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El ecoturismo o turismo ecológico se basa en la idea de que los viajeros colaboran en la protección del medio ambiente, de los lugares de destino y de que el turista ecológico puede ayudar a introducir y apoyar unos principios ecológicamente sólidos. La ética ambiental es un parámetro fundamental para establecer el significado y el valor del uso de los recursos naturales, y para examinar las relaciones del hombre con la naturaleza.
El ecoturista es responsable y consciente al viajar o visitar áreas naturales poco disturbadas con el fin de disfrutar, apreciar y estudiar los atractivos naturales de dichas áreas, asà como cualquier manifestación cultural que pueda encontrarse ahÃ. No comete acciones dañinas, como tirar desperdicios o adentrarse en zonas donde la presencia humana pone en peligro la flora y la fauna; promociona la responsabilidad ecológica, patrocinando negocios que respeten la naturaleza, como viajes y excursiones con alto sentido de conservación.
El área montañosa al norte de la región central del paÃs ofrece ambientes naturales de gran valor paisajÃstico, incluyendo el Parque Nacional Henri Pittier (Aragua y Carabobo) y San Esteban (Carabobo).
El área de Mérida, con posibilidades inmensas para el desarrollo de actividades ecoturÃsticas y culturales en los valles de los rÃos Mucujún (San Javier y La Culata), Albarregas en la ciudad de Mérida, y del Chama.
"Los montañistas son los seres del retorno: viven en el camino. Parten al amanecer, siempre al encuentro del sol, y saben reconocerse en cada vuelta del sendero, en cada flor, en cada insecto, en cada cosa. Cada cumbre del horizonte es su destino, han preferido el riesgo a la inmovilidad; el frÃo, el viento, la sed, el cansancio, a la seguridad de los seres establecidos. También yo quisiera ser como ellos: grandes en su pequeñez y pequeños en su grandeza. Yo quisiera levantar mi carpa al lado de las suyas. Yo quisiera, como ellos, alumbrar nuevos amaneceres". Cedido por Arturo Romero Palacios, a quien lo dedicó el autor.
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