"EL CHAPULIN COLORADO"
Viste leotardo y mallón rojos ajustados al cuerpo, lleva encima un calzón amarillo del que se desprenden dos aletillas del mismo color. Al cuello del leotardo va unido un gorro rojo, más o menos al estilo frigio, con sendas "antenitas de vinil" de aproximadamente 30 cm. de largo y rematadas con dos "pompones" de estambre bicolor (rojo y amarillo).
Estas antenitas le permiten detectar la presencia del enemigo. En el pecho porta su escudo: un corazón amarillo que abarca casi toda la pechera y dentro de éste, sus iniciales en rojo "CH".
Calza tenis de color amarillo tipo bota y ambas exhiben también el mencionado escudo. Sus armas son el "chipote chillón" y la "chicharra paralizadora".
El "chipote chillón" es un martillo con un mango de plástico amarillo y una cabeza simétrica de plástico rojo. Es chillón porque tiene un silbato que chilla con el aire que expulsa el chipote al golpear. No es un arma así que tú digas ¡qué bruto cómo asusta al enemigo!, pero al Chapulín Colorado lo saca de apuros (aunque también llega a meterlo en aprietos, pero así es todo en la vida, ¿no?). La "chicharra paralizadora" es similar a la que hacen sonar los vendedores de pan en México; con la particularidad de que al sonar la chicharra se paralizan las personas y los objetos. Sonando una sola vez la chicharra el Chapulín paraliza al enemigo, y con dos chicharrazos los desparaliza.
Existe un tercer elemento que más que un arma es una particular argucia: las pastillas de "chiquitolina". Al tomar una pastilla se reduce de tamaño a una estatura de 20 cm., (o sea pierde aproximadamente un metro). Esto le permite escabullirse, tener acceso a lugares insospechados y hasta pelear cara a cara con un ratón.
El Chapulín Colorado es bajito, delgado, débil, torpe, ingenuo, un poco tonto, miedoso; pero a pesar de todas sus deficiencias y desventajas, se sobrepone y se enfrenta al peligro en aras de una causa noble, sin importar si es de índole político o doméstico: "¡síganme los buenos!", dice armándose de valor y se dirige decidido hacia su objetivo; no sin antes tropezar y advertir que no "panda el cúnico" que "lo sospechó desde un principio" al ver el escalón. "Se aprovechan de mi nobleza" agrega todavía y remata aún diciendo: "ya lo dice el viejo y conocido refrán... Cría cuervos y échate a dormir... No... Crea fama y te sacarán los ojos... No... Si tú crías cuervos que sean famosos, luego se les sube la fama y por eso te sacan los ojos .. Cuando estás dormido, porque ... Bueno, la idea es esa".
Todo lo anterior nos confirma que el Chapulín Colorado es un auténtico héroe y no un "antihéroe" como suele decirse, ya que es un acto de heroísmo enfrentarse al peligro siendo débil y temeroso: la verdadera valentía no radica en carecer de miedo sino en superarlo. ¡Ah! pero hay algo más: el Chapulín Colorado, como todo latino es coqueto y mujeriego; no importándole ser bajito, flaquito y no una cosa así que digan ¡que bruto, que guapo es este tipo! en cuanto ve a una mujer bonita se lanza a la conquista, porque a él le encantan las mujeres, cosa que no es común en los héroes sajones que le compiten. Por ejemplo, Superman siempre se la pasa huyendo de Luisa Lane. Y de Batman, que se sepa... siempre se le ha visto con Robin.
Eres el visitante número Desde el 11 de Junio de 1999.
Regreso a la página anterior
Regreso a los atajos