Una de
las preguntas más
difìciles acerca de las normas de conducta que confronta al cristiano
de hoy es: ¿Còmo puedo tomar decisiones acertadas al escuchar e
interpretar la musica?
Y
desafortunadamente, confundidos ante la complejidad del tema, muchos
cristianos se sienten tentados a preguntarse si en realidad tales
decisiones son relevantes. Un nùmero creciente de personas siente que
con tener una buena letra cualquier melodìa
es
aceptable, porque la mùsica por sì sola no es el problema. Para tales
personas la mùsica es moralmente neutra. Pero tal vez necesitarìamos
sopesar seriamente si la mùsica debiera, o no, estar en la lista de
preocupaciones cristianas.
Mientras que los cristianos en general han tendido hacia la
ambivalencia acerca de la cuestiòn de la mùsica, la disponibilidad de
mùsica ha aumentado enormemente en las ùltimas dos o tres dècadas. A
travès de los medios electrònicos, la mùsica es accesible hoy para
cualquier persona con sòlo presionar un botòn. En el Concilio
Internacional de la Mùsica de la UNESCO EN 1975, su presidente,
Narayana Menon (un eminente musicòlogo hindù), afirmò que el ochenta
por ciento de la poblaciòn mundial escucha algùn programa musical de
radio de 4-5 horas al dìa. Doce años despuès, en 1987 James Lull
afirmò que "personas de todas las clases sociales, de casi todas las
culturas, parecen haber encontrado la manera de obtener grabadoras y
cassettes para su uso personal".
En
1982 se estimaba que "en promedio el cerebro del occidental gasta
alrededor del veinticinco por ciento de su vida registrando,
monitoreando y descifrando" mùsica popular.
La juventud participa activamente
Los
jòvenes son participantes clave en esta utilizaciòn de la mùsica. Un
estudio hecho en Gran Bretaña en 1984 mostrò que aproximadamente el
97% de los adolescentes tenìa acceso a una grabadora y que el 85% la
usaba regularmente para grabar mùsica.
La
situaciòn en Estados Unidos es muy similar. Un estudio revelò que
"entre el sèptimo y el doceavo grado, el adolescente promedio escucha
10,500 horas de mùsica rock -apenas un poco menos que el nùmero total
de horas que pasarà en el salòn de clases desde el jardìn de niños
hasta terminar la educaciòn media".
Hoy la
mùsica està en todas partes. No sòlo en forma grabada para uso
personal, sino que ademàs se escucha en tiendas, oficinas,
restaurantes, aviones y hasta en hospitales. Ha compenetrado el
sistema completo de la vida. Visto casi exclusivamente como una forma
de entretenimiento, la mùsica se percibe como una especie de papel
tapiz audible, destinado a brindar placer y crear una atmòsfera
agradable.
Pero,
hace dos mil quinientos años la mùsica ya se consideraba una fuerza
tan potente e influyente en la sociedad que, los principales filòsofos
y polìticos abogaron por su control a travès de la constituciòn de la
naciòn. En Esparta y Atenas èste fue el caso. En Japòn en el siglo III
a.C. se estableciò una oficina imperial de mùsica (el Gagaki-ryo) para
controlar actividades musicales. Otras culturas antiguas, como las de
Egipto, India y China, manifestaron preocupaciones similares. Hoy un
control legislativo o gubernamental de este tipo serìa casi
inconcebible, pero incluso en este siglo regìmenes comunistas,
fascistas e islàmicos preocupados al respecto, han implementado leyes
para controlar la mùsica.
¿Cuàl es el problema?
Muchas
personas, incluyendo algunos cristianos, se sienten desconcertados
ante este modo de pensar, porque creen que la mùsica es pura y
simplemente mùsica -que no implica ningùn problema y, por lo tanto, no
requiere ninguna evaluaciòn. Ademàs, gpor què tanta preocupaciòn por
la mùsica? gCuàl es el problema? Para los antiguos las respuestas eran
claras. Creìan que la mùsica afectaba directamente la voluntad, la que
a su vez influìa sobre el caràcter y por ende sobre la conducta
humana.
Asì,
por ejemplo, Aristòteles enseñaba que la mùsica...imita directamente
(es decir, representa) las pasiones o estados del alma -apacibilidad,
enojo, valor, templanza, y sus opuestos y otras cualidades; por lo
tanto, cuando uno escucha mùsica que imita cierta pasìòn, es imbuido
por la misma pasiòn; y si despuès de un largo tiempo se habitùa a
escuchar aquel tipo de mùsica que despierta pasiones innobles, su
caràcter completo tomarà una forma innoble. En pocas palabras, si uno
escucha mùsica mala, se transformarà en una persona mala; y a la
inversa, si uno escucha buena mùsica tenderà a ser una persona buena.
Ni la
declaraciòn de un cristiano ni el sìnodo de una iglesia. Estas son
ideas de filòsofos paganos que vivieron casi 400 años antes de Cristo.
Algunos cristianos de hoy piensan que sòlo las iglesias
ultraconservadoras "machacan" con el tema de la mùsica, con el fin de
restringir la libertad de expresiòn y poner otra carga en la
conciencia. Sin embargo, la historia atestigua que sencillamente èste
no es el caso. A travès de las edades, cristianos y no-cristianos,
educados, y altamente respetados
dirigentes y pensadores, han reconocido el poder de la mùsica y la
necesidad de manejarla con discreciòn.
Es
significativo que un prominente antropòlogo cultural contemporàneo,
estudiante de la mùsica de diversos pueblos alrededor del mundo,
escribiera: "Es probable que no haya ninguna otra actividad cultural
humana que sea tan generalizada y que impacte, modele y determine
tanto el comportamiento humano".
¿Realmente tiene poder la mùsica?
Entonces, ¿què es lo que hace que la mùsica tenga tanto poder?
¿Realmente impacta, modela y determina el comportamiento humano? ¿no
serà esta nociòn la reliquia de una antigua supersticiòn? Para
respondernos contamos con amplia evidencia del poder de la mùsica en
la vida moderna. Por ejemplo: Podemos escuchar el fondo musical de una
pelìcula, eliminando la imagen, y observar cuànto se puede determinar
de la acciòn en la pantalla con sòlo oìr la mùsica. O imagine una
pelìcula de horror de ciencia ficciòn, en la cual una monstruosa araña
asesina se acerca a un inocente niño, que juega sin sospechar nada.
Casi puede "oìr" la espeluznante mùsica de fondo, ¿verdad?
Pero,
¿por què el productor de la pelìcula escogiò una determinada mùsica?
Y, ¿còmo decidiò què mùsica usar en cada escena? ¿por què no se
utilizò la mùsica de "El mostruo se acerca" en la escena de un
cumpleaños o de un jardìn de niños? Si se usara una letra como "Duèrmete,
niño, duèrmete ya" con la mùsica de "El monstruo se acerca", ¿se
convertirìa por ello en una canciòn de cuna? O, si agregàramos el
texto "El Señor està en su Santo Templo, calle delante de El toda la
tierra", ¿serìa adecuada la mùsica de "El monstruo se acerca" como
introito para un culto cristiano? La respuesta es obvia, pero, ¿por
què?
Caracterìsticas de la mùsica
Destaquemos, para responder, varios aspectos de la naturaleza de la
mùsica. Primero, la mùsica, independientemente de la letra, comunica
un mensaje. No son necesarias las palabras para que la mùsica tenga
significado. Los productores de pelìculas toman sus decisiones acerca
de la mùsica, para usarla como fondo, sin tomar en cuenta las
palabras.
Segundo, aunque algunos podrìan argumentar que la mùsica tiene
diferente significado para diferentes personas, y que su efecto es
sòlo cuestiòn de una respuesta condicionada, èsta no es una premisa
aceptada por los productores de pelìculas. Tanto que, al incorporar un
tema musical a una pelìcula, se da por sentado que tendrà un impacto
similar en toda la gente. Si èste no fuera el caso, la mùsica para las
pelìculas no tendrìa ningùn sentido en otros contextos culturales.
Pero es evidente que lo tiene puesto que, al hacer el doblaje para
poder exhibir la pelìcula en otras partes del mundo, sòlo se cambia el
idioma; la mùsica permanece igual. La creencia es que la mùsica de
fondo comunica el mismo mensaje a todos los que ven tal pelìcula, y
que su mensaje no es afectado por las diferencias culturales.
No
puede negarse que, especialmente desde el auge de los medios masivos
de comunicaciòn, algunos condicionamientos culturales universales,
respecto a asociaciones musicales, pueden haber occurrido. no
obstante, es claro que el impacto de la mùsica no es sòlo asunto de
condicionamiento. La forma misma en que la mùsica es elaborada y
ejecutada implica ciertas caracterìsticas inherentes, que por largo
tiempo han provisto claves intuitivas de su significado. Las
investigaciones han demostrado que el condicionamiento no puede lograr
que la mùsica que transmite enojo y odio, o temor y suspenso, a un ser
humano, comunique amor o alegrìa y paz a otro.
En
tercer lugar, los productores de pelìculas obviamente suponen que el
impacto de la mùsica puede predecirse; su uso no es, de ningùn modo,
al azar. De hecho, en muchos campos las empresas utilizan la mùsica
para lograr efectos especìficos e incrementar sus ganancias en los
negocios.
Las
investigaciones han encontrado el tipo de mùsica màs efectivo para el
logro de objetivos determiandos. Al modificar tono, armonìa, ritmo,
volumen, timbre y tiempo, todo un conjunto de procesos corporales
pueden ser afectados. Y èstos, a su vez, pueden influir sobre nuestras
eomociones y estado de ànimo, y en ùltimo caso afectar el
comportamiento, inclusive la toma de decisiones.
La musica en las compras
Junto
con unas muy encomiables aplicaciones, el desarrollo de programas de
mùsica para mejorar "la receptividad de los televidentes", nos
recuerda el poder, potencialmente manipulador, de la mùsica en los
anuncios comerciales.
No es
ningùn secreto que las compañìas que se anuncian en televisiòn, pagan
mucho dinero para poner su propaganda al aire en las mejores horas.
Durante la transmisiòn de los juegos finales de un evento deportivo
nacional en los Estados Unidos, un anuncio comercial de 30 segundos
puede llegar a costar cerca de un millòn de dòlares, a pesar de que
las autoridades en publicidad estàn bien enteradas de que
frecuentemente los televidentes dejan la televisiòn, o relajan la
concentraciòn, durante los intermedios comerciales.
Empero, para asegurarse de que su mensaje sea comunicado y quede
almacenado en la mente, los anuncios deben utilizar una letra
llamativa con una mùsica apropiada "para mejorar" la receptividad.
Sorprendentemente la meta deseada parece ser alcanzada.
Pero
llevemos esto un paso màs adelante. Tal control, orientado a una meta
especìfica en la planeaciòn musical, no es caracterìstico sòlo de la
mùsica de fondo ni de la industria publicitaria. Està tambièn
integrado a la programaciòn musical del radio y la creaciòn de "èxitos".
Tal como lo demostrò Eric Rothenbuhler, con respecto a las emisoras
comerciales de radio, en primer lugar y sobre todo "su negocio es el
de ganar dinero, no el de tocar mùsica". Las emisoras se ganan el
dinero... convenciendo de su popularidad a los patrocinadores". Como
resultado, "la mùsica que se toca en estaciones comerciales de radio,
està diseñada para atraer radioescuchas, que contribuya con la
popularidad, pues esto es lo que atrae a los patrocinadores".
En
consecuencia, sòlo la mùsica que produce el "efecto deseado" sale al
aire, y asì esto se convierte en un importante factor para la
manipulaciòn del gusto del auditorio. Lo que eso significa que quedò
claramente demostrado en un estudio del funcionamiento de una estaciòn
comercial de radio durante cierto perìodo. De 467 àlbumes disponibles
en un perìodo de diez semanas, sòlo el siete por ciento saliò al aire.
La decisiòn de tocar o no determinada canciòn era tomada por el
director de mùsica de la estaciòn que estaba en contacto con las
fuentes comerciales. De ahì "es obvio para cualquier observador social
que la radio no sigue sino precede la popularidad pùblica masiva" La
marcada reducciòn de opciones en esta estaciòn sòlo recalca lo que se
viene conociendo desde hace tiempo:
La
creaciòn de la mayorìa de los "èxitos" es grandemente
predeterminada por y dentro de la industria. Esto contrasta
directamente con la opiniòn generalizada acerca de la industria de
la mùsica popular, segùn la cual el èxito de las canciones surge
de la aceptaciòn espontànea y libre del pùblico debido al
inherente mèrito del nùmero. |
Dado
que la vasta mayorìa de la mùsica grabada, producida en el mundo, està
controlada por sòlo cinco compañìas, no sorprende que el potencial
para la manipulaciòn polìtica del gusto musical y del comportamiento a
gran escala, no haya pasado desapercibido para sociòlogos
contemporàneos. Quizà en la cultura occidental estamos sòlo empezando
a descubrir otra vez, aunque en una proporciòn mucho mayor, lo que los
antiguos veìan claramente en su propia època.
Entonces, ¿por què algunos cristianos ven la mùsica como un tema
insignificante, un entretenimiento inofensivo, uno de los elementos
neutrales de la vida usado de acuerdo al gusto personal y a la
preferencia? ¿por què, mientras las empresas usan la mùsica para sus
propios fines, los cristianos debaten frecuentemente sobre su impacto?
Quizà la afirmaciòn de Jesùs de que los hijos de las tinieblas son màs
sabios que los hijos de la luz, sea màs cierta de lo que estamos
dispuestos a reconocer.
En
verdad mucha de la mùsica màs escuchada ha sido desarrollada con un
propòsito ajeno a la motivaciòn cristiana, con algunas raras
excepciones si acaso. Al aceptar la nociòn de la neutralidad moral de
la mùsica, los cristianos han sucumbido a la imitaciòn de estilos
iniciados secularmente, abandonando la tarea de crear algo netamente
cristiano en el arte musical. Una cosa es cierta, con el poderoso
potencial que tiene la mùsica para influir sobre el pensamiento y el
comportamiento humanos, podemos estar seguros de que el diablo no
pasarà por alto esto en su esfuerzo por seducirnos.
La
mayorìa de los cristianos adventistas estamos conscientes de que "la
mùsica, cuando no se abusa de ella, es una gran bendiciòn, pero cuando
no se usa correctamente, es una terrible maldiciòn", y que "a menudo
se convierte en una de las armas màs atractivas de Satanàs para
atrapar almas". Pero tristemente, "de todas las artes, la mùsica es la
que màs se practica y en la que menos se piensa". Por supuesto,
Satanàs tiene un marcado interès en distraer a los adventistas de
pensar con profundidad en la mùsica, porque no quiere que seamos parte
de esa multitud que entonarà un càntico nuevo de alabanza sobre el mar
de vidrio.
Conclusiòn
La
evidencia del poder de la mùsica es abrumadora.Como cristianos debemos
reconocer que la naturaleza de la mùsica es tal que puede afectarnos e
influenciarnos de muchas maneras. Indudablemente juega un papel
preponderante en la batalla espiritual por las almas; particularmente
en los eventos del fin de los tiempos. Se necesita sabidurìa y
perspicacia espirituales si hemos de glorificar a Dios con la mùsica,
porque "a menos que estè dentro de nosotros aquel que està sobre
nosotros, pronto nos doblegaremos a aquello que està alrededor de
nosotros".
En
este asunto son necesarias reflexiòn y discusiòn con oraciòn, aunadas
a la disposiciòn de seguir la direcciòn del Espìritu Santo y asumir
una posiciòn firme de parte de Dios en esta àrea, pase lo que pase.
Que Dios bendiga nuestros esfuerzos por tomar las decisiones adecuadas
con relaciòn a la mùsica.
En
este asunto son necesarias reflexiòn y discusiòn con oraciòn, aunadas
a la disposiciòn de seguir la direcciòn del Espìritu Santo y asumir
una posiciòn firme de parte de Dios en esta àrea, pase lo que pase.
Que Dios bendiga nuestros esfuerzos por tomar las decisiones adecuadas
con relaciòn a la mùsica.
1P. T. Forsythe, en Franklin Segler, Christian Worship: Its
Theology and Practice (Nashville, Tenn.: Broadman Press, 1967),
pàg. 81.
1P. T. Forsythe, en Franklin Segler, Christian Worship: Its
Theology and Practice (Nashville, Tenn.: Broadman Press, 1967),
pàg. 81. |