No politicen a Las Aves y ni el Esequibo

Reinaldo Bolívar

 

De los grandes logros de la política bilateral de Venezuela y Colombia, el mayor ha sido el haber sacado, de sus agendas electorales el tema del Golfo de Venezuela. Eso le hizo un gran bien a las relaciones entre los dos países.

Al leer la prensa nacional el fin de semana sentimos gran inquietud por el centimetraje que comienza a darse a las declaraciones de los jefes de estado de CARICOM y al eco que puedan tener en la opinión pública venezolana. De entrada debemos decir, que la cuestión de la soberanía sobre la Isla de Las Aves no puede ser usada como un elemento político, se esté o no de acuerdo con el actual gobierno. Sencillamente, cuando se trata de la soberanía del país, hay que cerrar filas en su reafirmación y defensa. Por otra parte, desde 1978, las sucesivas administraciones de Luis Herrera a Hugo Chávez han dado muestras inequívocas de la soberanía de Venezuela sobre tan preciada Isla. El documentado artículo dominical de Pablo Balestrini ilustra con precisión los derechos jurídicos internacionalmente reconocidos a Venezuela sobre esta estratégica dependencia federal.

Pero hay cosas que nos dejan de preocuparnos. Por ejemplo, las solicitudes que reclaman presencia en el lejano lugar, que ignoran que en Las Aves hay una estación meteorológica-militar, la cual es visitada con frecuencia por miembros de la comunidad científica. La Armada Venezolana, resguarda a diario esa  frontera.

Extraña también las declaraciones de apoyo a Guyana, de personeros de CARICOM referente a la reclamación de Venezuela sobre el Esequibo. Acusan a Venezuela de “no aceptar el arbitraje de 1899, que resolvió definitivamente la frontera entre ambos países”. Parecieran ignorar que Venezuela siempre ha sostenido que dicho laudo es nulo e irrito. Además, no intentó delimitar frontera con Guyana, sino con Reino Unido, pues Guyana es independiente desde 1966. Luego se firmó el acuerdo de Ginebra, que puso en manos del Secretario General de la ONU la búsqueda de una solución al justo reclamo venezolano.

Guyana ha aceptado esta mediación. El Protocolo de Puerto España congeló las negociaciones por doce años. Recientemente el sonado “Caso Beal” reabrió la polémica sobre las concesiones guyanesas en el Esequibo. Venezuela protestó con energía y se detuvo una nueva violación al acuerdo de Ginebra. Decir hoy, en tono novedoso, que Venezuela no acoge el laudo de 1899, luce descontextualizado, máxime ahora cuando se han reactivado las negociaciones y nuestro país ha dado muestra de buscar una solución pacífica y beneficiosa para ambas partes.

Las relaciones de Venezuela con las islas del Caribe han sido históricamente cordiales. No olvidemos el exilio de Bolívar es Curazao, Jamaica y Haití. Nuestro país ha mantenido un alto grado de cooperación económica durante todos sus gobiernos con los Estados del CARICOM. Es miembro fundador de la Asociación de Estados del Caribe, en la que ejerció la Secretaría Permanente. No nos queda más que reclamar a nuestros amigos de CARICON, prudencia y respeto. Y a la opinión pública firmeza en pro de la soberanía del país. Sin tintes politiqueros.

El Universal, 11 de julio de 2001

reibol@cantv.net