A casi todos nos han enseñado a rezar desde muy niños, pero aún así, muchas veces no hemos comprendido lo que esto significa, ni el para qué , ni como hacerlo.
En cuanto a la adoración, el sentido de la misma, y su significado. Sólo cuando lo entendemos, podremos esforzarnos en acepatarla y practicarla, con constancia y plena conciencia.
Mucho podemos leer en libros, escuchar en los
templos de todas los credos y religiones sobre la importancia de la oración, y la
practica de la adoración en grupo, cuantas veces durante la celebracion
de misa, hemos dado glorias y alabanzas a Dios, pero la oración
personal y la adoración personal hacia Dios tienen un sentido diferente, es
más sincera, abierta y muy personal. La práctica de la oración ha de ser personal,
con palabras nuestras, sin frases memorizadas, ha de ser sincera y espontánea
como un diálogo abierto hacia nuestro Papá Dios. Elegir un momento del día en el cual nos
encontremos más predispuestos, y un lugar tranquilo. Después de esta
conversación con Papá Dios, nos encontraremos más predispuestos para la
adoración, con sólo quedarnos quietos liberando la mente de todo pensamiento,
y permaneciendo en silencio, otorgando nuesto cuerpo, mente y espíritu a
la dimensión infinita, es como ir a la fuente de todo, y recargarnos de
energía positiva, de amor, de paz , y de tranquilidad. Esto es la adoración,
las diferentes religiones lo llaman rezo del rosario, meditación,
yoga, contemplación, canticos tibetanos, alabanzas, en fin existen muchas
técnicas y modalidades, pero la adoración personal ha de ser de propia
elección, utilizando nuestra téncnica personal, ya sea acostados, parados,
arrodillados, sentados o posición yoga....en fin cada uno debe encontrar el
momento, el lugar, la postura y las palabras adecuadas para hablar con Papá
Dios, es todo personal y único como cada uno de nosotros. Que nos da la oración?, para que sirve la adoración?. La oración sirve
para recordarnos que no somos sólo cuerpo, y que tenemos espíritu, es recordar
quienes somos, nuestra esencia. Orar nos ayuda a crecer en espíritu,
es el alimento espiritual, y la adoración nos da discernimiento, limpia y
libera nuestra mente de los problemas materiales y nos ayuda a sobrellevar la
vida de manera positiva, si la practicaramos regularmente nos daría
equilibrio en nuestros actos y emociones.
< Debemos cultivar la quietud dentro de nosotros. La quietud es la verdadera
morada de nuestra experiencia de adoración. "Estad quieto y reconoce que
yo soy Dios" (La Biblia, Salmo 46). (El Salmo 4 nos dice "haz la comunión con tu propio corazón y
estad quieto"). (El salmo 25 dice: "mis ojos están siempre hacia el Señor,
porque él sacará mis pies de la red"). (El salmo 9 dice : "te alabaré, oh Señor, con todo mi corazón"). 1641§2