaciones de la villa de Guerrero repasando el Rio Grande, que esto es muy probable que se repita y se cause iguales o mayores atentados, con esta ciudad o su jurisdicción y para precaverlas en lo sucesivo, siendo una de sus mas sagradas obligaciones, según el articulo 144 del reglamento de este estado, se acordó llamar al comisario de Castaño y los justicias de las haciendas, para manana despues de la misa parroquial, lo mismo al jefe político”.

Así a partir de ese acuerdo, se verifica la junta en la que se dispone lo necesario “...para  atender la seguridad publica de esta ciudad y sus términos, amagada por las partidas de americanos, que desertándose de las fuerzas que ocupan el Saltillo y otros puntos, puedan maltratar, asesinar y robar a los habitantes pacíficos de las poblaciones”.

A finales del referido mes de febrero de 1848, el dia 27,  se tiene noticia del pronto arribo de nuevas tropas, esta vez provenientes de Monterrey, según comunica Víctor Blanco: “...habiéndose recibido noticia que hoy llegaba al rancho de la Mota, una fuerza de tropa de los E. U., la que entrara en esta ciudad mañana, hace proposición al Y. Ayuntamiento para que se prive desde mañana al salir el sol, la venta de licores, bajo la pena de cuatro reales hasta cincuenta pesos de multa”.

El ir y venir de tropas invasoras por la región, era como mencionamos, situación habitual para los habitantes del centro del estado, el primero de marzo de 1848, miércoles, a las siete de la mañana, Víctor Blanco, el alcalde de Monclova, informaba al jefe político:“El Sr. Capitán comandante de las tropas de caballería de los E. U. Que se hallan acampadas en esta ciudad con fecha de hoy dice al presidente de esta corporación lo que sigue: Por orden del Gral. Wool, yo por esta exijo una contribución de dos mil quinientos pesos sobre la ciudad de Monclova, cual yo exijo a U. Como principal magistrado civil de la ciudad a juntar y tener listo a entregar el dia 9 del presente”. El cabildo reunido en pleno, acordó pedir al Lic. De la Fuente: “Se sirva decirle lo que debe hacer en tan grave asunto y al mismo tiempo se le suplica se digne pasar a presidir sus acuerdos sobre esta materia, con cuyo fin se halla reunida en sesión permanente”.

El jefe político Rafael de la Fuente, tal vez por aquello de la pura precaución, les responde: “He recibido la nota de V. S. Fecha de hoy, en que insertando la que con la misma fecha a dirigido al Sr. Presidente de es Y. Corporación el Sr. Capitán comandante de la fuerza de los E. U.  Que se halla acampada en esta ciudad, exigiendo una contribución de 2,500 pesos, V. S. Consulta lo que en tan grave asunto debe hacer, y en contestación diré a V. S. Que salvando en cuanto le sea posible el honor y dignidad de la autoridad que ejerce, obre en el caso presente del modo que las circunstancias lo exijan con la prudencia y acierto que sea mas conveniente a los intereses de la municipalidad”.

A las once de la noche, reunido el cabildo y alcalde en las casas consistoriales, se informa: “...despues de pasar al jefe político el oficio marcado con él numero 1 y excitado por el señor presidente para que presidiera esta sesión a lo que no tuvo a bien deferir, remitiendo la contestación numero 2, acordó el Y. Ayuntamiento se le dirigiese a Monterrey al Gral. Wool una exposición, recabando disminuyese a esta ciudad esa enorme contribución...”, para lo cual asienta el secretario: “ofreciendo el señor presidente que dos hombres muy bien montados y pagados a su costa, la condujeran con toda violencia, todo lo que se aprobó por unanimidad”.

El  jueves 2 de marzo de 1848, se remite a la capital de Nuevo León, la propuesta del cabildo de la ciudad al Gral. John Ellis Wool, exponiéndole que: “El capitán 2º de Dragones comandante J. M. Hunter, con fecha de ayer dirigió al alcalde y presidente de esta corporación una orden por la que por disposición de U.  Exige una contribución de 2500 pesos sobre esta ciudad, a ajustar y tener listo a entregar el dia 9 del presente, habiendo puesto en manos del mismo con anterioridad la orden No 11 del 17 de diciembre de 1847 fechada en Monterrey, México. El ayuntamiento considerando debidamente que la expresada orden del capitán J. M. Hunter esta apoyada en la de 17 de diciembre de 1847 ya citada, no ha pedido menos reflexionar que reportando sobre la ciudad un gravamen tan cuantioso, cuando esta se considera con merito a la protección que con verdadero placer se le ofrece impartir al inocente e inerme mexicano que esta incapaz de ofender cuando no ha faltado a los derechos de gentes y de la guerra, cuando se ve plagada de frecuentes hostilidades que casi diariamente sufre de los indios bárbaros que asesinan y roban, cuando sus escasez ha llegado hasta el extremo de la miseria, cuando en  fin sus moradores son de por si pacíficos, honrados y laboriosos, no obstante cualquier informe en contrario que se haya dado, no le queda mas recurso en beneficio del pueblo que representa, el de ocurrir a U. Y suplicarle que en obsequio de la humanidad, se sirva disminuir la cuota de 2500 pesos que se le exige, tomando en consideración las razones expuestas que las  juzga de gravedad, confiando serán atendidas como lo demandan la justicia y la necesidad con que lo solicita. Con mucho respeto Sr. Gral. transmite a U. Este acuerdo su obediente servidor”.
 
El mismo dia, se menciona en el acta del ayuntamiento reunido en pleno, haberse “...observado en los parajes públicos avisos impresos, mandados fijar por la fuerza de los E. U. Que se haya en esta, estableciendo aduana para el cobro de derechos de alcabala”, ahí mismo se menciona en el ultimo párrafo “se den las gracias oficialmente a los comisionados que pasaron cerca del jefe de la fuerza de E. U. Que llego a esta ciudad”.
 
Reunidos como estaban los ediles de la ciudad, de manera permanente, por los delicados como inéditos acontecimientos, acordaron el sábado 4, que se formara la lista respectiva para hacer acopio del dinero exigido con los vecinos más pudientes a los más pobres:

1. Que sin perjuicio del Gral. Wool, que se cree sea consecuente con los derechos naturales y de gentes, exceptuando en todo o en parte de esa contribución, se ponga desde luego en practica el cobro dicho, por esta corporación, según las asignaciones que ha calculado.

2. Que despues de colectada y pagada al comandante esa suma, en su totalidad, o minorada según las ordenes de dicho general que se espera; Se convoque al pueblo para que por votación nominal recaiga por la mayoría de sus votos, si es de su conformidad o disconformidad.

3. Que en este ultimo caso, nombraran los ciudadanos reunidos una comisión compuesta de dos o tres ciudadanos, para que asociados con esta ilustre corporación, revisen las listas y con toda meditación aumenten o disminuyan las cuotas asignadas a las seis clases, para que se alisten los ciudadanos que se hallen en el caso de contribuir, y por un olvido debido a la premura del tiempo, no se hayan anotado, haciendo la comisión y la corporación, una definitiva clasificación”.
 
A tales resolutivos, se opuso rotundamente el regidor José Gregorio Villarreal, votando todo en contra, según asentó el secretario del cabildo,   manifestando como buen “Chipinqueño”, su desacuerdo con mortificar sus caudales, alegando un procedimiento de integración de la lista incorrecto e ilegal, lista que por cierto,  encabezaba el cura parroco don Juan Francisco Soberon.

Por esos dias colmados de tensión, ante la exigencia de dinero por los norteamericanos, el domingo 5 de marzo, el jefe político de Monclova, Lic. Rafael de la Fuente, solicita al alcalde Víctor Blanco los supla en el cargo, pues “quebrantada mi salud por algunas fuertes afecciones de pecho que he sufrido, me encuentro hoy en estado de no poder por esta causa continuar desempeñando esta jefatura”.

La respuesta del Brigadier Wool, no se hizo esperar, ante la solicitud de la alcaldía monclovense, dado su reclamo por la contribución exigida de 2,500 pesos: “El comandante de las fuerzas de los  E. U. Acampado en esta ciudad ha puesto en mis manos una comunicación en ingles, que traducida al castellano dice así: Cuartel General del Ejercito de Ocupación. Monterrey, México marzo 5 de 1848. El señor Gral. en Jefe ha recibido la comunicación de U. Fecha 2 del presente a nombre del ayuntamiento de Monclova, suplicando se les disminuya la contribución impuesta por el oficial que manda en esa plaza, y me ordena le diga que en lugar de la contribución en cuestión se ha dirigido al oficial comandante para que haga efectiva la recaudación de los impuestos que antes se pagaban en Monclova por las leyes del gobierno general y del estado; En cumplimiento de la cual el espera que el ayuntamiento cumplirá con las ordenes que reciba  tocante a este objeto. El Gral. en jefe deseando que todo pacifico mexicano continúe en sus ocupaciones ordinarias y darles toda seguridad, ha publicado una amnistía para todos aquellos que antes hallan tomado las armas contra los E. U., en consecuencia y para restablecer el orden en este país, el Gral. espera y requiere el pronto cumplimiento por las actuales autoridades mexicanas, a las ordenes que se estimen necesarias para su consecución. Soy de U. Con mucho respeto su obediente servidor Yrvin McDowell”.

Implicando, sobre la base de la anterior respuesta, llamar a reunión a los alcaldes de la región, por expresa orden del responsable de los soldados de América del Norte, estacionados en Monclova, el alcalde Blanco, envia el oficio siguiente: “El comandante ya expresado en la conferencia que ha tenido conmigo despues de entregarme la antecedente comunicación me ha manifestado que todos los pueblos del departamento de mi interino cargo (recordemos que estaba en funciones de jefe político, en lugar del Lic. Rafael de la Fuente), están libres del pago de la contribución que se les había impuesto, recomendándome ordene, al ayuntamiento de esa villa (se refiere a San Buenaventura), como lo hago con el alcalde de esa corporación, pase desde luego a esta ciudad para el sábado próximo a fin de tener una conferencia con los demás alcaldes presidentes de todos los pueblos a quienes tambien los llamo y emplazo. Monclova marzo 8 de 1848”.

Dos meses despues de aquel préstamo, cambiado por recaudación de impuestos y ya de vuelta  en su encargo, Rafael de la Fuente, comunica al alcalde de la ciudad, un informe del ciudadano de igual cargo en la villa de Candela, llegado a Monclova el dia 8 de mayo: “Con fecha 2 del que rige se presento en esta villa una partida de treintaitantos americanos al mando del general o comandante Mirabeau B. Lamar, quien pidió a esta autoridad los auxilios necesarios para su tropa los que pagaron hoy mismo y como desde aquella fecha hasta la presente no habían declarado el objeto de su venida, ni menos a que otro punto se destinaban, se había omitido dar cuenta a esa jefatura para hacerlo con seguridad y lo verifico ahora en razón a que dicho jefe ha manifestado que el dia de manana se marcha para esa ciudad y que el objeto de su venida a estos puntos no es otra cosa que el de pasearse”.

El 7 de junio, la jefatura política comunica a la alcaldía él haberse ratificado los tratados de paz entre México y los Estados Unidos, esto en documento del ministro de Relaciones y adjunta otra que abriría al punto, un apasionado como olvidado capitulo en la historia de Monclova, se origino con la convocatoria del gobernador Aguirre, expedida desde San Luis Potosí, para que se reuniera el congreso del estado, a lo que Víctor Blanco, se opondría con toda pasión y fuerza, pero ese es otro capitulo.

Al respecto de las contribuciones que en lugar del préstamo exigieron los invasores, un oficio de Víctor Blanco de 2 de agosto de 1848, dirigido al alcalde de San Buenaventura, menciona el destino que deben seguir los caudales acumulados “en vista de haber cesado la comisión del C. Juan Willars, como colector de los impuestos que exigieron los americanos, en su ultima entrada en esta ciudad”.

Para Monclova, terminaba una lamentable pagina de la historia patria, México perdía mas de la mitad de su territorio, Texas se alejaba para siempre como parte de la nación mexicana y del estado de Coahuila que por 150 años le dio vida.
 

 

Agradecimiento a Lucas Martínez Sánchez, por su apoyo en la realización de este escrito.
 

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26 de Noviembre de 2002