|
Semblanza
Estudio Ingeniería en Electronica y
Comunicaciones en la UANL y Maestría en Mercadotecnia en la UR.
Ha combinado a la vez el trabajo profesional
en empresas privadas con la docencia, casado desde hace más de veinte
años y padre de dos hijos.
Decidio convertirse en narrador al llegar
a la cuarta decada de su vida. Cuando ya no pudo resistir más el
llamado interior de proyectar hacia el exterior sus reflexiones acerca
de lo vividó.
Es autor de la novela Vamos a Capri
disponible en www.librosenred.com,
en el 2000 ganó el certamen para agumentos de cine organizado por
Titan Producciones. Meneción Honorifica en el segundo certamen de
Ensayo Político organizado por la Comisión Estatal Electoral
de Nuevo Léon, con el ensayo: El Valor del Voto (Publicado en 2000
por CEE)
2001 obtuvo el segundo lugar en el certamen
Reportando la Noticia de CNN en Español.
2002 el tercer lugar en el cuarto certamen
de Ensayo Político organizado por la Comisión Estatal Electoral
de Nuevo Léon, con el ensayo: Eduación para la participación
activa en el queahcer democratico (Publicado en 2002 por CEE) Obtuvo mención
honorifica en el Concurso de Cuento “Alfredo Gracia Vicente 2002”.
Ha publicado en las revista La Nuez y El Terminal, otros trabajos
se encuentran disponibles en www.monterred.org
.
2003 Publico El libro de cuentos: “Cuentos
de los Cuatro Puntos Cardinales”, editorial Homo Scriptum
Correo electrónico: jrdv@infosel.com
Durante la noche llega el momento particular en que cada uno nos disponemos
a dormir, algunos pronuncian una oración, otros repasan lo hecho
por el día, ó empiezan a planear el siguiente, la gran mayoría
nos rendimos al cansancio sin mayor pensamiento de trascendencia, seguros
de que veremos la luz de un nuevo día, esto es lo único que
pide Lucia cada noche cuando se duerme.
Antes esto no
la preocupaba porque sus días transcurrían iguales con las
preocupaciones de la vida diaria, laboral, familia, subsistencia,
hasta uno en especial ya hace tres años en que apareció la
raya amarilla a mitad del ojo, lo percibió cuando miraba su reflejo
en el espejo al arreglarse por la mañana, extrañada por lo
que observaba, nunca antes le había sucedido, ni escuchado que a
alguien le pasara, si bien era cierto que se sentía más cansada
que lo acostumbrado, sus compañeras de labores al advertir la marca
en sus ojos y su decaimiento, lo achacaron a la tensión existente
en el trabajo, en ese entonces era la responsable de producción
en una fabrica de bordados y estampados.
Los síntomas
persistieron, el cansancio se torno en fatiga, se sumaron las nauseas,
ya había sido madre, sabia que su malestar no era por embarazo.
Acudió
a consultar con un medico que le recomendaron, el primer diagnostico era
que padecía de la tiroides y le recetó medicamentos para
tratar esa dolencia, no percibió cambio, en la siguiente visita
al medico luego de varias semanas de tomar lo prescrito, él le dijo
que por la naturaleza del padecimiento, los fármacos tardarían
un buen tiempo en normalizar su organismo, debía seguir con el tratamiento
y no desesperarse. Siempre los que recomiendan no desesperarse es que no
están en situación crítica.
Casi un año
con el tratamiento para la tiroides, ella desconcertada al extremo, en
lugar de mejorar se sentía cada vez peor, el medico se aferraba
a su diagnostico original sin desviarse un ápice, ella decidió
por fin buscar una segunda opinión, el nuevo facultativo consultado,
luego de estudiar detenidamente su cuadro clínico y bombardearla
con innumerables preguntas, le solicitó que se practicara ciertos
análisis en particular, Lucia se los realizó al día
siguiente, en cuanto le dieron los resultados ya ansiaba que fuera la fecha
para la siguiente visita, no deseaba nada más que sentirse bien
nuevamente, como antes, cuando su salud no le preocupaba en exceso..
Llego la fecha
de la ansiada cita con este medico que le inspiraba mayor confianza, al
mostrarle los resultados, este recorrió con la mirada varias veces
las hojas, su expresión facial aunada a su silencio fueron un presagio
tal como los truenos anteceden la tormenta, lentamente sus labios pronunciaron
el diagnostico mientras la miraba directo a los ojos: Glorumelonefritis,
traducido en cristiano: Insuficiencia Renal Crónica.
Ante el impacto
de la noticia la sorpresa era mayúscula, la incredulidad la poseyó,
nadie que ella recordara en su familia había tendió padecimientos
renales ni nada parecido, ¿que fue lo que le pasó a
ella? ¿Ahora que sucedería? tardó unos momentos en
recuperar un poco la calma, el medico le explicó sobre su dolencia
y la refirió con un especialista en el campo para que la pudieran
ayudar mejor, cuando Lucia, salio del consultorio, se apoyó de espaldas
en la pared del pasillo, sintió que todo era diferente ahora, su
vida anterior ya no regresaría.
Recapitulando
en su inventario personal de enfermedades junto con lo que le han explicado
especialistas y estudiosos del área, más lo leído
sobre el tema, la explicación que tal vez pudiera ser de como llegó
esa dolencia, es que los bichos que comenzaron a afectar sus órganos
probablemente se asilaron en ellos cuando a los seis años la operaron
de urgencia de las anginas infectadas. Resultaba ahora que de sus dos riñones
uno quedo más pequeño que el otro dejando simplemente de
funcionar y el que seguía en activo solo podía funcionar
al 30% de su capacidad, le adelantaron que la solución definitiva
era que necesitaría un transplante de riñón.
Emergieron los
inútiles pero siempre presentes hubiera, algunos nacieron en su
mente, otros por preguntas de gente que no las hace con mala intención,
pero que de todos modos la intranquilizaron, cuando ella lo que necesitaba
era tranquilidad para ver la mejor manera de enfrentar su situación:
Que sí con una detección oportuna y tratamiento adecuado
podría haberse salvado el riñón que aun mal funciona,
que sí en el pasado tuvo otros síntomas por que no les prestó
atención, que sí porque no fue con el medico antes, que sí
en el embarazo no se lo detectaron. Tuvo que dejar de lado esto para que
ya no la atormentaran, ese tipo de reclamos en tiempo pretérito
no le servirían para configurar un futuro.
Giselle su hija
de diez y seis años ha sido y sigue siendo el impulso propulsor
de su existencia, Lucia se divorció hace catorce años, no
la asustaba trabajar duro para salir adelante, estaba acostumbrada, pero
luchar contra un enemigo que estuvo tanto tiempo siendo su huésped
silencioso, alimentándose de su salud y dejando una estela irreparable
fue una dura realidad que de repente le estalló enfrente.
Luego del impacto
emocional al enterarse de su condición, la reacción que se
disparó en cadena fue de coraje, coraje contra la vida, ¿porque
a mi?, renegar fue el primer verbo que conjugó en todas sus formas
y tiempos, en esta etapa se amargó, la frustración se instaló
en su animo, pensaba que la vida era la responsable de todo lo malo que
le pasaba, su enfermedad, su dolor, su rabia que brotaba como lava de su
interior, estaba devastada no solo anímica sino físicamente,
pesaba treinta y nueve kilos en ese entonces, su piel era de color verdoso,
en la actualidad pesa cuarenta y cinco, que era su peso habitual, su color
es mejor.
Los primeros
cuatro meses después del diagnostico fueron donde tocó fondo,
debió renunciar a su trabajo porque su reserva de fortaleza estaba
en ceros, debió comenzar a reconstruirse en todos los aspectos,
como el Ave Fénix, renació de sus cenizas.
Siguiendo el
consejo del especialista que la trataba asistió al Siquiatra y al
Sicólogo, sirvieron para sacarla del trance depresivo, pero no quiso
asirse a ellos como tablas de salvación, su carácter
y el apoyo de los suyos la ayudaron a salir adelante, lo primero que aprendió
fue a dejar de sentir lastima de si misma, con el tiempo en el hospital
donde asiste para cuidado y consulta le han pedido que converse con otros
pacientes a quienes recientemente se les detecta una condición similar
a la suya, ella les aconseja que no se dejen arrastrar por la depresión,
que tiene mucho por y para que luchar, que eviten pensar en quitarse la
vida, como algunos así lo expresan, ella sabe de lo que les habla,
esta consciente que el diagnostico inicial es lo que más te desconcierta,
el saber que en forma involuntaria has adquirido la residencia dentro de
un territorio del cual quieres escapar.
La realidad
nos abofetea a algunos mas violentamente que a otros, aparte de tener que
preocuparse por su salud bajo las nuevas condiciones, Lucia también
debía de buscar el sustento diario para ella y Giselle, la lucha
era en dos frentes.
Empezó
a trabajar de nuevo en lo que tenía más experiencia,
ahora por su cuenta, consiguió que los proveedores de su antiguo
trabajo la apoyaran.
Si la solución
de largo plazo era que le donaran un riñón, pues había
que comenzar a buscarlo, de sus familiares nadie es compatible con ella
para ser donante, su hija le dice que cuando cumpla los 18 le dará
un riñón, Lucia le dice que no lo aceptaría. Hasta
el día de hoy la ley en México, solo acepta que las donaciones
de órganos sean de familiar consanguíneo o de cadáver,
así que buscar un donante vivo que le pudiera donar, aunque lo encontrara
no serviría de nada, ella cree que esa ley es injusta y ha luchado
por que se modifique. Le escribió al presidente de la Republica,
él le contesto, pero el seguimiento a la respuesta se perdió
entre la burocracia oficial de la salud.
Lucia a iniciado
lo que ella ha bautizado como una campaña hormiga por medio del
correo electrónico para influir en la forma de que la gente piensa
sobre los transplantes, algo se tiene que hacer.
Luego de estabilizarse
y ser admitida dentro del protocolo como candidata en la lista de espera
de un riñón, comenzó a tener problemas con las Paratiroides,
esas cuatro glándulas debajo de la Tiroides que la mayoría
de nosotros no sabemos ni siquiera que las tenemos, le diagnosticaron Diabotes
que significa funcionamiento anormal de las mismas, ahora el tratamiento
para esa dolencia, pero no funcionó, le anunciaron que se las debían
extirpar, podría vivir sin ellas, antes de hacerlo media 1.59 mts,
ahora mide dos centímetros menos, pero ya le dijeron que no se encogerá
mas. Debido a esta intervención la pusieron fuera de la lista de
espera de receptores por seis meses, pasaron otros casos adelante de ella
en el CENATRA, ¿cuantos? no lo sabe, al estabilizarse de nuevo la
volvieron a admitir en el protocolo.
En el Hospital
Siglo XXI en el Distrito Federal donde Lucia recibe tratamiento,
se realizan de dos a tres transplantes al mes, se cuenta con la tecnología
y las instalaciones, con los médicos especialistas, con los medicamentos,
solo faltan los órganos para poder realizar mas intervenciones,
algunos estados de la Republica, están en condiciones similares
para realizar intervenciones, pero tampoco tiene que transplantar y algunos
otros en peor situación.
Lucia ha experimentado
la solidaridad de muchas personas, la sonrisa de apoyo, las palabras de
ánimo, los consejos, ella agradece todo esto.
Hoy en día,
dentro de la etapa, ha madurado su manera de ver las cosas, aunque le pase
lo que a ella le pasa, piensa que Dios permite todas las cosas que nos
suceden por alguna razón de orden mayor, que muchas veces no alcanzamos
a visualizar en su conjunto
Aparte de la
medicina alópata, le han recomendado curanderos, porciones, amuletos,
remedios, hierbas, medicina alternativa, ella prefiere ignorarlos y seguir
los lineamientos que le han indicado los especialistas, una vez tomo un
compuesto vitamínico que se vende por multinivel y terminó
quince días en el hospital.
Dentro de su
situación particular de salud se siente afortunada, no tiene que
hacerse hemodiálisis como otros en estado más critico y deben
permanecer encadenados por medio de un catéter en sus venas con
una maquina por lo menos tres veces a la semana. La diálisis que
ella se debe de practicar cada seis horas puede realizarla en su casa,
ya tiene dos años así, por medio de un catéter colocado
en el peritoneo realiza la rutina que le permite mantenerse con una normalidad
relativa, toma el paquete que tiene dos bolsas gemelas, conecta a la válvula
una con dos litros de solución Baxter al 1.5%, la otra es para drenar.
En un principio acudía al hospital para que se las realizaran de
jueves a viernes, le hacían veintiséis cambios.
La dieta que
realiza es como la de cualquier otra persona, solo con poca sal y baja
en potasio. No debe de consumir alcohol, no ve como un sacrificio el privarse
de algún alimento o bebida, piensa que forma parte de su trabajo
para mantenerse con vida mientras espera que llegue un donador de tipo
de sangre A Positivo, las estadísticas digan que en todo México
XXX necesitan un transplante de Riñon.
No proclama
su condición para que tengan una consideración especial para
con ella, de hecho hay muchas personas con las que trata que lo desconocen
y si se llegan a enterar se asombran, le comentan que se ve como si nada
la pasara. Algunas veces cuando Lucía viaja en el metro se pregunta
que si alguno de los que viajan en ese vagón también estará
en lista de espera para recibir un transplante de órganos o si tendrán
a un familiar en esa condición. También reflexiona cuantos
de ellos habrán pensado que si la vida les es arrancada intempestivamente,
hayan dado su aprobación, ya sea en su permiso de conducir u otro
documento, o expresado ante sus familiares su deseo para que sus órganos
sirvan para regalar vida a alguien que los necesite, aunque nunca llegaran
a saber quien es el afortunado que recibirá eso como una bendición
del cielo.
Ella forma parte
de ese hermandad que agrupa por igual sin importar su edad, sexo, grado
educativo, condición socio económica; aunque dispersos tiene
el común denominador de enfrentarse en lucha contra un enemigo común
pero personalizado, todos esperan un refuerzo que alguien les pueda dar.
Lucia no pierde la
fe, en que llegara un donador, ya sea por cambios en la ley o por que alguien
que haya optado en dar la posibilidad de vivir cuando el ya no puede hacerlo.
-Tu tipo de sangre es O Rh Negativo, ¿ya lo sabias?
-No, ¿eso que significa?
-Que puedes donarle sangre a cualquier persona,
pero que solo de tu mismo tipo te pueden donar.
-Pues que bueno.
-Lo difícil es que los de tu tipo son más
escasos, repetí el reactivo para confirmar y estar segura. No hay
duda, en todo lo demás saliste bien.
-Gracias
-Gracias ha ti por haber venido, por cierto hay
compañeras que no han completado sus tomas de sangre, dile a tus
amigos de la facultad que vengan.
Salí el laboratorio de la Facultad de Ciencias
Químicas, tome el sendero para ir hacia Mecánica, guarde
el resultado de los análisis en un cartapacio, tenia diez y nueva
años, una frase se quedó marcada en mi mente, O Rh Negativo,
no sabia aún todo lo que significaba. Mucho menos lo que implicaba
Llegué a San Luis por la mañana, el día
estuvo cargado de trabajo, era la hora en que la tarde mutaba a noche.
En la habitación del hotel, fastidiado, no tenia humor ni para ir
a cenar al restaurante, pediría que me trajeran algo, prendí
la televisión, era una película mexicana de los cincuentas,
ni atención le estaba poniendo, de repente apareció en la
pantalla, unas letras que decían “Servicio Social”, la voz de un
locutor se escuchó en un modulado tono diciendo.
-Se solicita Sangre O Rh Negativo para la Señora...
No escuchaba hacia tiempo esa frase o no le había
prestado atención, un gatillo dentro de mi se disparó, tomé
el bloc de notas con el logotipo del hotel, alcancé a anotar los
números de teléfono cuando los repetían, la verdad
no sabia ni por que lo hacía, marqué, a fin de cuentas no
tenia otra cosa más que hacer, me contestaron en una clínica
del IMSS, dije que había escuchado el mensaje, pasaron la llamada
a otra extensión, una voz madura de mujer contesto con una palabra
que de tan pronunciada sonaba desgastada
-Banco de Sangre
-Oiga hablo por lo del anuncio en la tele.
-¿Es O Negativo?
-Si no lo fuera no hablaría.
-¿Cuanto hace que comió?
-Desde el mediodía.
-Venga para que se le practiquen los análisis.
-Déme la dirección por favor, no
soy de aquí.
Tomé un taxi, era en una zona céntrica,
en la clínica habían concluido las labores que se practican
en horas hábiles, un guardia me dio las indicaciones para llegar
al laboratorio, estaba desierto de almas, espere un rato, de dentro vino
un uniforme blanco con una cofia en la cabeza, la voz del teléfono
adquirió fisonomía cuando dijo.
-¿Usted es el que llamó, que es de
fueras?
-Si, soy yo.
-Llene este cuestionario, ¿ha estado con
molestias las ultimas 72 horas o toma algún medicamento?
-No
Solo se escuchaba el zumbido de las balastras, la mujer
se volvió a ausentar. De pie, frente a una barra que dividía
el área de espera de la del laboratorio, procedí a leer el
formulario y luego llenarlo, era una hoja reproducida al por mayor, impresa
por los dos lados, con unos tipo de letra que ya se notaba ilegibles en
algunas palabras, primero la parte que atañe a los datos generales,
en la edad anote el número veintinueve, luego llenar los referente
a si uno había padecido enfermedades contagiosas o padecimientos
crónicos, después los cuestionamientos sobre las preferencias
y hábitos sexuales. Al final letras mayúsculas gritaban que
aquellos adictos a las drogas o varones con preferencia por su mismo genero,
estaban vetados por ser grupo de alto riesgo, luego la declaración
bajo protesta de decir verdad que todo lo contestado era cierto. Estampe
mi firma en la raya punteada.
Minutos después de nuevo apareció
la enfermera, tomo el formulario, sus gafas barrieron las respuestas a
una velocidad sorprendente, al final dijo.
-¿Cuando fue la ultima vez que donó?
-Es la primera vez
-A ver si no se desmaya cuando vea sangre, algunos
hasta llegan con pistola al cinto y cuando ven la aguja hasta corren, pase
por esa puerta para hacerle una toma y ver como sale en los análisis.
Media hora después que terminó de sustraer
de mis venas la muestra para evaluar tanto la calidad como el tipo
de mi sangre, apareció la misma guerrera de mil batallas hipodérmicas,
para decirme que efectivamente mi tipo sí era el que necesitaban
y que los resultados salieron dentro de los valore normales para poder
donar. El preámbulo había pasado, ahora la acción
sería real.
La habilidad de la enfermera con las agujas era directamente
proporcional a su seriedad al momento de realizar su trabajo, parca en
sus respuestas monosílabas. Aún así pude enterarme
que quien necesitaba la transfusión era una mujer que sufrió
complicaciones durante el trabajo de parto, que tenia tres años
menos que yo, que ese día faltó otra persona en el laboratorio,
que la enfermera estaba sola con una fuerte carga de trabajo hasta las
diez de la noche, que la cantidad de sangre que llaman una unidad es poco
menos de medio litro.
Cuando se llenó la bolsa con el rojo fluido procedió
a darme una serie de instrucciones de corrido.
-Permanezca recostado otros diez minutos con su
brazo doblado con el algodón donde estuvo la aguja. Luego se sienta
y poco a poco se para, si se marea, se acuesta de nuevo y me habla, ahí
hay una bandeja con lonches y unos vasos de agua de fruta, se come uno
y se toma un vaso, voy a estar afuera. ¿Alguna duda?
-Ninguna, gracias, tiene buena mano, casi no me
dolió
-Llegó nervioso como la mayoría,
no lo hizo tan mal para ser la primera vez.
-¿Han llegado más donadores?
-Solo usted y un pariente de la paciente que era
del tipo, pero lo descartarte cuando me entregó la hoja, porque
tuvo hepatitis.
-Ojalá que lleguen más.
-Así es esto, por lo pronto su sangre ya
se mandó para que se le transfunda a la paciente.
Después de haber esperado el lapso viendo el reloj
de pared enfrente de mi, me incorpore, engullí el lonche,
bebí el agua de frutas, la verdad me supieron a gloria porque ya
traía mucha hambre, salí del laboratorio, todavía
con el brazo doblado con al puño hacia arriba, estaba cruzando la
puerta de la clínica, una voz de un hombre joven me detuvo.
-Señor, señor espere.
-Dígame.
-Soy hermano de quien necesita la sangre, andaba
buscando otros que pudieran donar, por eso no estaba aquí.
-Mucho gusto.
-Muchas gracias, ¿quiere que lo lleve a
algún lado?
-No hay problema, tomo un taxi para ir al hotel,
mejor quédate, haces más falta aquí.
-¿Disculpe de donde es?
-De Monterrey, cuando se mejore tu hermana si le
dan ganas de comer cabrito ya sabes porque.
-Oye me dijeron que eres O Negativo, mi cuñada esta muy grave y necesita sangre...
-Recuerde que entre una donación y otra deben
de pasar por lo menos de ocho a doce semanas, el volumen de sangre donada
se recupera en tres días, pero la calidad en varias semanas...
-La verdad es que tú donas sangre porque
eres adicto al dolor que causan las agujas.
-Estas jodido
-Disculpe la hora en que llamamos, nos llego una paciente acuchillada esta muy grave, es O Negativo, queremos ver si puede venir a donar sangre...
-Señor, no tengo el gusto de conocerlo, pero mire, mi papa esta programado para una cirugía de corazón abierto pasado mañana, si no conseguimos las 12 unidades de O Negativo lo reprograman y sería hasta como dentro de dos meses que hay quirófano disponible, ya ve como están cargados de trabajo en el Seguro, estamos desesperados, ya de mi familia y amigos vinieron todos y todavía no completamos, pedimos el libro de los donadores en el banco de sangre de aquí y vimos que usted donó hace como un año, nos faltan solo tres unidades, si usted nos ayuda solo serian dos...
-¿Para que donas sangre?, cuando a un guey
le toca, es que ya le toca y si no, es que no le tocaba
-Me cae que esa filosofía es muy profunda,
¿en que cantina la aprendiste?
-¿Comió hace más de cuatro horas?, ¿ha consumido bebidas alcohólicas en las últimas ocho horas? ¿En los últimos tres días, ha tenido la garganta irritada, catarro o diarrea? ¿Alguna vez lo han rechazado como donador?
-A mi hermano le van ha hacer un transplante de riñón, mi hermana se lo va a donar, pero nadie mas en la familia es del tipo de sangre de ellos, que es el mismo que usted, ¿nos puede ayudar?
-Esa placa que traes colgando al cuello como la
de los soldados, ¿que dice?
-Es mi tipo de sangre y que soy católico,
por si me pasa un accidente y en lugar de sangre necesito los santos oleos.
-¿Cuantas veces ha donado con anterioridad?
-Veinticuatro
-Para poder hacerle la cirugía y corregirle
la hernia, tuvimos que pedir prestada una unidad del tipo suyo a otro hospital,
porque aquí no teníamos, como Gracias a Dios no la usamos,
la devolvimos al Banco de Sangre que nos la prestó. Para la siguiente
pude hacerse una autotransfusión
-¿No sabia, que es eso?
-Que días antes viene y se le extrae una
unidad de su propia sangre, por si acaso.
-Oiga doctor, he visto por Internet unas paginas
sobre la donación de sangre en España y es toda una cultura
por allá, las estadísticas, la legislación, la información.
-Si en eso nos llevan mucha, pero mucha ventaja.
-Viejo, ya no dones sangre, me da miedo, no te vaya
a pasar algo.
-No pasa nada mi amor, es como si me cambiaran
el aceite.
-La sangre dejo de comercializarse desde 1992 por lo del SIDA, para un mayor control, ahora toda donación es altruista, aunque aun hay gente que cuando viene a donar, les pide dinero a los familiares, aquí hemos sabido de varios...
-Como el paciente para el que dona, es tipo A Positivo,
la suya va a valer doble
-Gracias, es que el jovencito es amigo de mi hija,
y necesita sangre, por eso vine...
-Compadre, hasta para eso de la sangre, saliste negativo.
Algunos para los que doné sangre, murieron poco
después, una persona cuando supo esto me preguntó ¿de
que sirvió donarles?, le contesté que si mi sangre permitió
que vivieran una milésima de segundo adicional, y en ese tiempo
se arrepintieron, se pusieron en paz, o que se yo, si solo respiraron una
vez mas, para mi fue suficiente recompensa. He donado para algunos recién
nacidos, los papás de uno luego hasta me invitaron a la fiesta
del bautizo. Algunas veces he donado para gente que conozco, cuando se
han recuperado vienen la bromas, también dicen que nunca olvidaran
lo que hice por ellos.
No espero recompensas ni reconocimientos por lo que he
hecho, creo que en el fondo lo hago porque son seres humanos como yo, con
una sangre de condición peculiar, que necesitan un refuerzo en un
momento determinado en que están luchando por su vida.
El tipo de sangre que cada uno tenemos es producto de
la genética y dentro de ella creo que juega un poco el azar, nadie
tiene la culpa de tener el tipo de sangre que le tocó, es algo que
no podemos cambiar, como la estatura o el tamaño del pie, pero creo
que si podemos modificar la forma en que la mayoría piensa al respecto
de la donación de este tejido y de la respuesta que demos como sociedad
ante la problemática de la falta de sangre en los hospitales.
Tengo cuarenta y cinco años al momento de escribir
esto, en unos bancos de sangre dicen que en un lustro el calendario me
descalificara para seguir donado, otros que mientras este sano podré
seguir haciéndolo. Pienso continuar hasta que pueda y mi sangre
le sirva a otros. No hay palabras que puedan describir la desesperación
que se ve en los ojos de los familiares que tienen un paciente que requiere
una transfusión ya sea de O Rh Negativo o alguno otro de los tipos
que son escasos de conseguir. La impotencia de luchar contra una condición
que esta más allá de ellos.
Confieso que algunas veces en las noches cuando
el insomnio me asalta pienso en el día que por enfermedad o accidente,
necesite una transfusión de emergencia, ¿habrá de
mi tipo en el banco de sangre del nosocomio donde me atiendan?, si no la
hay, ¿habrá alguien quien me quiera donar?
|