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La Segunda Venida de Nuestro
Señor
James Stuart Russell
(1816-1895)
Tomado de The Berean Bible Church
APÉNDICE A LA PARTE I
Nota A
Sobre la teoría de interpretación del doble sentido
"Unam quandam ac certam et simplicem sententiam ubique quaerendam esse".- Melanchton.Las consecuencias de admitir este principio deberían ser bien sopesadas.
("En todos los casos, ha de procurarse un sólo significado definido y sencillo [de la Escritura]")."Absit a nobis ut Deum faciamus o,.i,glwtton, aut multiplices sensus affingamus ipsius verbo, in quo potius tanquarn in speculo limpidissimo sui autoris simplicitatem contemplari debemus. (Sal. 12:6; xix. B.) Unicus ergo sensus scripturae, nempe grammaticus, est admittendus, quibuscunque demum terminis, vel propriis vel tropicis et figuratis exprimatur".- Maresius.
(Lejos sea de nosotros hacer que Dios hable con dos lenguas, o atribuir una variedad de significados a su Palabra, en la cual debemos más bien contemplar la sencillez de su divino autor reflejada como si fuera en un espejo (Sal. 12:6; 19:8). Por lo tanto, sólo es admisible un significado de la Escritura: esto es, el gramatical, en cualesquiera términos, ya sean propios o típicos o figurados, en que pueda ser expresado.)"La observación del Dr. Owen está llena de buen sentido".- "Si la Escritura tiene más de un significado, no tiene ningún sentido en absoluto". "Y es tan aplicable a las profecías como a cualquier otra porción de la Escritura"- Dr. John Brown, Sufferings and Glories of the Messiah, p. 5, note.
"Por éstas y parecidas razones, la estratagema de asignar un doble sentido a las Escrituras es inadmisible. Pone a flotar todos los principios fundamentales de interpretación por medio de los cuales llegamos a un convencimiento y a una certeza establecidos, y nos lanza sobre el océano sin límites de la imaginación y la conjetura sin timón y sin brújula". - Stuart on the Hebrews, Excurs. xx.
"Primero, puede afirmarse que la Escritura tiene un solo significado, el significado que tuvo para la mente del profeta o evangelista que primero la pronunció o la escribió para los oyentes o lectores que primero la recibieron".
"La Escritura, como otros libros, tiene un solo sentido, que debe captarse partiendo de sí mismo, sin referencia a las adaptaciones de padres o teólogos, y sin relación con las ideas a priori sobre su naturaleza y su origen".
"La función del intérprete es no añadir otra [interpretación], sino recuperar la original: el significado, esto es, de las palabras como ellas llegaron a los oídos o brillaron ante los ojos de los que primero las oyeron y las leyeron".- Professor Jewett, Essay on the Interpretation of Scripture, párr. i, 3,4.
"Sostengo que las palabras de la Escritura se propusieron tener un solo significado definido, y que nuestro primer objetivo debe ser descubrir ese sentido, y adherirnos rígidamente a él. Creo que, por regla general, las palabras de la Escritura se proponen tener, como todos los otros idiomas, un solo sentido sencillo y definido, y que decir que las palabras significan una cosa meramente porque se les puede torturar para que lo digan, es una manera extremadamente deshonrosa y peligrosa de manejar la Escritura".- Canon Ryle, Expository Thoughts on St. Luke, vol. i, p. 383.
NOTA B
SOBRE EL ELEMENTO PROFÉTICO
EN LOS EVANGELIOS
"Pero aquí reside la verdadera perplejidad. La predicción, como la tenemos, hace que Cristo afirme claramente que su segunda venida seguirá - "inmediatamente", "en aquellos días" - después de la destrucción de Jerusalén, y que "esta generación" (la generación a la cual se dirigía) no pasaría hasta que "todas estas cosas se cumplan". Hutton cree que estas últimas palabras Cristo se proponía aplicarlas sólo a la destrucción de la Santa Ciudad. Tiene derecho a su opinión; y, en sí misma, ésta no es una solución improbable. Pero, bajo las circunstancias, es una construcción algo forzada, pues debe recordarse, primero, que se hace necesaria sólo por la suposición que mantiene Hutton - a saber, que los poderes proféticos de Jesús no podían fallar; segundo, supone o implica que las narraciones evangélicas de los pronunciamientos de Jesús son de fiar, aunque en estas predicciones especiales admite que son esencialmente confusas, y tercero, (aunque creemos que él no lo debería haber pasado por alto), la frase que él cita no es en modo alguno la única que indica que Jesús mismo tenía la convicción, que sin duda comunicó a sus seguidores, de que su segunda venida para juzgar al mundo tendría lugar en una fecha muy temprana. No sólo tendría lugar "inmediatamente" después de la destrucción de la ciudad (Mat. 24:29), sino que sería presenciada por muchos de los que lo escuchaban. Y estas predicciones no están en modo alguno mezcladas con las de la destrucción de Jerusalén: "De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte, hasta que hayan visto al Hijo del Hombre viniendo en su reino" (Mat. 16:28); "De cierto os digo, que no acabaréis de recorrer todas las ciudades de Israel, antes que venga el Hijo del Hombre" (Mat. 10:23); "Si quiero que él quede hasta que yo venga, ¿qué a tí?" (Juan 21:23), y los pasajes correspondientes en los otros sinópticos.
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