La Campaña Admirable tuvo una incidencia fundamental en la
conformación de la Identidad Nacional, dio un vigoroso empuje a la relación
hombre-nación en la Venezuela independentista y fue elemento clave en la
definición del estado venezolano.
La ideó y ejecutó Simón Bolívar, con la colaboración
neogranadina, tras su Manifiesto de Cartagena, en noviembre de 1812 y de sus
triunfos militares en Nueva Granada.
Marcha
sobre Venezuela acompañado de José Félix Ribas, Rafael Urdaneta,
Atanasio Girardot y Antonio Ricaurte. Con ellos forma un quinteto invencible de jóvenes idealistas
que causaría estragos a las fuerzas del español Monteverde. El Coronel
caraqueño, José Félix Ribas, inmortalizado en La Victoria, sería el héroe de la
épica Batalla de Niquitao-Trujillo, y de la Batalla
de Los Horcones-Lara. El Mayor maracucho, Rafael Urdaneta,
estaría al lado de Bolívar y Ribas en las principales batallas. Su lealtad
histórica a los principios propugnados por el Libertador fue a toda prueba. Su
homenaje póstumo a Bolívar sería la fundación de la
Sociedad Bolivariana en 1842. El Teniente Coronel colombiano, Atanasio
Girardot, jefe de la vanguardia, fue el triunfador en Aguas de Obispos en
Portuguesa y en Carache, Trujillo. Murió a los 22 años en Valencia. El Capitán
colombiano, Antonio Ricaurte, participó en las batallas de La Grita (dirigida
por el colombiano Manuel Castillo), Niquitao y
Taguanes-Cojedes (comandadas por Bolívar, al igual que la batalla de Araure (Portuguesa). Ricaurte, ofrendaría su vida en San
Mateo en 1814, a los 28 años de edad.
La
Campaña, se inició en marzo de 1813. En mayo el Libertador y sus amigos estaban
en la Grita con un ejército de 500 soldados colombianos. Desde allí inician una
formidable estrategia de avanzadas dirigidas por Ribas, Girardot y Bolívar. El
23 de mayo, el General Bolívar llega a la Ciudad de Los Caballeros de Mérida,
donde una multitud lo nombra Libertador. —Mérida está llena de monumentos al
Libertador, entre ellos el primero de todos en el mundo, de 1842, del escultor
Pedro Celestino, y el ubicado en el Pico el Águila—. Allí se suman 500
venezolanos al Ejercito Libertador, con ellos el valiente español Vicente Campo
Elías. En junio arriban a Trujillo, donde se firma el Decreto de Guerra a
Muerte, polémico instrumento que contribuye a acrecentar el sentido de
pertenencia al país. En Santa Ana-Trujillo firmarían, en 1820, Simón Bolívar y
el español Pablo Morillo, el Tratado de Regularización de la Guerra, base
fundamental del Derecho Internacional Humanitario, en el que tuvo un papel
destacadísimo el cumanés Antonio José de Sucre. Portuguesa, Lara, Cojedes,
Carabobo, Aragua, Caracas completan la ruta triunfadora de la Campaña que
concluye triunfalmente el 7 de Agosto de 1813, con la ratificación por la
Municipalidad de Caracas del título de Libertador para Simón Bolívar y
Palacios. Se señalaba así el camino de la independencia de América Latina.
Reencontrarnos con la
historia es sentirse más venezolano, más latinoamericano.
Reinaldo
Bolívar
Profesor Universitario
El Universal