La Sociedad Watch Tower Bible and Tract ha establecido en la mayor parte de la tierra Comités de Enlace con los Hospitales (CEH) para que ayuden a los Testigos de Jehová a encontrar médicos dispuestos a cooperar en la administración de tratamiento sin sangre. En su trato con el personal médico se encuentran cara a cara con las inconsistencias y discrepancias de la posición de la Sociedad en cuanto al asunto de la sangre. Ellos han solicitado que se publique la siguiente información dirigida a todos los Testigos de Jehová, y en especial al Departamento de Servicios Hospitalarios en Brooklyn, Nueva York. La información resultará interesante para los profesionales legales y médicos.
Agosto de 1.997
Somos un grupo de hermanos trabajando en el presente en los Comités de Enlace con los Hospitales que operamos en diferentes países y lugares. Hemos podido hablar e intercambiar ideas sobre nuestra asignación, al igual que hemos compartido experiencias sobre el trabajo efectuado. Estamos complacidos puesto que se han alcanzado logros positivos a favor de nuestros hermanos. Muchos que profesan no ser Testigos de Jehová también se han beneficiado de este arreglo.
Es ampliamente conocido, aún por los doctores, que la sangre constituye un tratamiento médico peligroso. En muchas de nuestras presentaciones en diferentes hospitales, con frecuencia escuchamos comentarios que indican claramente que los doctores efectúan su mejor esfuerzo para evitar la utilización de tratamientos que contengan sangre humana. Debe destacarse que estos son comentarios provenientes de doctores que laboran en el campo de la hematología.
No podemos negar el hecho de que los aparatos médicos, al igual que los procedimientos y medicamentos se han desarrollado en una forma impresionante. Esto ha contribuido y se ha constituido en la principal razón para reducir la necesidad de productos sanguíneos. Adicionalmente, existen bastantes compañías que desarrollan productos para incrementar la capacidad de coagulación y para mantener el volumen sanguíneo en el sistema circulatorio. La terapia de Oxigeno Hiperbárico es otra herramienta importante, aunque muchos doctores rehusan su utilización, reconocen su valor en el tratamiento de anemia aguda.
La Sociedad también ha enfatizado el uso de Eritropoyetina, que estimula la producción de células rojas, y en unión con Dextran Hierro, existe evidencia de beneficio mayor y de resultados positivos en el tratamiento de pacientes Testigos.
Puede decirse muchas cosas positivas sobre las terapias alternativas sin utilización de la sangre, nadie niega este hecho. Al mismo tiempo debemos resaltar que si la ciencia médica encontrase un reemplazo para la sangre nuestro trabajo no sería necesario. Sin embargo, en Agosto de 1.997, la sangre continúa siendo un producto valioso para salvar vidas, y a veces, sobrepasamos los beneficios y la importancia de utilizarla. Aún entre miembros del CEH, quienes tienen años de experiencia en su asignación, puede encontrarse una ignorancia total sobre por qué la sangre es utilizada. Estos hermanos han recibido entrenamiento en los Seminarios I y II, y la única cosa que muchos saben acerca de la sangre es que es un tratamiento médico peligroso que debe evitarse. No solo por razones bíblicas, sino porque se cree que es una medicina errónea, y que existen productos alternativos disponibles.
Existe una guía o “regla” que se ha desarrollado entre el personal médico en virtud de la cual se establece que un paciente debe recibir una transfusión si el nivel de hemoglobina cae por debajo de 10, o el hematócrito por debajo de 30. Se conoce como la “Regla 10/30”. Muchos doctores hoy se guían por esta regla, y lamentablemente algunos doctores transfunden de manera anticipada a los pacientes sin que exista razón médica de peso. Surge la pregunta sobre qué tan bajo se puede llegar en estos indicadores sin exponer la vida del paciente? Después de los seminarios dictados por tres miembros del Servicio de Información sobre Hospitales para los Testigos de Jehová en Brooklyn, se estableció como costumbre visitar a los hospitales e instituciones médicas. El hermano Major Spry, Director Asociado, y el principal vocero sobre el tema de la sangre en Brooklyn, siempre envía el mensaje en cuanto a que la regla 10/30 es anticuada, y manifiesta que “nosotros la queremos más abajo, mucho más abajo”. Usualmente los doctores están de acuerdo en que puede bajarse, pero no debe olvidarse que mucho depende de la edad y condición del paciente’. Una persona joven y saludable puede aguantar más que un paciente avanzado en años o cuyo estado de nutrición esté por debajo de los niveles óptimos o normales. Por consiguiente cada paciente debe considerarse de manera individual, y no pude de manera fácil establecerse una política o una regla de tratamiento uniforme.
Aún así, los hermanos en Brooklyn han alcanzado muy buenos resultados en su trabajo. Un ejemplo del progreso alcanzado se describe en la Conferencia: “Manejo de la Sangre, lineamientos para prácticas quirúrgicas” del “Diario Americano de Cirugía” (Volumen 170, No. 6A Suplemento) en Diciembre de 1.995. (“The American Journal of Surgery” Consensus Conference: Blood Management Surgical Practice Guidelines, Volume 170, No. 6A (Suppl) December 1995.) En este documento se proponen 11 políticas para el manejo quirúrgico de la sangre, y de igual manera, propone intervenciones que lograrían el resultado para el cual se estableció cada una de las políticas. “Estas políticas se diseñaron para lograr cuatro resultados clínicos: maximización del envío de oxígeno, minimización efectiva del costo de los riesgos de la transfusión, educación de médicos y pacientes, y manejo apropiado de cirugía especial en pacientes testigos de Jehová”.
En el mismo “Diario de Cirugía Americana”, pag. 14 existe una sección titulada: ”Políticas en el Manejo de la Sangre para Testigos de Jehová”. La política 2 (“Blood Management Policies For Jehovah’s Witnesses.” Policy 2) establece:
“En general, los Testigos de Jehová rechazan todos los diferentes productos de sangre, y cualquier transfusión autóloga de sangre que ha sido separada del cuerpo. Estas prohibiciones no les impide a los Testigos el aceptar una bomba cardiopulmonar, hemodiálisis, recuperadora de sangre intraoperatoria y reinfusión. Aunque un observador casual no discerniría la diferencia entre estas intervenciones y la sangre autóloga que ha sido separada del cuerpo, los Testigos de Jehová distinguen terapia aceptable de la inaceptable en función de que la sangre continúe siendo parte del sistema circulatorio. En la diálisis y en una bomba cardiopulmonar, la sangre se mantiene como parte de la circulación. Los aparatos de autotransfusión pueden pasar esta prueba si se establece una línea intravenosa entre el aparato recolector y el paciente para mantener un circuito cerrado. La hemodilusión puede modificarse de manera similar.”
Los Testigos de Jehová están prestos a aceptar la mayoría de las drogas, tales como dextran hierro, aprotinina, desmopresin, y “sustitutos de sangre” sintéticos, debido a que estos no contienen productos con sangre humana. Los productos basados en hemoglobina son inaceptables para los testigos de Jehová si contienen sangre humana o animal.
Como asunto de conciencia, los Testigos de Jehová pueden aceptar algunos productos que contienen sangre, tales como la inmunoglobulinas. Epoetin alfa, que contiene una pequeña cantidad de albúmina humana, es aceptable para la mayoría de los Testigos de Jehová. Similarmente la albúmina debe rechazarse de manera consciente, cuando se utiliza como expandidor de volumen, sin embargo la “cantidad que contiene el Epoetin alfa es pequeña, y por tanto generalmente aceptable”
¿Qué es la sangre?
Esta descripción de nuestra posición como organización es bastante exacta. Sin embargo, existe un par de problemas que los miembros del CEH debemos enfrentar. Primero, y es una pregunta frecuente: ¿Qué es la sangre? Esta parece ser una pregunta sencilla de responder, pero no lo es debido a que existen una serie de componentes sanguíneos que la Sociedad permite a los Testigos aceptar. ¿No son estos componentes también sangre?, y ¿cómo se decide qué parte de la sangre es aceptable y cuál no? Debido a que es aceptable introducir los “componentes permitidos” en nuestros cuerpos, ¿se entiende que tanto el personal médico como los Testigos estemos confundidos por nuestra posición? Aunque esta pregunta ha estado en las mentes de muchos de nuestros hermanos, nadie se atreve a ventilarla públicamente. ¿Por qué?
Hemodilusión:
Cuando se trata de Hemodilusión y autotransfusiones Intraoperativas, muy pocos miembros de los CEH han tomado la iniciativa de tratar de entender exactamente cómo funcionan estos procedimientos. Todos estos métodos y aparatos externos deberían crear preguntas en cuánto a si ¿la sangre es todavía parte del cuerpo o no? Sin embargo, los hermanos aceptan estos procedimientos debido a que la Sociedad no los prohibe.
Es interesante notar como los hermanos que luchan por encontrar soluciones médicas han reaccionado al artículo, “Obstetricia y Ginecología, Volumen 72, Número 6, Diciembre 1988, “Un aparato simplificado para Autotransfusión Intraoperativa”. (“Obstetrics and Gynecology, Volume 72, Number 6, December 1988, ‘A Simplified Device For Intraoperative Autotransfusion’.”) Cuando el artículo es presentado, y los hermanos ven el aparato, y la forma como se almacena la sangre en una bolsa, en posición baja, su reacción inmediata es generalmente el rechazar el uso del aparato.
Aquí se explica cómo funciona este procedimiento: Durante la cirugía los doctores utilizan un instrumento para la aspiración de la sangre, con una mezcla automática, anticoagulante, y se recolecta la sangre en un receptáculo. Es drenada mediante la gravedad en una bolsa sanguínea, y almacenada en una posición mas baja hasta que se llene. Cuando la bolsa de sangre se llena, se levanta hasta la punta del aparato, con lo cual desciende y es reinfundida. Aunque es difícil el ver que la sangre continúe siendo parte del sistema circulatorio, los hermanos aceptan este procedimiento tan pronto se les informa que la Sociedad aprueba su uso, y que no viola ningún principio bíblico.
Albúmina:
La albúmina genera otro problema. Nosotros la aceptamos como asunto de conciencia, a pesar que la sangre contiene más albúmina que células blancas, las cuales debemos rechazar. Muchos doctores están confundidos por esta posición, pero usualmente son muy respetuosos y la mayoría de ellos piensan que existen principios religiosos involucrados, aunque existen contradicciones claras. Lo que los doctores no saben, y no se nos permite explicarles, es que esta posición es claramente una regla organizacional para sus miembros, y carece de razones lógicas y de apoyo en las Escrituras.
EPO:
Otro aspecto interesante sobre el uso de la albúmina que varios miembros de CEH han comentado, es que nosotros no deberíamos interferir en las decisiones de conciencia de nuestros hermanos. El problema en este asunto es que la Sociedad ha enfatizado enormemente los beneficios de la Eritropoyetina, que los miembros de CEH frecuentemente olvidan comentar a los hermanos que entre las dos clases mas comunes de Eritropoyetina: Eprex y Recormon, la primera, Eprex, contiene albúmina, comúnmente los miembros de los CEH no sienten responsabilidad alguna de informar sobre este hecho. Otro aspecto lamentable en este punto, es el hecho que los hermanos, y hasta muchos miembros de CEH no entienden claramente la forma de funcionamiento de la Eritropoyetina, y por consiguiente, sobre estiman su valor en el tratamiento de testigos.
La Eritropoyetina (EPO) es un tratamiento que se utiliza para incrementar los hematócritos y estimular la producción de células rojas que transportan el oxígeno. Algunos miembros de CEH consideran que la Sociedad ha sobrestimado el beneficio de la eritropoyetina. La dosis recomendada en casos de emergencia está entre 200-1000 UI/kilogramo=2 libras diariamente, y cuando hay una respuesta clara, 3 veces a la semana. Algunas compañías que venden el producto algunas veces recomiendan más unidades. Lamentablemente la documentación científica existente hoy sobre los beneficios de la Eritropoyetina es muy vaga. El tratamiento de EPO se prescribe mayormente en pacientes con problemas de riñón, o, en pacientes que han predepositado su propia sangre 4 semanas antes de la operación. Pero si el paciente goza de buena salud y no existen indicaciones de infecciones serias, el paciente no necesita EPO. Aún entre los miembros del CEH existe confusión sobre los beneficios reales de este tratamiento. Algunos sugieren dosis altas, no debido a que el paciente Testigo las necesite, o porque la eritropoyetina no tenga contraindicaciones de importancia cuando el nivel de hematócritos se mantiene bajo, sino porque se sienten más cómodos sabiendo que si la situación se torna seriamente en contra no es debido a que se dejó de utilizar EPO. La falta de conocimiento y de documentación científica entre los miembros de CEH, debe ser un asunto de preocupación para los hermanos. En primer lugar, los hermanos no saben que los beneficios reales del tratamiento con EPO solo aparecen entre 2 a 4 semanas después de su aplicación. En aproximadamente 3 días se puede encontrar una pequeña respuesta de los reticulocitos, en 7 días una respuesta del hematócrito, y el beneficio final necesario después de 2 y 4 semanas. Es muy importante tener en cuenta este aspecto en especial en los casos de pérdida aguda de sangre.
Otro aspecto del tratamiento con EPO es la relación costo-beneficio. Algunos doctores han recomendado una pequeña dosis de EPO como 80 UI/kg/3días a la semana. Al mismo tiempo un miembro del CEH, sin ninguna razón médica o científica, puede recomendar una dosis de 600 UI/kg /diaria durante la primera semana. En muchos lugares, el paciente debe asumir por su propia cuenta estos costos. Los costos pueden diferir de un lugar a otro, pero hemos efectuado un estimativo conservador sobre el costo de la alta dosis recomendada por el miembro del CEH, cuyo costo puede aproximarse a los U.S$4.000, sin ninguna justificación científica puesto que los regímenes óptimos de dosis para EPO no han sido determinados.
Sangre del cordón:
Otra pregunta que se ha efectuado a los Testigos de Jehová y a los miembros del CEH, hace referencia al asunto de la sangre dentro del cordón umbilical.
Hoy, los científicos médicos efectúan investigación sobre el uso de la sangre del cordón umbilical, y existen indicaciones que podría contener y proporcionar un beneficio médico capaz de salvar vidas. Sin embargo, como en muchos otros casos, la Sociedad se opone claramente a que los Testigos de Jehová aceptemos o donemos la sangre del cordón umbilical. (Vea La Atalaya 1 de Febrero de 1997- Preguntas de los Lectores). Sin embargo, teniendo en cuenta que se permite el uso de algunos de los componentes que se encuentran en la sangre del cordón umbilical es difícil encontrar lógica alguna, o bases bíblicas para tal prohibición.
Problemas con “Terapia Alternativa sin sangre”
Evitar la sangre es una forma de buscar tratamiento médico de calidad. Pero ofrecer algo que pueda reemplazar la sangre es sencillamente imposible hoy día. Los doctores están al tanto de la situación y de la necesidad de algo que reemplace las transfusiones de sangre. Cuando exista una alternativa buena a la sangre los doctores la usarán. Las únicas alternativas reales hoy la constituyen las habilidades de los cirujanos, algunos medicamentos, aparatos y procedimientos técnicos disponibles en algunos hospitales, y por supuesto, el riesgo de operar por fuera de los límites críticos.
Nosotros como miembros del CEH, nos deberíamos preguntar si nuestro trabajo se limita a conseguir doctores dispuestos a cooperar. Un comentario expresado por algunos miembros de los comités de Enlace apareció en la “Esquina del Coordinador Sin Sangre” en Internet. (www.noblood.com)
Algunas veces los hospitales y doctores aceptan el desafío de tratarnos con alternativas, pero esto puede ser fatal si no están debidamente preparados. Algunas veces, los doctores pueden estar interesados en efectuar experimentos con los Testigos de Jehová. Considere las afirmaciones hechas en la “Esquina del Coordinador Sin Sangre”, pues esta es una realidad para muchos Testigos en diferentes países cuando los hospitales deciden cooperar sin estar debidamente preparados para ello. Como miembros del Comité de Enlace estamos en capacidad de confirmar esto por nuestra experiencia. Note lo siguiente:
“Nuestro Editorial invitado proviene de Bernice Goldstein, Coordinador de Medicina y Cirugía sin sangre en el Centro Médico de Kadlec, en Richland, Washington (Coordinator for Bloodless Medicine and Surgery at Kadlec Medical Center in Richland, Washington). Agradecemos a Bernice por su contribución!.
...La cirugía sin sangre , actualmente no es completamente sin sangre. Hay sangre derramada. La expresión “sin sangre” se aplica a la medicina “sin transfusiones”. La cirugía sin sangre es requerida por un creciente número de pacientes que reconocen las alternativas a las transfusiones de sangre.
En el pasado, lo máximo que uno podía esperar es que el médico estuviese de acuerdo en no utilizar la sangre como parte del plan de tratamiento. Según el Dr. Estioko, Cirujano Cardiovascular y Director Médico de Medicina sin Sangre (Cardiovascular Surgeon and Medical Director of the Bloodless Medicine) “una promesa de no administrar transfusiones de sangre no es suficiente. Un doctor dispuesto a cooperar puede matarlo.”
¿De qué estaba hablando? Si el doctor está de acuerdo en operar sin sangre, ¿qué ofrece en su lugar?, hay más que el puede hacer, mucho más!
...Claramente, un arreglo que comprenda el manejo médico sin sangre va mucho más allá de la promesa de un doctor de no administrar sangre. Involucra un compromiso real de todo el hospital.”
Aunque la Sociedad efectúa un magnífico trabajo en proveer información sobre las alternativas, la realidad es que en muchos países los doctores y hospitales no siempre están preparados o dispuestos a manejar un caso con terapia alternativa. Muchos casos han terminado en tragedia, casos en los cuales nuestros hermanos fueron atendidos por un doctor dispuesto a cooperar, que no estaba suficientemente capacitado o que le faltaba la experiencia para manejar el caso específico. Frecuentemente también porque el doctor no podía ofrecer una terapia que pudiera de manera adecuada reemplazar la sangre. Lamentablemente muchos miembros del CEH no se dan cuenta que con frecuencia los pacientes testigos mueren por falta de compromiso en el uso de tratamiento alternativo en los hospitales. Muchas veces la única cooperación es el ver como el paciente muere, y esto es inaceptable. El equipo médico debería cooperar y darse cuenta que otro hospital o doctor podría ayudar, lo cual no siempre sucede, y trágicamente, muchos miembros del CEH no están realmente calificados para evaluar y saber como responder en una situación de esta naturaleza.
Menores:
El aspecto más deprimente de formar parte de CEH es cuando nuestros niños están involucrados. ¿Por qué ha fallado la Sociedad en ganar un solo caso legal cuando se trata de niños menores? Es obvio, no existe nada igual de efectivo a la sangre humana para transportar oxígeno, y hoy nada puede reemplazar su uso en el campo médico. Debemos apreciar el hecho de que el sistema legal protege a nuestros miembros. Aún para nosotros, como miembros del CEH, es más fácil trabajar con los doctores conociendo las reglas y leyes sobre niños menores. Todos los Testigos de Jehová deberían saber, aunque ha habido casos en los que se ha actuado en contra, que la autoridad paterna no es absoluta, y que no existe garantía de tratamiento sin sangre para Testigos menores en general. Ellos deberían entender que el estado tiene el derecho a proveer el tratamiento que considere necesario para salvaguardar la vida o la salud de un niño.
Cuando existen alternativas efectivas disponibles, cuando puede efectuarse una selección, tal decisión debe tomarse por parte de los padres, no por un doctor, trabajador social o juez. Debemos efectuar una pregunta importante: ¿Quién es la persona calificada para tomar una decisión sobre manejo alternativo sin sangre, y si tal decisión será la adecuada para llenar las necesidades del menor? Como miembros del CEH hemos sido testigos oculares en donde los doctores dispuestos a cooperar han seguido los deseos de los padres en cuanto a terapia alternativa sin sangre, con resultados algunas veces trágicos, con simplemente una muerte más innecesaria como resultado.
No deberíamos ser demasiado dogmáticos sobre los beneficios y resultados positivos de utilizar productos sanguíneos, pero de una cosa estamos seguros. Mientras no exista algo capaz de reemplazar los productos sanguíneos, estos serán usados, y muchos niños serán salvados por ellos. Los jueces van a decidir en favor de utilizar productos sanguíneos, y proteger la vida y salud de los menores sobre las creencias religiosas de los padres.
¿Un asunto de conciencia?
Uno de los argumentos que utilizamos y presentamos a los doctores se refiere al daño emocional que se infringe a la conciencia de la persona cuya conciencia es violada cuando se le fuerza a recibir un tratamiento con sangre. Toda persona razonable entiende que es inaceptable el forzar un tratamiento que viola la conciencia de una persona. Con la mayoría de los testigos, sin embargo, la conciencia ni siquiera aparece en la escena. Simplemente responden a una situación basados en las reglas que la Sociedad ha fijado.
Cuando nosotros como Testigos de Jehová miramos atrás y recordamos los hermanos heridos y muertos que no aceptaron vacunas, sueros sanguíneos, transplantes de órganos, o tratamientos para hemofílicos, nos damos cuenta que ellos mantuvieron esta postura mucho más por ser una política y prohibición organizacional que les fué forzada. Estas posturas han sido abandonadas por los líderes, y muy raramente, si acaso, vemos hermanos que rehusen vacunas, transplantes de órganos o cualquiera de los componentes sanguíneos que aparece en la lista de aprobados por la Sociedad. Este simple hecho debería impulsar a cualquiera involucrado en estas situaciones a pausar y reflexionar seriamente sobre los verdaderos aspectos involucrados. ¿Es este realmente un asunto de conciencia, y si este es el caso, la conciencia de quién?
En conclusión:
Somos un grupo de miembros del CEH que hemos considerado cuidadosamente estos puntos, y nos gustaría concluir esta consideración con los siguientes pensamientos. En particular, dirigimos nuestros comentarios a los hermanos en el “Servicio de Información sobre hospitales” en Brooklyn.
Citando sus propias palabras, en los Seminarios I y II, se supone que seamos “profesionales entrenados” en nuestra área de proveer información sobre manejo alternativo sin sangre y doctores dispuestos a cooperar. esto es excelente, hemos visto muchas bendiciones y muy buenos resultados de nuestro trabajo. También esperamos que la ciencia médica pueda encontrar algo que reemplace los productos actuales que se utilizan en el campo médico. Qué bendición no solo para nosotros Testigos de Jehová, sino para toda la gente de la tierra. Ciertamente todos los doctores se regocijarían cuando un reemplazo de la sangre se haga disponible, y de seguro será aplicado de manera inmediata en los protocolos de los hospitales y en los procedimientos de emergencia.
Sin tomar en cuenta lo que sucederá en un futuro cercano, el descubrimiento de nuevos productos de sangre sintéticos, nuevas enfermedades e infecciones o cualquier otra cosa, las preguntas verdaderas continuará en nuestras mentes: ¿Es la doctrina actual de la Sociedad sobre la sangre correcta? ¿Por qué muchos de nuestros hermanos entran en un conflicto interno cuando analizan los hechos bíblicos? ¿Nos ha dicho la Sociedad la verdad, y todos los hechos bíblicos relacionados con la sangre? ¿Se dan cuenta ellos que al aceptar componentes menores han creado una tremenda contradicción en su posición firme? ¿Cuáles son los argumentos sólidos y serios para rechazar transfusiones autólogas de sangre almacenada? ¿Se dan cuenta que su posición asesina varios niños preciosos a menos que el sistema legal intervenga para dar protección por su vida y salud? ¿Debería ser nuestra preocupación principal como Testigos el buscar alternativas médicas, o la de enfrentarnos con los hechos bíblicos acerca de la vida y la sangre?
Sus hermanos
P.S. Estas son algunas de las preguntas que la Sociedad no responde:¿Por qué se prohibe el uso del plasma, cuando en la lista de componentes menores permitidos para preservar la vida, aparecen todos sus componentes con la excepción del agua?
Si las transfusiones sanguíneas son en esencia un transplante de órgano, ¿cómo pueden verse como el "comer sangre" si no ocurre ningún beneficio nutricional o digestivo? ¿Puede una transfusión ser al mismo tiempo un transplante de órgano y alimento?
Si es incorrecto el almacenamiento de sangre propia para una transfusión autóloga, ¿por qué permite la Sociedad diferentes componentes de la sangre cuya utilización requiere previamente la donación y el almacenamiento de sangre?
¿Cuál es el criterio que se utiliza para decidir cuáles son los componentes mayores y menores de la sangre? Por ejemplo, ¿por qué se prohibe la utilización de glóbulos blancos y se permite la albúmina, teniendo en cuenta que esta última constituye un porcentaje mucho mayor en el volumen sanguíneo que los primeros, y teniendo en cuenta además que los órganos transplantados y la leche están repletos de glóbulos blancos?
Si nos debemos abstener completamente de sangre, como dice la Sociedad, ¿por qué la misma Sociedad nos permite aceptar componentes derivados de la sangre humana? ¿No es esto contradictorio?
¿Por qué pueden los Testigos beneficiarse de la sangre que otros donan, (es la única manera como se tiene acceso a los componentes menores que la Sociedad permite) pero ellos mismos no pueden ser donantes de sangre? ¿No es esta una postura egoísta e hipócrita? ¿No sería el donar sangre para ayudar a salvar otras vidas el modo de actuar amoroso y cristiano a seguir?
Es nuestra esperanza y creencia que muchos hermanos sinceros darán un paso adelante y se unirán a nosotros mientras buscamos dar fin al sufrimiento y muertes innecesarias. Nosotros actuaremos como intermediarios entre los miembros del CEH, o los oficiales de la organización que quisieran comunicarse con los miembros del CEH que escribieron este tratado.
Bienvenido con sus comentarios y preguntas a futurelight@hotmail.com