Se quiebran las horas,
Se desvanecen los muros,
Desaparece el silencio.
Desplazo las palabras a tus manos, lleno tu piel de caricias
Y me ahogo en tú sed de triunfo.
Me convierto en instrumento del destino,
Cegando la envidia,
Salvando mi alma, haciéndome tuya.
Mis ojos se atreven a tocarte, a dejarte alejar
Para volver a tus manos, a tus palabras, a tu silencio.

                                                   
Sonia Luisa Arenas Gimon
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'Tinta en mis dedos' copyright © 2000 Sonia L. Arenas Gimon