1.
Desde tiempos remotos, la vida de Castaños corrió paralela
a la historia de Monclova. Las mismas tribus errantes recorrían
uno y otro lugares en la región centro del estado; fueron afectados
igualmente por los distintos intentos de colonización, en que los
españoles, a partir de finales del siglo XVI comenzaron a apoderarse
de Coahuila para someterla al dominio español; las aspiraciones
independentistas calaron en ambas localidades, y la tragedia de Bajan ensombreció
tanto a Monclova como a Castaños, al grado de que cada lugar renuncia
a ella en favor de la otra; a mediados de la pasada centuria, en la lucha
para derrocar a la dictadura de Santa Anna , en los combates por el triunfo
de la Reforma y en la contienda por el rescate de la República,
Castaños y Monclova pelearon por la misma causa representados por
los mismos soldados, mandados por los mismos caudillos Ildefonso Fuentes
y Miguel Blanco. En la actualidad, los mismos problemas sociales, políticos
y sindicales afectan por igual a las dos localidades. Forman una misma
región.
2.
Rodeado de montañas y cruzado por un río, formando una
vega fértil, se encuentra localizado Castaños, cabecera del
municipio del mismo nombre, a una altura de 742 metros sobre el nivel del
mar y a una latitud de 26 grados, 47 minutos, 11 segundos, y 101 grados,
26 minutos de longitud.
Esta circundado actualmente el municipio, por los de Cuatro Ciénegas,
Monclova, Candela, General Cepeda, Ramos Arizpe y el Estado de Nuevo León.
Numerosas tribus bárbaras ocuparon el territorio de lo que hoy
es Castaños. Su tierra esta situada en la confluencia de tres naciones
chichimecas; Coahuiltecos, Borrados y Tobosos. Estos últimos invadían
constantemente el territorio de las otras dos, principalmente en épocas
de extrema sequía, en las que el desierto se tornaba inhabitable.
Los Coahuiltecos, en la fracción bausurigames, habitaban la cabecera
del municipio. Nómadas en un extenso territorio, casi no dejaron
vestigios de construcciones o cerámica con las cuales identificarlos.
De los Tobosos, algunos toponímicos indican la estancia o incursiones
al sur del municipio, adonde aun se conocen nombres de parajes como El
Toboso y Cañón de Canalitates. Salvajes en grado
extremo y ocupando el territorio mas árido, se convertían
en asaltantes por necesidad, cuando las crisis y el clima los orillaban
a ello e incursionaban en territorio de las otras tribus, las cuales les
temían por la ferocidad que mostraban en el ataque.
Pero en distinto grado, la vida nómada era común a todas
las tribus que habitaban el actual Castaños y sus alrededores. Al
no conocer la agricultura, tenían que vivir de lo que la recolección
de frutos les daba, complementado por la caza de animales de la región:
venados, liebres, ratas, así como algunas aves, para lo que utilizaban
arco, flecha, cuchillo y lanza. Cambiaban de lugar cuando se agotaban los
productos que recolectaban y escaseaban los animales que cazaban.
Mayor estabilidad tenían seguramente, los que habitaban en la
orilla del manantial o sus cercanías; ellos tenían agua permanente,
pesca y mayor cantidad de frutos, pues de esto, a los naturales del desierto,
dátiles, tunas, mezquites, etc., agregaban la nuez silvestre, con
la que podían durar dos meses (septiembre y octubre), mas mientras
recogían este fruto, del cual casi exclusivamente vivían
en esa temporada. Aquí, quizás, practicaron una rudimentaria
agricultura de chile y calabaza, que fue adicionada con el maíz,
cuando los misioneros lo introdujeron a esta región. Chozas de madera
y ramas recubiertas de barro formaban su habitación, casi siempre
transitoria; casi siempre semidesnudos, cubrían una parte del cuerpo
con las pieles de los animales que cazaban. Se pintaban el cuerpo en diversas
formas, y de los Tobosos se dice que ocasionalmente practicaban la antropofagia
y los sacrificios humanos.
Esta situación duró desde tiempos remotos, la conquista
y colonización española, hasta ya consumada la independencia,
épocas en las que los indígenas, dueños naturales
del territorio vieron invadido lo que antes era exclusivo; defendieron
ferozmente su tierra, su libertad y costumbres; se agotaron en la lucha,
la esclavitud y el hambre del desierto y las montañas adonde habían
sido reducidos y, finalmente, se extinguieron.
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3.
Un día de 1577, Alberto del Canto, desde el hoy cerro
del Mercado contempló por primera vez este Valle. Había fundado
las minas de La Trinidad en lo que hoy es Castaños, siendo el primer
Europeo que avizoró estas tierras, dando comienzo en la región,
a una actividad que con altibajos se sostendría durante cuatro siglos:
El Vesper, La Paloma, La Soledad, El Cambio, El Saucito son muestras de
lo que la actividad minera llego a alcanzar. De la fundación citada
no hay mas que una referencia en el Documento de Parral, y unas ruinas
en el cerro del Mercado, que posiblemente sean de La Trinidad.
4.
Lentamente avanzó la colonización en la Nueva España.
A 60 años de la realizada conquista, por el norte, las exploraciones
llegaban solamente hasta Saltillo. En 1580 llegó, por segunda vez
a la Nueva España, Luis Carvajal y de la Cueva, Portugués
de origen Judío, que amparado por una provisión real expedida
el año anterior por el Rey de España, Felipe II, se dispuso
a iniciar la exploración y colonización de una enorme extensión
de tierra norteña, en la cual quedaba comprendido todo lo que hoy
es el Estado de Coahuila. Después de otras exploraciones y fundaciones,
con vecinos de Saltillo, llegó a esta región, tomó
posesión de ella en nombre del Rey de España y fundó
la Villa de Nueva Almaden, en una fecha no determinada, alrededor del año
de 1582. Entre otras exploraciones por las mismas fechas, se realizó
la de un OJO DE AGUA, al sur de la nueva Villa, llevada a cabo por Gaspar
Castaño de Sosa, que cerca del manantial estableció una estancia.
No fue larga la vida de la Villa de Nueva Almaden en su primera fundación,
pues Carvajal, acusado de judaizante, fue aprendido y conducido a la capital
de la Nueva España, quedando Castaño en el gobierno de la
Villa, la cual quedó despoblada.
Igual suerte corrió la Estancia de Castaño al abandonarla
su propietario y dispersos los naturales que, por diversos medios los colonizadores
habían conseguido juntar, que vagaban de nuevo en libertad
pero sin abandonar el paraje.
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5.
Dos intentos mas, fallidos ambos, para la repuebla de Nueva Almaden
se hicieron, antes de que se iniciara otro, esta vez por parte del Nuevo
Reino de León, que también, ya desde entonces, creía
tener derechos sobre Coahuila. Su gobernador y capitán general,
Don Martín de Zavala, en el año de 1644, hizo su entrada
a Coahuila, presentándose en la despoblada Nueva Almaden y como
primera providencia, el 12 de abril del año citado, fue levantar
un acta en la que se refiere a Castaño y en realidad un monumento
a la esclavitud. Les dice, en ella a los naturales ... que su Señoría
ha llegado a esta provincia por mandato del Rey nuestro señor...
que sepan y entiendan que no ha sido a mas de reconocer para procurar su
quietud y amparo..., para dirigirse luego ...a los que el presente
están en el puesto y Ojos que llaman de Castaño, de la Jurisdicción
de esta Villa y a los demás que se fueren agregando, que son llamados
por los dueños que le reconocen, se llamen y traigan a la presencia
de su Señoría, y por medio de interprete se les de a conocer
lo susodicho y de esta diligencia se conozca quien los ocupa, y los que
están sin dueño para encomendarlos y encargar a quien cuide
de su doctrina y enseñanza, para que vengan en conocimiento de las
cosas de nuestra santa fe Católica y sean cristianos.. En su
disputa por Coahuila, de las dos provincias, el Gobernador del Nuevo Reino
de León, en forma pacífica les ofrecía a los de Castaños,
presentarles a su dueño y a los que no lo tenían, buscarles
uno para encomendarlos.
6.
Debió ser muy efímera la repuebla de Castaño en
esa posesión, pues a parte de los documentos oficiales no quedan
otros vestigios.
Sirviendo como tercero en la disputa por el territorio de Coahuila
entre la Provincia de Nueva Vizcaya y el Nuevo Reino de León, la
audiencia de Guadalajara se hizo cargo de esta Provincia no bien explorada,
buscando la forma de pacificar a las tribus que la habitaban. En 1673 expidió
un nombramiento a favor de Don Juan Niño de Tabora, corregidor de
Zacatecas, para esta empresa, sin que se sepa siquiera si inicio su encomienda.
La misma audiencia, en el año siguiente (1674), le dio la misma
encomienda a Don Antonio Balcarcel Rivadeneira y Sotomayor, a quien nombró
alcalde mayor de la provincia de Coahuila, ... quien se ha ofrecido
a su costa a entrar a poblarla con las calidades que en escripto que para
el presente se contienen.. Previene el acuerdo de que, se le nombra
alcalde mayor por el tiempo de 5 años, y que se le debe prestar
toda clase de ayuda y no se le ponga ningún impedimento.
Con nombramiento y ordenes se presentó en Saltillo, donde punto
por punto se hizo todo lo contrario a lo que la audiencia disponía,
pues las autoridades de este último lugar no dependían de
ella y buscaban la forma de que no se introdujeran en Coahuila.
El 18 de noviembre de 1674 inició Balcarcel su salida hacia
el norte, encontrándose a 5 leguas a Fray Juan Larios, personaje
principal en la pacificación de Coahuila y verdadero conquistador
y civilizador de esta región, pues gracias a el y a la actitud
que siempre tomó, toda la exploración de Balcarcel, las tomas
de posesión y las fundaciones que hizo, las efectuó bajo
la advocación de la cruz y bajo el signo de la agricultura. El mismo
día llegó Balcarcel a San Pedro y San Pablo de Anaelo, le
pone al lugar el mismo nombre de Anaelo. El día siguiente, 19 de
noviembre, bajo una enramada, en el desierto, Fray Juan Larios dijo la
primera misa en mas de 100 años en este territorio. Los días
19 y 20 permanecieron en Anaelo, donde Balcarcel dió el nombramiento
de Alférez Real a Fernando del Bosque. El mismo 19 de noviembre,
en Anaelo paso revista a la tropa y tomó declaraciones a varios
acompañantes, de la poca ayuda que en Saltillo le habían
prestado. El dia 20 de noviembre llegó y tomó posesión
de Santa Isabel de la Oya, hoy Joya, lo que debe haber sido ya muy tarde,
pues hay una acta levantada en Anaelo en la misma fecha.
Con 33 hombres, tres de ellos religiosos Fray Juan Larios, Fray Dionisio
de San Buenaventura y Fray Manuel de la Cruz, Balcarcel avanzó hacia
el norte, y el dia 22 de noviembre de 1674, se asentó en un acta
firmada por Balcarcel, Fernando del Bosque Ambrosio de Cepeda y Diego Luis
Sánchez la llegada a esta tierra, como la viera un viajero que viene
de Saltillo rumbo al norte: llegamos a un aguaje entre dos sierras y
de una sabána bien empastada, al parecer de 6 leguas de largo entre
cerros y de 2 a 3 por partes de ancho y en otras demás, y corre
dicha agua de por madre, en partes onda por estos, dos leguas de largo,
que halle yermo y despoblado y en el cual tomé posesión en
nombre de Su Majestad por dicha poblasson y conquista y le puse por nombre
Santa Cecilia de Castaño, en que aprendí la posesión
quieta y pacífica, sin contradicción alguna y dije Viva,
Viva, Viva el rey de España, hice auto y levanté una cruz
en alto y lo asenté para que conste y lo firmé...
Esto sucedía, como he asentado, el 22 de noviembre de 1674.
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7.
Habiendo sido fundada en su último intento Santiago de la Monclova,
en 1689, Castaños siguió como una Hacienda perteneciente
a Monclova. Es importante señalar la persistencia del nombre de
Castaño, desde finales del siglo XVI hasta la fecha. Mientras Monclova
se llamó así después de haber sido nominada cuatro
veces Nueva Almadén, una vez Nuestra Señora de Guadalupe
de la Nueva Extremadura y otra, Villa de Santiago de Paredes, Castaños
conservó su nombre original, quizás tomado del apellido del
explorador, hasta nuestros días, solamente con el añadido
de la s al final, que ya se deja ver desde mediados del siglo XVIII, en
que ya se conoce con el nombre de Castaños.
En el año de 1745, los terrenos de Castaños se dieron
como merced a don Domingo de Hoyos, que ya poseía un rancho en el
paraje del Buen Suceso. Tanto en esta vez como en la anterior, Castaños
se fundaba bajo el signo y el impulso de la agricultura; y así el
28 de abril del citado año, el Alférez Real de Santiago de
la Monclova Joseph de Castilla y Terán se trasladó a Castaños
y desde el paraje del Buen Suceso, le dió posesión de todo
el valle en nombre del Rey de España a don Domingo de Hoyos, después
de comprobar que ejecutaba acciones de trabajo agrícola que le daban
derecho a posesión. En el acta se asienta que don Domingo... arrancó
hierba, cabó tierra, tiró piedras y la regó con agua
de la acequia y tiró otros actos de verdadera posesión, quieta
y pacíficamente, sin oposición ni contradicción alguna...La
asignación ...cuatro sitios de ganado mayor, dos de ganado menor
y dos caballerías de tierra, con el Ojo de Agua que llaman de Castaños,
con todos los demás chupaderos, abrevaderos, salitres, pastos, montes
y demás que este dentro de sus sitios y caballerías se comprendiesen...
En esta ocasión, Castaños, con sus límites actuales,
dependiendo de Santiago de la Monclova, se entregaba como propiedad a una
sola persona.
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8.
Para el año de 1915, la ya congregación de Castaños
tenía fisonomía propia. Vivía de la agricultura y
su ganadería; realizaba su comercio, aunque en esto último
y en lo administrativo seguía dependiendo de Monclova. Llegaba a
los mil habitantes, entre todos pagaban anualmente doscientos pesos de
contribuciones, y se contaba con los recursos necesarios para establecer
escuelas y demás necesidades de un municipio, estos argumentos sirvieron
a los castañenses para pedir al gobierno del Estado, la separación
del municipio de Monclova y la creación de otro independiente, con
Castaños como cabecera. Fue así , como el 25 de enero de
1916, el gobernador don Gustavo Espinosa Mireles expidió el decreto
No. 12, mediante el cual se creaba este municipio. Le daba por límites
los de la Merced de Castaños, enumeraba las localidades que comprendía,
y elevaba a la categoría de villa, hasta esa fecha congregación,
que sería la cabecera del nuevo municipio, cuyo juez sería
el presidente municipal provisional mientras se convocaba a elecciones.
Castaños nacía como municipio independiente. Era el 25
de enero de 1916. |
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