El Creacionismo y el "Decaimiento del Campo Magnético"

Por Lenny Flank
(c) 1995
Traducción: Rolón Ríos
Énfasis en negrita.

Un argumento Creacionista común se centra en torno al campo magnético terrestre. Este argumento descansa fuertemente en las teorías propuestas primero por el "Dr." Thomas Barnes (el doctorado es honorario), un físico Creacionista que fungió como director de la "escuela de graduados" del ICR. Desde la muerte de Barnes, la teoría del campo magnético ha sido defendida por Russell Humphreys.

Algunos de los argumentos de Barnes/Humphreys son sumamente técnicos (como lo son los contra-argumentos efectuados por los geólogos),  y no ahondaremos en ellos aquí. (Entre los escritores científicos que han señalado los defectos técnicos de la teoría del decaimiento magnético se encuentran Darlymple, Strahler, Godfrey, y Montagu). Brevemente: La tierra actúa como un magneto gigante, produciendo un Campo Magnético que se extiende hacia el espacio exterior, y que entre otras cosas, es responsable de mantener los cinturones de radiación Van Allen, y hacer que nuestras agujas magnéticas apunten hacia el norte (Las brújulas ó agujas magnéticas apuntan al Norte magnético, diferente del Norte geográfico de la tierra). En una barra imantada, hay también un polo norte y un sur, y de este campo se dice que es un "dipolo". El campo magnético de la tierra es mucho más complejo, pero puede ser de manera aproximada tratado matemáticamente como un campo dipolar con un conjunto de elementos no dipolares.

En 1971, Barnes señaló que, de acuerdo a los datos que él disponía, la fuerza de los componentes del campo magnético dipolar terrestre (medido en una unidad llamada "Gauss") habían disminuido entre un seis a siete por ciento desde que por primera vez fueran medidos en 1835. Barnes hizo la suposición de que todas las mediciones no dipolares constituyen solo "ruido", y aseveró que solo los elementos dipolares del campo magnético son generados por el núcleo terrestre.   Ulteriormente concluyó que, ya que estas mediciones mostraban una disminución ó decaimiento, el campo dipolar terrestre tenía que estar decayendo exponencialmente, con una vida media de aproximadamente 1400 años. A partir de estas suposiciones, Barnes calculó que hace unos 10.000 años, el campo magnético terrestre habría sido tan fuerte que la vida sería imposible. Por lo tanto, concluyó, la tierra no puede tener más de 10.000 años. Como Morris señaló: "Entonces, 10.000 años parecen estar fuera de los límites de edad de la tierra, basándonos en el decaimiento del campo magnético terrestre." (Morris, Scientific Creationism, 1974, pag. 158).

Humphreys agregó unos cuantos detalles al panorama básico desarrollado por Barnes, incluyendo una explicación de cómo se formó el campo magnético original y sobre cuando y como empezó a decaer. He aquí la explicación "científica" de Humphreys, para la historia del campo magnético terrestre:
 

"Cuando Dios creó lo átomos originales de la tierra, Él podía haber creado fácilmente también el campo magnético terrestre, simplemente haciendo que los átomos en existencia apuntaran los ejes de sus núcleos todos en la misma dirección." (Humpherys, ICR Impact, "The Mystery of the Earth"s Magnetic Field", Febrero 1989).

"Luego de la creación (y la caída), la corriente eléctrica en el núcleo de la tierra decaería lentamente, y con ello su campo por 1656 años, hasta el diluvio del Génesis. Durante este periodo, este campo debió ser diez veces más fuerte que en la actualidad." (Humphreys, ICR Impact, "The Mystery of the Earth"s Magnetic Field", February 1989).


¿Y como "sabe" Humphreys que el campo magnético de la tierra ha estado decayendo lentamente por exactamente 1656 años? ¿Ó como "sabe" que el campo magnético terrestre se produjo por átomos que giran con sus ejes alineados al unísono al momento de la creación? Por cierto que no lo "sabe" a través de datos científicos.

La hipótesis de Barnes/Humphreys no resiste el análisis. Barnes está en lo correcto al afirmar que el elemento dipolar magnético ha disminuido en fuerza desde el siglo XIX. Sin embargo, como señala el geólogo Brent Dalrymple: "Barnes niega completamente el campo no dipolar. Las mismas observaciones que mostraron el decaimiento del momento dipolar desde los mil ochocientos, muestran también que este decaimiento ha sido completamente equilibrado por un incremento en la fuerza de todos los campos observados, el que ha permanecido prácticamente constante." (Dalrymple, "Can Earth Be Dated from its Magnetic Field?, Menlo Park, CA, 1992).

Barnes tampoco presenta evidencia alguna que apoye su afirmación de que el campo magnético ha estado decayendo exponencialmente. De hecho, no hay necesidad de especular sobre la fuerza del campo magnético terrestre en el pasado, ya que tenemos un medio directo para medirlo directamente. Las partículas metálicas como el hierro están parcialmente magnetizadas por el campo magnético terrestre y se alinean a si mismas con los polos magnéticos. Examinando estas partículas, podemos determinar la magnitud del campo magnético. Uno de tales exámenes muestra que el campo magnético no ha estado decayendo sostenidamente. Cerámicas y otros objetos arqueológicos que datan de unos 6500 años atrás indican que el campo magnético terrestre era en ese entonces un 20% más débil que hoy; mientras que artefactos de hace 3000 años muestran un campo magnético 45% más fuerte que hoy. Así que, lejos de estar decayendo sostenidamente desde el tiempo de la creación, el campo magnético terrestre ha estado fluctuando, más débil en ciertos momentos y más fuerte en otros.

Humphreys, por otra parte, reconoce que los cambios en la intensidad y polaridad del campo magnético terrestre han ciertamente ocurrido, pero, ¡los comprime a todos ellos en el lapso de un solo año!, y atribuye tan arbitraria hipótesis a las fuerzas divinas que Dios usó para producir el diluvio del Génesis:
 

"En 1986, sugerí que hubo una poderosa liberación de energía del núcleo de la tierra al principio del Diluvio del Génesis, y que los fuertes movimientos resultantes en el núcleo del campo produjeron rápidos trastrueques en el campo magnético terrestre, cerca de uno por semana, durante el año en que el diluvio estaba colocando las capas de fósiles en la superficie terrestre." (Humphreys, ICR Impact, "The Mystery of the Earth"s Magnetic Field", February 1989).
"Fuertes flujos de fluidos en el núcleo de la tierra pudieron producir rápidos trastrueques de su campo durante y después del diluvio del Génesis. Las perturbaciones resultantes pudieron causar que la intensidad del campo terrestre fluctuara durante miles de años desde entonces." (Humphreys, ICR Impact, "The Earth"s Magnetic Field is Young", August 1993).


Humphreys es, por supuesto, incapaz de producir alguna evidencia científica que sustente de alguna manera sus arbitrarias suposiciones.
 
 

De hecho, cuando se examinan rocas del fondo oceánico científicamente, ellas muestran un patrón magnético impresionante: A cada lado de la fisura Atlántica media, donde las placas terrestres emergen del manto, pueden encontrarse diferentes "bandas" de intensidad magnética variable, siendo cada una,  una imagen especular de las "bandas del otro lado. En la medida en que cada parea de corteza emerge y solidifica, las partículas metálicas contenidas en estos materiales se van magnetizando, y toman la intensidad y polaridad del campo magnético existente en el momento en que las mismas emergieron. Conforme el fondo oceánico se separa a través de la tectónica de placas, nuevas áreas de rocas emergen y se magnetizan de similar manera. Ello produce un patrón de diferentes intensidades magnéticas. (Algunos creacionistas han intentado desacreditar estas observaciones arguyendo que las rocas locales que han sufrido un proceso de reversión magnética, pero que ello no es cierto para el patrón total de reversiones aleatorias, y que no se puede hallar una imagen especular.)

Sorprende mucho más, que tales medidas muestran ocasiones en que el campo magnético terrestre mengua a casi cero, y reemergió con los polos magnéticos revertidos: Es decir, el polo norte magnético estaba en nuestro sur geográfico, y el polo sur en el norte geográfico. Se han determinado 171 reversiones magnéticas, que se extienden en un lapso de 76 millones de años. (El determinar la fuerza y polaridad de estas firmas magnéticas de rocas particulares,. Y comparar con los patrones resultantes del fondo oceánico, y de la datación de dichas rocas, ha llevado a un nuevo campo científico: El "paleomagnetismo").

Entre 1953 y 1958, esta reversión de la polaridad magnética también fue observada directamente, en el Sol. Durante ese tiempo, el momento dipolar solar disminuyó en intensidad y se redujo a casi cero por un periodo de varios años, para re-emerger luego con su polaridad revertida.

Así que no hay justificación alguna para extrapolar las mediciones de los últimos 150 años al momento de la creación. Es ostensible que el campo magnético terrestre no está decayento, y que fluctúa rutinariamente, y que incluso se revierte completamente ocasionalmente. La única explicación que los Creacionistas invocan para justificar estas fluctuaciones y reversiones es como siempre volver a sus premisas y a sus fuentes religiosas, y opinar que estas reversiones son el resultado de la acción de dios al regalarnos el diluvio de Noé. La hipótesis Creacionista sobre "el decaimiento del campo magnético" simplemente no es capaz de darnos algún estimado científico sobre la edad de la tierra.

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