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Más p'acá que allá

John Edwards conduce un programa donde, afiirma, puede solucionar conflictos familires entre vivos y finados. Fraude o no, la emisión continúa alta en ratings...

AGOSTO, 2006. John Edwards es quizá uno de los psíquicos más célebres de la TV norteamericana. Su programa Crossing Over puso en boga la supuesta comunicación entre los vivos y quienes se encuentran en el más allá. Sus admiradores insisten en que posee avanzadas capacidades extrasensoriales que le permiten contactarse con "entes" que la mayoría de las veces dejaron asuntos inconclusos en este planeta. Para sus detractores, Edwards utiliza un viejísimo truco de persuasión. Como sea, el objetivo del programa es ayudar a cientos de familias a resanar una relación que terminó con remordimientos cuando falleció una de las partes.

El programa comenzó a transmitirse en Estados Unidos a través del Sci Fi Channel aunque luego salto a públicos más amplios mientras que en América latina podemos verlo a través de los servicios de cable.

¿De qué se trata básicamente Crossing Over? Edwards se coloca en medio de una tribuna circular llena de invitados y donde comienza a percibir una "presencia" mediante nombres parecidos hasta que alguien del público coincide con la descripción de un familiar fallecido. A partir de ese momento Edwards establece un "puente" para aclarar malos entendidos, frustraciones y a veces infidelidades reveladas a los vivos por los del más allá.

Generalmente son dos sesiones por programa; la tercera puede ser más personal y con un caso espoecífico donde al final el conductor explica brevemente lo que él también percibió durante la entrevista.

Entre los puntos a favor --y que no son fáciles de rebatir-- se encuentran los siguientes: a menos que los invitados sean escogidos previamente y Edwards posea una memoria prodigiosa, o que incluso tenga poderes telepáticos, no hay modo de detallar cómo es que logra enterarse de información que de otro modo le sería inaccesible. Se necesitaría que los deudos fueran actores profesionales para expresar las emociones que sufren cuando Edwards les habla sobre sus seres queridos que ya fallecieron.

Pero, por otro lado, Edwards utiliza, como decíamos al principio, métodos que frecuentemente usan las llamadas "gitanas" o las "húngaras" que leen la suerte en las ferias: menciona nombres bastante comunes en Estados Unidos ("John, "Jane", "Bill", "Mary"), enfermedades terminales como cáncer, o bien accidentes, de modo que la combinación james + accidente seguramente será relacionada por alguien del público. Lo mismo sucede con otros miembros de la familia: con frecuencia el padre fallecido lleva el mismo nombre del primogénito, o viceversa.

Edwars nunca dice "¿cierto?" sino que cierra sus aseveraciones con un "¿entiende usted esto?", hábil maniobra para insinuar que lo que él dice no son ideas propias. Asimismo, es frecuente que los seres del "más allá" que convoca Edwards estén muy preocupados por cuestiones hasta cierto punto baladíes como "te encargo que cuides al perro de la casa", "no vendas mi colección de CDs" o "ese collar que compraste no te va muy bien", como si las necesidades materiales de quienes murieron sean más prioritarias que la gran oportunidad de hacer contacto con un familiar vivo para arreglar una relación que no había terminado bien.

Y, por supuesto, queda en el área otro asunto: Si se deduce que una persona al morir ve una luz blanca que lo lleva a una dimensión distinta a la terrestre ¿entonces qué ocurrió con los "invitados" de Edwards? ¿Se trata de gente que prefirió quedarse en la tierra como alma en pena, algo frustrante si tomamos en cuenta que se necesitaría de médiums para contactarse con el mundo vivo? Cualquier creyente de equis religión concluiría en que los entes que convoca Edwards no están descansando precisamente en paz.

En suma, Crossing Over no nos deja indiferentes. Se puede o no creer en que el tema es cierto, en que Edwards es un médium o que se trata de un hábil charlatán. Pero tampoco se duda que su programa contiene todos los elementos para atrapar altas audiencias televisivas.

 

 

 

 

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