Por Hernán Toro
(c)2000
En una de las citas más groseramente extraídas de su contexto, los creacionistas de Watchtower hacen el siguiente comentario, citando a Robert Jastrow (en rojo) de su libro "El telar mágico":
La forma en que los Testigos de Jehová citan este texto, da la impresión de que la opinión que tiene Jastrow acerca de australopithecus es la de que era simplemente un simio. Mire el contexto de la cita de Jastrow (énfasis mío en azul):
Si hoy hubiera de hallarse vivos a algunos australopitecinos, serían puestos en los jardines zooológicos con los demás antropoides. Nadie los llamaría "hombres-monos". Lo mismo es cierto de otros "primos" fósiles semejantes, como un tipo de australopitecino más pequeño llamado "Lucy". De este espécimen Robert Jastrow dice: "Este cerebro no era grande en tamaño absoluto; tenía la tercera parte del tamaño de un cerebro humano". Es Obvio que este australopitecino era también sencillamente un "antropoide". "La vida ¿Cómo se presentó aquí? ¿Por evolución, o por creación?"
Watchtower Bible and Tract Society of New York, Inc.
1985, Pág. 94
Resulta evidente que al extraer la frase de su contexto se hace parecer como si Jastrow creyera que A. afarensis era sólo una especie de mono. Su opinión real al respecto es muy distinta: ya no eran monos;... caminaba sobre dos patas, a la manera del hombre;...tenía un cerebro superior;en comparación con el peso de su cuerpo, era casi dos veces más grande que el cerebro del mono;...erecto e inteligente;...disponía de más materia gris para las facultades de memoria, planificación y pensamiento abstracto...
Aparentemente, algunos monos arborícolas encontraron de su gusto el terreno abierto y se quedaron en él, porque cuando los fósiles aparecen de nuevo, pertenecen ya a los descendientes de los monos establecidos en la sabana. Pero la progenie de los monos arborícolas ya no eran monos, sino un nuevo tipo de animal que caminaba sobre dos patas, a la manera del hombre. Y este nuevo animal tenía un cerebro superior; en comparación con el peso de su cuerpo, era casi dos veces más grande que el cerebro del mono. Según el testimonio de los fósiles, este animal erecto e inteligente apareció en África hará unos cuatro millones de años. Su nombre es Australopithecus afarensis. Era un hábil cazador que competía con los demás carnívoros de su época y no retrocedía ante la envergadura de animales como el león y la hiena, más corpulentos entonces de lo que son en la actualidad. El Australopithecus era un animal delicadamente formado, de tan sólo 1,20 m de altura y carente de garras, colmillos para desgarrar u otras armas naturales; pero sobrevivió sin protección. Su arma era su cerebro.
Su cerebro no era grande en tamaño absoluto: medía un tercio del tamaño de un cerebro humano y pesaba escasamente 400 g; pero, por otra parte, el animal al que gobernaba tampoco era grande. El Australopithecus, con un cuerpo pequeño, requería relativamente pocas células cerebrales para el control de sus músculos, por lo que disponía de más materia gris para las facultades de memoria, planificación y pensamiento abstracto.
"El telar mágico", Robert Jastrow,
Biblioteca científica Salvat, 1985.
p.119.
¿Le parece realmente que Jastrow piensa que A. afarensis es "sólo otro antropoide"?
Esta forma de citar es claramente deshonesta y tergiversadora. En palabras más simples... Los creacionistas engañan descaradamente.