Por Laura Martínez Alarcón, especial para Salutia -- En países como
Argentina, España y México la musicoterapia está cobrando fuerza y
seriedad. En la Universidad de Buenos Aires, y a través de
investigadores como Rolando Benenzon, se ha demostrado que las
emociones influyen significativamente en la salud y en la curación de
ciertas enfermedades.Aittor Loroño, médico, musicoterapeuta y director
del Centro de Investigación Musicoterapéutica de Bilbao, España,
refiere que ciertas indagaciones neurobiológicas han demostrado que el
ritmo musical produce un aumento de la actividad
electroencefalográfica en el área de la corteza motora de una
persona.La psico-inmunología ha comprobado cómo se trasforman las
emociones en sustancias químicas (moléculas de información) que
influyen en el sistema inmunológico y otros mecanismos de curación del
cuerpo.
Música y salud mental
El cerebro es el centro receptor de todo estímulo o emoción. Una de
sus funciones es interpretar el sonido y emitir órdenes al resto del
organismo. Por ello, la música produce efectos que influyen en él,
positiva y negativamente. Desde el punto de vista biológico la ciencia
ha comprobado que la combinación armoniosa de sonidos incrementa o
disminuye la energía corporal.A través del lenguaje musical, algunos
pacientes reciben determinados mensajes que les resultaría complicado
comprender en otro contexto. En opinión de Pablo Huerta Rivera,
fundador de la Sociedad de Geronto-geriatría de Jalisco, México, la
música estimula la percepción, la comprensión y la memoria en las
personas mayores.Los problemas de pensamiento y conducta emocional que
presentan algunas personas con lesión cerebral y trastornos en su
sistema neuromotor pueden disiparse mediante el uso de esta técnica
que es capaz de desarrollar los sectores sanos del cerebro para
extraer elementos que sustituyan, compensen o restituyan las zonas
afectadas.Armonía con el entornoPara aquellos pacientes afectados en
su audición, la musicoterapia resulta de gran ayuda para instituir o
reestablecer el sentido del ritmo. El tratamiento toma en cuenta, más
que el sistema auditivo, puntos relacionados con la percepción sonora
interna y los sentidos del tacto y la vista para que el paciente capte
vibraciones y movimientos.Los sonidos y los ritmos ayudan a los
adultos mayores a controlar el estrés, la neurosis, los bloqueos
emocionales y la depresión, además de permitirles relacionarse y
reconciliarse con el entorno.Gracias a la música, las actividades
relacionadas con la creatividad, la expresión, el movimiento y la
relajación se vuelven más enriquecedoras y estimulantes. La práctica
de un instrumento puede desarrollar en algunos pacientes la actividad
motora y así retardar algunas atrofias degenerativas. Además, los
motiva psicológicamente al estimular la creatividad, la expresión, la
coordinación y la memoria.Musicoterapia y AlzheimerCon un relativo
éxito, el Centro de Día Alzheimer de México trata a sus pacientes con
dos técnicas básicas de musicoterapia.· Musicoterapia activa: es una
terapia de grupo que favorece el diálogo e intercambio comunicativo
con el enfermo. El terapeuta utiliza diversas técnicas, como el "Punto
Karl Orff" que tiene como principio crear armonía al interior del
grupo, restringiendo o ampliando las interacciones sonoras y rítmicas.
Esto fomenta la socialización del grupo.La musicoterapia activa
también se vale de instrumentos musicales sencillos que permiten al
paciente expresarse y crear a través de improvisaciones melódicas. ·
Musicoterapia receptiva: esta técnica utiliza la audición para crear
un ambiente apropiado para encontrar puntos de relación con los
pacientes, lo que es muy útil dado que los enfermos de Alzheimer
presentan alteraciones de conducta y de personalidad.Para que esta
terapia funcione, se elabora una ficha de cada paciente en la que se
escriben sus antecedentes musicales, es decir, la música con la cual
tuvo contacto y disfrutó.