¿EXISTEN
LOS MILAGROS?
Lic. Manuel Abraham Paz y Miño (filósofo):
http://www.oocities.org/rpfa/bio.html
Desde la aparición del hombre éste ha buscado explicar
los diversos fenómenos naturales y sociales en base a la intervención de
fuerzas invisibles, seres sobrenaturales y/o divinos. Así, el hombre adjudicaba
al Destino, a los espíritus de la naturaleza o los dioses la ocurrencia de
desastres naturales, enfermedades o invasiones enemigas.
Conforme evolucionó el conocimiento humano se llegó a
entender mejor -gracias a la razón y la ciencia- como funcionaba el mundo y la
sociedad haciendo que el ámbito de lo divino fuera relegándose más y más. Pero
la verdad es que tal conocimiento no ha sido homogéneo para todos y de esa
forma para los miembros de las llamadas culturas primitivas o primarias la
observación de una foto o de un avión podría interpretarse como portentos
extraordinarios.
Incluso no solamente en el mundo subdesarrollado sino
también en el súper industrializado se puede escuchar decir: “se salvó de morir
ahogado de milagro”, “de milagro ingresó a la universidad”, “de milagro no le
atropelló el carro”, etc. Claro que muchas veces se quiere decir con estas
frases simplemente que por poco alguien muere por ahogamiento, de casualidad
alguien ingresó a la universidad sin haberse preparado o alguien casi fue
atropellado por un auto.
Para nuestros fines nos interesa el milagro definido
clásica y comúnmente como la intervención extraordinaria de Dios en el mundo y
en la vida humana aún en contra de las leyes naturales y de lo posible.
De ese modo se habla de curas milagrosas de enfermedades
comunes o mortales, la supervivencia ante situaciones peligrosas o la
transformación radical de la persona.
Lo que usualmente se llama cura milagrosa no es más que
la interpretación errónea de cómo funciona el cuerpo y la mente humanas. Es
decir, mucha gente al acudir a un sanador, sea psíquico o religioso, dice
haberse curado. Pero lo cierto es que en la mayoría de los casos lo que sucede
es que el sujeto enfermo cree sentirse mejor, esto es, en
primer lugar puede estar muy predispuesto a sugestionarse tanto que su cerebro
así se lo indica al cuerpo. El cerebro posee sus propios analgésicos pero eso
no significa que cure.
¿Qué de los casos donde muchos dicen haber sido curados
hasta de tumores? La verdad es que una enfermedad o bien se agrava o bien
desaparece sea que se haya pedido la intervención divina o no y eso es porque
no todos tenemos la misma resistencia a ellas. Imaginemos por ejemplo que
alguien estornude en este salón hoy día y más tarde o mañana quizá alguno de
nosotros aparezca con algún síntoma del resfrío como fiebre, dolor de cabeza,
cansancio o estornudo. Pero no todos nos resfriaremos. Así también no todos
reaccionamos igual ante las mismas enfermedades por más graves que estas sean.
Ahora bien también se confunde con milagro o con un hecho
portentoso el que uno se libre de la muerte en un desastre natural, accidente o
durante un ataque. Pero eso simplemente indica que se desconoce cómo funcionan
las cosas: no todos morirán en un derrumbe de una casa por un terremoto, un
incendio, un atropello, un choque de auto, un desperfecto de avión, el
hundimiento de un navío, una balacera, etc., etc. Eso depende de las
circunstancias, del grado del desastre y del azar. Por ejemplo, si en este
momento hubiera un terremoto de gran magnitud y se cayera la casa donde estemos
se podrán salvar los que estén más cercanos a la puerta y, claro, la puedan
abrir durante su desesperación en salvarse. En un incendio en un edificio uno
puede retardar la asfixia poniéndose un pañuelo húmedo sobre la nariz y la
boca. De hecho nadie se ha podido salvar al explotar o fallar un avión y caer
de una gran altura, otra cosa son los casos de desperfectos al despegar o
aterrizar donde hay más probabilidades de salvarse y eso depende de que asiento
se tenga y qué parte del avión choque.
En la película Tiempos
violentos John Travolta y Samuel Jackson interpretan a dos mercenarios a
los que de repente les dispara una de sus futuras víctimas pero ninguna bala
les cae. Jackson, que interpreta a un criminal que cita la Biblia antes de
matar a alguien por encargo, dice que ha sido por un milagro divino. Una vez
más la explicación es que el que disparó estaba tan asustado que apretó el
gatillo sin apuntar y al azar. Y eso es lo que nos demuestran los reportes de
los combates en donde no todos mueren y si hay muchísimos heridos y mutilados.
En cuanto a la llamada transformación radical de la
personalidad muchos creyentes se la atribuyen a la misericordia divina. “Yo
antes era un ladrón (o drogadicto, alcohólico, prostituta, asesino, adúltero,
embustero, etc.) y ahora ya no lo soy”, dice el converso. Sin embargo, eso
solamente nos indica que la gente es capaz de cambiar, simplemente necesita los
estímulos apropiados. A lo más la creencia en que Dios lo perdona o lo cuida a
uno puede ser un buen estímulo pero eso no significa que un ser sobrenatural
haya intervenido. Eso muy bien se ve en otras religiones o en casos donde uno
deja su vicio simplemente porque se da cuenta de la necesidad de cambiar o
porque le pasa algo "extraordinario" como una desgracia personal o
familiar o algo muy placentero como un simple enamoramiento.
Entonces vemos que los llamados milagros no lo son,
simplemente son fenómenos que tienen una explicación racional, natural o
humana.
Pero ¿qué de los reportes de casos de resurrección de los
muertos o de apariciones milagrosas? Una vez más el que se diga que ocurrieron
no significa que realmente ocurrieron. ¿Pero acaso no sabemos de casos actuales
de resurrecciones? Lo que se conoce como tales en realidad son ejemplos de
personas que han sufrido un gran traumatismo y su respiración y ritmo cardíaco
han disminuido en gran manera. Hay algunos que pueden incluso resistir muy
bajas temperaturas y ser “resucitados” por la ciencia médica luego de incluso
de algunas horas pero no después de tres días.
Nadie puede ir a una morgue o un cementerio y resucitar o
pedir a los cielos que devuelva la vida de un cadáver putrefacto, no obstante
los muchos relatos míticos de diversas religiones.
Entonces lo milagroso es lo imposible, pero eso no está
demostrado que exista. Incluso si aceptáramos por un momento la existencia
teísta de lo sobrenatural o divino caeríamos en una gran contradicción. ¿Cómo
es que un Dios que es tanto todo amoroso como omnipotente hace de vez en cuando
pequeños milagros a pedido de sus fieles? Esto es, si hay un ser así no
necesita que se le pida que haga cosas buenas por sus indefensas criaturas. Un
padre normal común y corriente no necesita que su hijo enfermo o en peligro le
suplique o le diga que cree en él para que le lleve al médico o le socorra. Por
otro lado, hemos visto que el que alguien se salve de un desastre o accidente
grave no es nada del otro mundo así que si hubiera un ser todopoderoso no sólo
salvaría a unos cuantos sino a todos los pasajeros de un avión no sólo que
falla al despegar o aterrizar sino al explotar o caer de gran altura. No sólo
un ser así salvaría a uno de sus fieles en una masacre sino a todas las víctimas.
Pero si no está demostrado realmente que existan los
milagros ¿por qué persiste esta creencia incluso en parte de la
países ricos, cultos y desarrollados?
La idea de milagro es más aceptable en un contexto donde
la creencia en Dios o dioses que intervienen en el mundo es tradicionalmente
transmitida a pesar de que se pueda vivir incluso en una cultura científica y
tecnológica. De tal modo lo milagroso y lo sobrenatural sería lo inexplicable
científica y racionalmente. Su creencia sirve de consuelo y esperanza para el
creyente y así tiene un gran atractivo. Si estamos enfermos y no tenemos dinero
para comprar medicinas o el médico nos ha desahuciado tenemos al milagro como
posible recurso. Si hemos perdido el trabajo, o no somos correspondidos sentimentalmente
también el recurrir al milagro "podría ayudar".
Pero la verdad milagro o no: si estamos enfermos o nos
curamos o no nos curamos, si no tenemos trabajo conseguimos o creamos uno o no,
si amamos a alguien esta persona nos corresponderá o no finalmente. O lo uno o
lo otro.
Bibliografía
relacionada
Héctor Ávalos: ¿Se puede saber si Dios existe? Lima:
Ediciones
de Filosofía Aplicada, 2000:
http://oocities.com/rpfa/diosav.html
Manuel Abraham Paz y Miño: ¿Existe Dios? Lima: Ediciones de Filosofía Aplicada, 1994:
http://oocities.com/rpfa/Dios.html
(Leído el 3 de abril del 2002 en el ciclo anual de
conferencias del Movimiento Peruano Humanista Arreligioso [MPHA]:
http://www.oocities.org/mphaperu).