La danza árabe es un arte, una disciplina, e incluso una terapia. Practicarla aporta muchos beneficios al cuerpo, la mente, el corazón y el espíritu.. A través de diversos artículos que he leído sobre el tema, pláticas que he tenido con bailarinas, pero sobre todo, a través de mi propia experiencia, me he dado cuenta de cuales son estos beneficios, y que en lo particular me han cambiado en muchos aspectos, desde el más superficial hasta el más profundo de mi ser.

   Primero que nada, la danza árabe ayuda mucho al cuerpo, ya que es un ejercicio suave, gentil, y que realizado como debe de ser jamás nos va a lastimar, además de que al ser una actividad física, también contribuye a que te mantengas en forma y saludable si la practicas regularmente. Esta danza también ayuda a tener una mayor conciencia corporal, y a descubrir movimientos que son naturales de nuestro cuerpo, pero que simplemente no estábamos acostumbrados a hacer. Al mover nuevas partes, o en nuevas formas, se desbloquean centros de energía que por esta falta de movimiento se encontraban bloqueados. Aquí es donde la danza árabe traspasa el plano físico.

   La danza árabe también ayuda mucho a la mente, pues además de ayudarte a conocer mejor tu cuerpo te permite conocerte mejor como persona, y te libera de muchos tabúes y prejuicios con los que el mundo ha venido cargando desde hace siglos, y por los que habías estado tanto tiempo bloqueada. Además practicarla, como cualquier otra actividad física, produce endorfinas, las cuales nos dan una sensación de felicidad y bienestar.

   Además, la danza árabe también ayuda enormemente en el aspecto emocional, a lo cual yo me refiero cuando digo que da beneficios también al “corazón”, ya que es esta parte del cuerpo la que se ha utilizado desde siempre como símbolo para representar nuestros sentimientos y emociones. Al practicar la danza árabe te concentras en tu persona y dedicas tiempo a algo que realmente a ti y solo a ti te gusta, y que no depende de nadie más, y al conocer mejor tu cuerpo y desbloquear tu mente y liberarla de muchas cosas sin sentido, empiezas a respetarte y valorarte mas como persona y a tener mas autoestima; esto automáticamente hace que te vayas sintiendo mucho mejor emocionalmente, y que sin planearlo, se vayan reflejando cambios en los demás aspectos de tu vida, pues al sentirte mejor y más cómoda contigo misma, puedes estar mejor en compañía de los demás.

Y por último, pero no menos importante, sino al contrario, la danza árabe te da grandes beneficios a nivel espiritual. Esto es por varias razones:

   Primero que nada, la danza árabe tiene su origen en ceremonias espirituales y religiosas, y  uno de los motivos principales por los que se realizaba era como rito de fertilidad que se ofrecía a los dioses, por lo que su conexión con lo espiritual vienen implícita desde su origen.

   La danza árabe no era exclusiva de mujeres que cumplieran con ciertas características, todas podían practicarla sin importar su edad ni sus condiciones físicas, por ejemplo si eran chaparritas o gordas o muy flacas, todas podían practicarlo y esto hacía que la danza fuera mucho mas allá del físico y los prejuicios por este aspecto, otra de las características que han hecho que la danza árabe sea una danza cien por ciento espiritual, al no ser prohibitiva como otras danzas y no tomar en cuenta los rasgos superficiales de la mujer, y rescatar los que son verdaderamente valiosos en ella y de esta forma conectarla con su yo interno y su mas profundo ser.

   Como se menciona arriba, esta danza es terapéutica, y mediante movimientos muy particulares propios de ella actúa sobre centros de energía, que al desbloquearse dejan salir las vibraciones negativas y permiten que todo lo positivo en ti fluya.

   Además de todo lo anterior, por supuesto la danza árabe es un maravilloso ejercicio psicoprofiláctico, por lo que me atrevo a asegurarte que practicar esta danza va a ayudarte mucho en tu embarazo y a la hora del parto, pues sus movimientos dan fuerza y tono a los músculos de tu abdomen y zona pélvica y los preparan para dar a luz y que la labor de parto sea mucho mas fácil, e incluso sin dolor.

   Estos son algunos de los muchos beneficios que he encontrado que la danza árabe nos regala, por supuesto que cada persona es diferente, por sus características propias al nacer, y por las experiencias que va adquiriendo a través de la vida, así que seguramente cada persona tendrá una experiencia nueva que contar sobre su acercamiento con la danza árabe y los beneficios que ha traído a su vida, pero creo que todas las personas que tenemos el gusto de practicarla podemos coincidir en que la danza árabe no solo es un baile, sino un estilo de vida.

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