Su Efecto Sobre el Todo del Hombre
Los
Adventistas del Séptimo Día basan su filosofía de la vida no sólo en
la fe, en la revelación Divina, sino también en la evidencia real. Se
desprende por lo tanto, que la filosofía de la música debe ser el
resultado no de conversaciones y votos de opinión, sino de información
segura y consejo inspirado. Un entendimiento de la naturaleza del
hombre, tanto como de la naturaleza de la música, son necesarios. La
falta de conocimiento de ambas áreas ha causado mucha confusión y
disensión.
El
interrogante de si la música puede afectar las emociones, las
actitudes y la conducta es, claramente, el tema central. Algunos
rechazan esta idea porque observan que las personas varían en su
respuesta a la música. Insisten en que ciertas selecciones o tipos de
música que parecen despertar ciertas reacciones en algunos individuos
"no me afectan a mí en absoluto". Concluyen, por lo tanto, que la
reacción a la música solo puede ser predicha cuando es una reacción
aprendida o condicionada; que la música carece de moral.
Aunque
el tema de los efectos de la música sobre el hombre, ha intrigado al
ser humano desde la antigüedad, muy poco estudio científico se ha
realizado sobre este aspecto, sino hasta fines del siglo diecinueve.
El primer movimiento de consideración se realizó después de la Primera
Guerra Mundial cuando varios científicos de la conducta humana, en los
Estados Unidos, comenzaron a intrigarse con la posibilidad de influir
sobre la conducta mediante el uso terapéutico de la música.
La Percepción de la Música
Probablemente la revelación más importante de la investigación
científica de la música fue el descubrimiento de que la música
percibida por esa porción del cerebro que recibe
el estímulo de las emociones, las sensaciones y los sentimientos, sin
que entren en juego los centros cerebrales de la razón y la
inteligencia. La importancia de este hecho para la terapia musical, es
explicado por Schullian y Shoen:
"La
música, sin depender del 'cerebro jefe' para obtener entrada al
organismo puede todavía excitar mediante el tálamo -la estación de
cambio de todas las emociones, sensaciones y sentimientos. Una vez que
un estímulo ha llegado al tálamo, el 'cerebro jefe' es automáticamente
invadido, y si el estímulo continúa por algún tiempo, puede
establecerse un contacto íntimo sobre el 'cerebro jefe' y el mundo o
realidad".
Este
mecanismo hace posible la comunicación con enfermos mentales que no
pueden ser alcanzados mediante la palabra hablada.
La Música, la Disposición de Animo y la Química del Cuerpo
En la
investigación nacional, Shoen encontró que la música producía una
disposición de ánimo notablemente uniforme en la mayor parte de un
auditorio.
Según
Podolsky, la influencia de la música ha sido demostrada
experimentalmente. Declara que la investigación ha demostrado que "el
estímulo musical en ciertas condiciones bien conocidas, establecen en
el cuerpo las mismas reacciones pasajeras que caracterizan a la
emoción". Nos hace recordar que las disposiciones de ánimo tienen un
fundamento biológico. No sólo dependen de la actividad del cerebro y
la circulación de la sangre, sino de la química del organismo. Las
pruebas han demostrado que la música tiene un efecto directo sobre el
pulso y la presión sanguínea, subiéndolos o bajándolos de acuerdo al
ritmo; también afecta las glándulas sin conducto y por consiguiente
las emociones. Charles Hughes, contribuyente al libro "La música y la
medicina", afirma la relación directa que existe entre la respuesta
emocional del que escucha la música, indicando que "esta respuesta
está acompañada por los mismos cambios fisiológicos que acompañan los
estados emocionales de las situaciones de la vida". Posteriormente
explica:
"Tal
respuesta es una respuesta al efecto total y complejo de la música.
Además, un examen de las piezas musicales empleadas para probar el
efecto emocional de la música, indican que el ritmo es un factor
preponderante para determinar la clase de efecto que producirá. No
sólo presencia o ausencia de un marcado patrón rítmico lo que se
considera aquí, sino también el grado general de movimiento, ya sea
rápido, moderado o lento".
La
influencia de la música sobre la conductividad eléctrica del cuerpo es
informada por Soibelman. Conocida la función del potencial eléctrico y
el equilibrio electrónico del sistema nervioso humano, podemos
adquirir comprensión adicional del uso de la música para estimular las
disposiciones de ánimo o para cambiarlos.
Cannonm, eminente fisiólogo de Harvard, sostenía que la música "pone
en libertad la adrenalina y tal vez otras hormonas".
Harer
y Harer, demostró que de todos los sentidos, el del oído es el que
tiene mayor efecto sobre el sistema nervioso. En sus experimentos,
todos los individuos demostraron cambios importantes en pulso y
respiración, como también los reflejos psicológicos de la piel. En un
experimento, la atención del individuo fue quitada de la música por
una molestia física, a tal punto que ni siquiera se dio cuenta que se
había tocado cierta pieza. Sin embargo, los instrumentos registraron
una fuerte respuesta emocional. No obstante, cuando se le pidió
escuchar la música analíticamente; su respuesta emocional disminuyó
notablemente. Aunque se ha encontrado que la reacción depende en
cierto modo de las actitudes y habilidades, se ha descubierto que
cuando una selección musical está asociada con una fuerte experiencia
emocional del que escucha, la respuesta emocional al escuchar la pieza
será intensa.
Gilman
y Paperte, demostraron que la música puede hacer bajar el umbral de la
percepción sensorial. "Descubrieron que la música y los sonidos
rítmicos pueden mejorar la visión del que escucha hasta en un 25%. Los
experimentos han demostrado que hasta el ritmo tic-tac del reloj,
sirve para estimular la visión".
Ya en
l887, investigaciones realizadas por Urbantschitsch, demostraron que
el umbral de la percepción de colores, es rebajado por un estímulo
tonal.
El Ritmo y la Reacción Motora Sensorial
En
todas las edades, la música ha sido reconocida como agente unificante
y estimulante durante la actividad física. Experimentalmente se ha
encontrado que aumenta o disminuye la energía muscular. Esto explica,
indudablemente, el uso de la música en conexión con trabajos que
requieren movimientos sincronizados. Los obreros de muchas
civilizaciones cantaban no
sólo para librarse de la monotonía de su trabajo, sino por el efecto
unificador que tenía sobre ellos. Hughes reconociendo que la música
aumentaba el pulso y la respiración declara:
"A
veces parece que los jóvenes se esfuerzan más, por un período mayor de
un baile, que en una ocupación más útil y menos rítmica. De modo
similar, se ha observado que una banda marcial hace que los soldados
olviden su fatiga, a lo menos por un momento, y marchen con renovado
vigor".
Con
todo, Soibelman encontró que aun cuando la música rítmica era una
ayuda para la actividad, por ejemplo, escribir a máquina, "no tenía
efecto definido sobre la precisión o exactitud de movimientos si el
ritmo no estaba adaptado al trabajo. Mermaba la exactitud en la
escritura a máquina y a mano, demostrándose en un crecido número de
errores".
Casi
no hay duda de que la música apela fuertemente a cada ser humano. Van
de Wall lo resume así: "Mucho de lo que llamamos irresistible en el
terreno musical, es así por causa de esta reacción motora sensorial".
Debido
a la relación entre la música rítmica y el ritmo del cuerpo, no es
difícil entender por qué el ritmo pasa fácilmente de una cultura a
otra. En todas las culturas primitivas, la actividad rítmica fue
evidente. En muchas se usaba repetidamente una serie rítmica monótona
en los bailes para influir en el bienestar o la conducta del individuo
o del grupo. La confiscación extática era un elemento esencial del
baile ceremonial, secular o religioso, de los antepasados del
americano negro. Stearn indica que la música de los adoradores del
vudú, se extiende desde los dahomeyanos del Africa, hasta Nueva
Orleans, donde permanece "un depósito de ritmo de nuestra cultura":
Los indios Chippewa de Norte América, usaban música con elementos de
trance e hipnotismo. Gaston nos dice:
"Un
frenesí igual al baile griego dionisiaco se repetía frecuentemente en
los aborígenes de Norte América. En el baile del Fantasma, de l870,
los indígenas formaban un círculo y bailaban monótonamente hasta que
uno tras otro iban cayendo rígidos y postrados al suelo. Benedicto
creía que durante sus bailes, estos indígenas tenían visiones de
liberación de los blancos. Otros ejemplares de fe en los poderes
mágicos del baile nos presentan los bailarines primitivos del norte de
México y el demostrado en los bailes del Sham de California. Estos dos
tipos de bailes requieren un componente de tipo cataléptico".
Al
referirse a la repetición y monotonía del ritmo del baile azteca,
Gaston dice: "uno se acuerda del rock and roll".
Más
recientemente, el campo de la sicofisiología de la música, fue el tema
de estudio de científicos soviéticos, y la relación entre el ritmo y
el movimiento del cuerpo claramente fue demostrada.
"La
música seleccionada especialmente aumenta la capacidad de trabajo en
los músculos. Al mismo tiempo, el ritmo de los movimientos del
trabajador se altera con los cambios del ritmo musical. Es como si la
música determinara un buen y rápido ritmo de movimiento. Otra serie de
experimentos realizados en
estudiantes han demostrado que no solamente la capacidad de trabajo
cambia con la influencia de la música, sino también el pulso y la
tensión arterial".
Este
no es sino un breve informe de algunos de los estudios científicos
sobre la música y su efecto sobre la mente y el cuerpo. Sin embargo,
aun esta limitada información, pone sobre el tapete algunos datos
significativos:
l. La
música es percibida y apreciada aún sin la intervención de los centros
superior del cerebro, tales como la razón y el juicio.
2. La
reacción musical es considerable aún cuando el que la escucha no esté
prestando atención consciente.
3. Hay
evidencias de que la música puede producir cambios en la disposición
del ánimo al afectar la química del cuerpo y el equilibrio electrólito.
4. Al
bajar el nivel de las percepciones sensitivas, la música intensifica
las reacciones al color, al tacto y otras percepciones sensitivas.
5. Se
ha demostrado que la música efectúa cambios en la energía muscular y
promueve o inhibe los movimientos del cuerpo.
6. La
música rítmica sumamente repetida tiene efectos hipnóticos.
7. El
sentido del oído tiene mayor efecto sobre el sistema nervioso que
cualquier otro de los sentidos.
IMPLICACIONES MORALES
El
concepto de que la música tiene significado moral o espiritual, no es
una idea de la última parte del siglo diecinueve, inventada por
predicadores extremistas o místicos. El poder de la música ha sido una
fuente de interés y especulación por todo tipo de personas a través de
las edades. Filósofos y científicos de la antigüedad, tales como
Pitágoras y Platón, sentían reverente sospecha por su potencial. Se ha
dicho que "aún la música puede ser intoxicante. Tales causas
aparentemente livianas destruyeron a Grecia y Roma, y destruirán a
Inglaterra y América". Los Adventistas del Séptimo Día, han estado no
sólo interesados y preocupados por el poder de la música, sino que
tienen la razón más apremiante para investigar su influencia -la
posibilidad de consecuencias eternas.
En la
primera parte de esta serie examinamos algunas de las evidencias
científicas del efecto de la música, tanto mental como físicamente,
sobre el individuo; tratamos ahora las implicaciones éticas, morales y
espirituales a la luz de la información obtenida. Hay otro tipo de
evidencia la cual, aunque no ha sido probada en los laboratorios de
ciencia, ha sido identificada claramente por historiadores,
sociólogos, psiquiatras, y músicos; evidencia que ha sido confirmada
en el laboratorio de las experiencias de la vida.
La Música y la Moralidad
gIncluye la música, aparte de su contenido textual, un mensaje? gHay
algo más que la asociación con la inmoralidad que influye sobre la
actitud y conducta del participante? Esta pregunta ha sido evitada por
algunos, simplificada por otros, desechada por muchos, pero por otro
lado ha recibido seria consideración de parte de muchos.
Hay un
reconocimiento difundido de que dentro de la música hay algo simbólico
de la experiencia de la vida del hombre. Ciertamente parece que
hubiera música adecuada para todos los estados de ánimo y actividades
del ser humano. La filósofa Susana Langer, manifiesta que en todas las
culturas hay evidencias de que el hombre siempre ha apreciado la
actividad estética y ha procurado siempre simbolizar estas
experiencias en forma comunicable. Reconociendo que el hombre ha
logrado esto mediante la música, Soibelman concluyó que "la conducta
humana está relacionada con el símbolo inherente de los sonidos
musicales".
El
hombre, creado a la imagen de Dios, fue dotado de muchos atributos
divinos. Fue creado perfecto, susceptible de los más elevados
pensamientos, aspiraciones y emociones. Pero como un ser caído, a
menudo se ha comportado como un animal de cuatro patas a quien él
tenía que controlar. Cuando el hombre procuró simbolizar sus
experiencias, naturalmente incluyó aquellos símbolos opuestos al
carácter de Cristo. Es la representación simbólica musical de la
naturaleza pecaminosa la que nosotros debemos reconocer como el
contenido inmoral. Por supuesto, el pecado en cualquiera de sus formas
es difícil de explicar, porque estamos tratando con verdades
espirituales las cuales se disciernen espiritualmente (1 Cor. 2:l3,
l4) fCuánto más difícil de explicar o discutir la verdad y el error en
su forma más abstracta!
Algunas veces, las respuestas a preguntas difíciles se encuentran en
lugares tan claros que tendemos a pasarlas por alto. Tal es el caso de
la música y la moralidad. Mucho puede y debe aprenderse de la
observación, no sólo de la música en su ambiente natural, sino también
de los músicos y los consumidores. Algunos objetarán considerar la
asociación entre la música y la moralidad como una evidencia del
significado e influencia musical, pero no podemos ignorar el hecho de
que el hombre tiende a ser muy pragmático en su conducta. Es ingenioso
y escogedor. Usa lo que mejor le conviene a sus propósitos. Esta es la
razón para la estrecha afinidad entre ciertos tipos de música y
ciertas actividades. No puede ser una mera coincidencia.
Recientemente, la Compañía de Seguros de la Cruz Azul, publicó un
estudio sobre el panorama de la juventud en América, titulado:
"Adolescencia para Adultos". Convencidos de que "la educación sobre
salud pública se inicia con comprensión", la Cruz Azul comisionó a un
grupo de sociólogos, psicólogos, y escritores de varias instituciones
educacionales, para que hicieran un estudio a fondo de la cultura
juvenil, su filosofía, su ética y sus costumbres. El análisis de la
escena musical titulada "Songs of the Hang-Loss Ethic" comienza con
esta declaración provocativa:
"La
música popular ha preocupado a los americanos desde fines del siglo
pasado cuando el jazz y su ritmo más sincopado y clásico, comenzaron a
desarrollarse y ser tocados fuera de los límites de las ciudades del
Sur y del Este. Desde su comienzo fue afectado por la mala reputación
de las personas de quienes procedió...y desde entonces...muchos se han
afligido por las influencias vulgares e inmorales de la música
salvaje".
La
historia confirma la exactitud de esta declaración con una excepción,
la fecha del jazz. De acuerdo con la historiadora musical, negra,
Ellen Southern, este período se desarrolló durante los años de l865 a
l875. Las exhibiciones ministriles (teatro de variedades) también
emergieron en esta fecha. Significativamente, fue durante estos años
cuando Elena G. de White por primera vez amonestó a la iglesia en
cuanto al teatro y la música bailable como excitante de ciertos
órganos del cuerpo y que permitirían que Satanás obtuviese acceso a la
mente. Alrededor de l896 ella vio en visión una fiesta con actuación
en un teclado, había "abundancia de entusiasmo y un tipo de
inspiración; pero el regocijo era de una naturaleza que sólo Satanás
podía crear". Este entusiasmo, declaró ella, "prepara a los
participantes para pensamientos y acciones impuros".
De
acuerdo con Southern, "la fusión de 'blues' y 'ragtime' con orquesta y
música bailable sincopada, dio como resultado la música llamada jazz".
Nombres descriptivos para la música funcional son comunes y la
etimología del hombre "jazz" es indudablemente significativa. Muchos
de los ingredientes del jazz así como el jazz en sí mismo, estuvieron
estrechamente asociados con la subcultura inmoral de la cual el jazz
era una parte, que fue simplemente natural que se eligiera un vocablo
con este significado.
El
diccionario "Webster's New World" es más explícito. "Jazz (dialecto
criollo jass, vocablo sexual aplicado a los bailes del Congo (Nueva
Orleans); de uso actual en Chicago, c. l9l4, pero de uso similar
anterior en el distrito del vicio de Nueva Orleans)" Borrof confirma
que jass era una palabra de cuatro letras, común de los burdeles de
Nueva Orleans. Posteriormente llegó a ser una expresión común y vulgar
para las relaciones sexuales, en muchas partes de los Estados Unidos.
Algunos han intentado considerar la escena musical del popular
"jazz-rock" igual a la música del pueblo. Algunos elementos de tipo
popular como los gritos de campo, los cantos del trabajo y los
espirituales estaban entre los elementos que contribuyeron al jazz,
pero el resultado ya no fue música del pueblo. El jazz no tiene
paralelo en ninguna parte del mundo. Es una manifestación musical
característica, cuyo estilo y desarrolló no se parece a ninguna
literatura popular en ninguna parte. Esto y su universidad están
confirmados por Southern. "El músico negro ha creado una música
enteramente nueva en un estilo peculiarmente afro-americano que hoy
esparce su influencia a todo el mundo". El éxito de los muchos
recorridos de grupos de jazz por todo el mundo es evidencia
convincente de la atracción universal del jazz. El eminente terapista
musical, Gaston, reconoció la influencia de la música bailable, cuando
dijo: "Durante un baile, un hombre y una mujer que acaban de
conocerse, se rodean con sus brazos el uno al otro, en una intimidad
que jamás tolerarían ellos o el público, pero que es aceptable en el
baile por tanto tiempo como la música continúe".
El
jazz (conocido también como música afro-americana) continuó como parte
integral de diversión y fue fácilmente aceptado en todos los niveles
económicos de la sociedad. Se desarrolló y cambió con el clima social
y creó una industria lucrativa ampliamente financiada y diseminada.
Sin embargo, aun cuando aparecieron nuevos estilos, los antiguos
continuaron en uso. Siguieron una secuencia de estilo en el orden
siguiente: Dixieland jazz (Nueva Orleans, luego Chicago), Boogie
woogie, swing (varios estilos y ritmos), Be-bop, cool jazz, ritmo y
blues, funky, soul, y luego al finalizar el año l950 la aparición del
rock and roll. Otra vez, un nuevo tipo de música necesitaba un título
apropiado. Fue proporcionado por un flamante animador de un programa
de discos, Allan Freed, quien bautizó la nueva música con el nombre de
"rock and roll", expresión usada por el ghetto para referirse a las
relaciones sexuales.
No
debería sorprendernos, entonces, que el informe de la Cruz Azul
analice el significado de rock and roll de la siguiente manera:
"Considerando como un todo, la nueva música encarna dos mensajes:
'Ven, mécete conmigo'. La invitación cantada, al romance, que era el
soporte principal de la música popular de los años 30 y 40, y la
esencia del rock and roll en el 50, ha llegado a ser una invitación
directa para bailar el baile de la vida. Esta invitación expresada en
tantos cantos por el grito 'c'mon' es a veces dirigida específicamente
a un posible socio sexual y es una proposición escasamente
disimulada".
"Muchos padres y otros, están preocupados de que la música tal vez sea
muy sugestiva, claramente excitante para la juventud que escucha y
baila al compás del sonido y de las palabras.
Muchos
de los que verdaderamente creen en la música nueva prefieren no
defenderse contra tales posiciones porque tienen la sensación de que
las notas y las palabras son presentaciones exactas de sus actitudes y
emociones. Y para los que alegan que la música reemplaza a las
relaciones sexuales íntimas proveyendo escenas masivas de orgasmo
rítmico, ellos responden 'mire otra vez... Y mientras lo hace, observa
la música de su propia generación y las restricciones que encubría'.
Mucha
gente, incluyendo a psicólogos y sociólogos, reconocen la implicación
sensual del ritmo de la música de "rock" aunque no sientan
preocupación alguna por los valores morales comprometidos. "La mayor
parte de los sociólogos que toman en serio este asunto, concuerdan en
que la sensualidad del 'rock and roll' es 'sexo seguro'. Philip
Solomon, psiquiatría de Harvard, dice 'estos bailes son desfogues para
el desasosiego por deseos sexuales no expresados y sublimados. Esto es
saludable'".
"La
música no es sólo un desfogue físico, sino en cierto sentido, un tipo
de expresión sexual. El ritmo tiene implicaciones sexuales genuinas y
proporciona el medio de lograr las sensaciones".
¿Cómo
afecta esta música a la juventud? David Wilkerson, autor de "The Cross
and the Switchblade" anotó esta entrevista con un joven que le
explicaba cómo la música de 'rock' influía sobre él en su adolescencia
temprana y media: "Es completamente bulliciosa y desenfrenada y uno no
puede menos que desatarse. Simplemente un 'rock out', por decirlo
así... A veces yo bailaba frente a un espejo y hacía toda clase de
contorsiones y movimientos. Me hallaba embebido en la música".
Frank
Garlock, presidente del departamento de teoría musical de la
universidad Bob Jones, y director de conjuntos musicales, ha dado
conferencias extensas en colegios y clubes. El relata: "Un joven
famoso por sus muchas 'conquistas', de chicas adolescentes, me dijo
que la mejor manera de hacer que las jovencitas se sientan atraídas,
es enamorarlas al compás del 'rock and roll'. Cualquier muchacha irá
hasta lo máximo bajo circunstancias apropiadas.
¿Cómo
consideran su papel los mismos actores? Morrison of the Doors, dice:
"Piensen de nosotros como estadistas eróticos". Marty Balin del
Jefferson Airplane: "No estamos divirtiendo, estamos haciendo el
amor". Jagger del Rollin Stones: "Se puede sentir la adrenalina
corriendo por el cuerpo. Es sexo en cierta medida". Arthur Brown:
"Toda la música "soul" es sexo". Zappa de Mothers of invention:
"Repudiar al 'rock' sería repudiar la vida sexual". "La música de
Hendrix es muy interesante. El sonido de su música es extremadamente
simbólico: gruñidos orgásticos, quejidos torturadores, gemidos
sensuales... Los muchachos llevarán a las chicas detrás del escenario
para firmar autógrafos. Mientras firman sus trozos de papeles, sus
espaldillas, sus bolsas de mano y sus pantalones, le preguntan a
Hendrix frecuentemente: 'cuando está tocando gpiensas en alguna chica
en particular o simplemente en sexo en general? Parece que a los
muchachos les gusta que sus enamoradas se sientan atraídas sexualmente
por Hendrix".
La
carrera de Bob Larson como músico de 'rock' le dio una experiencia
extraordinaria de primera mano al observar los efectos de la música de
'rock'. Sus observaciones le llevaron a investigar posibles
explicaciones filosóficas para la conducta de la juventud.
En su
libro "The Day Music Died" (El día que la Música Murió), el señor
Larson, teoriza que la baja frecuencia del contrabajo electrónico y el
enérgico ritmo de la música, afecta la glándula pituitaria y el fluido
cerebroespinal, alternado así el equilibrio químico de la secreción
hormonal, en especial de las glándulas sexuales. Cuando uno es
consciente de este tipo de estímulo dice Larson, "no es difícil darse
cuenta por qué estos bailes 'rock and roll' incluyen tales movimientos
eróticos". Su observación personal unida al consejo médico, lo
llevaron a concluir que la conducta histérica, indecente, que algunas
chicas manifiestan, es resultado de que "están pasando por una
condición sexual culminante".
A la
luz de esta evidencia, sería imposible negar la implicación sensual de
cierto tipo de música. Un quinteto de Detroit llamado "MC5", fue
descrito por su empresario original, John Sinclair, de la siguiente
manera: "Los MC5 son una fuente libre, de alta potencia, que son
capaces de volvernos locos por las calles de américa". También Larson
cita de la revista "Hit Parade", marzo de l968, revista que contenía
un artículo satírico sobre el poder y la influencia de la música de
"rock", lo siguiente.
"Supongamos que usted quiere dominar un país. Puede hacerlo sin
disparar un solo tiro. Use música popular. Vamos a suponer que el país
que usted quiere dominar son los Estados Unidos. Comience a trabajar
sobre las impresionables mentes jóvenes de los alumnos de los colegios
y universidades. Puede influir sobre ellos usando propaganda sutil
mediante los agentes del escenario de la música del pueblo. Su primer
paso será cantar canciones de protesta. Crean entonces inconformidad y
ganan simpatizantes.
Jerry
Rubin, resume la relación entre sus ambiciones políticas y el estilo
de vida "Jippie": "Hemos fusionado nuevas políticas de izquierda con
el estilo de vida psicodélico. Nuestro tipo de vida -drogas
alucinantes, pelo largo, ropa ridícula, mariguana, música de 'rock'y
sexo- constituyen la revolución. Nuestra existencia es una burla para
América.
Poder Satánico de la Música
Desgraciadamente la influencia de la música sobre la mente penetra más
hondo que la moral o la política. Sirviéndose de su experiencia
personal, Bob Larson nos dice lo que es sentir el poder satánico a
través de la música.
"Yo
era consciente de la relación que había entre los demonios y el baile,
aun antes de mi conversión. Se aprende a controlar a la muchedumbre
mediante la música que se toca. He tocado la misma canción
continuamente durante quince o veinte minutos. Hubo ocasiones,
mientras tocaba la música de 'rock' que me ponía tan absorto y mis
sentidos tan amortiguados, que difícilmente me daba cuenta de lo que
estaba sucediendo a mi alrededor. Como pastor, ahora sé lo que es
sentir la unción del Espíritu Santo. Como músico de 'rock' supe lo que
significaba sentir el ungimiento falsificado de Satanás."
Luego
relata la experiencia extraordinaria de un hippie de l5 años, narrada
a él por un amigo que trabaja entre los hippies: "Un día este muchacho
pidió a mi amigo que sintonizara la estación radial de música de
'rock', mientras escuchaban, este muchacho iba diciendo las palabras
de cantos totalmente desconocidos por él, de cantos que nunca antes
había escuchado, precisamente antes que el cantante comenzara a
cantarlos. Cuando se le preguntó cómo podía hacer esto, el hippie
contestó que el mismo espíritu diabólico con el que él estaba
familiarizado, había inspirado esas canciones. También explicó que en
sus viajes alucinógenos él oía que los demonios cantaban las mismas
canciones que posteriormente oía en grabaciones de grupos drogadictos
de música 'rock'.
El Ritmo Religioso.
Además
de lo que ya hemos tratado sobre los ataques más directos sobre la
mente, hay uno, que por su disfraz tan sutil, puede ser más arruinador
que todos los demás. Hemos visto que la reacción humana ante la música
es básica, y su mensaje, especialmente en el terreno de música
popular, es universalmente comprendido. gQué sucede con una persona
que ha reaccionado ante el jazz (incluyendo las formas más suaves del
"swing"), el "soul", o el "rock", en su medio natural, cuando escucha
ese mismo ritmo básico y ese mismo estilo en un ambiente religioso
complementado además por palabras religiosas? (Por vía de discusión
digamos que las palabras son bíblicas). gCómo reacciona la mente ante
esta mezcla de lo bueno y lo malo?
La
señora Elena G. de White, nos dice que ésta fue la técnica que se usó
para la caída del hombre. "Al mezclar lo malo con lo bueno, su mente
llegó a confundirse".
La
aceptación de la mezcla bueno-malo, o el maniobrar constantemente
acerca del límite, es concesión, y en nada más
evidente esto, que en el terreno de la música religiosa. Los medios de
comunicación han condicionado tan cabalmente a las multitudes con una
dieta de contagiosos bailes rítmicos que cualquier otra cosa parece
insípida y monótona. Esto ha resultado algo parecido a obsesión, entre
los compositores de música evangélica y entre los actores, Adventistas
del Séptimo Día, que quieren investir toda música evangélica con
alguna clase de ritmo de baile.
Aunque
algunos grupos son más cuidadosos o "conservadores", el nivel normal
de la mayoría de los grupos incluye formas híbridas escasamente
disimuladas de estilos de bailes, tales como el vals, el swing (foxtrot),
"country western", "soft rock" y flok rock". Algunos intentan
disimular o explicar racionalmente su estilo, aduciendo que son un
grupo tradicional. Es completamente claro que estos grupos están
usando normas cuyos fines no están de acuerdo con la teología
Adventista del Séptimo Día. De acuerdo con Elena de White, esta mezcla
de ritmos bailables y música religiosa, creó problemas no sólo en la
historia temprana de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, sino que
ella predijo que volvería a ocurrir. Realmente, la advertencia de
Pablo, viene al caso aquí; "no os conforméis a este siglo" (Rom.
l2:2). A la vez que estamos llamados a desarrollar todas nuestras
capacidades mentales "al grado más alto de excelencia", nos amonesta:
"Esta no puede ser una cultura egoísta y exclusiva; porque el carácter
de Dios, cuya semejanza hemos de recibir, es benevolencia y empleado
para su gloria y para la elevación de la humanidad".
Esto
no quiere decir que para que la música sea valiosa, tiene que ser
complicada. La música puede ser simple y atrayente para el oído
inexperto, sin ser trivial, barata o sensacional, y a la vez ser
disfrutada por el músico experto.
Conclusión
La
música como uno de los maravillosos dones de Dios al hombre, nunca
será comprendida totalmente en esta vida. Sin embargo, tenemos acceso
a información científica, a consejo inspirado y a las experiencias de
la vida, que nos proporcionan los medios adecuados para comprender su
naturaleza básica y su propósito. Para los Adventistas del Séptimo Día
que leen y aceptan los escritor de Elena G. de White, el propósito de
la música es definido; alabar y glorificar a Dios, y edificar al
hombre. Es un medio por el cual Dios puede comunicarse con el hombre y
revelarle aspectos de su naturaleza divina. Por lo tanto, puede ser
usada para promover la salud física, emocional y mental del individuo.
Debido a que la música puede ser percibida por el cerebro (tálamo) y
disfrutada sin evaluación de su contenido moral, es fácil ver cómo
Satanás puede ganar acceso a la mente. De esta manera está capacitado
para embotar las percepciones espirituales así como para crear o
alentar ciertos estados emocionales.
La
música tiene significado debido a sus cualidades intrínsecas y a sus
asociaciones. El significado musical va desde lo más abstracto, lo
cual no puede cruzar civilizaciones fácilmente, hasta lo más funcional
que sí cruza las culturas sin demora. Por consiguiente, a pesar de las
diferencias culturales y educacionales, la música es una lengua
universal. Los elementos básicos -tono o alturas, volumen, ritmo, y en
alto grado, melodía y armonía- afectan los procesos físicos y mentales
de toda la gente en una manera notable similar. Además, la manera en
que estos elementos se combinan, dan como resultado una representación
simbólica de la vida. La música es producto de la cultura y a la vez
influye sobre la cultura.
Es de
notarse que cuanto más abstracta sea la música, sea significativa para
el individuo. Por ejemplo, mucho del significado de la música (para
conciertos, sintonías, etc.) se le escapará al oyente no
experimentado, hasta que aprenda algo de la relación sintáctica básica
de la música. Por otro lado, se puede demostrar que el reconocimiento
teórico no es requisito previo para que él disfrute. Escuchando
repetidamente, cualquier niño o adulto, sin temores o prejuicios,
puede desarrollarse un profundo y alto grado de apreciación por una
amplia cantidad de música clásica. Por supuesto, el conocimiento
siempre aumenta el interés. Sin embargo, aunque el significado musical
no sea entendido por el que no es experto en música, se ha demostrado
que la reacción del estado de ánimo es universal.
Aparentemente, cuanto más funcional sea la música, será más universal
y más consistente la reacción del comportamiento. Debido a que el ser
humano es rítmico por naturaleza, el ritmo es el elemento de mayor
influencia en la música (dando por sentado que el tono y el volumen
están debajo del umbral del dolor):
El
hombre, creado a la imagen de Dios, tiene la capacidad y la necesidad
de una experiencia estética. Juntamente con la capacidad de amar y
crear lo bello, tiene también la habilidad y la tendencia de
reaccionar ante lo contrario a la belleza. La combinación de las
evidencias científicas y el consejo inspirado será más apropiada para
comprobar la teoría de la influencia moral de la música. A esto
podemos añadir el testimonio de aquellos que han estado relacionados
con actividades musicales, ya sea con compositores, actores o
consumidores.
He
tratado de las maneras en las cuales la mente puede ser afectada por
la música. Esta influencia es tan real, sea que lo efectúen los
hipnóticos bailes rítmicos del reciente "rock and roll" o los
sedativos y suaves ritmos que estuvieron en boga por treinta y cinco o
cuarenta años. Así como los cultivos de las bacterias prosperan en
cierto ambiente, creo que las actividades mentales y los estados
emocionales originados por ciertos tipos de música, fomentan el
crecimiento de pensamientos distintos a Cristo.
Es
prerrogativa de cada individuo modelar su propio gusto musical. Sin
embargo, en vista de la evidencia científica del efecto de la música
sobre la mente, debe darse lugar a un tema ético y moral con respecto
a todos aquellos que se hallan ocupados en proveer al público
cualquier tipo de material musical. Mediante la enseñanza, las
actuaciones vivas, y la preparación de música grabada; los que se
hallan así ocupados, están modelando el gusto y las actitudes de miles
de niños, jóvenes y adultos. gQué es lo que nos motiva a hacer
selecciones para el público en general? gEs el deseo de elevar o el
deseo de popularidad? gEl ideal cristiano o el comercialismo? El
pensamiento de que podríamos haber preparado la mente de una persona
para rechazar la salvación debiera ser un pensamiento solemne, por
cierto. Tal vez algunos que tienen puestos de liderazgo y
responsabilidad están sufriendo a causa de los efectos de mezclar lo
bueno con lo malo.
Se nos
dice que "la mente que una vez ha sido víctima de error, nunca puede
extenderse libremente en la verdad, aun después de la indagación".
Apelo
a todos aquellos que pueden e influyen sobre otros, que tomen su
responsabilidad seriamente, asegurándose de que como cristianos
maduros, sus "percepciones sean ejercitadas por el uso continuo para
discernir entre lo bueno y lo malo".
(Hebreos
5:l4).