"Podemos
resumir en tres grandes puntos el peligro de violencia médica que, bajo el rubro
del bien común, se anida en las instituciones de salud. El primero es la
tentación de homogeneización, negando la singularidad
humana. El segundo, el dogmatismo, negando la
existencia de otras formas de entender el proceso salud-enfermedad que se
insertan en un universo cultural, lingüístico y valorativo. El tercero, pensar
la práctica médica como un sistema de cuidados obligatorios,
negando la necesidad que tienen individuos y comunidades de ser autónomos en la
manera cómo abordan el nacimiento, el dolor, la salud, la enfermedad y la
muerte."
Luis Carlos RESTREPO