Pacheco, Otero, Andrés Mata, Teodoro, Ravell,
Cisneros, Granier y CIA
¡Hay escuelita de noche!
(Conclusiones sobre la “vigilia” o
“trasnocho” de Chuao”)
Mi
amiga Jacqueline, una joven madura contraria light a Chávez, me cuenta que la tarde del
jueves, como andaba en una onda de relax puesto que había presentado su tesis
de postgrado en gerencia, se fue al CCCT. Ella dice que nunca el Sambil, podrá
igualar el encanto del coloso de Chuao. “Es realmente una ciudad, con plazas
pueblerinas, y románticos rincones”. Jacky me habla de los restaurantes
musicales en la terraza y de las nostálgicas tascas donde uno puede escribir un
recuerdo en las paredes, y si vuelves lo encuentras haciendo vida social con
otras decenas de escritos de todos los colores. El CCCT como buen pueblo tiene
hasta sus fiestas patronales en vacaciones, cuando llevan parques de
diversiones para los niños. Y no sigo diciendo las maravillas que comenta mi
amiga de este centro, porque o me paga ella o me paga la inmobiliaria que lo
administra.
Lo
cierto es que el día de la vigilia de la “aposición democrática” (recuerden
“a”, es privativo, por tanto queremos decir “sin posición), Jacky, estaba en su
querido centro comercial y pudo apreciar en parte la concentración. Te diré, me
cuenta mi amiga, siempre que veo a los policías o a los guardias parados en
fila me acuerdo de las noticias que trasmiten de Corea del Sur, donde policías
y manifestantes se dan sus buenos tortazos, pero a mano limpia y a veces parece
que hasta se divirtieran. Donde no ha sido muy divertido en las manifestaciones
contra la globalización. Esas se están tornando algo violenta, por la fuerza
que le imprime la policía, en particular si se trata de reuniones del grupo de
los 7 de la Unión Europea. En estos días la policía de Washington reprimía de
“lo lindo” (les advierto que mi amiga además de ilustrada es muy coloquial) a
unos jóvenes que se negaron a abandonar una zona de seguridad. Pero a las
policías de aquí les falta un trecho muy largo en eso de tratar a manifestantes.
Paso a
contarle las impresiones y reflexiones cómico-científicas de mi amiga Jacky
sobre ese acto. Así que a partir del próximo párrafo, los dejo con ella:
Realmente reunirse en frente a
PDVSA Chuao, para la oposición, no debe ser muy cómodo. Primero porque si la
intención es retomar el poder, este sitio no es un símbolo para ello. En primer
lugar la sede de PDVSA, queda en la avenida Libertador, del lado de la Alcaldía
del Bernal (a Jacky no le cae Freddy), ya eso es una debilidad, porque en el
ajedrez es importante estar siempre sobre el área enemiga. Metidos siempre aquí
damos la impresión de estar acorralados a punto de Jaque Mate. Además, contamos con la protección incondicional y cómplice
de las policías de Capriles, López y Peña que más que policías parecen
militantes armados. Eso me da rabia, porque si criticamos que hay gente armada
en el oficialismo, aquí es peor porque esa policía politizada está armada, con
sueldo y no tienen el entrenamiento para este tipo de evento. En segundo lugar
este sitio es muy pequeño, las calles forman un círculo, por lo que apenas se
puede aprovechar menos de la tercera parte para una concentración efectiva: 1)
La placita (que en realidad no es más grande que un parque de bolsillo), y las
salidas a la calle (de una sola vía) a partir de las entradas del CCCT que dan
a PDVSA. Yo me tome la ociosidad de medir la circunferencia a partir del
distribuidor que va a Las Mercedes, pasando por la plazoletita y concluyendo de
nuevo en el distribuidor y son 700 piches metros. De estos, son aprovechable
unos 300 para una concentración, porque, “elemental mi querido Watson”, lo
demás queda detrás del edificio, en curvas pronunciadas y en pleno
distribuidor. Me conozco mi zona de seguridad comercial al dedillo. OSEA, no se puede ver un carajo de lo que
ocurre en la plazoletita. Por tanto, el solo hecho de convocar para Chuao, es
aceptar que somos poquitos. Eso estaba bien para apoyar a los gerentes que
luchaban por sacar a la política de PDVSA (que por cierto, lograron su
objetivo, pero ahora los políticos son ellos porque se ponen a mitinear cual
adecos o copeyanos. Les confieso que eso me saco la piedra, porque yo estuve
parada frente a el edificio de MARAVEN (así se llamaba antes), conquistada por
el cuento de la meritocracia que tenía Fernández, Pizani y una ingeniero gordita
que luchaba “por nuestros hijos”, pero ahora los veo de súper politiqueros y de paso en la directiva. No
joroben cuerda de manipuladores oportunistas).
Cuando llegue a casa, mi mamá
estaba contenta viendo la televisión y diciendo que Ortega dijo que superó las
expectativas (yo pensé ¿Será que esperaba unas 1000 personas, porque como en el
trancazo solo fueron 200?) Pero entonces un canal afirmaba glorioso que más de
200 mil personas plenaron el lugar. ¿Y dónde las metieron mamá? En la base área
no sería. En el CCCT no caben, en el edificio PDVSA tampoco, la autopista
circulaba sin problemas, ósea que allí no había gente y en esos 300 metros con tres canales ni que estén apilados uno sobre
otro. Siendo así ¿Cómo hacen con las velas, donde se las metieron?
Mi mamá que es más antichavista
que yo insistía que ahí caben más de 200 mil personas. Que leyera mañana la
prensa para que me convenciera. Aunque ya El Nacional había publicado una foto
vieja que me hacía deducir por donde venía la cosa. Entonces, aprovechando que
por Internet circuló un método para calcular asistencia a marchas le saque estas cuentas:
La circunferencia es de 700
metros, de los cuales son aprovechables 300, bueno digamos 350. Hay tres
canales y una acerita mínimas, los canales miden unos 3 metros. Pongamos 12 en
total para incluir aceras y placita. Multiplicamos 350x12 y eso nos da 4200
metros cuadrados. Si consideramos que en un metro cuadrado caben 4 personas,
suponiendo que están una detrás de la otra hombro con hombro como haciendo cola
para comprar las entradas de un Caracas-Magallanes, eso da 16800 personas
furibundas como cifra tope. Pero como los jóvenes y menos los mayores (por el
sofocón) no nos paramos de esa forma, a menos que estemos en el estadio
universitario, o estuviéramos empatadísimos, quiere decir que no se pudo llegar
ni de vaina a esa cifra. Era más sincero Caldera cuando en sus múltiples
candidaturas presidenciales, viendo la imposibilidad de alcanzar al contrario,
animaba a sus seguidores con aquello de “estamos empezando a remontar la
cuesta”. No se ponía a inventar números o encuestas.
Pero lo que si me dejo perpleja
por el descaro y el menosprecio a una que es magíster, fueron los titulares
grandilocuentes de la prensa nacional dando cuenta de
una multitudinaria concentración. Me dio pena ajena. Me acordé que cuando
estudiaba bachillerato, cuando alguien decía una barbaridad o una burrada de
ese calibre siempre había alguien que de manera graciosa le palmoteaba el hombro
como quien aconseja y le decía “Pana, hay escuelita de noche” Sinceramente”
Hasta
allí parte del relato de Jacky
Yo creo
que el montón de líderes de la “aposición”, así como los dueños de medios
citados en el título y unos cuantos periodistas que se olvidaron de su sagrado
deber de informar la verdad, deben seguir el consejo de mi amiga Jacqueline que
además de ser contraria a Chávez (aunque ayer me confeso que ahora no quiere
nada con los mentirosos de la “aposición” y que se suma al boicot a los medios)
vive en El Cafetal.
Así señores y señoras de la “aposición
democrática” recuerden que si no han aprendido a contar, restar, sumar y
multiplicar hay escuelita de noche, especialmente diseñadas para adultos y
analfabetas funcionales. No les de pena, siempre hay tiempo. Acude, te estamos
esperando.