Noticias para los Testigos de Jehová en Portugal; Cuando la transfusión de sangre es la única salvación: "No se limita la libertad de recibir sangre, esta es una opción del Testigo, que puede consentir en recibirla, sin sufrir ningún tipo de recriminación", sostiene el abogado de los Testigos de Jehová, Raúl Josefino.
Cirugía Sin Sangre
Por JOANA FERREIRA DA COSTA
Sexta-feira, 17 de Dezembro de 1999Hay 100 hospitales y clínicas en el país donde los Testigos de Jehová pueden ser operados sin quebrantar un dogma religioso: recibir sangre. Una regla muchas veces acusada de poner en riesgo a los miembros de la comunidad. Dar a conocer a los médicos las alternativas a las transfusiones y a las cirugías, es el objetivo de una campaña internacional que se inició en Octubre pasado. También tiene mas sentido dado el número de personas que evitan recibir sangre.
Un carpintero de Martagua, Valle de Azores, estuvo entre la vida y la muerte en el Hospital de la Universidad de Coimbra, hace cuatro años por no haber recibido una transfusión de sangre que rechazó por motivos religiosos. La familia con posterioridad otorgó la autorización. El proceso de convalecencia fue largo pero hoy está recuperado.
Situaciones como estas son raras y permiten percibir la dimensión del problema. Hay casos clínicos en que una transfusión de sangre significa la única posibilidad de cura para un paciente. Esta práctica está prohibida para los Testigos de Jehová para quienes la sangre nunca se debe separar del cuerpo.
Desde hace 10 años un miembro de ésta comunidad llega a un hospital del país y recorre las congregaciones para informar sobre tratamientos distintos a la sangre. Son llamados Comités de Enlace con los Hospitales, cuyos voluntarios sirven de puente entre los médicos y los 100 mil testigos portugueses. El objetivo es garantizar, a través de la divulgación de documentos clínicos especializados, las mejores alternativas a una transfusión y la obtención de un tratamiento sin conflictos.
"No siempre es fácil para un paciente explicar a un médico las necesidades de tratamientos que respeten la conciencia religiosa", afirma José Manuel Paxiuta de Paiva, médico general, y responsable médico de la Asociación de Testigos de Jehová (ATJ). "Normalmente lo que acontece es que un tratamiento a los testigos depende de la experiencia del médico y del arsenal terapéutico disponible".
Razones que llevaron, hace 10 años a la comunidad en Estados Unidos a crear los Servicios de Información de Hospitales (SIH), que recogen información médica actualizada y actualmente coordinan las acciones de 1.400 Comités de Enlace que funcionan en 150 países. Para conmemorar la primera década de existencia de estos servicios, los testigos iniciaron una campaña internacional junto con los equipos médicos de los hospitales. El lema es "Alianza para salvar vidas" y ya se iniciaron las visitas a las unidades nacionales.
Hay en Portugal 400 cirujanos respaldados por una centena de hospitales y clínicas privadas, de Braganza hasta Portimao, que llevan a cabo cirugía sin sangre en las principales clínicas. Con esta campaña, los Testigos quieren alargar el número de médicos involucrados, presentándoles el equipo terapéutico disponible para obtener esos tratamientos.
"Esta no es una cruzada contra la sangre. Queremos mostrar que existen alternativas clínicas científicamente válidas a la sangre" dijo Praxiuta de Paiva. "Todas las opciones terapéuticas tienen riesgos. Nuestra situación es que escogemos entre tratamientos", afirma.
En los casos, como el Testigo de Mortagua, en que la transfusión es la única salvación "No se limita la libertad de recibir sangre, esta es una opción del Testigo, que puede consentir en recibirla, sin sufrir ningún tipo de recriminación", sostiene el abogado y asesor jurídico de la ATJ, Raúl Josefino, que acompañó a este paciente durante la convalecencia. Además, "todo paciente tiene el derecho de rehusar tratamiento, y el médico debe respetar ésta opción" añade el jurista que rechaza cualquier relación de ésta posición con el suicidio consentido. Para el personal médico, los seguidores de Jehová son muchas veces un problema. "Los médicos no desean ser confrontados con exigencias que limitan sus actividades", afirma el Director de Servicios de Cirugía cardiotoráxica del Hospital de Santa Marta, en Lisboa, José Roquette. "También a nivel religioso existen ciertos prejuicios".
Este cirujano ha operado sin sangre a cerca de 50 Testigos portugueses, desde finales de la década de los 80. Apenas un caso de una paciente operada por tercera vez resultó en muerte. "Los médicos tienen que capacitarse en los métodos tecnológicos que consiguen satisfacer los pedidos de los Testigos en un 95% de los casos" afirma. "Es un compromiso de hacer, de llevar a cabo las cirugías, y los pacientes firman ante notario un documento de exención de responsabilidades, a cambio de ésta opción", explica.
La limitación de la utilización de la sangre es una práctica cada vez mas consensual entre los mismos médicos. Según el cirujano existen actualmente medios "para reducir sensiblemente el consumo de sangre, con todas las ventajas económicas y la disminución de riesgos asociados o derivados de ellas".
El Hospital de Santa Marta dispone de tres aparatos que permiten, a través de un tubo especial de aspiración, recoger toda la sangre perdida en una operación, filtrándolo y colocándolo nuevamente a circular dentro del cuerpo del paciente. Para los Testigos, este proceso es continuo, la sangre no se separa del cuerpo, tal como lo ordena la regla religiosa, garantizando una reutilización de la sangre perdida hasta en un 60 por ciento.
El equipo es también utilizado para otro tipo de pacientes. "El cell-saver es utilizado en todas las recuperaciones de transplantes o cirugía que exijan un grande consumo de sangre", explica Roquette. Actualmente existen por lo menos 16 de estos aparatos.
Sin embargo, en algunas situaciones el caso se complica, "Un paciente que ingresa a un hospital con niveles bajos de hemoglobina (6 gramos de hemoglobina por decilitro de sangre), necesita una transfusión, afirma. Los Testigos sostienen que se han salvado personas con niveles de hemoglobina de 1,4 gramos de hemoglobina por decilitro de sangre en el extranjero, y 2,7 gramos de hemoglobina por decilitro de sangre en Portugal. "Mas en el país no tenemos cámaras hiperbáricas para resolver estas situaciones. Es ahí donde es necesario respetar la opción del paciente", concluye Roquette.