Ya que los "debates" organizados en los campus universitarios son una parte tan central de la estrategia creacionista para movilizar gran número de seguidores, nuestra estrategia para derrotarlos debe ser cuidadosa y muy bien pensada. Y la opinión de la mayoría de los luchadores experimentados en contra del creacionismo (como el National Center for Science Education -Centro Nacional para la Educación Científica) se puede resumir en una frase corta: No debata con los creacionistas.
Aunque muchos luchadores en contra del creacionismo puedan estar desbordándose de deseos de llevar a los creacionistas a un "debate abierto" y así patear sus traseros en público, hay muchas buenas razones por lo cual esto no es recomendable. Como hemos visto, debates como estos no convencen a nadie de nada porque sólo se aparecerán los que ya estén convertidos. Un debate así le dará la oportunidad a los creacionistas de enrolar a los fieles de cada congregación fundamentalista del país, concurriendo todos y cada uno de ellos, llenando buses, llegando al vestíbulo con el fin de vitorear sus héroes. Como dice Eugenie C. Scott, director del National Center for Science Education, "El propósito de un debate es el de espolear y animar las tropas locales, instigarlas a entrar en acción, e inspirarlas para que acudan y promuevan la enseñanza del creacionismo. ¿Por qué deberíamos ayudarles?"(Scott, "Debates and the Globetrotters", sin fecha)
Incluso si la audiencia estuviera deseosa (lo cual no ocurre) de escuchar el lado evolucionista de la historia, el formato usual de tales debates, una presentación de cuarenta y cinco minutos para cada parte, seguido de media hora de refutaciones, se le saldrá de las manos al que debate. El tema de la evolución biológica es tan gigantesco y tan complejo que la gente se pasa la totalidad de su vida profesional investigando sólo pequeñas porciones de ésta. Es simplemente imposible dar una exposición somera adecuada de un tema tan complejo durante una presentación de sólo 45 minutos, particularmente cuando se entiende el frecuente nivel abismal de educación científica entre la audiencia. De otro lado, a los creacionistas les conviene grandemente estos límites de tiempo. Ya que no tienen ningún modelo científico propio de la creación que puedan presentar, se pasan todo su tiempo en lo que se conoce informalmente como el "Gish Gallop", en el cual se la pasan saltando de tópico en tópico, escupiendo una incesante neblina de habladuría y afirmaciones sin justificación acerca de la teoría evolutiva, dejando al pobre evolucionista con la labor de tratar de cojerlas al aire y corregirlas todas. Es una tarea imposible. Como señala Scott, "El evolucionista que debate nunca va a ser capaz de refutar la totalidad de la malinformación que un creacionista puede dispersar en un formato de debate de duración larga." (Scott, "Debates and the Globetrotters", undated) Cada vez que el científico presenta una dato científico válido, el creacionista simplemente necesita responder con "Eso no es cierto." Así, le corresponde al científico pasarse veinte minutos tratando de explicar por qué sí es cierto. Mientras tanto, el mensaje básico del científico no alcanzará a la audiencia; el del creacionista sí.
Debido al apilamiento inherente en estos debates controlados, la mayoría de los luchadores en contra del creacionismo concuerdan en que no pueden lograr nada bueno y mejor los evitan.
Sinembargo, los debates en televisión o en radio son otro asunto totalmente diferente. Aquí, donde los creacionistas no pueden arreglar el foro, es posible centrar el debate hasta un único tópico - la edad de la tierra, o el registro fósil - y luego debatirlo hasta sus consecuencias lógicas. Esto derrota el Gish Gallop, y también previene la común táctica creacionista de cambiar súbitamente el tema cada vez que se sienten incómodos. También permite que el que debate salte inmediatamente cada vez que el creacionista haga una de su gran cantidad de afirmaciones falsas o sin fundamento. No es de sorprender que la mayoría de los creacionistas expertos en debate se rehusen a debatir bajo estas condiciones.
Al debatir a un creacionista en radio o TV, se deben mantener en mente varios puntos claves. Richard Trott que se ha enfrentado a los creacionistas en numerosas ocasiones, hace una lista de seis puntos a seguir cuando se debate con alguien como Gish (Trot, "Debating the ICR's Duane Gish", sin fecha) :
Punto Uno: "Conozca a su audiencia." La mayoría de la
audiencia será hostil a la evolución y a los evolucionistas.
"No importa en qué parte del país se encuentre y qué
tipo de institución sea la anfitriona del debate", dice Trott,
"Gish tendrá buena publicidad entre los creyentes."(Trot,
"Debating the ICR's Duane Gish", sin fecha) En lo que concierne a la mayoría
de la audiencia, Ud. será el representante de Satanás en
la Tierra. El resto de la audiencia es posible que sean uno que otro asistente
interesado que en el mejor de los casos sólo posee un conocimiento
limitado de ciencia y de teoría evolutiva. Ud. deberá de
tratar de mantener su presentación en términos simples, bien
concisa y en términos fácilmente comprensibles.
Punto dos: "No sea el lector monótono y aburrido." Este
no es un aula de clase de Biología o un simposio científico.
Si Ud. suena como el estereotipo de profesor de Biología no llegará
a ningún lado. "Gish ha intervenido en cientos de debates"
dice Trott, "y tiene un atractivo conjunto de diapositivas que ayudan
a que su presentación sea amena de observar y fácil de entender"
(Trott, "Debating the ICR's Duane Gish", sin fecha) Usted debe usar
señalización como la de la Avenida Madison para que entiendan
sus exposiciones.
Punto tres: "Esté preparado para las evasiones estándar de Gish." Si se les coloca entre la espada y la pared, algunos creacionistas no dudarán ni un instante para comenzar a ofuscar y evadir la cuestión en caso de ser posible, y si es necesario, mentir descaradamente. En julio de 1983, PBS puso en el aire un show sobre la constroversia del creacionismo científico, en el cual los bioquímicos citaron la cercana afinidad de las proteínas humanas y de las del chimpancé como una evidencia de su relación evolutiva. Gish respondió a esto diciendo: "Si miramos a ciertas proteínas, si, hombre - entonces- se puede asumir que el hombre está relacionado más cercanamente al chimpancé que a otras cosas. Pero de otro lado, si Ud. mira otras proteínas, encontrará que el hombre está más cercanamente relacionado a la Rana Toro que al chimpancé." (citado en Zuber, Strassen and Trott, "A Few Verifiable Instances of Creationist Dishonesty", sin fecha) No hay ninguna proteína en la que ocurra lo dicho por Gish y no obstante la gran cantidad de solicitudes que se le han hecho por parte de Bioquímicos para que diga a qué proteína se refiere, nunca ha respondido. Ciertamente parece que Duane Gish mintió en la TV nacional inventando datos falsos. Esté preparado para más de lo mismo.
Punto cuatro: " Evite ser arrogante, recurrir a argumentos por autoridad, y actitudes y tácticas similares." Los creacionistas tratarán de presentar a los científicos como un lote de arrogantes de mente cerrada que están temerosos de que su posición privilegiada en una especie de pseudosacerdocio sea amenazada por los "científicos" creacionistas. Algunos científicos realmente son así. Es mejor que Ud. no sea uno de ellos si desea debatir a Gish.
Punto cinco: "Esté prevenido; Gish tiene un extraordinario
carisma y es muy bien parecido." Gish se presentará a sí
mismo como la mismísima personificación de lo razonable y
de la apertura de pensamiento. Trott señala que el es "muy cuidadoso
en no parecer malintencionado." (Trott, "Debating the ICR's Duane Gish",
sin fecha) Más aun, la audiencia vitoreará cada palabra de
su héroe, mientras lo tratan a Ud. como si fuera un aliado de Satanás
- y en cambio, el creacionista estará haciendo algunas de las afirmaciones
más flagrantemente falsas y atroces que Ud. pueda haber oido. En
estas circunstancias es fácil perder el contro y recurrir a ad
hominem y ataques personales. Tal tipo de respuestas definitivamente
no deben hacerse.
Punto seis: "Gish siempre hace la misma presentación cada
vez - conózcala!" Gish ha debatido a cientos de científicos
- ha oido cada argumento posible docenas de veces y sabe justamente qué
evasiva de una sola frase desarmará al que debate y lo hará
quedar como un tonto. Recuerde, la propuesta de Gish en estos debates no
es responder las preguntas del que le debate; ni siquiera reconocerlas
- su único propósito es exponer a la mayor cantidad de personas
posibles a su arenga creacionista. Para lograr esto, se aferrará
a sus familiares respuestas y será reticente a alejarse de su trillado
derrotero , no importando lo que diga su oponente. Como concluye el biólogo
William Meyer que ha debatido a Gish, "Los debates que he tenido no
han sido debates. Los creacionistas vienen con un derrotero preparado que
presentan sin variación, llueva, truene o relampaguee." (Montagu,
1984, p. 303)
Ya que los creacionistas están tan casados con su arenga prefabricada,
una de las tácticas primarias del que debate debe ser forzarlos
a que se alejen del derrotero para que entren en un terreno que no esté
trillado. La mejor forma de hacerlo es forzando al creacionista para que
exponga los méritos de su "ciencia" de la creación en vez
de dejarlo exponer sobre el territorio más familiar (para él)
de la ciencia evolutiva. En un debate con el creacionista Canadiense Ian
Taylor, Robert P.J. Day logró esto con una táctica simple
y astuta:
"Comparé dos escenarios; el que tenemos ahora: "Evolución in, Creacionismo out" con el que los creacionistas parecen pedir con su solicitud de "igualdad de tiempo", esto es: "Evolución in, Creacionismo in". Luego señalé que al comparar los dos escenarios, no había diferencia en el status de la evolución; tanto los creacionistas como los evolucionistas están de acuerdo en que se debe enseñar la evolución, así que la evolución no es el tema a tratar aquí. Más bien, la controversia gira alrededor de la inclusión de la ciencia de la creación en el currículum de las escuelas públicas. Mi tarea, al querer excluirla de las clases de ciencia, radicaría en mostrar que no cumple los requisitos para calificarla de ciencia, mientras que la labor de Taylor, al tratar de incluirlas, sería defenderla. Afirmé que cualquier ataque a la evolución por parte de Taylor sería completamente irrelevante porque era claro que la evolución no era el tema a tratar. Al hacer esto, privé a Taylor de su arma más efectiva... Me permitió usar la totalidad de mi presentación en desollar la ciencia de la creación" (Day, "Public Debate With a Creationist", sin fecha)
El director de NCSE Scott, le hace eco: "No pierda el tiempo defendiendo
la evolución. La evolución es el "estado del arte"
en la ciencia, se enseña en cada colegio y universidad decente en
este país... Cuéntele a su audiencia que hay una multitud
de información acerca de la evolución en las librerías,
bibliotecas, cursos universitarios, y en los registros de las publicaciones
científicas... Más bien, ataque duramente la Geología
del diluvio, la imposibilidad de que todos los organismos hubieran descendido
de los supervivientes del Arca (aquí hay graves problemas de genética,
amigos) atáquelos con respecto a la corta antigüedad de la
tierra, cite a Morris cuando dice que Satanás causó los cráteres
de la luna, y todas las cosas tonterías que dicen los creacionistas
y de las que no quieren que la gente se entere." (Scott, "Debates and
the Globetrotters", undated)
Esta táctica, de un solo golpe, fuerza al creacionista a prescindir de prácticamente la totalidad de su programa. Los creacionistas están acostumbrados a debatir la validez de la evolución y tienen una gran cantidad de argumentos pseudocientíficos para usar - argumentos que saben tan bien que los pueden recitar mientras duermen. Pero no estan acostumbrados a debatir los méritos de su propia "ciencia" - porque saben tan bien como cualquiera que no tienen nada de ciencia. Cuando se les fuerza a desviarse de su programa refrito para que respondan algunas preguntas difíciles - como definir "Tipo" o explicar exactamente de dónde vino el agua de su diluvio global, o por qué el método de la entrada fluvial para datar la edad de la tierra da edades tan brutalmente distintas, o por qué si el creacionismo es una ciencia, hay tantas referencias a creencias religiosas en sus escritos - no tardan en comenzar a divagar torpemente.